sábado, 8 de diciembre de 2012

H Κρήτη, Creta -9. Φραγκοκάστελο, Frankokástelo


Grecia, agosto 2011

Ναι, 


Quien haya leído El capitán Mihalis, Libertad o muerte aquí, de Nikos Kazantsákis, entenderá porqué elegimos un recorrido por la Creta heróica antes que por la minoica. Entre otras buenas razones, además de la literaria o musical, por las siguientes: nos cae más cercana en el tiempo, tiene más que ver con la actual y conserva sus testigos en pie dentro de lo que cabe, y sin el artificio de las restauraciones. Sfakiá era uno de los vértices de ese triángulo patriótico, digamos.
Φραγκοκάστελλο.  Paseo por el interior de la fortaleza, 2012. 

Esto resultó tan cierto y tuvimos tanta suerte, que en Frankokástelo, un centro simbólico de esa Creta, fuimos a parar al Aeolos, la casa de un descendiente directo de un héroe sfakiota de la lucha contra los turcos, antepasado que, incluso, tiene un busto dedicado al lado mismo de la fortaleza.
Se trata de Stratis-Nikos Delliyannakis (1799-1874), vástago de una familia numerosa de Boubas, aldea entre Jora Sfakión y Frankokástelo, con cinco hermanos varones, todos ellos kapetanioi, cabecillas de la resistencia en Sfakiá.

Enseguida entablamos conversación con Zeódoros, que es el descendiente actual al que me refería. Nos preguntó, nada más llegar, cómo una familia de españoles con niños habían elegido aquel lugar tan apartado para pasar sus vacaciones. Y ahí empezamos ya con el capitán Mihalis y Psarandonis. Nos contaba, riendo divertido, que la iglesia ortodoxa había excomulgado a Kazantsakis.

Στ. Ξαρχάκου, Νικ. Γκάτσου.  Μανα μου Έλλας.  Grecia, madre mía.

http://www.youtube.com/watch?v=G2Ds4pl1Xyk&feature=related

En un momento, mencioné a Stavros Xarjakos, ateniense de alma cretense, autor de la banda sonora de la película Rebétiko, donde hay canciones de Nikos Gatsos que hablan de la resistencia, Mana mou Éllas, Ta pediá tis aminis, Stin Salamina... . Y Zeódoros resultó ser también un entusiasta de aquellas canciones.
Yo había llevado un CD de esa grabación, regalo del mi Dimitraki y cuando me lo vió, asombrado,  me lo pidió para escucharlo esos días. Naturalmente se lo regalé.

Son muy especiales los cretenses, y los sfakiotas en particular, a la hora de recibir regalos. Orgullosos, es raro que expresen de palabra un agradecimiento, consideran el presente como una especie de deuda de honor a la que deben responder. Y normalmente lo hacen en silencio. Como decía una guía a propósito de esto: de pronto encuentras en la maleta o en la bolsa de mano un paquetito que no sabes en principio de dónde vino.
Después comprendes que es la respuesta callada y generosa a tu amistad.

Στ. Ξαρχάκου, Νικ. Γκάτσου. Rebétiko. Tis aminis ta pediá. Los chavales de la guerrilla.

http://www.youtube.com/watch?v=0TmDYoHJg6Y&feature=related

Nosotros nos encontramos, mientras estuvimos allí hospedados muy agusto y bien tratados, un kilo de yogurt casero de oveja y, al marchar, litro y medio de aceite de oliva de su cosecha. Para ensalzar la bondad de ambas cosas me faltan palabras. 

Delliyannakis, Dalianís, Daskaloyiannis..., paisanos que entregaron su vida a la causa de la libertad, el último desollado vivo por los turcos en la plaza pública de Candía (Hiraclion), en presencia de su familia y de toda la ciudad.

Héroes sfakiotas en la memoria colectiva, trasunto del Capitán Mihalis de Kazantsakis, como la propia fortaleza de Frankokástelo.
Por eso, haber encontrado a un tataranieto de Stratis-Nikos era, salvando pocas distancias, como si un griego viene a España, e interesado en Galdós y la guerra de la Independencia, fuera a hospedarse en casa de un descendiente del Empecinado, que siguiera habitando al lado del lugar de nacimiento del guerrillero.
Τραγουδι του Δασκαλογιάννη.  La canción de Daskaloyiannis.

El aislamiento de Creta, y de Sfakiá en especial, ha hecho que esos trágicos episodios de su historia  hayan permanecido muy vivos hasta hoy. No olvidemos que Creta no obtuvo su total independencia y adhesión a Grecia hasta octubre de 1913.
Y sin contar con los más recientes atropellos, matanzas y represalias de los alemanes durante la ocupación de la isla en la 2ª Guerra Mundial: las gargantas fueran el lugar por donde los cretenses ayudaron a evacuar a las escasas tropas aliadas inglesas acantonadas en la isla, y todas desembocan en Sfakiá, desde cuyos puertos fueron embarcadas.

Es cierto que Creta no es la de antaño, que añoraba Paul Morand en una visita en 1960, ya no había "montañeses con cuchillos de plata y fusil de palikari... . En el kafenío... el narguilé no presidía ya los fumaderos públicos en la acera. Por allí habían pasado paracaidistas y bombarderos, por esta Creta donde Dédalo montó, para Ícaro, la primera pista de aterrizaje". De acuerdo, pero el que tuvo retuvo.

