viernes, 24 de mayo de 2013

A mi amiga


Zygocactus truncatus
Asturias  2012


Amor juvenil


Fue por vacaciones de verano. El chaval se encaprichó de aquella niña que tocaba el violín como los ángeles en una esquina de la calle, junto a su padre ciego.
Guardaba parte de las propinas para poder echar una moneda en la caja de cartón que tenía a sus pies la niña, las dos o tres veces que iba cada día a verla y oírla tocar. Pasaba allí un buen rato, ya se sabía el repertorio de memoria.

Eran rusos y la rapacina tenía la belleza rubia, la languidez y la dulzura de los nórdicos. Siempre seria e incluso un poco triste, pero sus ojos, de un azul claro limpísimo, parecían irradiar luz.
Los padres del guaje se dieron cuenta de que algo pasaba. Estaba nervioso y ausente, había dejado de salir con los amigos habituales y parecía que hubiera perdido el apetito.

Un día se atrevió a hablar con ella en un descanso, cuando no había casi nadie por la calle para quién tocar. Ya hacía semanas que la niña lo recibía con una sonrisa y agradecía con otra, y una inclinación de cabeza, sus aplausos y cada moneda que él dejaba en la caja.
En un castellano bastante bueno le presentó a su padre, que no hablaba español y parecía tener la edad de un abuelo más que la de un padre.

Se hicieron amigos. Durante el curso iban al mismo instituto.

¿Existe la buena suerte?. Existe, como la mala. Ese año tocó la lotería que los estudiantes habían vendido intentando reunir unas perrucas para el viaje de estudios. Él le había regalado media docena de participaciones a la chavala, las que le quedaban por vender del lote que le tocó. Sus propios padres le ayudaron a deshacerse del taco comprándole unas cuantas papeletas.

La cantidad del premio no fue muy elevada, pero sí suficiente para que padre e hija pudieran salir de la pobreza en la que vivían. No quiero poner un "y fueron felices y comieron perdices y colorín colorado...", porque la historia no ha terminado.
Hace más de veinte años que viven juntos, tienen dos hijos, ella es violinista en una importante orquesta de la capital y él trabaja de ojeador de talentos para una discográfica de postín. Sólo hay que ver cómo se miran para saber cuánto se quieren.

Ramiro

Calle Comercio, La Paz, Bolivia: dos músicos callejeros ciegos, interpretan
el vals criollo del peruano Adrián Flores Albán,  Como una visión.

http://www.youtube.com/watch?feature=endscreen&NR=1&v=HQP1PevKHEs

Es imposible dejar de quererte, alma de mi alma,
me perteneces, me robaste todita la calma.
No, no vuelves a ir, pero yo si vuelvo, a contemplarte así.


La Romántica Banda Local.  Tema de amor.

http://www.youtube.com/watch?v=rUR1kx9DhCM


¡Un montón de besos!

jueves, 23 de mayo de 2013

Anna Caubet


NAMU AMIDA BUTSU.  2013.
Anna Caubet


Anna Caubet

...es un beso, una chispa y abrazo en la distancia.

Bon día. Llevaba ya una temporada queriendo dedicar una entrada a Anna, pero de diciembre acá he tenido problemas con la máquina de fotos, hasta que por fin dejó de funcionar. Desde mediados de marzo uso otra y me dicen que el arreglo de la primera me puede costar casi tanto como una nueva. El caso es que estaba muy contento con ella, es posible que ésta sea incluso más sensible, pero quizás por eso mismo no acabo de pillar bien los primeros planos, y soy de los que no pasan de una o dos funciones, aunque ofrece un montón de alternativas. Bueno, con la otra tampoco es que lo bordara, pero creo que para mis necesidades ya le había cogido el tranquillo. ¡Y además lo hacen todo ellas!

Todo eso sólo para disculparme de la regular calidad de la imagen, el trabajo de Anna es mejor de lo que se ve aquí.

