lunes, 20 de mayo de 2013

Ο Γιώργος Σεφέρης, Yorgos Seferis


La Acrópolis desde el Centro de Tradiciones Griegas.
Atenas  2011

Ο Γιώργος Σεφέρης


Buenos días. Ya iba siendo hora que le dedicara alguna entrada a Seferis. He preferido dejar para más adelante el cuarto capítulo de Elytis y el tercero de Ritsos, que más o menos había prometido. Sigo sin encontrar los apuntes sobre Yiannis y de Odysseas creo que ya tenemos de momento una semblanza, biográfica y de su obra, suficiente.

Sergei Rachmaninoff, Preludio en Do sostenido menor, Op. 3, No. 2. 
Recita, Γιώργος Σεφέρης.  Το Φως. To Fos, La Luz.


Por edad Yorgos Seferiadis, Seferis, nacido en 1900, debería de haber sido el primero del que hablara, porque es el mayor de ese gran trío de poetas de las letras griegas modernas. A Ritsos le sacaba nueve años y a Elytis once, y fue además el primero en publicar, en 1931, Στροφή, tres años antes que Ritsos.

Pero las circunstancias mandan. Nosotros nos tropezamos con Yiannis en Limnos por pura casualidad: no lo habíamos leído, no conocíamos su peripecia personal y no sabíamos que había estado en esa isla, y en otras, en campos de concentración.
La proximidad ideológica, puesto que había sido un poeta de izquierdas que militó en el Partido Comunista Griego (KKE) y sufrió, después de la guerra civil y en la Dictadura de los Coroneles, las consecuencias, fue otro motivo de que buscáramos sus libros traducidos o las canciones griegas con sus poemas.

Pero es de justicia dar a cada cual lo suyo y el valor aquí no lo medimos en orden de aparición. El que fuera Elytis el segundo fue también azar: pasaba por Creta en aquellos días y me pareció oportuno sacar a Odysseas a colación, puesto que había vivido y se había formado, varios años de la infancia, en Creta.
Yorgos Seferis. Mikis Zeodorakis. Grigoris Bizikotsis.  Sto Perigiali To Kryfo. 1962.


Éste es quizá el tema musical más conocido con letra de Seferis. Lo musicó Mikis Zeodorakis y lo hemos escuchado tantas veces, tiene tantas versiones y tan aburridas la mayoría, que ya nos estomaga casi tanto como el sirtaki. Hay melodías de las que se abusa de tal manera que llega uno a detestarlas, algo así me pasa a mí. Pero tenía que ponerla porque trato de alejarme un poco de mis propias impresiones y un repaso somero como éste no podía obviar esta canción. Y después de todo, Bizikotsis es de los que merecen mayor respeto.

Seferis nació en Esmirna, Asia Menor, en una familia burguesa muy relacionada con la cultura, pues su padre era abogado y profesor en Esmirna y llegó a ser decano en los años 30, no sé si también rector, en la Universidad de Atenas, cuando ya estaban instalados en el continente. Se fueron de Esmirna en 1914, al comienzo de la primera guerra mundial.

El siguiente dato es también de memoria y por eso no muy seguro, tal vez leído en alguno de los prólogos a sus libros traducidos aquí, porque no lo encontré por internet. Stelios, su padre, hizo la primera traducción de una obra del griego clásico al demótico para ser representada, ¿Sóflocles?, cuando todavía vivían en Esmirna, ¿1908/10?.
Así que la decidida opción de Seferis por el demótico ya le venía de familia. Sus compañeros de generación tampoco dudaron a la hora de escoger una u otra modalidad de la lengua, de hecho en ésta de los 30 aparece la ruptura definitiva con los intentos de limpieza lingüística de la kazarévusa, pese que los cogoneles la volvieran a imponer algunos años después.

Es un lugar común en Grecia esta división entre lengua popular, demótika, y culta, kazarévusa (lit. limpia). Lo menciono para los que lo puedan desconocer.

Γιώργος Σεφέρης. Μίκης Θεοδωράκης. Μαργαρίτα Ζορμπαλά.  Αστυαναξ.


Desde 1917 vivió en París con su familia, su padre ejercía de abogado y él estudiaba Derecho. En los siete años que permaneció en Francia tomó contacto con la literatura del momento, especialmente la francesa, que le influiría, Claudel, Valéry, al que tradujo. Y siguió escribiendo, afición que cultivaba desde su adolescencia en Esmirna.

Pasó un tiempo en Inglaterra estudiando inglés para optar al servicio diplomático griego con garantías, donde ingresó en 1927, tras su regreso de Europa un par de años antes.

Si me he detenido en estos datos puramente biográficos es por situar un poco al escritor, que recibió una educación selecta y tuvo la oportunidad de tomar in situ el pulso de la cultura centroeuropea, para volver a sumergirse después en el mundo griego, él, que venía de Asia, de una tradición griega milenaria, pero con un roce también de siglos con otros pueblos que la enriquecieron, y al fin la perdieron. Un oriental refinado y un occidental culto, o a la inversa.

