lunes, 5 de septiembre de 2011

Atenas

¡Samba en Eleusis, Gran Kermesse de yonquis en la Acrópolis! Duérmete Perséfone/ en el abrazo de la tierra/ en el balcón del mundo/ y no regreses nunca, dicen unos versos de Nikos Gatsos. Bre polioduña, mavropsomí, mavragala!, ¡Zape, mundo furris, pan negro, leche negra!... .

La traducción ´zape` para la interjección griega ´bre` es libre. Se trata de una expresión interpelativa, ligeramente subida de tono dependiendo de lo que siga. Ante un nombre propio, Bre Milito!, puede pasar por un, ¡Eh tú, Fulano!. Delante de palioduñá, como aquí, sería el equivalente de una higa verbal al asqueroso viejomundo.
Aparece en muchas canciones  de rembétika que, como ya dejé explicado, son las músicas más orientales, gran parte de las cuales trajeron los griegos de Asia Menor desplazados o definitivamente expatriados tras las sucesivas guerras en los Balcanes y, sobre todo, tras la catástrofe de 1922  y su expulsión por los turcos de Atatürk. Dos millones de griegos debieron buscar acomodo, con preferencia en Atenas y alrededores, y ahí, en un caldo de cultivo de pobreza extrema, precariedad, alcoholismo, haschís y heroína, música y bohemia o malavaje y putas -el palioduñá, el mundo furris-, floreció el rembétiko.
Con éxodos posteriores, menores, como el que siguió a la segunda guerra mundial y a la inmediata guerra civil, rebrotaría.
Noventa años después de Bambakari, Delias o la eubiota Sotiría Belou, el palioduñá sigue campando por sus miserias en Atenas pero, desde hace más de veinte, en el corazón mismo de la ciudad, y sin música de acompañamiento que no sea una marcha fúnebre.
Hace veinte, diez, tres años, veíamos cómo dos yonkis se buscaban la vena sentados en un banco de Omonia, mientras un tercero vomitaba con la jeringuilla clavada en el brazo. Dándoles la espalda, una pareja de policías contemplaba la animación de la plaza llena de turrristas y atenienses, a las doce de la mañana.

Den plirono, No pago
(Oute egó!, Ni yo!)
Atenas, agosto 2011

No sé cuantas veces han prometido sacar a los colgaos del centro. Deambulan de un lugar a otro como almas en pena y se pinchan, donde pinte, esa mierda de heroína adulterada que nada tiene que ver con la que llegaba al Pireo en los años 20 en "to vapori avti Persía"... . El progreso, amigos.

Hace dos años, mientras comprábamos fruta en el mercado central de Athinas, una calle del triángulo del centro que une Omonia y Monarstiraki, un yonki bombeaba sangre y caballo -burro- ya mezclados en la jeringa, sentado en el escalón de un portal a tres pasos de los tomates.
Volvían a intentar otra limpieza, en Omonia y en más lugares, pero a nosotros nos recibía una pareja pinchándose en un lateral de la escalinata del Museo Arqueológico Nacional, ella en la pierna y él en el brazo, a las 9 de la mañana. Un poco antes habíamos visto cómo la policía, ni mucho peor ni mucho mejor que la nuestra, desalojaba el jardincillo aledaño a la Politécnica, junto al Museo, sin repartir las hostias que repartieron aquí, santo padre mediante.
¿Van a cebarse con una pandilla de desgraciaos?. Es un problema que supera a los policías de a pie que vigilan los accesos a los lugares donde acude la gente bien...comida, vestida, con la conciencia reeelimpia.

No sólo la indiferencia de la policía es grave, lo es la de todos nosotros y en mayor medida de los sucesivos gobiernos que han, que hemos tenido, porque el problema, no nos engañemos, es el mismo en todas partes, escondido en las trastiendas de la realidad, en los basurales del extrarradio o expuesto a la luz del sol, stin liakada, como aquí.

Aunque no hemos hecho más que plantear el problema nos hemos metido ya en un berenjenal de cojones, con las manos en la masa, entre los puerros, como dicen los griegos, por eso haremos un recreo.

Para dejar las cosas claras desde un principio, y guiar a quien le interese, diré que compartimos las ideas y opiniones de Antonio Escohotado relativas tanto al derecho natural y la usurpación del mismo por el aparato estatal -médico/psiquiátrico, judicial, policial y/o político-, como también las que se refieren a las drogas.
Su libro Historia de las drogas (Alianza Edit. 3 vols.) es la obra más interesante sobre el tema de los últimos veinte años, de divulgación pero rigurosa, tanto desde el punto de vista histórico y antropológico como del derecho y legislación nacional e internacional. Del uso y abuso de las drogas, desde la tradición a la psicodelia, la farmacracia y la heroína.
Naturalmente estamos, como él, a favor de la legalización de todas las drogas, ya somos mayores, no necesitamos a papá Estado y trataremos de morir dignamente.
Constatado el fracaso de todas las políticas prohibicionistas, ¿qué interés puede haber en seguir manteniéndolas? Mucho interés y muchos intereses... .
Hasta luego.