Cada invierno, desde que empezó a confeccionar artesanalmente los pliegos de papel reciclado, nos envía a sus amigos una felicitación del nuevo año. No siempre coincide con las fechas de las Navidades porque no se trata de una tarjeta al uso, sino de un regalo personal hecho con el amor que no se puede comprar porque no está en venta, ¡nin falta que fai!

Esta es la tarjeta del año en curso, una preciosidad. Seducida por el Oriente más extremo por cuestiones personales que no vienen ahora al caso, muchos de sus motivos tienen que ver con esa cultura y esa parte del mundo: China, Japón...

Como no tengo una etiqueta de Currucas pardas hembras, incluyo a mis amigas en ésta de Alfabetos. Anna podría ir muy bien en Pindura, pero esa la reservé desde el principio para ir enseñando mis propios trabajos.

Conocimos a Anna y a su colega un verano en Yogoslavia, en la desembocadura del tristemente famoso río Neretva, antes de la guerra. En aquel primer encuentro debimos de parecerles una pareja de zumbaos, más que nada por los sustos que les dimos, sin pretenderlo, por supuesto.

La tarde que nos encontramos, mientras nosotros nos bañábamos y ellos tomaban el sol, a la orilla de un lago cercano a la costa, mi amiga pasó por un apurón en el agua del que la saqué con mis escasas artes natatorias dejando allí medio resuello. Tardaron en darse cuenta de que lo pasábamos mal, cuando ya casi alcanzábamos la orilla, de la que afortunadamente no estábamos muy lejos, y fue Anna, que descansaba tumbada más cerca, la primera en levantarse asustada para echarnos una mano.

Pues ni corto ni perezoso, al día siguiente volví a ponerles la sangre en un puño cuando me atreví a cruzar con ellos el lago. Al poco de pasar el centro empecé a sentirme débil y medio mareado. Notaba el agua muy fría y llevaba años sin nadar más de cien metros seguidos.
Esta vez fue el compañero el que tenía más cerca, ella iba un poco adelantada. El amigo me esperó y me acompañó hasta la orilla por si necesitaba ayuda, creo que si llego a cruzar solo allí me quedo. Me agarré a los juncos del borde exhausto, no tenía fuerzas ni para auparme y salir. El lago era muy profundo desde la misma orilla.

Con tanta emoción ya no íbamos a olvidarnos fácilmente de aquel primer encuentro: ¡uno no se va de vacaciones a un país comunista al otro lado del Mediterráneo para ver cómo se ahogan dos ¿simpáticos? compatriotas en una poza, joder! Hasta hoy.

No hablaré de su obra en esta entrada aparte de lo apuntado al principio, sólo era un pequeño recuerdo. Podéis consultar su blog, donde hay unas muestras de sus trabajos junto con un currículo profesional y artístico. Lo he puesto en Flanvoritos aunque lleva cinco años sin añadir contenidos, para quien quiera consultar algo de su obra. A ver si se anima ahora y lo actualiza. Más adelante espero dedicarle otra entrada para hablar un poco de su trabajo.


Que sigas viento en popa con esas pequeñas y grandes maravillas, Anna, y por tamaño pienso ahora en tu bosque de Canyes de bambú i fils de cotó que se puede ver en la página (y aquí). 

¡Muchos besos a todos!

Ramiro Rodríguez Prada


Yiang Chung Ling.



Salut

miércoles, 22 de mayo de 2013

52


Sangradero



Salí a tirar la basura



a la calle. Abrí la puerta del portal. No había nada. ¡Nada!, ni calle había. Me recogí anonadado.

           
Cova Villegas (voz), Ildefonso Rodríguez (saxo tenor e barítono), Fito Ares (saxo soprano e frauta), Antonio Ferreiro (saxo tenor e clarinete alto), Michel Canadá (guitarra) e Fernando Lamas (batería)
Jazz Filloa (A Coruña. 11.01.2011). 
Jazzanga.   Improvisation IV.