Tampoco es que quiera ventilar la cuestión en cuatro palabras, diciendo por ejemplo que Seferis tuvo un montón de destinos como diplomático, Inglaterra por dos veces, en los 30 y en los 50, Albania, Koritzá, recordad, aquella Niña arvanítika, greco-albanesa.
Pasó los años de ocupación alemana, en compañía de su reciente esposa María, con el Gobierno griego y la familia real en el exilio, hasta el 44. Después recaló en Turquía y en varias embajadas de Oriente Medio, hasta su retiro el año 61, siendo embajador en Londres.

No quería ventilarlo, pero casi. Porque la última parte de la entrada tenía pensado que fueran unas pocas citas de 6 Noches en la Acrópolis, una de las tres obras suyas de las que tengo algún apunte, y lo biográfico ya se me iba escapando de las manos. Algunos otros datos de su vida los iré incluyendo en los otros dos capítulos que tengo en capilla.
Es una obra en prosa, una novela corta pero con mucha proyección, pues en ella Seferis desarrolla los principios de una técnica que se haría famosa con el Cuarteto y Quinteto de Lawrence  Durrell, el del punto de vista, aunque no fuera un invento exclusivo de Yorgos.

De su tercer poemario, Στέρνα, Sterna, Cisterna, de 1932, es esta canción de 1979, con música de Triandafylídis y la voz de Iró Kutúvali.
Encontré una dirección donde César García Álvarez hace un muy interesante estudio comparativo entre Antonio Machado y Seferis y vienen traducidos estos versos, no sé si por César. Recordaba esa última estrofa, aunque creo que hay una errata, donde pongo peregrino él escribe pergamino, me quedo de momento con la versión que recuerdo: 

La sed de amor busca lágrimas
se mecen las rosas como el alma
se oye en las hojas latir la creación
el crepúsculo se acerca como un peregrino
luego la noche, luego la tumba

Γιώργος Σεφέρης. Πάνος Τριανταφυλλίδης. Ηρώ Κουτούβαλη. 

Το απόβραδο σιμώνει.  Se acerca el atardecer.

http://www.youtube.com/watch?v=FNxM2Wn0Bzg

Grecia, verano 2012.

Έξι νύχτες στην Ακρόπολη
6 Noches en la Acrópolis

Fue editada póstumamente, en 1974, Seferis murió en 1971. La tradujo al castellano Vicente Fernández González, recibiendo el Premio Nacional de Traducción por su trabajo, y la editó Mondadori en 1991. Son cuatro citas donde lógicamente no se aprecia esa técnica de la que hablé.

Ya mencioné varias veces la novelita, que lleva años agotada y descatalogada, se puede comprar en red por un precio entre 20 y 50 euros. En ella aparecen una serie de personajes que cuentan, cada uno desde su perspectiva, éstas Anábasis nocturnas.

Hay un personaje, el marinero Stratis, que parece ser el trasunto del autor, y otros seis más, uno por cada día de subida, Lala, Salomé, Nikos, Kaliklis, Nondas y la Esfinge. No sé quíén estaba detrás de esos nombres, pero cabe suponer que entre ellos estarían Durrell, Yorgos Katsínvalis, el pintor de Marusi, el del kikirikí colosal desde la Acrópolis, no sé si Miller..., Fermor cuenta la anécdota del supergallo recogida de Durrell, como he apuntado en un par de ocasiones.

Y la siguiente canción es de Μυθιστόρημα (1935), su quinto libro de poemas, que se editó en Chile en el 2001, traducido por  Miguel Castillo Didier, Mithistórima, Stratis el marino y otros poemas.

Recita, Σεφέρης.  De Μυθιστόρημα,  ΚΓ΄ Λίγο Ακόμα. 


- La Acrópolis, la roca sagrada, [...], un símbolo, una idea que nuestros progenitores, el Estado griego, la Nación, cuando ha existido, se han afanado en afirmar en nuestros tiernos sentimientos infantiles.

La siguiente describe admirablemente la situación entre los propios griegos, y Seferis no se refiere sólo a la cuestión lingüística.

... que antes de nada encargara la redacción de un diccionario común para que podamos entender, al menos entre nosotros siete, qué le dice el uno al otro.

Somos, lo cree la humanidá
el pueblo elegido,
pero desde la Antiguedá
no nos dá de sí el cocido

Era la letra de una canción de revista en la Atenas de 1923.

-  ... Grecia camina entre caballas y sardinas: un pueblo marinero.

-  ... nos hemos metido todos "dentro" de Grecia, hemos cerrado las puertas y hemos tirado las llaves al Egeo. Y ahora..., ahora nos disponemos a comernos unos a otros.

