viernes, 16 de noviembre de 2012

Un día con Yiannis, Μια μέρα με τον Γιάννη


La Grecia eterna, pero menos
Geromili, Petriés. Eubea, agosto 2012.
 
¿Qué pinta ahí esa bolsa?...


Buenas. Se lamentaba el mes pasado Yiannis en unos correos que nos cruzamos, de no haber fotografiado esa bolsa, la escena. Decía:

θυμάμαι το Χερομύλι και εκείνη τη σακούλα στον ορίζοντα της παραλίας
(έπρεπε να εχω τραβήξει αυτη τη φωτογραφία)
τα πραματα εδω δεν πάνε καλά
οχι μονο μια σακούλα που ενοχλεί τη θέα
μα σωρός απο ασχήμιες, κακοήθειες και φασισμό
 
Recuerdo Geromili y la bolsa a la vista de la playa
(Debí tomar esa fotografía)
 
las cosas aquí no van bien
no es sólo una bolsa que estropea el paisaje
sino montones de tumores malignos, feos, y el fascismo
 
La pobreza que trae la rapacidad y usura de los ricos, y el fascismo como su corolario: una fuerza de choque frente a los revoltosos y el engaño del patrioterismo como solución de todos los males.
 
El día 8 de agosto por la mañana, después de tomarnos unos cafelitos griegos a la orilla del mar en lo de Stavrula y Spiros, la mi morena se fue a despertar a los guajes. Eran poco más de las 8 y media, porque Giannis fue puntual y madrugador, había salido de Halkida antes de las seis de la mañana, con su pequeño utilitario echa cerca de dos horas hasta Agioi Apostoli, el pueblo donde estábamos. Como ya os he venido contando es el puerto de Petriés, el pueblo donde nació Yiannis y donde todavía vive su abuelo Barbayiannis.

Mientras tanto, yo lo acompañé hasta la localidad más próxima, donde hay surtidor de gasolina, unos seis kilómetros. Cargamos el depósito y paramos al regreso a mitad de camino para ver el paisaje sentados en el suelo, en una pequeña finca de leña de su abuelo, en el monte, desde donde se ve el mar y parte de la costa que rodea Petriés. Toda esa vista que teníamos delante ardió la última semana del mes. Dedicaré otro capítulo a ese incendio y veréis entonces ese escenario.

Me estuvo enseñando apuntes y dibujos a lápiz de su cuaderno, mientras echábamos unos cigarros y nos recreábamos un poco en lo que veíamos, bajo la maravillosa sombra de una encina, con el sol trazando ya en un cielo azulísimo su curva más tórrida.
Había cuatro ovejas en un pequeño cercado de palos y ramas entrelazadas, protegidas por la sombra de los carrascos.

El olor seco del monte, el azul profundo del mar y del cielo, el silencio y la paz del entorno, la conversación en voz baja de Yiannis... . Fue uno de los momentos más agradables de mi relajo veraniego, esos que quisieras conservar en el recuerdo y que, ya cuando los vives, tienes la sensación de que se te escapan irremediablemente como los veloces segundos.
En total, con ida y vuelta, pasaría una hora, la morena y la joven peña podían estar esperando ya.

Me supo a muy poco aquella corta sentada, pero nos dio tiempo a hacernos algunas confidencias, repasando el anecdotario de nuestros, sería pretencioso decir gloriosos, años de estudiantes, allá en la para mí ya lejana juventud, para Yiannis menos.

Él estudió Biología en Patras y conoce algunas de las islas del Jónico. Con un saco de dormir, el dinero mínimo para subsistir, una guitarra y la cabeza llena de las mismas fantasías que nos alimentaban a todos,  hizo sus recorridos a pie y sus acampadas salvajes en muchas playas donde sólo llegan los soñadores.
Esas experiencias de apartamiento del mundo y, sin embargo, comunión con la naturaleza, y los colegas si había compañía, eran casi parte de unos ritos de iniciación a la libertad y a la diversión, pero también al amor o a la madurez, a la responsabilidad y a la vida adulta, con todo lo que ello puede comportar de mal viaje.