Salud y felices pesadillas


ra


P. D. Estaba solo en casa esa noche y no podía compartir con nadie mi extrañeza ni encontrar un asidero fiable. Me tumbé unas horas, pero era incapaz de dormir, por la cabeza sólo me pasaban imágenes fugaces que desaparecían como iconos de una máquina tragaperras. Me levanté y encendí el ordenador. Tardé en ver el 22. Tenía un nuevo colega con nombre que me sonó a árabe: Armibq. Gracias, amigo. Es un aficionado a la buena música y ahí a la derecha, en Flanvoritos, está su blog  ¿Qué oyen mis oídos?, y podéis comprobarlo

Escuchando después la música de hoy comprendí que era un recibimiento musical muy duro para él, la elección estuvo motivada por mi descontrol mental, es por tanto parte de la microhistoria. En fin, que decidí subir otro tema algo más cálido en su honor, también porque estos peines no dejan un resquicio para que se pueda oír la voz de Cova y a mí me mola. He dicho.


Cova Villegas Quinteto. Parque de El Cid. León 2009.



Buen día.

martes, 21 de mayo de 2013

Culo al sol


Cara a la pared
Oviedo  2012


El culo al sol 

Un copo de maíz en los trigales
la suerte de roncar casi a diario
salirte con la suya y la tangente

un corro de tortugas al relente
un ciego un sastre el peinador de humo
la pelota que se esconde entre la hierba

pasto de un dios solera de cenizas
y en la calle sandalias y cemento
con el paso de un vals sopla el nordeste


De  Interrogatorios y Otras partidas perdidas. 2013.

Ramiro Rodríguez Prada 

Melendi.   Calle La Pantomima.



Salud

lunes, 20 de mayo de 2013

Ο Γιώργος Σεφέρης, Yorgos Seferis


La Acrópolis desde el Centro de Tradiciones Griegas.
Atenas  2011

Ο Γιώργος Σεφέρης


Buenos días. Ya iba siendo hora que le dedicara alguna entrada a Seferis. He preferido dejar para más adelante el cuarto capítulo de Elytis y el tercero de Ritsos, que más o menos había prometido. Sigo sin encontrar los apuntes sobre Yiannis y de Odysseas creo que ya tenemos de momento una semblanza, biográfica y de su obra, suficiente.

Sergei Rachmaninoff, Preludio en Do sostenido menor, Op. 3, No. 2. 
Recita, Γιώργος Σεφέρης.  Το Φως. To Fos, La Luz.


Por edad Yorgos Seferiadis, Seferis, nacido en 1900, debería de haber sido el primero del que hablara, porque es el mayor de ese gran trío de poetas de las letras griegas modernas. A Ritsos le sacaba nueve años y a Elytis once, y fue además el primero en publicar, en 1931, Στροφή, tres años antes que Ritsos.

Pero las circunstancias mandan. Nosotros nos tropezamos con Yiannis en Limnos por pura casualidad: no lo habíamos leído, no conocíamos su peripecia personal y no sabíamos que había estado en esa isla, y en otras, en campos de concentración.
La proximidad ideológica, puesto que había sido un poeta de izquierdas que militó en el Partido Comunista Griego (KKE) y sufrió, después de la guerra civil y en la Dictadura de los Coroneles, las consecuencias, fue otro motivo de que buscáramos sus libros traducidos o las canciones griegas con sus poemas.

Pero es de justicia dar a cada cual lo suyo y el valor aquí no lo medimos en orden de aparición. El que fuera Elytis el segundo fue también azar: pasaba por Creta en aquellos días y me pareció oportuno sacar a Odysseas a colación, puesto que había vivido y se había formado, varios años de la infancia, en Creta.
Yorgos Seferis. Mikis Zeodorakis. Grigoris Bizikotsis.  Sto Perigiali To Kryfo. 1962.


Éste es quizá el tema musical más conocido con letra de Seferis. Lo musicó Mikis Zeodorakis y lo hemos escuchado tantas veces, tiene tantas versiones y tan aburridas la mayoría, que ya nos estomaga casi tanto como el sirtaki. Hay melodías de las que se abusa de tal manera que llega uno a detestarlas, algo así me pasa a mí. Pero tenía que ponerla porque trato de alejarme un poco de mis propias impresiones y un repaso somero como éste no podía obviar esta canción. Y después de todo, Bizikotsis es de los que merecen mayor respeto.