Γιώργος Σεφέρης.  Νίκος Ξυλούρης.  Eδώ τελειώνoυν τα έργα της Θάλλασσας.

http://www.youtube.com/watch?v=kK_kjkpuQjg

Dedicaré otros dos capítulos a obras en prosa de Seferis. El siguiente, dentro de una semana más o menos, será el  Diálogo sobre la Poesía. Y el mes que viene el tercero, los diarios, Meres, Días, del que tengo más citas porque el libro es más grueso y muy sabroso. Todas son lecturas interesantes.

Salud y poesía.

Σεφέρης, recita,  Μποτίλια στο Πέλαγο.  Botella en el mar.

http://www.youtube.com/watch?v=slJ9064DS5Q

Ramiro Rodríguez Prada

domingo, 19 de mayo de 2013

Η Κρήτη, Creta -14. Sopa y ajedrez


Cerveza  Zorbas.  El personaje de  Kazantzakis  omnipresente. 
Creta  2003.

Η σούπα του Νίκου
La sopa de Nikos


Después de cerrar el chiringuito de las pitas, Nikos nos llevó dando un paseo por la ciudad y fuimos entrando en algunos bares que abrían por la noche hasta la madrugada. Hoy sería incapaz de repetir ese recorrido, no sólo por memoria, por el aguante. En todos ellos iba encontrando colegas que, acabado el trabajo, hacían el recorrido de cada noche, algunos hasta el amanecer.

Pinchamos algo en más de un sitio, bebimos tsikudiá y anduvimos muchísimo, hasta agotar a los guajes y agotarnos nosotros. Nikos acabó cargando con el pequeño parte del camino del vuelta. Llegamos a la plaza de la catedral a las tres de la mañana, a las cinco y media había que levantarse.
Él tenía tres hijos y sólo llevaba cinco años casado. Vivía en Janiá de pensión, su familia seguía en el pueblo.

Pero antes de volver hicimos quizá la visita más interesante de esa verbena. Hacia las dos de la mañana nos llevó a un bar donde daban sopa caliente a los frioleros y destemplados. Ya estábamos a mediados de octubre y empezaba a refrescar, y sobre todo la humedad de la noche hacía que se agradeciera una barbaridad aquel caldo. 

No es que los griegos sean muy soperos, ni que la hagan especialmente buena, preferimos las nuestras de cocido por ejemplo, pero era la oportunidad y lo reconfortante que resultaba a esas horas lo que hizo que nos pareciera tan agradable a todos la sopa y la despedida. Los chavales encantados.

Allí compartimos mesa, además, con dos amigas de Nikos, camareras, que volvimos a encontrar al final de esa noche, cuando esperábamos el taxi que nos iba a llevar al aeropuerto, de vuelta a casa. Ellas se iban a la cama, eran las 6 de la mañana.

Ψαρογιωργης.  Να μουν βοσκος

http://www.youtube.com/watch?v=cVOTollT93Q


La tienda del ajedrez

Entre las muchas direcciones de todo tipo que llevaba en la libretina, habíamos sacado una de la guía de Grecia del Trotamundos, de una tienda dedicada totalmente al ajedrez y cuyo dueño era un antiguo campeón, Diamandopulu, un gran maestro griego ya retirado, que la atendía personalmente. Estaba en el nº 51 de la calle Potie, por debajo de la calle del Cuero.

Fuimos dos días al llegar a Janiá. La primera vez estaba cerrada, pero la segunda, una visita muy rápida que hicimos poco antes de salir para Frankokástelo, encontramos a una señora muy amable que nos enseñó la gran exposición de tableros de ajedrez y piezas que era aquella tienda. Había de todos los tipos, materiales y precios.

Le preguntamos por un tablero portátil para llevar a los viajes. Después de un rato de búsqueda nos dijo que ella llevaba muy poco tiempo ocupándose de la tienda y que todavía no sabía muy bien dónde estaban las cosas, que si volvíamos por la tarde seguro que los habría encontrado. La mujer se veía superada y nos pareció muy triste. Quedamos en volver al final de las vacaciones.

Eso hicimos al llegar a Janiá. El primer día volvía a estar cerrada, pero a la mañana siguiente conseguimos por fin comprar un modelo muy pequeñín, de ésos que tienen agujeros en las cuadrículas para fijar las piezas. Trajimos también otros dos tableros más grandes, uno de más tralla y otro en plan artístico.

Pero no sólo fue por el arte por lo que hicimos más compra de la prevista en principio. La mujer nos conmovió. Ya nos llamó la atención que vistiera de negro a pesar de ser tan frecuente en Creta y en Grecia, pero sobre todo su tristeza y la ausencia del hombre.
Acabamos por preguntar por él porque pasamos con la señora más de una hora. Y ahí se echó a llorar como una magdalena.

Entre sollozos nos contó que había muerto hacía unos meses. Ella no tenía ni idea del negocio y no sabía cómo resolver los problemas que se le habían venido encima. En la tienda vendía poquísimo, la pensión de viudedad era muy escasa y entre todo no sacaba ni para pagar la renta del local y los impuestos. Sabía que tenía un capital en material, pero ella desconocía el valor real de muchas piezas porque era un trabajo del que siempre se había encargado su marido.