La seducción del ideario sesentero, en lo político y en lo vital, ejerció su influencia sobre varias generaciones, y tal vez la de Yiannis haya sido la última de ellas.

La morena no tuvo que esperar por nosotros y todavía parloteamos algo en casa antes de salir para Geromili.

Hacía un típico día de primeros de agosto, muy caluroso, sin una nube en el cielo, como las que arrastró el Bóreas que sopló la última semana o las negras de los dos incendios.

La playa, de unos 150 metros de largo por treinta de ancho, tiene pocas sombras, algunas sabinas todavía raquíticas al comienzo de la arena. Los incendios vienen asolando esta parte de Eubea desde hace años, y los últimos acabaron con lo poco que quedaba.

La tienda de Yiannis en Geromili
Petriés 2012
Νικος Καρανικόλας. Στο κουτούκι του Γιαβρή .

Había una docena de sombrillas, y media de tiendas de campaña parecidas a ésta de Yiannis, que montó en un soplido nada más llegar. Éramos cinco y una sombrilla no hubiera bastado, estuvimos así muy agusto, sentados o tumbados, siempre a la sombra.
 
Y ahí pasamos la mañana charlando tranquilamente, entre sorbo y sorbo a un café frío que traía hecho, unos tragos de agua y, Yiannis y yo, algún que otro cigarrillo clandestino.
 
Nos bañamos, claro. Las olas entran aquí bastantes francas, y aunque la playa tiene un escalón pedregoso hasta el agua, la plataforma poco profunda se extiende unos cuantos metros hacia el mar y las olas rompen siendo aún muy altas. Esa sensación de que de pronto no haces pie y la ola te mece, pero sin peligro, ninguna resaca. Parecía una playa cantábrica pero con la temperatura del agua que prefiero. ¡Y un sol de espatarrrrraarrr, aaayyy...!

Mientras nos extasiábamos en aquella vista y aquel bienestar, reparamos en esa bolsa de la primera fotografía, de una cadena francesa de supermercados, carreful de estambul, que figuraba en primerísima línea de playa dando el tono y la réplica a la Grecia eterna, llena de basura, la bolsa...

¿Qué pinta ahí esa bolsa?..., recuerdo que preguntaba Yiannis, sonriendo y entristecido a un tiempo.

Comimos en el chiringuito de la playa una pikilía, que viene a ser una bandeja comunitaria con un poco de todo lo que tienen, y unas cervezas que inmediatamente calentaban. Teníamos que pedirlas de una en una para tres buenos bebedores, del primer trago las bajábamos, pero bebimos poco ese día. Estaba más rico el clarete de la casa que trasegamos en el Tzivaeri el día que vino Valy con los niños.

También en Geromili hablamos bastante, sobre todo de la dura situación política y económica que atraviesa Grecia, él entre otros muchos, de nuestro común amigo Andrés Edo, de Txell, Larry Bliss o  Felipe Zapico y, gracias a la morena de mi copla, a veces no me perdía en errores de interpretación, como el que me costó el calentón de la fallida paella que ya conocéis.
Porque en ese chiringuito saludé también a Diamandís, que me presentó a su esposa Lisy, y acepté la invitación para comer en su casa.
Las dos noches que estuvimos finalmente cenando con ellos en lo alto del monte están pendientes de contar.

Por la tarde Yiannis nos devolvió a los Santos Apóstoles y nos dejó en el puerto. Él debía volver a Halkida y quería pasar todavía por Petriés para ver a su abuelo, al que quedamos con ganas de conocer.
Lo vimos marchar con cierta tristeza pero con la esperanza de vernos de nuevo. Aquello fue apenas un aperitivo.  
Προδρομος Τσαουσακης. Οπου πατω το ποδι μου. Donde pisa mi pie.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Poch y Derribos Arias


Contraportada del LP,  Poch se ha vuelto a equivocar. 1985.

