domingo, 29 de enero de 2012

Cartulina


Sin título, 1995
Acuarela y témpera
Ramiro Rodríguez Prada

La historia de la gestación de este tango porteño la contaré completa algún día en Música española, en más entradas que dedicaré al Púlgar, si llego.
Fue una respuesta inmediata y genial a Ena tangó, un tango griego sin el fuste del argentino, a mi entender, de la gran intérprete Jaris Alexíou. Nos gusta más Jarula en otros estilos.

Copiaré la letra para que el traductor permita, a los lectores extrajeros que no dominen el castellano, disfrutar también de ella, con guiños casi gunfardos.

El Pulgarzito, Estereotipo.



Calamidad/Qué mala vida/dibujando eses por el bulevar/Ese es tu retrato/huele a alcohol barato/otra mañanita/sin desayunar.
Y una noche más/agarrao a la farra/arreglando el mundo/en la barra/de un bar/con esos muchachos/alegres no más/esa Cumparsita/que te suele acompañar.

Estereotipo/melodía de ultramar/con la luna del Plata/pintando de espejos/las calles/las ratas/bandoneones viejos/sonando de fondo/en el arrabal.

Y esta morena/vestida de humo/bebiendo y bailando/mostrando el detrás/y la delantera/dale Albiceleste/la mano en el pecho/después de marcar.
Pero en la taberna/la reina de corazones/busca explicaciones/pregunta porqué/Porqué se murieron todos esos sueños/porqué se quebraron/las flores de papel.

Estereotipo...

Y ya lo ves/claro y argentino/sereno y con vino/volviendo a "Volver"/cortés y valiente/vulgar y corriente/yo le doy la vuelta/a lo que está al revés.

Estereotipo...


Salud, Υγεία!

Μπαρμπαρώμιρος
Barbarómiros

sábado, 28 de enero de 2012

Nene, ¡el coco!.


León, noviembre 2011

El título, más ajustado a lo que escribe, es una parodia de Nene, caca, que usa esta semana Andrés Trapiello en esa columna suya del Magazine llamada Vueltas que da la vida. La frase la atribuye al rey, en tono naïf, dicha a su yerno para que no meta la mano en la mierda.
Hace bien Andrés en escoger ese estilo porque el nivel político de sus opiniones no va mucho más allá. Ya le dedicamos una de cal, hoy le daremos una de arena.

Yo esperaba un rapapolvo a la monarquía, pero lo que hace es ponerla en guardia frente a los incontrolados de siempre que sólo intentan arruinar a este país. Suena tanto el discursito, que parece salido de la escuela del cara al sol.
El esfuerzo que hace en el corazón del texto, citando a Lenin en positivo o a Bergamín en negativo, queriendo demostrar que chana de política, ¿sovietaria?, ¡vete por ahí, inventor!, resulta más patético que otra cosa. Va la primera faltada, ¡trapero, a tus trapos!.

Cuando, hacia la mitad del artículo, cambia el registro infantiloide y utiliza el término, medio cheli, "largar", bien escogido por cierto, para referirse a lo que ha hecho el pueblo con algunos de sus reyes, mandarlos al carajo, no deja claro si se debió a la incompetencia -entre otras cosas, todas de bulto- de dichos monarcas o a la incuria y perversidad del voluble populacho. Parece más cosa de este último, porque básicamente es una amenaza suave al rey, ¡Nene, el coco!, ¡Xuanín, el pueblu!

Más adelante ya no habla del pueblo o de "este país" sino de España, que parece lo mismo pero no lo es. Como no puedo creer que no sea consciente de ello, ni lo disculpa su escasa formación política, tengo que pensar que manipula conscientemente las categorías, haciendo malabares no en beneficio del argumento sino de su tesis final. El pueblo es la masa ignorante, este país los rojos y España las esencias. Eso es lo que se desprende, ¡óle ahí tus cohones de piadoso antitaurino, machote!.