Algo queda todavía de la antigua fama, apreciable en la gallardía de muchas de sus gentes, en la apostura, la planta recia y firme, la mirada limpia y directa, el carácter callado, serio, pero generoso y apasionado..., todo esto y mucho más, sin duda.
Anopolis, Sfakiá. Creta.  Δασκαλογιάννης Χορός.  La danza de Daskalogiannis.  
Papel de envolver de la carnicería de los hermanos  Yiannakakis
Frankokástelo. Creta 2003

Jristos Yiannakakis, el más fuerte y Yiannis, el pequeño, unos 25 años, son dos hemanos que llevan el kafenío, con un anejo que es kreatopolío, carnicería (kreas, carne) y charcutería, quesería, etc.
Son de uno de los pueblos que rodean Frankokástelo, concretamente Kalíkrates, en lo alto de las montañas y a la entrada de la garganta del mismo nombre, ésa que termina en Patzianós, frente a la fortaleza, como conté en un capítulo precedente.
Viven de ese negocio veraniego pero, sobre todo, como la mayoría de las familias cretenses, de los olivos, de la ganadería ovina y caprina, y sus derivados, carne, embutidos, leche, yogures y quesos.

Απο το CD: "15 Χρονια Μανωλιούδης - Χαλκιαδάκης"
Lira, Χαλκιαδάκης. Voz, Μανωλιούδης.  Στα μεθυσμενα λογια μου.  En mis borrachas palabras.

Nada más llegar en el autobús de Janiá e instalarnos en el Aeolos, yo salí a una primera compra de cosas básicas, leche, fruta, queso, unos tomates, aceitunas, café, azúcar, sal, aceite... . Entré en la carnicería porque tenían de casi todo y al lado estaba el kafenío, el único del pueblo, pensaba en un helinikó y una tzikudiá antes de volver a casa. Era por la tarde, al final de la siesta, pero el sol pegaba inmortal, curruca!.

Yannis, que creo que era el pequeño, ¡es que se parecían mucho!, me atendió en la tienda y en el kafenío. No había nadie. Pasamos al bar y vi un poster con un músico que no conocía, no recuerdo el nombre, ¿tal vez Sfakianakis?  Le pregunté por él y  se volvió a armar, como en Arkadi con el vigilante del museo, como con Nikos en Janiá o con Zodóros en el Aeolos.

Bueno, pues salí de allí invitado al café y al tzikudiá, con dos cintas de regalo, una de ritzítica grabada en una Panayía de la zona, y otra de un cantante más moderno del que no sé tampoco el nombre, porque son grabaciones caseras donde no figura la autoría. Para colmo se me había olvidado el orégano y me regaló también una bolsa del que recoge su madre todos los años por las montañas de Sfakiá, ¡¡agggg, Panayitsa mouuuu!!!... . Ellos nos suministraron también el que ese otoño trajimos en la caja de productos cretenses, el rígani y otras muchas cosas, caja con su historia que espero contar algún día.

Απο την συμμετοχή του Γ. Μανωλιούδη στον δίσκο του Νίκου Στριλιγκα: Του Ψηλορειτη Ακουσμα. Γιώργος  Μανωλιούδης.  Οταν μετρω τα λαθη μου.  Cuando mido mis errores.

http://www.youtube.com/watch?v=VQW8GQureuY&feature=related

Con estas entradas de pura fortuna podéis imaginar que nuestra estancia allí fue una bendición. Sin mencionar el panorama, la playa o la temperatura. Había, además, un chiringuito cerca del Aeolos, El Oasis de Nikos, donde comíamos muchos días comida casera griega a precio proletario, y donde celebramos la cena de nuestro 25 aniversario de pareja bien avenida.

Hay una anécdota que puede ilustrar un poco el carácter reservado, escueto, y silencioso de los sfakiotas.
El padre de los Yannakakis, un hombre de pelo blanco, más que fornido cuadrado, como de unos 70 años, con unos grandes mostachos de la categoría del brío que se adivinaba en la recia naturaleza de aquel hombre, leía muchos días el periódico en el kafenío de los hijos.

Aquella mañana estaba solo cuando entramos. Respondió con una inclinación de cabeza a nuestro saludo, ¡kalimera!, buen día.
Nos sentamos en una mesa cercana y pedimos los consabidos dio helinikús metrius, dos cafés griegos semidulces, y unos tzikudiás. El hombre siguió a lo suyo, muy enfrascado en la lectura del diario.

Σφακιά Κρήτης, Sfakiá de Creta.   Χορός, Baile.
Entretanto había llegado al bar uno de los hermanos, que venía a sustituir al otro, porque estaban con la recogida de la aceituna y se alternaban en las labores. Mientras se pasaban los trastos y el recién llegado se hacía cargo de la situación, a mí se me ocurrió preguntar al padre si ahora era el tiempo de las aceitunas verdes. Como no sabía muy bien cómo formular la pregunta, lo hice en mi griego skyládiko, aindiao y dije, dirigiéndome a él un poco acobardado:

Συγνώμη, τώρα ελιές πράσινες ?

(Signomi, tora eliés práxines?, o sea, Perdón, ¿ahora aceitunas verdes?) 

La pregunta quedó en suspenso largo rato, flotando en el glorioso éter sfakiota.

El periódico tapaba completamente la cara del hombre y yo no me atrevía a formular de nuevo la pregunta, no sabía si es que no me habría oído, si no me entendió, si la pregunta no era pertinente o me ignoraba olímpicamente.
En estos pensamientos estaba, y diría que había pasado ya un minuto, cuando vemos que el sfakiota baja muy lentamente el periódico, descubriendo el pelo bravo, la frente, las espesas cejas, los ojos, la formidable nariz griega y el bigotazo, y contesta, con la voz ronca y profunda de un viejo fumador de narguilé desde el Antro del Ida:

 Ναι

(Ne, Sí)

Eso fue todo, alzó despacio el diario y volvió a su concentrada soledad detrás de las páginas. Punto en boca, ni una palabra más. Silencio. Cualquier otra cosa hubiera roto la magia de aquel instante único: el sol entraba franco y maravilloso hasta el centro del kafenío... ¡Acojonante!.