Buenas noches, o días. Conocimos a Poch, Ignacio Gasca, en un bar de copas de Oviedo donde también solía tocar gente en directo, como a Eduardo de Parálisis Permanente en uno de León, en una noche rockera loca. Venía con Jorge Martínez y con Willy, antiguo bajista de Suivalén y Terlenka, entonces en Ilegales. A todos ellos los conocíamos un poco.

Aprovecho el buen texto de quien subió la canción a youtube, mgmanu: "Segunda entrega de Derribos para Caja de ritmos. Este tema iba en la cara B del single Aprenda alemán en 7 días, lo cual lo convierte en un sencillo germánicamente redondo. Es el tipo de composición que el talento de Poch más agradece, mezcla de inspiración, improvisación y delirio a partes iguales".
 
Derribos Arias. Lili Marleen.

Se arrimó con la basca a la barra donde estábamos, lo saludamos y nos pusimos a rajar, no digo hablar porque no estoy seguro de que ligáramos una conversación coherente, con él debía de ser difícil. Nos habíamos reído al verle la pinza que traía enganchada, primero en la oreja y después, como decía que apretaba, en la gafa de pasta.

Era al final de sus andanzas, sabiéndose condenado por la enfermedad, cuando empezaba con aquello de la Dulce chica pinza y ya habíamos escuchado todas sus canciones anteriores, también las que hizo con Ejecutivos Agresivos.
Mari Pili la puse hace poco aquí, había sido uno de nuestros temas de un primer verano nuevaolero. Pero subiré Playa, una pijada tardía que se le ocurrió a Poch remedando las canciones chorras del verano, aunque no resultaba creíble como baboso, claro. 
Poch. La playa.
 

Los rockers aguantaron en el local media hora, bebieron la copa y se fueron.
 
Este tema, que se corta bruscamente al final, apenas circuló y se escuchó muy poco. Era del siguiente grupo de Poch, La banda sin futuro, aunque la grabación es de una actuación en directo, ya con Derribos Arias, Alejo, Paul y Juan, sus colegas de los siguientes años, con los que firmaría las canciones más populares.
En los 90 editaron un CD con temas de La banda sin futuro, titulado Grabaciones desinfectadas que apenas he escuchado.
Benidorm 83. Derribos Arias. No nos van a desinfectar.

Ejecutivos, su primer combo, fue escuela de músicos y germen de varios proyectos musicales en esos años, además de Poch, Gabinete Caligari o Décima Víctima, quizá no de la envergadura de Kaka, pero en cualquier caso tan interesantes como los de Luxe.

De 1982 es la siguiente canción, la primera registrada con Derribos para Grabaciones Accidentales S. A., gran invento (¿de Servando Carballar?, no este tenía DRO...), en un 45 r.p.m. y formato de single, con tres canciones que ya son casi himnos para viejos como nosotros, y que hacía el 003 de los editados por G ASA.: Branquias bajo el agua y Dios salve al lendakari, en la cara A, y Vírgenes sangrantes en el matadero, ésta firmada con Iñaki, el cantante de Glutamato yeyé, en la B.
 
Derribos Arias. Branquias bajo el agua
 
http://www.youtube.com/watch?v=1Ynp9r4fcBs


Por la izquierda, las portadas de  A flúor  Branquias bajo el agua
Singles de 1983.
 
Ese año salió también el segundo, otro single con dos canciones, A flúor, una de sus grandes, y Tupés en crecimiento.

Una actuación del grupo en vivo con Aprenda alemán en 7 días, del 83, su siguiente trabajo, se puede ver en la película de Tito Fernández  A tope, de este mismo año.

Derribos Arias. Con imágenes del film de Tito Fernández  A tope. Aprenda alemán en 7 días.
 