Seferis nació en Esmirna, Asia Menor, en una familia burguesa muy relacionada con la cultura, pues su padre era abogado y profesor en Esmirna y llegó a ser decano en los años 30, no sé si también rector, en la Universidad de Atenas, cuando ya estaban instalados en el continente. Se fueron de Esmirna en 1914, al comienzo de la primera guerra mundial.

El siguiente dato es también de memoria y por eso no muy seguro, tal vez leído en alguno de los prólogos a sus libros traducidos aquí, porque no lo encontré por internet. Stelios, su padre, hizo la primera traducción de una obra del griego clásico al demótico para ser representada, ¿Sóflocles?, cuando todavía vivían en Esmirna, ¿1908/10?.
Así que la decidida opción de Seferis por el demótico ya le venía de familia. Sus compañeros de generación tampoco dudaron a la hora de escoger una u otra modalidad de la lengua, de hecho en ésta de los 30 aparece la ruptura definitiva con los intentos de limpieza lingüística de la kazarévusa, pese que los cogoneles la volvieran a imponer algunos años después.

Es un lugar común en Grecia esta división entre lengua popular, demótika, y culta, kazarévusa (lit. limpia). Lo menciono para los que lo puedan desconocer.

Γιώργος Σεφέρης. Μίκης Θεοδωράκης. Μαργαρίτα Ζορμπαλά.  Αστυαναξ.


Desde 1917 vivió en París con su familia, su padre ejercía de abogado y él estudiaba Derecho. En los siete años que permaneció en Francia tomó contacto con la literatura del momento, especialmente la francesa, que le influiría, Claudel, Valéry, al que tradujo. Y siguió escribiendo, afición que cultivaba desde su adolescencia en Esmirna.

Pasó un tiempo en Inglaterra estudiando inglés para optar al servicio diplomático griego con garantías, donde ingresó en 1927, tras su regreso de Europa un par de años antes.

Si me he detenido en estos datos puramente biográficos es por situar un poco al escritor, que recibió una educación selecta y tuvo la oportunidad de tomar in situ el pulso de la cultura centroeuropea, para volver a sumergirse después en el mundo griego, él, que venía de Asia, de una tradición griega milenaria, pero con un roce también de siglos con otros pueblos que la enriquecieron, y al fin la perdieron. Un oriental refinado y un occidental culto, o a la inversa.

Tampoco es que quiera ventilar la cuestión en cuatro palabras, diciendo por ejemplo que Seferis tuvo un montón de destinos como diplomático, Inglaterra por dos veces, en los 30 y en los 50, Albania, Koritzá, recordad, aquella Niña arvanítika, greco-albanesa.
Pasó los años de ocupación alemana, en compañía de su reciente esposa María, con el Gobierno griego y la familia real en el exilio, hasta el 44. Después recaló en Turquía y en varias embajadas de Oriente Medio, hasta su retiro el año 61, siendo embajador en Londres.

No quería ventilarlo, pero casi. Porque la última parte de la entrada tenía pensado que fueran unas pocas citas de 6 Noches en la Acrópolis, una de las tres obras suyas de las que tengo algún apunte, y lo biográfico ya se me iba escapando de las manos. Algunos otros datos de su vida los iré incluyendo en los otros dos capítulos que tengo en capilla.
Es una obra en prosa, una novela corta pero con mucha proyección, pues en ella Seferis desarrolla los principios de una técnica que se haría famosa con el Cuarteto y Quinteto de Lawrence  Durrell, el del punto de vista, aunque no fuera un invento exclusivo de Yorgos.