Teniendo a un rey simpático y campechano, ¡qué importa el resto!, basta con "parecer honrado". ¡Ay Andresín, las vueltas que da la vida! ¿No confundes, además, simplicidad y simpleza? Estúdialo. No sé a qué esperan para invitarte ya a la próxima audiencia real en la Zarzuela, ellos sí lo estudian y tú lo estás deseando.

La conclusión del texto es otra amenaza, más seria por las consecuencias que sabemos, pero no del pueblo al rey sino del Coco a todos, incluídos izquierdistas y "miles de republicanos moderados", entre los que supongo que se incluye él mismo.
¿Que significa eso, Andrés, que son republicanos por el culo pero monárquicos por las témporas? Sospecho, claro está, que tienen más de moderados que de republicanos.
Pero por más que lo entienda no te comprendo y tampoco quiero hacer de esto una controversia semántica.
Los republicanos también tenemos miedo al coco y amamos la paz. Serán distintos cocos. ¡El republicanismo radical es el causante de todos los periodos negros de nuestra historia!... . ¡Ayyy!. Esto son reflexiones mías al hilo de la letra, será que soy corto de entendederas.

Nueva pregunta, en realidad ¿quién es el coco, los republicanos, el pueblo, este país o España?¿No serán tal vez los reaccionarios de siempre que aplaudieron e impusieron por las armas, históricamente, una vez tras otra, la vuelta a las caenas?.
No, el coco más cercano que encontramos en su articulín está en: "la idea de entrar ahora en la vorágine de una república federal, con regiones enteras amotinadas pugnando por la independencia, resultaría pavorosa". ¡Badre del abor herbosoooooo!

Astorga, 2011

Lo que resulta pavoroso es tanta desmemoria, y tanta lituratura patriotera para asustar a niños "apasionados" y caprichosos como somos los del pueblo español. Ingobernables según dicen los que nos malgobernaron.
Esto no es equidistar, Andresito, es tomar partido por la mediocridad rampante que ha escrito la historia oficial de España en el último siglo, y antes. La de quienes no dejaron de detentar el poder real en todo ese tiempo hasta hoy. Y no hablo de los historiadores profesionales, aunque podría hacerlo también de algunos.

¡Tendrás muchos seguidores y lectores, entre los últimos me puedes contar, pero estás en la inopia, en el limbo, compadre! Claro que, ahí no hay bien ni mal, son todos maniqueos originales en clima templado. En el balneario. ¡Chachi!.
¿Sabes que los asustanenes como tú siguen alimentando la idea de las dos Españas para que una siga acojonando a la otra sólo por pensar diferente? ¡Detente Abraham!...

El remate lo pone al final, como debe ser. "España ha dejado demasiadas veces ya de ser monárquica de la noche a la mañana"... Si en lugar de usar el "demasiadas", hubiera utilizado "muchas", pasaría por una afirmación aséptica, pero enseña de nuevo la oreja, prefiere estar con los que siempre oponen el desorden y la anarquía a esa democrática "ficción que dure al menos otros treinta y cinco años", un calco de los 25 (40) años de paz orgánica franquista que él mismo vivió en la realidad, hoy falseada, de su infancia bien protegida, dirigida por otro reyezuelo, éste de bastos y/o de espadas, de talla corta y aliento largo pero, por supuesto, también monárquico, según decía. Gente de orden.

¡Cuidadín, nenes, que viene el coco! ¡Vale, figura!

Nos gustas más cuando no te metes en camisas de once varas e intentas justificar tu propio miedo asustando a los demás. Revisa tu papel de voz áulica porque creo que estás bastante pasado de vueltas narcisistas y eso te provoca afonía. Dedícate a la literatura que es lo tuyo y sabes más.

Dicho todo ello con el grano grueso de la arena, pero con cariño, sin acritud.

De Rubén Blades, de un concierto en vivo en Cali, una de las ciudades grandes de la salsa, Pedro Navaja.


Una de Chavela Vargas, Que te vaya bonito.


Salud, υγεία!