En la guía, en el listín, LP de su año más prolífico, el 83, también con GASA -hacía el nº 013-, venían temas como el que acabamos de escuchar, el de mayor pegada y difusión, junto a otros como Pobre cowboy Bill, Crematorio o Misiles hacia Cuba, ya decididamente decantados por un dadaísmo antiestético, habría que decir, en el sentido de utilizar el absurdo, el humor o el balbuceo como ataque al discurso realista, o baboso, depende del punto de vista, imperante, pero sin colgarse etiquetas artisteras, y en las antípodas ya de su grupo original, Ejecutivos Agresivos.

Y con un sentido de la diversión que rebasaba ampliamente lo convencional. No un remedo infantil y naïf a lo Gloria Fuertes, sino libertad al niño juguetón que todos llevamos dentro, un poco gamberro pero en definitiva inofensivo para la buena gente. Son nuestros pequeños y queridos payasos.

Derribos Arias. Pobre Cawboy Bill.
 

Y otro tanto se podría decir de su siguiente obra Disco pocho (84), un maxisingle del que, sin embargo, parece que vendieron pocas copias.

 La Edad de Oro, de Paloma Chamorro. Madrid 1983.
 Derribos con Iñaki de Glutamato yeyé.  Disco Pocho
 

El chico más pálido de la playa del Gros, como titularon sus amigos un disco homenaje con versiones de sus temas, en el 91, el gafotas surrealista Poch, un cromo de guaje, murió el año 98, después de una larga enfermedad degenerativa que le habían diagnosticado a mediados de la década anterior, cuando empezó a decaer su estrella.

Pero todavía conservaría fuerzas para componer otros dos LPs. en la recta final de su vida, que aparecieron con su nombre, ya separados Derribos Arias.
En el 85, Poch se ha vuelto a equivocar, nueve canciones como el pasado Club de los herpesviríticos, el funkypoch To be or not to be, en la onda musical loca de Almodovar y McNamara en Suck it to me, la versión salsapoch de Cocaine o el dadapoch La playa, que escuchamos arriba.

En la Edad de Oro, un remedo en gallego del Dios salve al lendakari de Poch.
Siniestro Total, Poch e Iñaki,  Dios salve al conselleiro. 
 

Los tres LPs. de Poch. A la izquierda el de 1983 con Derribos Arias,  En la guía, en el listín.
En el centro  Poch se ha vuelto a equivocar (85). A la derecha  Nuevos sistemas para viajar (88).

Y en el 88, Nuevos sistemas para viajar, otro ramillete de nueve temas con portada ilustrada agaseloustedmismo del propio astista, donde también figura el desaparecido jurel Antonio Vega. Ahí "La Gran Enciclopedia Pinza de los Grandes Estrellados, presenta a: Ex-Poch (Marqués del Tendedero Alto y Bajo)". En fin, Jurelandia como titula una de estas canciones.

No tienes ni idea de que hora es, Viaje por países pequeños, o Dulce chica pinza, son algunas de las que nos gustaban.
Poch. Nuevos Sistemas para viajar. Un poco shiego
 
 
De estos últimos discos no encontré todos los temas que buscaba, como la Chica pinza, Jurelandia o Cocaine, pero como no es posible ponerlo todo y con el último serán diez, creo que ya va bien.
 
De su segundo sencillo del 82 con GASA, el nº 006 de la casa, es esta canción, que he dejado para el final porque sigue siendo para nosotros una de las mejores. Y el vídeo, cuatro gansadas, siempre nos hace reír.
Derribos Arias. A flúor.
 
 
Salud y buena música
 
Ramiro

lunes, 12 de noviembre de 2012

5 güevos viudos


Grecia,  verano 2012
 
Racionamiento

Ahí están, son los cinco huevos viudos que comimos entre los cuatro la primera semana. Y porque fue un regalo de la señora Kula, que si no no los catamos hasta mediados de mes. Entonces pudimos mercar otra docena reunida en tres ocasiones diferentes, a 4 güevos por compra, y a escondidas para evitar celos de otros clientes.
Con todos los huevos que nos había prometido Ana Capsir..., ¡parecían los tiempos del estraperlo!. En un aparte: (¿No tendrás por ahí huevos del pueblo?...)