Manolioudis,  Mias stigmis apofasi. 



Grecia, verano 2011

Por su extensión debería haber desdoblado este capítulo, pero ahora ya llegué aquí y no me apetece reordenarlo de otro modo.
Quedan cosas por contar todavía, espero que en el próximo pueda incluírlas, porque tratará de una excursión a Patzianós, al lado de Frankokástelo, el pueblo de Nikos el del Oasis, pueblecito del que he subido aquí varias acuarelas en capítulos de Archipiélagos, de Música cretense o de Escritores griegos, final del Φαράγγι, Farayi, la Garganta de Kalíkrates.

Y si me dejo llevar no termino nunca, ¡porque Creta misma es interminable!...

Γιώργος Μανωλιούδης.  Είχα έναν φίλο μια φορά. Una vez tuve un amigo.

http://www.youtube.com/watch?v=b3RoWxU1AuQ&feature=related

Υγεία, Salud!

Barbarómiros

jueves, 6 de diciembre de 2012

H Κρήτη, Creta- 8. Σφακιά, Sfakiá.


Gavdos y Gavdópoula desde Frankokástelo  
Sfakiá. Creta 2003.  Acuarela, espátula.
Ramiro Rodríguez Prada

El tercer día de alquiler del coche nos fuimos hacia el sur. Después de las visitas a la Creta heróica y patriótica de Arkadi y Anoyia, todavía nos faltaba la que debía completar el triángulo, Frankokástelo, en Sfakiá, al otro lado de las Lefká Orí, Montañas Blancas y a la orilla del Mar de Libia.

Son legión los turistas que recibe cada año Sfakiá, pero no precisamente la comarca, sus pueblos, sus playas o sus gentes. Porque lo que el turista viene a buscar aquí son los descensos de las grandes Faranyi, las famosas gargantas, de Samariá, Ímbros y otras, que atraviesan las Montañas Blancas desde las mesetas superiores del Norte y desembocan a dos kilómetros de la costa sur. Esa estrecha franja costera, entre las montañas y el mar, es Sfakiá.
 
Μανώλης Λαγουδάκης. Sirto sfakiota.  Σφακιανός συρτός.  
 

Al parecer a Frankokástelo el nombre no le viene porque fuera una fortaleza levantada por los venecianos, francos para los griegos bizantinos, o una plaza franca, refugio de los patriotas cretenses en su lucha contra los otomanos, ambas cosas ciertas, sino porque está emplazado a poca distancia del final de uno de esos Farango, el de Kalíkratis. Farangokastelo, el Castillo de la Garganta. Pero yo he leído más veces la primera versión. Cuestión bizantina.

Sin embargo, además de la atracción del turismo mayoritario, las Gorges, escrito en inglés por todas partes, recorre la región el Sendero E4, para paseantes y excursionistas, por un paisaje precioso entre una costa agreste y recortada y una montaña impresionante. Pueblos sin coches porque no se puede construir una carretera, ruinas clásicas y aldeas abandonadas al puro azul, donde tienes la impresión de caminar por un corredor elevado que mira al mar, que parece caer sobre él. Y cuatro gatos.

Desde Janiá la ruta en coche se las trae también. Dos puertos de segunda, uno de primera, y el último, Ímbros, de primera especial. Era el último día completo con vehículo, lo entregamos al mediodía siguiente, dispusimos de algunas horas por la mañana para ver algo de la península de Akrotiri (esto pensaba cuando empecé a escribir, pero hubo uno más, porque esta noche pernoctamos antes de llegar al destino)

Salimos con calma, parando de nuevo en Vrises, el pueblo del yogurt, y comiendo por el camino, tranquilos. Ovejas y cabras, subibaja continuo. Pensábamos que llegaríamos con luz a dormir a Sfakiá, a Frankokástelo que, en principio, iba a ser el final de la etapa de ese día.

Nikos Xiluris. (Εβαλε Ο Θεος Σημαδι, Dios puso las llagas). Palikari sta Sfakiá, Valiente en Sfakiá. 
 
¡Ja! Llegamos a Ímbros, el pueblo que abre y da nombre a la garganta, en lo alto de las Lefká Orí, al oscurecer. Yo estaba muerto y no me apetecía ponerme a bajar aquel puertazo y buscar después a ciegas un lugar para dormir, ni siquiera sabíamos con seguridad dónde. Estábamos cansados, los críos como yo, y todos un poco hambrientos.

Alquilamos habitación en un hostal con una dueña joven y simpática, que en ese momento estaba leyendo una novela que conocíamos. Charlamos sobre autores griegos modernos, pero por extraño que parezca no cocinaba.
Salimos a dar una vuelta por el pueblo, muy solitario. Paseamos un poco por el camino que inicia el descenso al desfiladero y cenamos solos en un restaurante frío, para grandes grupos de turistas, pues los descargan aquí cientos de autobuses en temporada alta, y docenas de ellos en la baja, vacío a esta hora de finales de septiembre. Nos pusieron cordero con patatas fritas y ensalada y, pese a la frialdad del lugar, todo estaba muy rico.

Ímbros lleva el nombre de una isla del Egeo nororiental, que se veía muy bien desde Limnos, unas millas al noreste de ésta. Después de todas las guerras que Grecia sostuvo contra Turquía en los siglos XIX y XX, la isla quedó finalmente en poder de la última. Parece que el pueblo había sido fundado por refugiados ímbrios tras la ocupación de su tierra por los otomanos.