Y había más que la pérdida de su compañero de toda la vida, era una refugiada de Chipre que abandonó la isla con la ocupación turca y no tenía familia. Algún pariente lejano, no recuerdo si en Australia o Canadá, que ya no conocía.

Unos amigos le habían aconsejado traspasar o vender la tienda, pero lo veía imposible, ¿quién se iba a hacer cargo de un negocio tan especializado y que requería conocimiento y cierto capital, sin demasiadas ventas? Esos amigos estaban tratando de que la municipalidad de Janiá se hicieran cargo del valor de aquella auténtica exposición de maravillas, y por lo menos retrasara el pago de impuestos en tanto no se encontrara una solución humana para la viuda.

Era una mujer dulce y cariñosa, como tantas griegas, con las marcas en la cara de los que saben porque sufrieron. Todo el tiempo fue especialmente amable con los niños, a los que dejó toquetear piezas mientras mirábamos con el alma en un puño y a los que hubo que reprimir en más de una ocasión. Pero ella insistía en que los dejáramos, son buenos rapaces, la verdad, ¡es que entre tanta emoción y objetos preciosos estábamos en vilo!.

No sabemos si resolvió al fin sus problemas, pero nos acordamos muchas veces de ella. 

Loudovikos ton Anogeion. Kalliopi Veta.   Ismene. 

http://www.youtube.com/watch?v=kVSriYKJbRY

Etiqueta de la tienda de recuerdos de Akis.
Janiá.  Creta  2003.

Y dejo la historia de la caja, espero que la última de Creta, para el mes que viene, antes del verano como tenía previsto, con eso y los remates de la serie me iba ya muy lejos, no quiero cansar, ni cansarme.

Υγεία, Salud!

Barbarómiros

sábado, 18 de mayo de 2013

Η Κρήτη, Creta -13. Χανιά, Janiá


La sombra del  tsikudiá

Música y trajanás

Buenos días. Me da cierta pena y mucha pereza abandonar Frankokástelo, Sfakiá, al loco de Patzianós, para volver a Janiá, pero me urge terminar los capítulos de Creta porque me quedan dos por lo menos y quería tenerlos listos antes del verano, cuestión de planificación.

Con las mochilas cargadas de auténticas delicadezas caseras sfakiotas, salimos de mañana con el taxista del pueblo, que nos hizo un precio cretense no muy lejos del que hubiéramos pagado por el autobús, que no había ese día además, en un viaje de poco más de dos horas, y no el medio día que echa el bus parando en todos los pueblos, que no es caro y está muy bien por otra parte, pero que ya habíamos hecho al llegar.

El pequeño volvió a marearse porque ya expliqué que la carretera salva tres puertos con desniveles y curvas de primera especial, sobre todo el de Ímbros, en realidad como la mayoría de carreteras que atraviesan la isla de norte a sur.
Volvimos al Neli, el hotel que nos había buscado Akis junto a su tienda de recuerdos, una habitación enorme con un balcón y una ventana que daban a la plaza de la catedral. A él le compramos alguno de los recuerdos y regalos, y nos indicó tiendas del Mercado Central, donde trabajaba su compañera. Mercado del que ya hablé y que no hay que perderse.

En una entrada de Lo que se comió, dedicada al Tsikudiá, ya hablé del encuentro con Nikos la primera noche en Creta, un camarero con el que hicimos amistad los tres primeros días que estuvimos en Janiá. Donde, por cierto, no llegamos a finales de agosto como escribo en ese capítulo sino, como me corrigió la mi morena, a mediados de septiembre.

Excepto cuando la hora de la comida o la cena nos pillaba lejos, comimos y cenamos en su chiringuito los cinco días que en total pasamos en la ciudad.

Además de darnos a conocer a Manoliudis, también nos presentó al dueño de una tienda de discos donde compramos algunos de los Cds. que trajimos ese año. La hija del hombre estudiaba español. Apenas entraban españoles y nos hicieron los honores allí mismo, sacó una botella de tsikudiá y unos trozos de trajanás para invitarnos. El hecho de que conociéramos el trajanás le pareció tan extraordinario que sólo con ese detalle ya lo habíamos ganado.

Αντώνης Σαλούστρος, Λαούτο. Γιωργης Βρεντζος Κατης, Μαντολινο. 
Δημητρης Ζωγραφακης, Κιθάρα. Νικος Γκαλονακης, Κρουστα.
Τραγουδι, Γιοργης ΜανωλιουδηςYiorgos Manoliudis.   Kopida.  Kontiliés.

ΤΡΑΧΑΝΑΣ
Παπαδοσιακα προιοντα της  γιαγιάς. 
TRAJANÄS.  Productos tradicionales de la  abuela.