Daba tanta pena meterles el diente, que los tuvimos en exposición dos días, hasta que ya nos chorreaban las fauces de purita gula. Pasábamos por la cocina y nos quedábamos extasiados contemplando el centro oval? de la mesa, que era rectangular.
¡Se les veía a través de la clara cuajada el colorín rosado de la yema! Era como la sugerencia de un proyecto de pollito, pero esa no era suficiente razón para indultarlos.

El segundo día, en una hora en que deberíamos estar en la playa, dando un paseo, tomando unas birras o leyendo en la terraza, nos encontramos de pronto los cuatro en la cocina mirando la escultura ovoide?, como auténticos especialistas en arte moderno. Y efímero, porque a mí aquello ya me pareció enfermizo y, previo acuerdo unánime, allí mismo nos repatimos los dichosos huevos.

El quinto huevo lo echamos a suertes y me tocó a mí (¡hice trampa!) pero, con todo el dolor de mi corazón, hay que decirlo, tuve que cedérselo a los rapaces, que están creciendo. ¡Bueno que es uno! Otro aparte: (Más prefería darles el brazo malo y que coman..., hamburguesas, hostias!).

¡Aaaayyy, qué brutico soy!

Comimos también algunos de esos buevos escleróticos de granja industrial, de raza internacional e indefinida, que no parlan ninguno de los idiomas conocidos por las gallinas de corral, es más, que no hablan: cacarean sin parar como la mayoría de políticos que conocemos, no se capta el mensaje porque no existe tal y chapurrean una jerga que ni ellos mismos entienden.

El asunto es hacer ruidos con el pico y la estúpida gorjera, como si fueran ponedoras y no meras cáscaras rellenas de un moco masivo, con ojo raquítico e ictérico en el centro. Y, en el caso de los segundos guevones de la comparación, los ligó-ticos que no polí-ticos, sólo importa que los votantes posemos el güevo cada cuatro años. Pero en resumen ná de ná, schiquillo, ¡sin color ni substancia!

En fin, queridos míos, ¡un monumento a los huevos de casa!, no a los del elemento masculino casero, cuidado, sino a los de las cluecas populares, que chanan lunfardo y griego de corrido y, si se tercia, se marcan un tango pollero que te cagas. ¡Animaliiicooss!...

La Charanga del Tío Honorio. Los animalicos.
 
 
Salud y buena puesta.
 
Korvus Korax, Ο Μαύρος.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Ο Μανόλης Λαγουδάκης (Λαγός), Manolis Lagoudakis, Lagós


Geromili,  Grecia, agosto 2012.

Lagós, como muchos de los griegos, es un nombre parlante y significa Liebre. Pero es también el sobrenombre de uno de los primeros y más respetados lirakis entre el florilegio de los Primeros Maestros (Protomastores) de la música cretense.

Ο Μανόλης Λαγουδάκης, Λαγός, nacido en la prefectura de Rézymno, como la mayoría de los grandes músicos de la isla en el siglo XX, en un barrio de la ciudad lleno de árboles, flores, jardines y huertos, con sustantivo también parlante, -el topónimo Peribolia es además Jardines-, dedicó uno de sus registros en disco al syrto de su pueblo, Περβολιανός Συρτός. 
Ya lo puse en el anterior capítulo, dedicado a Baxevanis, con el que tocaba en ese tema, pero lo repetiré aquí, no importa.

Μανόλης Λαγος, lira. Μπαξεβάνης, laúd y voz. Περβολιανός Συρτός.


Yo no soy capaz de distinguir las diferencias entre las muchas variantes del syrto, tantas como las que pueden existir de nuestra jota, una por cada región, casi por cada pueblo. Bien es verdad que esas diferencias son mínimas y sólo alguien bien entrenado es capaz de dominarlas.