Todavía en la actualidad hay un contencioso abierto de los propietarios griegos que fueron expoliados, contra la república de Turquía, para que indemnice o devuelva las propiedades a los legítimos dueños, muchas de ellas en estado de abondono y la mayoría explotadas actualmente por colonos turcos del continente.
Pero la pérdida cumplió ya un siglo y no parece que de momento se vaya a dar satisfacción a los hijos y nietos que quedan, descendientes de los antiguos habitantes. Que no la olvidan, por cierto.

Ζωντανή ηχογράφηση από το principal στη Θεσσαλονίκη το 2009 στον διπλό δίσκο του Ψαραντώνη "Σαν πυροβάτης" (2010). Νίκη Ξυλούρη.  Κοιμάται ο Ήλιος.  El sol duerme.
 
http://www.youtube.com/watch?feature=fvwp&v=zD6GLQFq-Qc&NR=1
 
 
Grecia, agosto 2012

A pesar de que volvimos a madrugar y de que bajamos el puerto sin tropiezos, echamos la mañana en buscar un lugar definitivo para quedarnos el resto del mes, porque desde el primer momento nos gustó el lugar. Hay varias playas de todos los tamaños, de arena, sin complicaciones para los niños, y con muy poca gente, casi todo familias.
Vimos Jora Sfakión, el pueblo capital de la zona y las aldeas que median entre ésta y Frankokástelo.

Y nos quedamos en este último. Εn realidad no es pueblo, sino un conjunto de casas de vecinos de las aldeas próximas, reconvertidas en negocios de hostelería, algunos apartamentos, tabernas y restaurantes, no demasiados, un supermercado chico, una tienda de recuerdos, un kafenío, a un tiempo carnicería y charcutería, y para de contar. Doscientas personas el día que más, calculo, arracimadas en torno a la fortaleza, ésta todo un espectáculo, más cuando la luna llena aparece por detrás.

Dejamos apalabrado un apartamento con cocina, en la casa de nombre Aeolos, dios de los vientos,   de un matrimonio joven, María y Zodóros, con una niña pequeña, Katherina. Volveríamos al día siguiente en bus, con las maletas, después de entregar el coche.
Comimos en un chiringuito de la zona y por la tarde regresamos a Janiá, donde llegamos de noche cerrada, pero ¡sanos y salvos!, y veréis porqué lo digo.

Λουδοβικος των Ανωγειων.  Tο Βουλιασμενο Αλωνι. 

El ascenso de vuelta por el megapuerto de Ímbros fue peligrosísimo. La carretera es demasiado estrecha para que se cruce un coche y un autobús en las curvas, y coincidimos con los veinte o treinta que bajaban hacia Sfakiá a recoger a los senderistas que habían depositado en lo alto del puerto, a la boca de la garganta, por la mañana.
¡Y bajan como locooos, te echan fuera si no paras y orillas antes de la curva!, y lo digo porque vimos venir uno sobre nosotros saliendo de una de esas curvas de 359º, que nos tocó con la defensa, sin consecuencias, cuando ya habíamos conseguido frenar, derrapando, en la orilla arenosa al borde del abismo, ¡¡¡diooooosss!!!...

La vista de varios restos de coches despeñados, en esta subida y en la bajada del día anterior, no ayudaba, por mucho que el paisaje fuera espectacular: todo Skakiá extendido bajo las Montañas Blancas, frente al imponente azul del mar de Libia y, a tiro de piedra, las islitas de Gavdos y Gavdópula. 

Como veo que ya voy demasiado lejos, dedicaré más capítulos a Sfakiá, el próximo lo titularé Frankokástelo. Será mañana. ¡Hasta entonces!
  
 Απο τον Πλάτανο, Κισσάμου. Βασίλης Καρεφυλλακης.
Τρεις Καπετανιοι Σφακιανοι. Tres capitanes sfakiotas. Rizítica, raíces.
  
Υγεία, Salud!

Barbarómiros 

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Lizy y Diamandís -2. Las veladas


El humo inicial del primer incendio.
Atardecer, 25/8/2012. Agioi Apostoloi

A los buenos días. Después del chasco que se llevó el pobre Diamandís con mi fuga paellil, se rehizo de inmediato y mantuvo la invitación, pero cocinando Lisy. De acuerdo con ella compró lo necesario y quedó en bajar a recogernos por la tarde.

En el bar de Spiros, donde esperábamos con un par de botellas de vino y unos pasteles, muy puntual, como lo habían sido antes Yiannis, o Popi y Giorgos, allí estaba Diamandís a la hora convenida. Había invitado también, precisamente, a Popi y a Yorgos que, si podían, subirían más tarde con su coche. Lo hicieron ya bastante avanzada la cena y la noche, y se perdieron por los vericuetos y caminos que suben a la casa, otro laberinto. Bajamos a rescatarlos y al fin se sumaron al ágape.

Yo olvidé la cámara en lo de Stavrula y fue buena pena, porque el cielo estaba limpio cuando llegamos con Diamandís esa tarde y parecía adivinarse hacia el este la silueta de Psará, o nosotros queríamos imaginarlo así. Lo cierto es que, al parecer, en días claros sin bruma, se ve bastante bien.
Las imágenes de hoy son del segundo día que estuvimos, el del primer incendio, que veíamos perfectamente a una distancia en línea recta de unos cinco kilómetros, quizá menos, así como el ir y venir de dos avionetas descargando agua.

En la casa tienen Internet, vieron Psilicosis y los autorretratos de los Prototipos griegos, acababa de salir una de las entradas programadas, vestido yo de pope heteróxido revirao. Se rieron con él, y les gustó el cretense y el maniatis.
Los rapaces estuvieron entretenidos con el ordenador ese primer día, antes de la cena y en la larga sobremesa. Hay también copiadora y Lisy le ofreció a la mi morena la posibilidad de sacar las tarjetas de embarque del regreso a Barcelona.
Finalmente no era necesario sacarlas, pero nos volvieron a invitar a cenar otra noche. Nosotros llevamos esa vez usso de Plomari, Lesvos, y una tarta de chocolate helada, de confitería. Por cierto, para tarta de chocolate la que bajó una tarde Lisy, hecha por ella, para el postre en otra cena en lo de Stavrula y Spiros. ¡Qué peligrooo, repetí tres veces!