El trajanás es una sémola de cereales, generalmente de trigo, molido más grueso que la harina normal, que en Grecia mezclan con leche cuajada y secan después hasta que pierde todo el agua. Es tradicional y lo consumen en todo el país.
Alimenticio pero con su aspecto de golosina de pobres, tiene muy poco sabor, un tanto soso, tal vez domine la acidez de la cuajada, pero en ocasiones le echan algo de azúcar. 

No es raro verlo, a veces aglutinado en trozos grandes, secando en el interior de las casas, sobre una tela en alguna cama que no se usa, junto con los espaguetis, macarrones y pastas en general, que los griegos acostumbran a preparar artesanalmente. Luego se los comen, a veces duros como piedras, royéndolos.
 Μαρτσάκης. Μουσικοί του Κόσμου: Κρήτη Ά. 


Es casi un alimento ritual para los griegos, nutritivo, de fácil transporte y larga duración, que en tiempos debió engañar el hambre de muchas personas. Imagino a los pastores, a los pueblos trashumantes o itinerantes de los Balcanes, a los desplazados de todas las catástrofes, a los niños, incluso a los marineros y pescadores, sacando del bolsillo su trozo de trajanás como otros podían sacar una castaña pilonga. Pero esto es especulación mía.

La foto inferior reproduce mejor el color original del trajanás, más blanco que amarillento, no como el que se ve en la imagen superior, muy teñido por el reflejo del fondo.

Después, Tomadakis, que era el apellido del hombre de la tienda, de nombre Nikos como nuestro colega, sabiendo que habíamos pasado el mes en Frankokástelo nos regaló por su cuenta dos Cds. de música sfakiota, uno de ellos editado por la radio cretense, grabada en directo en fiestas de la región con los pistoletazos que se oyen mientras suena el sirto o la ritzítika. Como en el caso del vídeo de arriba, en esa Panayía cretense, con Martsakis, del que vuelvo a poner al final otro tema en compañía de sus colegas cantando ritzítika, hoy va de raíces.

Kostas Moundakis. Solista,Vaggelis Kopasis. Kallíkrates, Sfakiá.  Rizítiko.

El blanco  "arroz"  del  trajanás


El Kriti

Llevábamos muchísimas direcciones de cosas interesantes que ver, de platos sabrosos que probar, de locales populares con música en directo que escuchar..., de Janiá, de Rézimno y de Hiraklion, pero enseguida nos dimos cuenta de que en un mes no íbamos a poder hacer más que un pequeño acercamiento a la isla. ¡Mucha Creta!, ya lo vengo apuntando.

El Kriti es el local de música cretense tradicional más famoso..., en el extranjero. Eso no quiere decir que no tenga mérito, especialmente sus músicos.
Está junto al puerto y los depósitos venecianos, de hecho debe ser uno de ellos pues tiene su misma arquitectura, un túnel de bóveda semicircular de unos cuatro metros de ancho por veinte de profundidad, con mesas a ambos lados de las paredes y una pequeña barra al fondo. A partir de las 9 de la tarde hay música griega en directo.

Son dos o tres músicos, lira y laúd, que también cantan, a veces mandolina o guitarra y la contribución de espontáneos cretenses, como si fueran los músicos invitados, a los que se une en algún tema el dueño, que también baila e invita a los turistas más atrevidos o conocedores, no es mi caso.
Sólo abre por el verano porque el resto del año se lo pasa en Finlandia, con otros músicos tradicionales de la isla, pues en ese país hay una afición extraordinaria a la música griega y cretense en particular. Tocan en restaurantes y tienen una especie de academia musical donde enseñan a cantar y bailar cretense a los, parece que no tan fríos, nórdicos.

Estuvimos una noche cuando llegamos y la última antes de marchar, después de comer unas pitas tempraneras en lo de Nikos. En la primera ocasión estaba a tope de turistas, franceses, alemanes, ingleses, holandeses y algunos italianos. También griegos. Nos sentamos junto a una pareja de Friburgo y fue inevitable hablar de Kazantzakis, que murió en esa ciudad, medio ignorado. No eran alemanes de la Merkel, por cierto.
La última noche había cuatro parejas de turistas y media docena de griegos solitarios. Se terminaba la campaña estival y en ese mes de octubre el descenso del turismo era ya notorio.

Ριζιτικο απο τον Αντωνη Μαρτσακη και την παρεα του.

Canción de las raíces.  Andoni Martsaki y sus amigos.

http://www.youtube.com/watch?v=oe9KvCek2XI

Esa noche tocó durante bastante tiempo un sfakiota al que hice acompañamiento de palmas más flamencas que cretenses, porque él me las pedía una y otra vez, y cuando en alguna ocasión aflojaba volvía a mirarme para que siguiera. Me dedicó una mantinada, "al hombre de la barba", dijo señalándome. 
Cuando terminó su actuación vino a saludarnos muy atento a nuestra mesa y pudimos charlar un poco con él. Al influjo del rakí con el que brindamos, el tema de la conversación volvió a ser Sfakiá cuando supo que volvíamos de pasar allí nuestras vacaciones, parecía que le hubiéramos alegrado el día y nosotros contentos también, de la suerte de haber acertado un poco en nuestro destino de ese año y de las casualidades felices. Más felices, si cabe, con raki. 