Manolis empezó muy joven a tocar la lira, un hecho común a todos los instrumentistas que hemos venido tratando en esta etiqueta de Música cretense. De todos ellos hay recogidos testimonios de su precocidad, y de Lagudakis, otro autodidacta, se cuenta que aprendió a tocar en la escuela, y que utilizaba cuerdas sacadas de las fibras del Ágave, hasta madurar y convertirse en el maestro que era ya en la adolescencia.

Conservando siempre su independencia no se dedicó profesionalmete a la música. Como Rodinós, se consideraba un aficionado y rara vez tocaba en fiestas, bodas o panayías, a no ser por compromisos personales o por petición expresa, acompañando a sus amigos músicos. Tal vez por ello tampoco son muchos los registros discográficos, pero sí de calidad y con su propio estilo, limpio, brillante, dulce como pocos. 
 Μανόλης Λαγουδάκης, Λαγός.  Απο τα γλικά σου μάτια. De tus dulces ojos.
 

De la misma edad que su colega el Baxe, nacidos en 1910, Lagós dejó la lira, emigró al Pireo en los años 60 y puso una panadería de la que vivió el resto de sus días. Caracterizado por todos como un hombre pacífico y familiar, resalta también en su retrato la estatura, gallardía y seriedad de su figura en sus tiempos de liraki.

Su gran amigo y pareja musical, durante los 25 años en que se mantuvo activo y grabó todas sus canciones, fue Μπαξεβάνης, Baxevanis. Con la hermana de éste, Laurentia, registró un tema que pasa por ser la primera grabación de una canción tradicional cretense hecha por una mujer.

Μανώλης Λαγός,  Λαυρεντια. Τη μανα μου την αγαπώ. Amo a mi madre.


Laouto. Grecia, verano 2012












Con el Baxe cantando y tocando el laúd, laouto, grabó Lagós, desde 1938 que data su primer registro hasta mediados de los 50, una veintena de canciones que son el grueso de su repertorio y han quedado como otros tantos testimonios de su arte tocando la lira.

Después, animado por sus amigos, abrió una taberna en Peribolia, popular en toda Creta, hasta su marcha al continente en el 64. Instalado ya en Fáliro desde ese año, murió en Atenas en 1981.

Y esto es todo lo que puedo contar, ayudado de nuevo por el libro informativo que completa un CD con 12 canciones de la serie Οι Πρωτομαστορες, Los primeros maestros, editada por Stelios Aerakis. El autor del texto del que saqué algunos datos es el periodista Yiannis Xalkiadakis que al final cuenta un par de anécdotas sobre el carácter de Lagós y su idea de la música. La última es más sabrosa.

En cierta ocasión un millonario greco americano lo invitó a tocar y acompañó la invitación con un contrato económicamente muy generoso. Manolis rehusó con la frase,  Δεν παίζω για τα λεφτά, Den petso yia ta leftá, No toco por dinero.

Μανώλης Λαγουδάκης, lira. Τραγουδάει, canta, ο Ιωάννης Μπερνιδάκης (Μπαξεβάνης)

Δίπλα θα πάρω τα βουνά. De paso se llevará las montañas.
 


Salud y buena música
 
 
Barbarómiros

sábado, 10 de noviembre de 2012

H Κρήτη, Creta -7. Κνωσός, Knossós


Grecia,  verano 2012

Ο ταύρος, el toro.


Buenos días. Seguimos en Creta. Desde Anoyia y el Antro del Ida, bajamos a Knossós e Hiraclion por la tarde.
La primera parte de la carretera es todavía bastante aérea y montañosa, hasta desembocar en la zona de Kampos, Sklavokampos, Tylissos, donde el terreno se allana, la humedad y el verde aumentan, junto con las huertas e interminables y bien cuidadas viñas. La tierra, rica y más fácil de trabajar aquí, recibe las abundantes aguas de la vertiente noreste del Psiloritis.