Los guajes quedaron abajo con Marza y Nikos para salir juntos por la noche. En esta segunda ocasión cenaba también un matrimonio de amigos suyos y su hijo de poco más de 20 años, que nos habían presentado ya abajo en el puerto y que marchaban al día siguiente para Atenas, después de unos días de vacaciones. Subieron con su pequeño todoterreno, los caminos de tierra son infames y muy empinados.
El chaval, Petros, estaba descalabrado, con una brecha enorme en la cabeza, una dificultad grande para moverse y un brazo con fracturas conminutas, escayolado y en cabestrillo: el mes anterior había vuelto a nacer en un accidente en Atenas: con una moto se había metido a buena marcha debajo de un camión.
Active Member.  To telos einai mageia.  El final es magia.
 


Ayi Apostoli  desde casa de  Lizy  y  Diamandís  con la bruma del primer incendio.
Al fondo la silueta del extremo sureste de  Eubea.
Petriés, agosto 2012.

Con Petros charlé de música, me senté a su lado y me aleccionó algo acerca de cómo algunos cantantes griegos famosos, de ambos sexos, iban virando poco a poco hacia lo más comercial, el skyládico o perruno, la pachanga cutre, vamos.

Y con sus padres hablamos de España, porque habían estado aquí y conocían un poco el país. Nos hizo gracia lo que se admiraban de cómo miman aquí los olivares. ¡El terreno debajo de los olivos estaba perfectamente limpio y trabajado!, decían, ¡Kilómetros de árboles sin hierbas!.
Con todos tocamos temas griegos y españoles, un poco de música, de literatura, pintura, cine, o arquitectura para legos. Almodóvar, por ejemplo, es un lugar común al que no ponen un pero. Y les gusta Marisa Paredes. Al Bienlaclava Calatrava, Καλά τράβα, lo tienen atravesao, como nosotros.

En la primera noche nos bajó Yorgos en su bólido alemán. Cruzó una liebre. La carretera asfaltada y estrecha en la que desembocan los caminos va pegada a la costa, muy recortada y con numerosas playas. Curvas, badenes, subidas y bajadas, cambios de rasante contínuos... 
Yorgos nos hizo una pequeña demostración del poderío germano por una zona menos peligrosa, iban los críos. Sería sólo preludio y aperitivo pálido del rally alucinante en el que fui de copiloto unos días después, con Popi sentada atrás. Él se reirá de mí como entonces, si lee esto, pero yo en algunos momentos estaba acojonao. Ya lo contaré.

Y la segunda noche nos bajó Mihalis, el padre de Petros. Es un hombre comedido y templado, e íbamos muy despacio teniendo en cuenta la pendiente, los socavones y los múltiples cruces de caminos. En alguno de ellos nos perdimos.
Es una zona boscosa. Vimos un zorro, y seguíamos viendo las llamas del incendio, triste e impresionante espectáculo que nos había acompañado mientras estuvimos en la casa, y bajando.
Y cada vez lo veíamos más cerca, porque el camino que tomamos se dirigía en aquella dirección. No es que nos preocupara mucho eso, porque estaríamos a no menos de tres kilómetros, pero era otra cosa más a tener en cuenta. Ángela, más nerviosa, miraba a su marido de hito en hito.

Sería la una de la mañana cuando salimos por fin a la carretera, pero no estábamos seguros de que fuera la dirección correcta, bajaba y bajaba en un descenso impresionante y pensamos que tal vez terminara en una playa. Milagrosamente nos cruzamos con un hombre que subía en su motoreta. Mihalis, en una muestra de valor y destreza, casi impropia de su edad, tampoco es muy mayor, cincuentaymuchos, sesenta tal vez, paró y se puso a dar la vuelta allí mismo, con aquella pendiente y aquella estrechura, ¡badre del abor herbosoooo, pa habernos matao, curruca!!!

Alcanzamos al de la moto y nos indicó la dirección correcta, que era la que llevábamos, ¡aunque perdidos, íbamos bien orientados!. Volví a rememorar nuestra subida a Anoyia...
 
Nikos Xylouris en una taberna de Heraklion. 1961.
 


Noreste, al fondo la isla de  Skiros.  Esporadas.
Grecia, agosto 2012.

Las cenas de Lisy fueron riquísimas y por ello, desde el más puro egoísmo, tampoco me arrepiento de haber rechazado los fogones para el aparejo de la malhadada paella.
Hace una cocina muy griega, sabrosa y nutrida. El primer día cenamos una carne de ternera estofada, con salsa, que era pura manteca. La acompañó quien quiso con unos macarrones al mizitra. Había también ensalada y feta. Y para quien gustara sólo del horno, tierno cordero.

Y para la segunda noche, Diamandís había cogido unas sarganas, agujas, recién pescadas que Lisy frió y fueron el plato principal. No es un pescado que hayamos comido muchas veces, pero éstas fueron las mejores con diferencia. Venían acompañadas por una skordalia especial de Lizy, una salsa de puré de patata muy popular en Grecia, con ajo (skordo), sal, aceite, y en este caso más ingredientes, como almendra molida. Por supuesto había de nuevo ensaladas y feta. Y otro guiso con tomate, berenjenas y cebolla que me recordaba el sabor de las imam, suave como una crema.

