viernes, 15 de julio de 2011

Autorretratos


Buenos días. Quería presentaros hoy, cuando el Teach bordea las costas del Mani, del Peloponeso, dobla el Matapán, donde Odiseo perdió el rumbo a causa de las tormentas, y se acerca a Creta, imágenes de los dos prototipos  más destacados en la lucha griega por su independencia.

Las sencillas recreaciones, aún siendo disfraces, están hechas con todo el respeto y confianza que me merecen lo que quiero, no hay intención burlesca, carnavalera, aunque quienes me conocen sonrían.
El pañuelo negro cretense -to mavro kritikó mandili- es de Anóyia, de los Xyloúris, el pañuelo rojo maniátiko -to kókino maniátiko mandili- es de San Fermín, bajo cuya protección se abrió este blog. Los autorretratos representan al kritikós y al maniótis, el hombre de Creta y el de Mani.

Barbarómiros (El tí Rómiros), o kritikós,  posa con "Vintana" (artefacto), copia en vertical y partida por la mitad de "La noche estrellada" de Van Gogh.

Skylorómiros (Rómiros el Perro), o maniótis,  Mavropradákos (Pradákos el Negro) lo hace ante "Lampistería", un homenaje a mi abuelo Ramiro Prada, minero torturado, asesinado y enterrado, el año 36, en alguna cuneta aún desconocida.

Abrazos, Angaliés. Geiasas, Salud!

Ramiro Rodríguez Prada.


P. D. Bigote y barba son naturales. Vale.

O Μανιώτης, El maniotis.


Skylorómiros Rontrigkéas Mavropradákos,  maniotis.  Autorretrato 2011.


Ο Κρητικός, El cretense


Barbarómiros Rontrigkoúris Hatzipradákis, kritikós.  Autorretrato 2011.


Probando chorizos

Conseguí acceder otra vez al otro blog con las coplillas de la Curruca parda, que ya había intentado publicar en Desde la popa sin éxito, pero que Lola y Alberto ya conocen, mas sigo sin poder operar desde ahí porque aparece ese letrero de Vista previa, que es la copia de este blog, y que invalida consultar  el texto elegido. De momento se puede leer todo como una ristra de chorizos invertidos -no homochechuales, sino culoarriba-. Y cómo, me pregunto, se distinguen las cas de los cus de un chorizo...Difícil interrogante que tal vez sólo supieran contestar los millonarios, todo cara y todo culo, dicen, porque nunca vimos ninguno. No obstante, lo estudiaremos. Salud.

Gosscho Ibérico de Sacalamanga.

jueves, 14 de julio de 2011

No mi toqui li gurrioni

He sustituído buttoni por gurrioni en la frase acuñada por Alberto, Kapetán del Teach, a propósito de los botones del barco. Ambos términos son literales pero también aluden a otro que está en boca de tod...que, habitualmente, cuelga. Me disculpaba en privado con el Capi  por llevar esta pende-ncia mía, y otras, casi al límite, arrogándome el papel de mosca cojonera -moska kogonera-, tan difícil de ¿sostener? ante quien sabe más que tú de lo que importa, es un maestro en muchas cosas y te da libertad hasta para colgar a un dios por una pata, y quien dice dios dice gurrión. Tentación para una Kogonera inquieta y dedicada.
Soy amigo de los pájaros, y de las gallinas, también de los pardales y me gusta Serrat y su gorrión libre como el viento, por muy naïf o ingenua que sea la letra de esa canción. Alberto escogió una humilde avecilla como símbolo de independencia y así lo refleja sin más dobleces en algunas de sus crónicas, la última titulada precisamente así, ´Gorriones`, en la que hablaba de sus jóvenes amigos navegantes en términos cariñosos, admirando su libertad y su valor, con un poso final autocrítico, y nostálgico de la hermosa juventud que se aleja...navegando contra viento y marea, como sigue haciendo él. Sin ira en sus palabras ni inútiles lamentos.
Mi intención como kogonera, premeditada y calculada hasta cierto punto, cuando le enmendé no la plana de otro día (Desde la popa, 16 y 17-05-11), que la plana era la suelta del atún rojo, pero sí la poética despedida final con la canción de Serrat, mi deseo, confieso, era ´tocarli li buttoni/ a li gurrioni/ y un pelín, es cierto/ al bueno de Alberto´. Debo decir en mi descargo que, antes de palparle el zurdo pedía disculpas, comenzando el toque con, "...y siento chafarte la canción...". La ingeniosa respuesta del Capi, que no se hizo esperar y causó alborozo urraquil en la marinería, era también la prueba de que había dado en la diana del huevo de Colón, pero rasguñando apenas el escroto. Por eso reincido, porque es virtud conocida y ponderada de la Kogonera la insistencia. Invoco también en mi defensa al nano Joan Manuel y su canción ´Las moscas`, con letra de don Antonio Machado, bastante mejor que la del gurrión, con todos los repetos de una Kogonera familiaris vulgaris.  ¡Salú y al bollo!.
La Kogonera del Teach.