Νίκη Ξυλούρη, Λάμπης Ξυλούρης, Νίκος Στρατάκης,
Ψαραντώνης - Παλιό κρασί ειν'η σκέψη μου. Mi pensamiento es vino añejo.
 
 
  Παλιό κρασί είν' η σκέψη μου
πάντα μ' αυτή γλεντήζω
μα 'ναι φορές που με μεθεί
και δεν την ταγιαντίζω
 
Vino añejo es mi pensamiento
siempre con él me alegro
pero a veces me emborracha
y no lo soporto
 
Estamos en una zona vinatera, una de las cubas de Creta, a escasos kilómetros de Hiraclion y de Arhanés, pueblo que da nombre a una de las cuatro denominaciones de origen de la isla. Las otras tres son Pezá, Dafnes y Sitía.
Los nombres de las variedades de uvas cretenses más comunes son: Rozákina, Vilana, Kotsifali, Mandilaria, o la Sultanina, muy abundante, para las famosas Pasas de Esmirna, de Corinto, etc.
Pero de vinos cretenses, de los que tengo algunas etiquetas en el cuadernín de viaje, que fotografiaré, hablaré otro día, en ésta o en la etiqueta de Lo que se comió... . Junto con el olivo es la riqueza más importante de la isla.

El aparcamiento estaba casi vacío. La verdad es que en la visita a Knossós también tuvimos suerte, porque no había apenas turistas, aún así es la atracción más visitada de la isla, en especial por extranjeros, y en cualquier época del año hay mucha gente.
Eran sobre las cinco de la tarde y la mayoría de las personas, sobre todo los grupos organizados, habían hecho ya sus recorridos por la mañana. Algunos salían todavía de los muchos restaurantes que rodean las ruinas. En uno de ellos, griego, tomamos un refrigerio también nosotros al terminar el tranquilo, pero largo paseo por la espaciosa, espectacular dacha de Minos.

La entrada es cara y si utilizas los servicios pagas a la señora de la limpieza por el papel que te facilita. No es una medida impuesta por ella, desde luego, pero por lo menos le garantiza unos ingresos mínimos, y el usuario  tiene a su disposición una instalaciones siempre limpias y cuidadas.
Creo recordar que también había cafetería y tiendas de recuerdos en el interior, antes de las ruinas propiamente dichas.

Letra, Δημήτρης Χριστοδούλου. Música, Λίνος Κόκοτος.
Voz, Νικος Ξυλουρης. Γεννήθηκα σε μια στιγμή.
 

El recinto está emplazado en un lugar casi idílico, a pocos kilómetros a la vista del mar, en un pequeño valle que desemboca en la costa, y rodeado por un viejo y denso pinar que lo esconde y lo protege de las inclemencias atmosféricas.
Eso no fue bastante para evitar la ruina provocada, bien por la inundación del sunami en la explosión de la caldera del volcán de Santorini, bien por la destrucción causada por los aguerridos pueblos micénicos del continente, las dos teorías más difundidas que explican su desaparición, y con ella el declive de la civilización minoica.

El trabajo de restauración que emprendió su descubridor, sir Arthur Evans, es muy discutible como se sabe, y hay partes que parecen auténticos pastiches de tan falsas como resultan. Quizá para las oleadas de turistas que invadimos cada año las ruinas, más por moda cultureta que por devoción, el resultado esté en consonancia con el gusto por el pan comido, ¡hás unas fotos y tira millas!, es dicir, por el poco gusto o por su falta.

Con todo y con eso, y aunque sólo fuera por ver su entorno, su ideal ubicación geográfica, valdría la pena la visita.
Μία αγαπημένη ταινία + οι αγαπημένοι, Ο λαβύρινθος του Πάνα. El laberinto del fauno.
Μadredeus - O pastor.
 
 
 
Pasífae le dice:  ¡Niño, me tienes harta!
El Minotaurín, moró pedí, parece Hiraclís, Herculín, Sansón.
Está cachas como los niños jesuses medievales.
(De la libreta de Creta 2003)

(Pasífae parece muy dispuesta a propinar al rapaz una azotaina, pero ¡quién se atreve con esos pectorales!)