Y el vino de Diamandís. Tenía dos blancos frescos del año. Ellos distinguen entre el crassí, que es el genérico para el vino, del oinos (ínos), la antigua denominación, menos usada y más específica, que todavía figura en las botellas. En principio el crassí sería el vino neto y el oinos al que se le añade agua o hielo para rebajarlo, como hacían los antiguos griegos, éso creí entenderle a Diamandís.
Consulté esto con el mi Dimitraki, porque siempre usamos el término crasí y nos dice que es lo común. Ínos es  palabra en desuso y desconocía que fuera vino aguado.
Como ellos no atienden al precepto de Cervantes, "No le eches agua, Inés, al vino, no se te maree el vino", siguen añadiendo hielo para refrescarlo. Hay que pensar en el calor de Grecia para disculparlos, ¡y nosotros añadimos gaseosa, que es peor!

Pero sacó también un tinto añejo que decantó con tiempo, en una temperatura ideal. Yo me arrimé a él como el toro a la querencia. Era denso casi hasta la masticación, muy afrutado, algo meloso, intensamente oloroso, y no son palabras para el texto publicitario de una etiqueta que no tenía.  Casero, algo turbio y potente de grados, como no podía ser de otro modo.
Dejé claro que me había gustado porque me apliqué. Lo volvió a sacar Diamandís la segunda velada y bajó unas cuantas botellas a lo de Stavrula la noche que cenamos todos allí, en la despedida de Popi, Yorgos y sus hijos. Para nosotros, que nos permitimos pocos lujos de ese calibre, por economía, pero también porque es difícil dar con un caldo semejante, fue un acompañamiento de categoría.

No he querido describir a Lizy por discreción, pero lo voy a hacer, porque es una mujer con una personalidad apabullante y espero que no se moleste, todo lo que diré será con cariño.

Lizy tiene la piel y el pelo cobrizos, la belleza y la prestancia de las gitanas más elegantes. Sé que el racismo nos ha hecho interpretar, en toda Europa, lo gitano como sinónimo de sucio, descuidado y de poco fiar. Pero todos sabemos lo que esos prejuicios generalizadores tienen de verdad y de mentira. Y no digo que Lizy sea gitana, sino que luce la hermosura de lo mejor de esa raza. Una figura gallarda y un pelo de real majestad.

Es una griega especial, con una retranca en la mirada, ¡tan sabia!, como la del más redomado, hábil, guasón y escéptico Aristófanes. Por no compararla con Lisístrata, porque ya me pasaría. Se fuma unos puritos finos y largos con la elegancia de un dandy, de una lady de los años veinte.
En esos detalles es más helena que los paisanos más griegos. Bueno, las mujeres, griegas o de donde sean, cuando reunen arrestos para hacerse respetar en un mundo masculino en su contra, son algo grande.

De Diamandís no digo nada, porque esto de darse jabón entre paisanos no está bien visto, pero que conste que es un buen hombre, un gran amigo y que nos reímos mucho los ratos que estuvimos juntos. Buen madrugador también en la parea de Spiros. Y si ya lo dije lo repito ahora: un tierno amigo de los animales, los gatos, los perros, y hasta las gallinas lo saludan alborozadas, porque a todos mima y da de comer. ¡Ríete, Diamandís!

Volveré con ellos cuando hable del segundo incendio, que los rodeó y amenazó, porque tengo alguna foto sacada desde Petriés, el pueblo de Yiannis Tsakós, como sabéis, donde se ve la casa a lo lejos sobre terreno quemado, después de pasado el gran susto.

El Lebrijano.  Qué hermoso pelo tiene.  Bulería.
 
 
Υγεία, Salud!
 
Ramiro

martes, 4 de diciembre de 2012

Οδυσσέας Ελύτης, Odysseas Elytis -3


Grecia,  agosto 2012

Vamos con unas cuantas citas de Το άξιον εστί, Áxion Estí, de 1959, que mereció el Nacional griego de Poesía en el 60, traducción de Cristian Carandell para Plaza y Janés (Dignum est, 1980 ). Y empezaré por la voz del propio Elytis recitando una parte del poema.

Ο Οδυσσέας Ελύτης διαβάζει Το άξιον εστί. Elytis lee el Áxion Estí.
 
-"Con la azada todavía entre las manos", la última cita del anterior capítulo, me hizo recordar unos versos más recientes de Seamus Heany, del poema, titulado aquí, Cavar:
 
Entre el índice y el pulgar
descansa la gruesa pluma:
cavaré con ella.  
Y otra vez la luz, volviendo a Elytis: 
 
"Busqué la blancura hasta la suprema intensidad
de la negrura. La esperanza hasta las lágrimas.
La alegría hasta la extrema desesperanza"
 
-"La isla con golfos de olivares... " (Lesbos)
-"Más allá, a lo lejos, en el extremo de mi alma/ vi pasar un secreto..."
-"A las tres de la madrugada/ cantó a lo lejos sobre los barracones/ el primer gallo" : (Ésta la tenía entre la colección de citas de todo tipo que reuní para mi cuento Machito follador, de "27 amaneceres y un poema al oeste de Anatolia").
De La Pasión, II, comienzo:
 
-"LA LENGUA me dieron griega
pobre la casa en los arenales de Homero"
 
Οδυσσέας Ελύτης. Νένα Βενετσάνου. Το Μαγισσακι. El brujito.
 

-Lectura Primera. La marcha hacia el frente.

-"Porque casi siempre lloviznaba fuera, en los caminos, como en nuestra alma"
-"... conforme tenía por costumbre, siempre a la misma hora clareaba el día"
-"... reclinábamos la cabeza por el lado pesado, por el que no salen sueños"
-"Éramos campesinos de otra especie, con piquetas y herramientas de otro tipo, malditas sean" (las armas...)
-"En mi poder estaban/ la Némesis, el acero y el fraude" (C): (A quien le interese propongo compararlo con el poema nº XIII del libro de G. Ritsos 13 Poemas para Kavafis, del que hay traducción al castellano).
-Lectura Segunda. Los muleros.
 