Yasas, salud!

Skylorómiros.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Casa en Plaka

Casa en Plaka
Atenas. Grecia 2011

Anafiotika, bajo la Acrópilis. A la atención, sobre todo, de Alberto Prado y de Andrés Edo.
Del Capi pues otro día quisiera hablar de grafitis y pintadas, porque me interesa el tema y él lo introdujo en una crónica del Teach en Desde la popa (9-7-2011 .De Koroni a Kalamata), a propósito de unos descerebrados que emporcaron los vagones y locomotoras originales en un museo del ferrocarril  al aire libre en Kalamata.
De Andrés porque  le gustan éstas y disfrutaría como una morsa rubia en Atenas y en Grecia con su cámara, si no quemara tanto el sol.

Es, en realidad, la introducción para hablar de la ciudad, por la que siento lo mismo que muchos atenienses, una mezcla de amor y odio. Lo haré en breve en varios capítulos que tienen que ver con la realidad actual, no tan diferente a la de hace 20 años y, en algunos casos, a la de los años 20,  o cuarenta.... Atenas sucia, arrasada, en una ruina perpetua y siempre creciendo, caótica y viva, caliente, llena de refugios, ensimismada, abandonada...

Yasas, salud!

Barbarómiros

viernes, 2 de septiembre de 2011

Domates, tomates



Los reyes del mambo

Grecia, agosto 2011

No sé la variedad, los supongo híbridos de los más comunes, me dejaré instruir por Pacho, que es mi colega especialista en estos asuntos y Gran Tentador de melones de Villaconejo, título que ostenta desde el año 2000, ininterrumpidamente (menos un año que no hubo por...lo que zea, ea!) hasta nuestros días, pero lo que sí sé es que a estos tomates había que cantarles una saeta antes de comerlos, ¡Virhen santa de la Rinunsiasión! ¡Óle, Óle y Óooole!

Engordé cinco kilos y tengo más tomate que sangre en el cuerpo.

Fueron, un año más, los niños mimados de todas y cada una de las comidas, cenas o desayunos que hicimos.
Pero no traje semillas para Pacho, los suyos asturianos y de otras razas, ahora, están tan buenos como estos. Pepe Pirrúla, el Picabrotos, les dedicó el año pasado más de una tonada, unas mineras.

Me sumo con unas toses de alegría.

Yasas, salud!

Barbarómiros.

Psijí ke psomí

Grecia, agosto 2011


Psijí, alma. Y también aliento -pneuma-, complemento del cuerpo -soma- en el binomio clásico, psomí, el pan nuestro de cada día. Pan y circo dirá algún recalcitrante actualizando...
Piástike i psijí mu!, se me encogió el alma cuando Antigoni se abrazó a mis rodillas.

En un pueblo pequeño, un puertín, como en el que estuvimos no se notan tanto las carencias como en Atenas, pero ahí estaba la gitanilla Ioanna, en el concierto de Eleni Legaki, a las tantas de la madrugada con sus hermanas y hermanos vendiendo flores al respetable, y pétalos de rosa a los danzaris del nisiótiko y del escaso zembékiko del fin de fiesta. ¿No suena?, el paisaje se puede ver aquí.

Aparte del ejemplo anterior, al que nos hemos ´acostumbrado` ya en media Uro-pa  como a algo crónico es decir, a una enfermedad no a una injusticia, está claro que los trabajadores no pueden salir y gastar como el año pasado.
Las pocas tabernas que hay en el puerto han trabajado a medio gas y algunas bajo mínimos, porque viven de la gente del pueblo, currantes como ellos, o de las pocas familias que veranean, de Atenas, Halkida o Salónica, de su misma clase social. Hay un bajón y todo sigue subiendo, las familias se lo piensan y no salen tanto.

No renuncian, con todo, a lo que les gusta, esa es su irreductibilidad, aunque sea más escaso. Y si no en casa, saben que este año muchos griegos se quedaron en sus tórridos pisos de la no menos turrada arrasada sucia y perra y querida mitera mu, madre mía, Athina. Pero de esa hablaremos otro día, que no quiero amargaros más el pan y el alma.  Bre palioduñá, mavropsomí, mavragala! ¿Psijí?, ne. ¿Psomí?, ne, ne..., que no falte y que sea blanco, parakaló!
Yasas, salud!

Barbarómiros.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Antigoni


El corazón de Antigoni

Grecia. Agosto 2011

Antigoni tiene siete años, es la mayor de las hijas de Rena y Dimitris, es un poco tímida pero muy cariñosa, se me abrazaba a las rodillas y me espachurraba el alma. Le dejé la libreta para que sus padres apuntaran la dirección y ella me pintó el corazón. Es para mí el símbolo, lo más tierno y poderoso, de este agosto eubiota y griego. La pequeña Mirtó, de dos años, corre y parlotea, Antigoni la cuida. ¡Besos a los cuatro! Yasas, filoi mas!

Barbarómiros