Ramiro Rodríguez Prada.

viernes, 27 de enero de 2012

Flores de la terraza -4


Crisantemos para Theo

Buenas. Cercado y atacado por el enemigo en varios frentes esta última semana, en particular por la recaída de una amiga en su enfermedad, pero también por el tiempo frío que me pone un madero al hombro día y noche. Cansado de maldormir, anduve tristón, con pocas ganas de broma. Y sigo.

Días atrás, amenazado por el torno del dentista, asedio que terminó ayer con la extracción de una muela y lo que te rondaré, morena, depuse las armas y me entregué a la cuchilla.
Tras el primer asalto del odontólogo, sin mayor daño, estuve preocupado por Giannis Tzakós (apodromos), al que encontré desalentado, dispuesto poco menos que a tirar la toalla en Shutterchance. Intenté animarlo pero yo estaba también para el (pal) arrastre.

Me llegó un poco de calor, que agradecí, por parte de Belén Lozano (crecer), y sus comentarios positivos. También algún guiño de Juan Carlos Rubio (offtravels) y de Valentín Cabañas (carasur), que está colgando esta semana fotos muy guapas de Lisboa y el estuario, con esa luz y esa atmósfera neblinosa que es la esencia misma de la ciudad, húmeda y melancólica como un fado.

Llena de penas me acuesto y con más penas me levanto. Amália Rodrígues, Lágrima.


Chéia de penas me deito
E com máis penas me levanto
.    
Valentín le deseaba paz a mis pulmones y eso fue lo que les di la tarde que pasé en compañía del Picogordo, bálsamo curativo por inhalación, aunque esto es el rayo (la tos) que no cesa. Repasamos también el hígado, para rematar la faena por la brava y estimular la bilis buena, pongamos por caso.

No sabía que me aguardaba otro desencanto al llegar a casa con la soberana, como decía don Ramón. Después de cenar, cuando terminaba la crónica del día, que suelo colgar entre 12-12 y 1/2, escuché por la radio la noticia de la muerte en accidente de tráfico de Theo Angelópulos. ¿Eran las once?, hacía pocos minutos que había fallecido.
Se me cortó el fluss y el colocón,  y eso que estaba con una canción rebética de Marió, ligera y alegre, que habla del haschís.

Como un soplo de brisa benigna recibí la noticia de la vuelta de Alberto, el capitán del Teach, a su blog náutico, Desde la popa. Parece que se ha decidido a contarnos las aventuras y desventuras del regreso de este verano desde Grecia. Saben que estamos con ellos y que no los olvidamos.

¡Bienvenido, Capi!

El sonido de las gotas de lluvia sobre los tendederos del patio interior me deprimen, porque me recuerdan de nuevo el aguacero que soportaba el exiliado en la película Regreso a Cythera. Y no tengo ganas de seguir y entristeceros con mis quejas.
Y acabo de ver una foto de Marta Capote después de mucho tiempo sin colocar una en Shutter. ¡No lo dejes, colega, sigue! Ánimo.

Prefiero dejaros, después de todo, con un mínimo de buen humor irónico. Por gentileza de Moncho Alpuente y sus Kwai,

Hay días que no está uno para nada...  


Mejor dejar dormir
el negro porvenir...

Que descanséis. Hasta mañana. Salud.

Ramiro

P.D. Un tema que nos propone Ana Capsir, de Navegando por Grecia, Sinefiasmeni  kiriakí, Domingo nublado, canción de Basilis Tzitzanis interpretada aquí por esa voz prodigiosa que era la de Stelios Kazantzidis, cambiando un poco la dirección de youtube porque no sale la otra, pero creo que es la misma versión.


Otra versión la puse en una entrada de Geotermias titulada La capa del pobre, en Geotropía. Es la de Sotiría Belou, una de las rebétissas más duras del género, pero vale la pena repetirla aquí.