De su tercer poemario, Στέρνα, Sterna, Cisterna, de 1932, es esta canción de 1979, con música de Triandafylídis y la voz de Iró Kutúvali.
Encontré una dirección donde César García Álvarez hace un muy interesante estudio comparativo entre Antonio Machado y Seferis y vienen traducidos estos versos, no sé si por César. Recordaba esa última estrofa, aunque creo que hay una errata, donde pongo peregrino él escribe pergamino, me quedo de momento con la versión que recuerdo: 

La sed de amor busca lágrimas
se mecen las rosas como el alma
se oye en las hojas latir la creación
el crepúsculo se acerca como un peregrino
luego la noche, luego la tumba

Γιώργος Σεφέρης. Πάνος Τριανταφυλλίδης. Ηρώ Κουτούβαλη. 

Το απόβραδο σιμώνει.  Se acerca el atardecer.

http://www.youtube.com/watch?v=FNxM2Wn0Bzg

Grecia, verano 2012.

Έξι νύχτες στην Ακρόπολη
6 Noches en la Acrópolis

Fue editada póstumamente, en 1974, Seferis murió en 1971. La tradujo al castellano Vicente Fernández González, recibiendo el Premio Nacional de Traducción por su trabajo, y la editó Mondadori en 1991. Son cuatro citas donde lógicamente no se aprecia esa técnica de la que hablé.

Ya mencioné varias veces la novelita, que lleva años agotada y descatalogada, se puede comprar en red por un precio entre 20 y 50 euros. En ella aparecen una serie de personajes que cuentan, cada uno desde su perspectiva, éstas Anábasis nocturnas.

Hay un personaje, el marinero Stratis, que parece ser el trasunto del autor, y otros seis más, uno por cada día de subida, Lala, Salomé, Nikos, Kaliklis, Nondas y la Esfinge. No sé quíén estaba detrás de esos nombres, pero cabe suponer que entre ellos estarían Durrell, Yorgos Katsínvalis, el pintor de Marusi, el del kikirikí colosal desde la Acrópolis, no sé si Miller..., Fermor cuenta la anécdota del supergallo recogida de Durrell, como he apuntado en un par de ocasiones.

Y la siguiente canción es de Μυθιστόρημα (1935), su quinto libro de poemas, que se editó en Chile en el 2001, traducido por  Miguel Castillo Didier, Mithistórima, Stratis el marino y otros poemas.

Recita, Σεφέρης.  De Μυθιστόρημα,  ΚΓ΄ Λίγο Ακόμα. 


- La Acrópolis, la roca sagrada, [...], un símbolo, una idea que nuestros progenitores, el Estado griego, la Nación, cuando ha existido, se han afanado en afirmar en nuestros tiernos sentimientos infantiles.

La siguiente describe admirablemente la situación entre los propios griegos, y Seferis no se refiere sólo a la cuestión lingüística.

... que antes de nada encargara la redacción de un diccionario común para que podamos entender, al menos entre nosotros siete, qué le dice el uno al otro.

Somos, lo cree la humanidá
el pueblo elegido,
pero desde la Antiguedá
no nos dá de sí el cocido

Era la letra de una canción de revista en la Atenas de 1923.

-  ... Grecia camina entre caballas y sardinas: un pueblo marinero.

-  ... nos hemos metido todos "dentro" de Grecia, hemos cerrado las puertas y hemos tirado las llaves al Egeo. Y ahora..., ahora nos disponemos a comernos unos a otros.

Γιώργος Σεφέρης.  Νίκος Ξυλούρης.  Eδώ τελειώνoυν τα έργα της Θάλλασσας.

http://www.youtube.com/watch?v=kK_kjkpuQjg

Dedicaré otros dos capítulos a obras en prosa de Seferis. El siguiente, dentro de una semana más o menos, será el  Diálogo sobre la Poesía. Y el mes que viene el tercero, los diarios, Meres, Días, del que tengo más citas porque el libro es más grueso y muy sabroso. Todas son lecturas interesantes.

Salud y poesía.

Σεφέρης, recita,  Μποτίλια στο Πέλαγο.  Botella en el mar.

http://www.youtube.com/watch?v=slJ9064DS5Q

Ramiro Rodríguez Prada