-"... sólo el que combate la oscuridad en su interior, tendrá mañana un lugar propio al sol"
 
-..."y sobre ellos arde la memoria/ zarza que no se consume" (V) 
 
-"¡LLEGARON/ con galones dorados/ los rapaces del Norte...!"
 
-"¡Dónde hallaré mi alma... lágrima de cuatro hojas!"  (VIII)

 Ο Οδυσσέας Ελύτης.  Το Τρελοβαπορο. 
 

Grecia  2012
 
-Lectura Tercera. La gran salida.

-"... más allá del borde de la desesperación..." (IX)
-"¡Este es/ nuestro siempre invisible Judas!"
-"... para depositarlo en los Campos Elíseos y la Casa Blanca"
-"Pero ningún paso por el que pueda el sol conducir su fama al futuro"
-"Y el día del Juicio ninguno, porque
nosotros, hermanos, somos el día del Juicio
y nuestra es la mano que será divinizada
¡arrojándole a la cara las monedas de plata!"
-"... y en el matorral quema nuestra agonía/ él sólamente se digna mear" (X)
-"... de noche con la siringa de día con la lira"

-Lectura Cuarta. El solar de las ortigas.
 
-"¡Mirad, dijo,  mirad a los hombres que, por lo visto, quieren cambiar el curso del mundo!"
-"La noche sopló   apagó las casas/   y es tarde en mi alma" (h)
-"No resisto más/ ni las encrucijadas que conocía tienen ya salida..."
-"Los jodeperros comemuertos y tiemblómanos/ dirigen el futuro con excremento": "Chaganes cabezabuitres" (XI)
-"¡Ante los ojos un delfín traédme/ que sea veloz, y griego, y por hora las once!" (XII): (Aquí me vino a visitar César Vallejo...).  "¡Quitádme las entrañas/ yo he cantado!" (XIII).
-"¡Compañeros, el hambre/ nos ha ensombrecido el alma!" (I) 

Οδυσσέας Ελύτης. Hlias Andriopoulos, Alkistis Protopsalti.
 Το τραγούδι του Αρχιπελάγους. La canción del Archipiélago.
 
 
-Lectura Quinta. El patio de los corderos.

(Guerra civil, 1944-49) 

-"... el grillo, pertinaz como el remordimiento...": (En otro capítulo puse una canción de un poema suyo dedicado a los grillos).
-"LOADO SEA, el candil que pasa/ lleno de ruinas y negras sombras..."
 
En esta parte final tengo apuntadas muchas referencias a personajes y hechos mitológicos, de Bizancio, etc. que van apareciendo en el transcurso de la lectura. En todo el libro en realidad.
Al igual que ocurre con la literatura clásica, donde una pequeña obra te puede llevar a un sinfín de lecturas a través de las múltiples y riquísimas referencias que se encuentran, en muchos poetas griegos modernos ocurre algo semejante, debido al enorme bagaje cultural de su país, el mismo Elytis se refería a ello en una cita de un capítulo anterior (Y en el discurso de aceptación del Nobel en 1979).

Copiaré algo de esos apuntes.
-"Los colores del Himeto": (El violáceo por el que Atenas es la ciudad "coronada de violetas")
-"El Principe de los Lirios": (Famoso fresco minoico en el museo de Hiraclion, Creta)
-"La canción que Liyerí cantó en el Hades": (Canción popular, Liyerí en los Infiernos, mientras, arriba, su familia no la llora y se divierte)

Stoke newington cemetery London, 2007. Música, Yannis Markopoulos. Versos, Odysseas Elytis.
Canta, Mariza Koch. Alonaki. 


Grecia,  verano 2012

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"Alcioneo" (asno poderoso), espíritu del Siroco, el aliento del Onagro, o Tifón, que trae las pesadillas, induce a las violaciones, al asesinato, al suicidio. Sileno, sátiro maestro de Dionisos (Baco), pretendía haber derrotado a los Gigantes con el formidable rebuzno de su pollino, "pero Sileno está habitualmente borracho y no distingue la verdad de la mentira".
De los vientos habla mucho Elytis, no sólo en el título de su poema El pequeño Bóreas. No sé si de todos los que tengo apuntados, porque yo creo que aquí está la mayoría, alguno citado con nombres diferentes. Que me corrija Ana Capsir, que ella sabe, si me equivoco en la dirección:

La Tramontana, el Bóreas, del norte. El Meltemi, Grego, Gregal, del noreste. El Gloria, Maestral, Mistral, el Cauro, del noroeste. El Levante del este y el Poniente, el Céfiro, del oeste. El Ostro, Ostria, Austro (Cántico de San Juan de la Cruz...), del sur. El Siroco del sureste y el Garbino, Garbís, del suroeste.
Sobre la dirección de los vientos tengo siempre dudas de grados, en Limnos y Lesbos me parecía que el Meltemi venía del este, netamente, pero en Eubea o Samos me daba la impresión de que soplaba más del noreste.

Entrada de Ana Capsir en Navegando por Grecia, explicación de la dirección del Meltemi.
 

Y hay curiosidades, como que la fruta que más aparece en sus poemas, apreciación personal, es la granada, mediterránea a carta cabal.
Montes que a cualquier aficionado a Grecia le suenan: Pindos, Ródope, Parnasos, Olimpos, Timifristós, Taigetos, Dirfos, Áthos, Ainos...