Besos.

jueves, 26 de enero de 2012

Sombras -4


San  Justo de la Vega. Invierno 2011

Θόδωρος Αγγελόπουλος, Zeodoros Anguelópulos.
(1935-2012)

Ayer, a las cinco en sombra de la tarde, cuando la moto del policía fuera de servicio atropellaba a Theo Anguelópoulos, estaba hablando de él con la curruca Fernandina, el Picogordo, porque le llevaba la novela de Petros Márkaris, coguionista en media docena de películas de Zeo, y el Arruabarrenensis, discípulo de Goethe, de Fausto o de Mefistófeles, no lo sé a ciencia cierta, no sabía que Márkaris era guionista y el traductor al griego de ése y otros grandes autores alemanes.

Lo habíamos mencionado aquí, precisamente, la pasada semana en los artículos dedicados a la última novela de Petros, Con el agua al cuello. Y ahí apuntamos los títulos y el año de algunas películas de Anguelópoulos.

Una banda sonora de Eleni Karaindrou:


Tras una tarde de charla amigable sobre literatura y Grecia, nuestros temas más comunes, de envasar una buena cantidad de cervezas y fumar como fogoneros, llegué a casa  más que animado, tupíu,  como decimos por Asturias, tupido como un colador o una tubería.
Al terminar de cenar y quedarme solo en la cocina escuché por la radio la noticia  de la muerte del más grande cineasta griego hasta el momento. De los detalles me he ido enterando hoy.
Por ejemplo, que el accidente fue en Drapetsona, cerca del Pireo, mientras atravesaba una calle.

Varios pensamientos e imágenes he venido asociando a su muerte, sin oponerles resistencia, permitiendo que me gane la melancolía. Apenas menciono películas o directores aquí porque veo poco cine y no es mi fuerte, pero inevitablemente, recordé algunas escenas de sus películas. Imágenes, la mayoría, de un magnetismo visual extraordinario.
El paisaje nevado de una Grecia nada turística pero más real, el final de La eternidad y un día, La mirada de Ulises, los comediantes silbando la Tarara caminando por las vías, los impermeables amarillos en bicicleta y el autobús en La eternidad, la tristeza del Viaje a Cytera y en general el argumento de esa película conmovedora.


León, diciembre 2011

Cythera es la isla donde nació Afrodita, aunque después fuera Chipre su lugar de acogida y reposo. Y de solaz y descoque, como las bellas de Espronceda en sus lechos.

La película narra la vuelta a Grecia, después de veinte años, de un comunista que tuvo que abandonar su país y su familia, tras la lucha en la resistencia y la posterior guerra civil, y exiliarse en la Unión Soviética.
En la URSS ha formado otra familia pero regresa al cabo para reencontrarse con su pasado, con sus hijos, que no lo aceptan ni lo reconocen como padre, y con su primera mujer, que no se ha vuelto a casar y comprende la tragedia de aquel hombre, que es también la suya, uno de los dramas de la moderna historia griega.

El exiliado acepta el frío que lo recibe, porque tal vez era ya un intento condenado al fracaso desde el principio, una derrota más, y espera en la noche, bajo la lluvia, para subir a una balsa de tablas que lo acercará a un hipotético barco nocturno, fantasmal sin duda, que pasará a recogerlo en el exterior del puerto y lo devolverá a Rusia.
Era la versión original en griego y no pude hacerme con todos los detalles del guión. Pero estoy viendo al hombre junto al embarcadero, empapándose del aguacero que cae, como lo ve la mujer a través de los cristales de su casa.

Ella sale para llevarle un paraguas, pero se queda con el paisano, con la memoria de ambos, y juntos suben a la balsa  que se va alejando bajo la lluvia hasta perderse en la oscuridad.

El viaje a Cytera es una vuelta al amor. Trágico porque en lo que pensamos es en un suicidio de la pareja.

Las otras ideas que me asaltaron tenían que ver también con las coincidencias, como la de estar hablando del director cuando lo atropellaron.

También de Eleni Karaindrou, La eternidad y un día.