Las dos veces que fuimos al Kriti salimos casi los últimos. Cerraban sobre la una y llevábamos allí tres horas. Los niños habían dormido la siesta y estaban bastante enteros después de todo. La mi morena bebía té y algún chupito de tsikudiá, yo le daba al último sin prisa pero sin pausa.

Todavía estaba Nikos en el chiringuito, solo. Nos hizo una pitas y cerró. Quería llevarnos a dar una vuelta por la ruta de los camaretas una vez que cierran las tabernas, humildes after hours del momento.

Pero ese pequeño periplo nocturno por Janiá, más la tienda de ajedrez y la caja de los productos cretenses con su historia, lo contaré en el siguiente o siguientes capítulos.

Me voy con un trío bien marchoso puesto para la foto en las montañas de Creta, contra el cielo. Mañana continúo. 
Κακλης. Φουρναρακης. Μανιαδακης.   Syrto.

http://www.youtube.com/watch?v=lGC9PJJQAzo

Υγεία, Salud, palikaris!

Barbarómiros

viernes, 17 de mayo de 2013

Ο Γιάννης Δερμιτζάκης, Dermitzoyiannis


Grecia,  agosto 2012

Ο Γιάννης Δερμιτζάκης,  Δερμιτζογιάννης


Buenos días. Vamos con el que hace el número cinco de esa colección de primeros maestros, Protomastores, de la música tradicional cretense que me ha servido de guía en los últimos capítulos de esta etiqueta.
Γιάννης Δερμιτζάκης, Δερμιτζογιάννης.   Ήρθες παιδί μου.  Vuelves, hijo mío.

http://www.youtube.com/watch?v=hkQkMTQGlsE

Puesto que hay muy pocos datos biográficos, y en la red se repiten los que incorpora en el libreto el CD que tengo de él, me limitaré a repetir lo conocido. El autor de los comentarios del disco, Manolis Dulyerakis, es un filólogo, más tarde explicaré porqué se ocupó de la redacción.

El CD  tiene dieciseis canciones entre las que figuran las más conocidas suyas, pero yo fui sacando de youtube temas que no había escuchado, grabados en discos de 45 r. p. m., como es el caso de estos tres primeros, registrados en los 60 y ya disponibles en compacto, según podemos leer en la información que proporciona quien subió la canción.

 Δερμιτζογιάννης.  Στο Πέρασμα των Τρυγονιών.  En el Paso de las Tórtolas.

hhttp://www.youtube.com/watch?v=EnI4t-YV200

Aunque había empezado a tocar ya en la adolescencia, su primer registro en solitario es de 1953, con 45 años, un poco mayor para lo que fue habitual entre los maestros. Pero a partir de ese año se multiplicaron las grabaciones. Es el máximo representante de los músicos del este de Creta.
Virtuoso de la lira, como del violín y el harpa, guitarrista, es el típico ejemplo de músico polifacético que escribe, canta y se acompaña con su instrumento.

Muy querido en toda la isla por su forma de interpretar y el gracejo con el que enfrentaba su oficio en directo, expresivo y cachondo, se valía de chascarrillos, letras satíricas y giros humorísticos populares, para seducir a su público, dentro de una temática muy variada. 

Δερμιτζογιάννης.   Μικρό μικράκι. Pequeño pequeñín.

http://www.youtube.com/watch?v=vagE4es24rw

Estamos quizás ante el escritor popular de mantinadas, kontiliés sobre todo, más importante de la historia de Creta.
Como sucede en el resto de las músicas tradicionales de todo el mundo, al igual que en el flamenco o en nuestra tonada asturiana, no se conoce al autor de muchas de las letrillas, pero Yiannis fue tan prolífico y cuidadoso, que apuntó cientos de las miles que escribió a lo largo de su carrera.

Además de sus guiños a la ironía, a la broma y al humor en general, sus temas van del sufrimiento a lo amoroso, pasando por los relatos de la posguerra europea y civil en Creta, los afanes y querencias de sus compatriotas, el honor y el heroísmo de los palikaris, el sufrimiento de la gente sencilla, las aspiraciones de independencia y libertad de los cretenses, la mavri xenitiá también, el negro extranjero de la eterna emigración griega.

Δερμιτζογιάννης.   Πολλά τα αηδόνια στα κλαδιά.  Muchos ruiseñores en las ramas

http://www.youtube.com/watch?v=-atFWjyt480

Dicen que en sus muchas actuaciones en bodas, panayías, fiestas y celebraciones familiares y entre amigos, siendo el improvisador nato que era, se perdieron otros varios miles de mantinadas, alboradas podríamos llamarlas o serenatas, y kontiliés.