El poema mítico del Áxion Estí, a su vez canto litúrgico ortodoxo, una fórmula de alabanza que precede a un himno bizantino a la Virgen, cuyo modelo recrea Elytis, lo escribió el Arcángel San Gabriel con el dedo, grabándolo en una losa de un monasterio de Áthos. El icono de la Panagía de la celda donde ocurrió el prodigio, también lleva ese nombre.

Me falta la parte traducida por Alfonso Silván para Akal, Federico García Lorca, las Equivalencias en Picasso. Y de Lo consanguíneo la Oda a Picasso, que nos interesarían aunque nada más fuera porque son de los nuestros. También Μαρία Νεφέλη, 1978, Maria Nefeli, traducción de José Aº Moreno Jurado (90), Προσανατολισμοί, Orientaciones, 1940, traducida para Guadarrama por Ramón Irigoyen (96), y más cosas.

Pero aquí me quedo, porque aún tendría notas para otros dos capítulos como éstos. Algún día tal vez.

Οδυσσέας Ελύτης. Τα Ρω του έρωτα, Las erres del amor. Dimitris Papadimitriou.
Eleftería Arvanitaki. Όλα τα πήρε το καλοκαίρι. Todo se lo llevó el verano.
 
 Salud y mucha poesía.
 
Ramiro

domingo, 2 de diciembre de 2012

Con el mirlo rubio



El  Aedensis.  Esperando la  Cannavina y la  Popa.
León, septiembre 2012

Buenas lluvias. Pasé un día soleado por León en septiembre y quedé con el Mirlo rubio. Cogió las vacaciones tarde y volvía de sus cuarteles levantinos.

Ya tenía ganas de verlo, la última vez había sido en mayo, el viernes de Dolores de poesía en los bares, evento de Felipe Zapico y colegas, al que me llevó desde Oviedo la kurruka Caesarensis. Esa noche se fue a su nido más pronto de lo habitual y yo quedé con la Versicolor, que también tiene nidada fraternal en Laionsiti.
En ese tiempo hablamos por teléfono sólo una vez porque, entre mi recalcitrante alergia a los aparatos y su mudez pertinaz, no encontramos momento.

Por la mañana estuvimos viendo fotografías y escuchando música, siempre me tiene reservada alguna novedad interesante, en cuestión de imágenes y trinos, esta kurruka parda y rubia. Unos cafeses y a sacar a la Popa.
Me prestan estos paseos por León con la perra, me recuerdan a los nuestros con el Mon. En torno  al barrio de este pájaro hay varios jardines y zonas verdes, es muy animado y pocas veces salimos más allá de sus límites. Unas cervezas, unos vinos, unos pinchinos y a caminar.

Parece mentira que después sea tan callada esta canora, porque en vivo aunque trine bajo, trina, gorjea y silba como todos los mirlos, es decir, bastante y con arte.
Le dimos al pico bueno sin parar, hablando, sobre todo de Yiannis Tsakós del que yo le traía noticias y recuerdos. Hablé mucho con Yiannis de él, de sus fotografías sobre todo, pero también de sus gustos musicales, o de nuestra amistad. A través de Facebook, en el que los dos militan, tal vez se comuniquen más que nosotros, que estamos a 120 kilómetros. Así ye la vida. Pero yo no lo cambio por un par de días al año de real presencia, qué quieres que te diga.

En general Shutterchance, pero sobre todo los colegas que tengo aquí en favoritos, fueron otro punto de interés en la conversación, algunos son de León, además, y aunque no vivan ahora allí, se conocen y hay amistad.

Esta parda está colgada de la máquina de una manera enfermiza, ¡no vive!, va por la calle  abriendo los ojos como si fuera un búho y no un mirlo. A veces cacarea, se lo dijo la curruca hembra que lo acompaña, buena amiga.
Hablaba el otro día del pacto que hicimos Txell y yo en Girona para dejar a un lado las fotos y disfrutar de la conversación y de la amistad. No es que el Aedensis me dejara con la palabra en la boca, pero cuando veía algo de interés se le movían las alas solas, me miraba sabiendo que lo disculparía y alzaba el vuelo, ya con la cámara en el ojo azul con bisos verdes  y grises. Ojo marinero el de esta curruca.
Regresa rápido, pero fatigado, la pulmona castigada por años de fumaera.


León,  septiembre 2012

Yo prefiero sacar el arma poco y observar lo que el mirlo fotografía, después me llevo alguna sorpresa cuando vuelvo a ver aquella imagen en la pantalla.

Y si no, siempre se puede llevar también una máquina en el bolso y disparar cuando apetezca, pero entonces el paseo ya es otra cosa, una especie de diálogo skatalítiko de imágenes, y entre foto y foto, unas palabras, unas risas y unas birras. ¿Por otra parte, qué más se puede pidir?

Me supo a poco, claro. Comimos los tres muy animadamente y me fui por la tarde dirección Maragatos.

Pero me traje, por ejemplo, la música de hoy, que ya la he subido al blog agradeciendo al rubio su consejo y buen gusto. Hoy lo vuelvo a hacer.

Music & Lyrics by Roberta Giallo, Arrangement by Valentino Corvino.
Live, Monza, 7 settembre 2012 .
Roberta Giallo & Arkè String Quartet .   Via di qua.  
 

Salud kurruka, y a todos!
 
Cananavina Carduélis, pardilla común, rebétissa, psilikosa.


P. D. Geotropía:

Que no daría yo por unos versos de presencia,
con las horas de tu ausencia,
sin las luces de este otoño despejado,
sin embargo, con retardo.

Lucas

Dobre utra

Escucha:

Anouar Brahem, Oud. François Couturier, Piano. Jean-Louis Matinier, Accordion.
Anouar Brahem.  Le pas du chat noir.  El paso del gato negro.

http://www.youtube.com/watch?v=57ZEtzSEbaM&feature=player_embedded#!

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