Invierno 2011

En uno de los números de Psilicosis hablamos de Gaudí, alcanzado por un tranvía en Barcelona y de Roland Barthes, en París por el furgón de una lavandería.
Más próximo aún a Angelópulos, no sólo en kilómetros, como director y artista, a Pasolini le pasaron por encima con un coche, en un episodio que no llegó a resolverse convincentemente.
El gran novelista Kostas Taksís murió también en Atenas en lo que se interpretó como crimen pasional entre homosexuales que tampoco se aclaró del todo.

Los amigos de la criptopolítica y la conjura llegaron a interpretar algunos de estos casos, como los dos últimos y otros menos conocidos de la misma época, como asesinatos políticos planificados, pero nunca pudieron aportar pruebas. La genialidad de todos ellos, sus feroces y lúcidas críticas al sistema, la radicalidad de la vida privada de Pasolini o Taksís, invitaba a especular con la existencia de una mano negra bien dirigida.

No accidente, sino asesinato político de la extrema derecha griega, fue la muerte del diputado de la izquierda, Lambrakis, ocurrida en Tesalónica, cuya historia recreó Vasilikós en la novela Z (67), y en el cine el director Kostas Gavras (69). A Lambrakis lo mataron atizándole un garrotazo en la cabeza con una porra desde una motocarro en marcha.

Sin tomar partido por estas teorías no deja de ser curioso que Angelopulos preparara su nueva película, en la que iba a tratar la crisis griega actual, y que haya sido un policía su ejecutor, aunque sea de paisano y "sin querer".
Lo cierto es que han matado a un poeta del cine y a un baluarte contra el statu quo.

El viaje a Cytera, banda sonora compuesta por Eleni Karaindrú, como las de otras películas de Zéo.



Salud y felices sueños.

Barbarómiros.

miércoles, 25 de enero de 2012

Flores de la terraza -3


 Crisantemos, invierno 2011

Del Pulgarzito, de su último doble CD, Nomemorí y Vengafiesta y de este último, las sintonías, un  bacilón ligüístico en el título, Isthar Bull, full de Istharbull, de Istambul o de istar del bull mui full, o sea, istar mu fur der bur, Istarbur bury stin bulli, Ian Dury, estar der bulli mui dury porer norte y porer sur  y.
Es el contrapunto elegante a la octava agónica de ayer.



Algo pasa, no estoy, no soy capaz de reírme hoy. Cualquier día es un milagro pero algunos más.

Una traducción precipitada en cuanto al estilo, pero con la ayuda del Inmortal Dimitris, la intentaré maltrasladar al castellano en un estado de enagenación notable después de una tarde con la curruca Arruabarrenensis, el Picogordo cardiológico, que me puso el coco carioco.

Canta Marió, la reina viva del rebétiko, un tema titulado Kati za ípie o Zeós, Algo que (fumó) bebió Dios, o Jasisi que o Zeós,  El Haschís y Dios. A la remanguillé:

Alrededor de la iglesia, directamente, (arround de ermita, directly)) 
¡Amám!
para quemar en el incensario (el mavraki, el marroncillo).
Un diácono en la esquina (en la inopia)
y el cura que dice (el enterao)
¡Amám!
-¿Le dijo algo, Marió mía, el cura al diácono? (Le dijo...)
-Nako mío, escucha para oír y mira para ver (atiende y vigila, pasmao).

Haschís fumó Dios
e hizo el mundo,
Y se lo dió al hombre (el marrón),
¡derviche mío! (inocente!),
y éste puede emborracharse (mamarse).
¡Dale caña que soy pescador! (dale puñaladas que soy médico, dice o Zeós, corta un cacho, mamarracho y coloca, broca!)
¡Toda la manga-ntería! (Los mangas, la baska monegaska)
Marronín de Bursa,
fumeque persa
y la brasa en el nogal (la pipa),
¡manga mío! (colegui),
el narguilé para quemar (el marronín).
Cuando me coloco,
¡mangas míos! (pasaos!),
las preocupaciones huyen de mí.
Unos toques al narguilé,
¡tronqui (mío)!, (turrión!)
me endulzan los colocones.
Unos tientos a la pipa,
¡colega (mío)!,
endulzan los colocazos. 



Boas noites.


Skylorómiros.