Y, como ya sabréis la mayoría, éste es otro de los grandes lugares del mito. Su palacio, la contrucción más extensa e importante del conjunto, se ha propuesto como la residencia del mítico rey Minos, la figura que reinaría en Creta dos milenios antes de nuestra era cristiana.
 
El rey había ordenado a Dédalo la contrucción de un laberinto para encerrar al Minotauro, cabeza de toro y cuerpo de hombre, fruto de los amores de su esposa Pasífae con un toro sagrado del que se enamoró. Dédalo le había fabricado antes un disfraz de vaca a la reina para que el toro, blanco, entrara en quintas.

Ahí pasan a la acción los atenienses y su príncipe Teseo, que se presta voluntario como tributo al monstruo junto con otros jóvenes, víctima para ser sacrificada y comida por la bestia, pero que, con la ayuda de Ariadna, hija de los reyes, y su hilo, mata al Minotauro y sale del laberinto ovillando el hilillo (de rajo-hoy). Historia novelada por Kazantzakis en otro de sus libros traducidos aquí que recomendamos, El palacio de Knossós, de facil lectura y muy divertido.

De este mito tan conocido, parten otros relatos, como la vuelta de Teseo a Atenas, el abandono de Ariadna en Naxos para sustituirla por su hermana, la llegada del héroe ateniense en el barco de las velas negras, velas que ve desde los altos acantilados Egeo, su padre y que interpreta como una señal de la muerte de su hijo. Se suicida lanzándose al mar y dando nombre al Egeo. Casi nada.
 
Y desde el aire se precipita Ícaro sobre la isla que lleva su nombre, en otro mito derivado, en la huida con su padre Dédalo y otro de sus inventos, las alas de cera, que se derriten cuando el rapaz, en su inconsciencia adolescente y desoyendo los consejos paternos, se aproxima al sol. En fin...
  
El guaje pequeño, que nos había oído hablar de Zeus transformado en toro en el rapto de Europa, escena que venía también grabada en las monedas de euro griegas, parecía el más interesado en Knossós, por la cantidad de referencias que se encuentran a la tauromaquia, entiéndaseme, histórica y mítica.
Y es que, además, hacía poco que sabía del horóscopo y que él era Tauro, o tavros dicen los griegos. Delante de Los cuernos de la consagración, uno de los puntos estrella de las ruinas, dedicado al Toro, me dice muy seguro, ¿Papá, a que el Toro es Feus?. ¡Josss, los niños, cómo viven  los cuentos!

Λουδοβικος των Ανωγειων. Βασιλική Μουσταφέρη. Το ξερω πως υπαρχεις.
 
Η Κρήτη,  Creta
 
Y en Hiraclion, ruidosa y caótica, estuvimos apenas dos horas, el tráfico era horroroso, las calles y aceras de media capital estaban levantadas y en obras, flotaba el polvo en el aire caliente.

Anduvimos un rato por el centro y por el puerto y nos fuimos, porque anochecía y aún nos quedaba mucho camino de vuelta a Janiá, por la buena carretera del norte paralela a la costa, eso sí, adonde arribamos un día más, agotados pero hambrientos, dispuestos a comernos en compañía de Nikos, ración triple de pitas yiro con unas jarras de clarete, que es el vino que beben los cretenses a diario, o blanco. Es el lugar de Grecia donde menos retsina hemos visto beber. Y meterle al tsikudiá, desde lugo (ourense y pontevedra...).

En el camino quedaron Maliá, que no vimos, y el pueblo de Doménicos Theotocópulos, el Greco, por el que entramos y salimos sin bajar del utilitario.

En el próximo capítulo supongo que llegaremos por fin a Sfakiá y Frankokástelo. ¡Hasta entoncenes! 

Ψαραγιώργης.  Ανωγειανές κοντυλιές.

Υγεία, Salud!
 
Barbarómiros.