Nació en Maroniá, Sitía, en el extremo oriental de la isla, en 1907 y su oficio fuera de la música era el de comerciante, pero no sé en qué comerciaba.

Si fue un filólogo quien se ocupó de presentar en Protomastores a Dermitzakis, se debe a que el autor acabó por publicar sus mantinadas en libros que fueron muy bien recibidos por musicólogos, estudiosos de la poesía popular y público aficionado a la música y al verso tradicional, que conocían al músico, siendo ya  muy numeroso no sólo en Creta o en Grecia, sino también en las colonias griegas de todo el mundo, donde empezaba también a ser reconocido.

Δερμιτζογιάννης.  Εις το πουσί τσι πέρδικες.

http://www.youtube.com/watch?v=Ikdj6luvrQk

Grecia, verano 2012

Su primer libro, Κρητικές Μαντινάδες, Mantinadas cretenses, venía precedido por un prólogo del lingüista y profesor de la Universidad de Atenas Skouvaras Vangelis, en el que ensalzaba la labor y la poesía de Dermitzakis, al que considera el continuador más aventajado y fiel a la tradición lírica cretense. 
Letras, y música, en las que se palpa y se saborea Creta, incluídas "sus playas glaucas".

Todos recuerdan una actuación apoteósica de Yiannis en Rodas, en una gira  por las islas en 1967, y una anécdota sobre su popularidad. Un admirador búlgaro le envió una carta laudatoria en cuyo sobre sólo escribió  Para Dermitzoyiannis. Grecia.  La carta llegó manos de Yiannis. 

Δερμιτζογιάννης.   Mil heridas en mi pecho.

http://www.youtube.com/watch?v=ler1_i6BPeg 

Después de todo no he subido ninguna de las canciones que vienen en el CD de los primeros maestros, dedicado a él, que tal vez tengan mejor sonido que algunas de las que puse, pero que tampoco son mejores ni peores.
Gracias a esta facilidad para acceder hoy a tanta música, he podido escuchar en pocos días más temas de los que había conocido de Dermitzoyannis en veinte años. Y otro tanto diría del resto de autores.

Murió en 1984, en este mes de mayo, dejando en la memoria de sus seguidores, de griegos y cretenses, el recuerdo de su simpatía, de la chispa popular de sus kontiliés, pero también de su voz seria y su lira o su violín llenos de dulzura, tristeza o alegría.

Δερμιτζογιάννης.  Κράζω σαν βλέπω όρνιθα. Clamo cuando veo gallinas (cobardes)

http://www.youtube.com/watch?v=J7OFbLDF6Ws

Y termino. Mañana espero dedicar un nuevo capítulo a Creta en Archipiélagos, y será el penúltimo según creo. Es posible que aproveche para colgar ahí algún otro tema de los muchos que tenía previstos. Como introducción, no obstante, las ocho canciones son suficientes.

Viviendo y grabando en unos años en que los medios de comunicación, prensa y radio primero, y televisión los últimos años de su vida, amplificaban el trabajo de músicos hasta entonces muy reducidos a las fronteras de sus respectivas islas, regiones o países, Yiannis supo aprovechar esta circunstancia para dar a conocer su música a través de las numerosísimas registros que realizó en las tres décadas en que se mantuvo activo.

Os dejo con unas mantinades, más kontiliés, las composiciones en las que era un maestro indiscutible y que más fama le procuraron. 

Δερμιτζογιάννης.  Λένε πως δε γερνάς καρδιά. Dice que los corazones no se doblegan.

http://www.youtube.com/watch?v=Viqy-tXCOus

Salud y buena música 

Ramiro Rodríguez Prada

miércoles, 15 de mayo de 2013

Perdíos en SC


Conexión Schutterchance.
Grecia  2012

Sobre crisis y ausencias 


Buenos días. Gracias a las programaciones llevo desde el dos de enero sin usar esa etiqueta de Perdío, porque el día que no estoy de humor no escribo y así no me quejo más de la cuenta, no sabemos lo que nos puede llegar todavía y no está el patio para llorar de balde.

Eso no significa que no haya tenido bajones. Pero no sólo mis insignificantes problemas me quitan el sueño, me preocupan también los colegas. Hablo sobre todo ahora de los amigos de Schutterchance, que colgaban diaria o semanalmente una fotografía en sus fotoblogs. En realidad me preocupan más ellos que sus fotos, pero es a través de éstas que tengo trato con ellos, a algunos no los conozco personalmente pese a la familiaridad con que nos tratamos, así que en muchos casos la obra es también la persona.

