sábado, 16 de julio de 2011

Nikos Kazantzáki

Le dimos un buen repaso a la música cretense, después de todo, con los capítulos del Teach y los incluídos aquí. Y tenemos tiempo de añadir más. Cité en varias ocasiones a Nikos Kazantzáki, el escritor cretense de mayor peso, no en quilos, y uno de los más grandes de la Grecia moderna, al hablar de  Zorba el griego o del ciclo del Kapetán Mijalis de Hatzidákis. Pero sólo le dedicaré algunos comentarios. Como en el caso de Theodorakis con la música, su escritura trapasó las fronteras regionales y nacionales, se hizo ciudadana del mundo, incluso a pesar de la escasez de ediciones o de su ausencia, como sucede ahora aquí. Esta popularidad de Nikos es la causa de la parquedad de mis apuntes, porque la creo merecida y poco más se podría decir de él que no sea redundante. Sólo animar a  leerlo, a los que todavía no tuvieron la suerte de hacerlo. Jesús Aller, amigo y psilicoso, os ilustrará en "Rebelión", si queréis pescao fresco.
Ahora que Grecia boquea asfixiada por la mafia bancaria, no está de más recordar que Kazantzáki murió, prohibido y excomulgado por la iglesia ortodoxa, en Friburg que, desde entonces, podrá presumir de haber dado cobijo y ser testigo del último aliento de este cretense universal, de ser por ello la más cretense, griega y mediterránea de todas las ciudades germanas. Deuda de honor, entre otras tanto y más grandes, que tal vez pudiera saldar la tierra del romanticismo, si la jeraquía del valor no estuviera secuestrada, en manos de ladrones de altos vuelos y trapicheros de la peor calaña. El epitafio de Nikos en Hiraklion, ´Nada espero nada temo soy libre`.  (Habrá segunda entrega ). Salud. Yasas!

Ramiro Rodríguez Prada.

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