Aprovechando que hablamos de fotografía, quiero dejaros la dirección de unas imágenes antiguas de Grecia que nos envió hace unos días (el 3 de abril) Zanasis Pajos, un amigo de Halkida, la capital de Eubea y el lugar donde vive Yannis Tsakós apodromos. Zanasis, para los que sabéis de la historia, fue aquel guaje que nos dejó su coche y su casa a la media hora de conocernos. Las fotos, en blanco y negro por supuesto, valen la pena. Sólo pasó un siglo...
Son 107 imágenes de Grecia (1910-1930), del ginebrino de origen marsellés Frédéric Boissonnas.


Sigo con SC. Meses después de aquel episodio triste de los toros, que coincidió con las últimas instantáneas de Armando Bernabéu en su página, fue Valentín Cabañas, carasur, quien decidió descansar y este año ha estado marcado para mí, en lo fotográfico, por su ausencia.
Antes, Marta Capote dejaba pasar ya muchos días entre foto y foto, y aunque siempre la he animado a seguir, sin que necesite de mi aliento porque lleva tiempo en esto y este mismo año expuso en La Coruña, lo cierto es que apenas he podido ver nuevas imágenes suyas. 
Algunas desapariciones temporales también, y dificultades repetidas o imposibilidad para comentar en el blog de José Luis Pajares Iglesias, memoria química, cuya larga ausencia parece ahora amenazar con seguir los pasos de Valen y de Marta.

Y, más recientemente, algún silencio de Yiannis, y los más preocupantes de Txell Gironés, costura invisible, y Belén Lozano, crecer, que acompañan a Marta y Valentín.

Escribo esto en abril, un mes largo antes de que se publique, no sé lo que puede haber pasado entre tanto, pero es una muestra, un ejemplo de lo que quería decir también sobre las programaciones cuando empecé esta entrada. Tienen su contrapartida: se pierde el pulso de la actualidad y ante determinadas noticias o novedades no cabe otra opción que el silencio o el comentario a posteriori.
La programación siempre va por delante de la realidad, o por detrás si se invierte el proceso como hoy, el que se empareje con ella sólo es una cuestión estadística: es fácil acertar porque los males se repiten con machacona insistencia, por eso la mayoría son tan previsibles y el desfase argumental y temporal de la programación, anterior o posterior, no llega a notarse.

Por otra parte hay un montón de etiquetas, ¡casi todas!, en las que no tengo porqué someterme a la actualidad (más allá de una muerte inesperada, y no es humor negro...), como pueden ser las de Música, Escritores griegos, Archipiélagos, Lo que se comió, etc., lo que facilita programar pero aleja otra vez de lo más actual.
Porque sí me gusta intervenir también ahí, y de hecho trato de escribir cosas al hilo del momento, que últimamente se concreta en los escándalos conocidos, pero publicándolas un mes más tarde quedan a veces un poco con el culo al aire. Lo de poner una saeta en semana de gloria era deliberado, no anacronismo..., y me gusta, además, y no creo que nadie me lo reproche. 

¿De qué quiero o estoy hablando?, pues quizá de que solos no somos casi nada, de que nos necesitamos unos a otros para seguir adelante, cada día, de que sin los demás, sin los amigos, andamos desfasados, fuera de punto, y de que quiero dejar constancia de esas faltas que he sentido este curso y de las que apenas hablé. El que no lo haya hecho no quiere decir que no las haya tenido presentes de continuo. Nada más.

Yo también he pensado en descansar, no sólo de los comentarios, que lo hice aprovechando esas flojeras de las que hablé, y este año la frecuencia de ellos ha descendido y apenas entro en otros blogs que seguía y me gustan, Leyland, David Gámiz, Eduardo Serrano, Leone, Cym..., sino también de Psilicosis. Lo adelantaba cuando cumplí el primer aniversario el 7 de julio, pero he seguido aquí casi cada día.
Y de momento seguiré, como ya dije en una posdata del 6 de abril, recordando a los mismos colegas, un tiempo antes de escribir esto.

Ahí siguen también duros Juan Carlos, Maqroll y Andrés, y casi siempre Yannis, que me acompañan y confío en que no lo dejen. Sé que los hijos pródigos no lo son por elección sino por obligación, cuando las condiciones son las conocidas no hay mucho lugar para la alegría, casi hasta la tristeza, cualquier sentimiento parece un lujo.

Me he hecho un lío con los tiempos, pero que sepáis que os deseo salud a todos, en este momento y en lo sucesivo, que se arreglen los problemas que pueda haber y que salgamos sin demasiadas heridas de esta guerra declarada, contra la mayoría, como siempre.

Muchos besos y ánimos.   

Grateful Dead.   Uncle John's Band.

http://www.youtube.com/watch?v=TSIajKGHZRk

P. D. A día de hoy, 15 de Mayo, las cosas han cambiado poco. Marta no cuelga una foto desde el 11 de febrero, Valentín desde el 9 de marzo y desde el 20 Belén, desde el 23 de abril José Luis y desde el 30 Txell..., ¡no me dejéis solín que me da pauraaaa!, pero antes que nada: 

¡Salud de nuevo!

Ramiro