jueves, 21 de junio de 2012

Τσικουδιά, Tsikoudiá


El tsikoudiá del mi Dimitraki, 2012.


Nikos.

Era a finales de agosto. Llegamos a Janiá, Creta, sobre las doce de la noche, dejamos las bolsas en la pensión y nos echamos a la calle los cuatro como lobos en busca de unas pitas gyro para cenar. Ya sabéis, ese pan plano enrollado con relleno de carne, asada en un espetón de filetes que gira (gyro...), tomate, cebolla y alguna salsa, en Grecia tzatsiki (yogurtpepinoajoaceitesal), bien.

Νικος Ξυλούρης - Απ' των Χανιών την Πόρτα.

Estábamos al lado del puerto y enseguida encontramos un chiringuito. No había nadie ya en las mesas, sólo un chaval comiéndose un gyro de pie, bebiendo una cerveza y charlando con el camarero en una pequeña barra que daba a la calle. Todavía se veía gente paseando por los muelles y en las terrazas de los restaurantes, pero a finales de agosto los turistas comienzan a desaparecer y entoncenes, curruca, todo es más tranquilo.

Nos sentamos y pedimos téseres pites gyro me ola, cuatro pitas gyro con todo, y la bebida. Aunque los guajes eran pequeños ya estaban también enganchados al giro de la peonza del cerdo, cordero o lo que girara. Como habíamos saludado y pedido, esas cosas sencillas de decir, en griego, el camarero nos preguntó si éramos italianos. Puso cara de alegría y cierta sorpresa, no somos raros allí ni mucho menos, pero no tan habituales como nuestros vecinos, y aún menos con rapaces.

Nikos, que así se llamaba el camareta, se fue a la barra y trajo dos chupitos de tzikoudiá con unas frutas confitadas para acompañar, y calentar más el paladar a los críos que ya lo tenían ardiendo, mientras esperábamos.

Comimos las pitas como leones y repetimos escuchando un canal de la radio cretense con música de la isla, mucha conocida por nosotros: Nikos Xiloúris, su hermano Psarandonis, Garganurakis, Markópulos, Ludovikos. Cuando Nikos se enteró de que nos gustaban y chanábamos algo se sentó con nosotros dispuesto a no dejar escapar a aquellos medio jipis con niños. Puso la botella encima de la mesa y llenó tres chupitos.

Sobre la una de la mañana llevamos a los chavales a la cercana pensión y volvimos a lo de Nikos que nos quería poner unos CDs de un músico cretense que le gustaba, que resultó ser Giorgos Manolioudis, ¡e invitarnos a más tsikudiá!
Ya no nos dejó pagar nada más esa noche. Sentados los tres solos, escuchando música y charlando, nos dieron las tres de la mañana sin que nadie nos interrumpiera y mientras nos bajábamos una botella de tres cuartos de trilkudiá, στιν υγεία σου!,  stin iyía su!, a tu salud!. Vaya trío peligroso.  Así empezó el idilio...

Ίντα 'χετε γυρού γυρού - Νικος Ξυλούρης (Πρόζα) 

Quería haber hablado un poco de la historia y destilación del tsikoudiá que otros pueblos, como los turcos y albaneses, o los mismos griegos llaman también rakí y nosotros raki.

Variantes, y distintos nombres para un mismo destilado de orujo de uva, nuestro aguardiente. Pero me pareció más interesante contar cómo nos iniciamos en el vicio del tsikudiá, porque está muy rico y es un peligro, más suave e igual de potente que la mayoría de los nuestros que conocemos.
Esa otra información se puede rastrear en la red, y en la próxima entrada en esta etiqueta quería hablar de otro destilado de uva muy conocido, el tsípuro, entonces tal vez mencione algo de la destilación.


Rakí/Tsikudiá. Creta.

Tampoco quería adelantar mucho sobre la amistad con Nikos porque eso lo reservaba para la primera entrada que haga de Creta en Archipiélagos. En realidad fueron dos los hombres que nos encontramos nada más llegar y que nos echaron una mano, el otro es Akis, del que también hablaré en su momento.

Sólo añadir ya que los cuatro días que pasamos en total en Janiá, al llegar a la isla y al volver, acabamos en el chiringo de Nikos escuchando música y bebiendo raki hasta la madrugada, y muy pocas veces pagamos, sólo comidas o cenas,  ¡pero el tsikudiá no había manera!

Μουσική/Στίχοι: Λουδοβίκος των Ανωγείων. Μαριώ.  'Μπιτ Παζάρ'.
Música y letra Ludovikos ton Anoyíon. Voz, Marió.  'Bit Pasar'

http://www.youtube.com/watch?v=iQ2UGD1aPl0&feature=related

Στο Μπιτ Παζάρ στην αγορά
Πίνουν καφέ τα πρωινά
Οι παλιατζήδες του Μηνά και δεν μιλάνε.

En el mercado de Bit Pasar
Beben café en los desayunos
Los chatarreros de Minas, y no hablan.

Μα σαν αρχίσουν τη ρακή
Ο χρόνος δεν περνά από κει.

Pero cuando empieza el rakí
No pasa el tiempo por allí.

Υγεία, Salud!

Μπαρμπαρόμιρος, Barbarómiros.

P.D. Una dirección que me envía Marta Capote con fotografías de Javier Bauluz sobre la huelga minera y el enfrentamiento con la policía en Ciñera. ¡Gracias, Marta!

Que descanséis.

Ra.

miércoles, 20 de junio de 2012

Puertas de pajares -2

San Justo de la Vega. León, 2011.


Nina


En casa siempre hubo perro, el Tom, la Chispa, el Sol, la Luna..., pero no siempre hubo gato. La última que tuvimos era una gatina toda dulzura a la que llamábamos Nina, de Minina. Muy pequeña, era la misma ternura con piel de gata pero, como la mayoría de los de su especie, muy independiente y traviesa.

Pasaba la mañana tumbada al sol, subida en el tejadillo de la terraza, protegida del norte por una chimenea, como en la mejor solana del mundo. Se relamía, se desperezaba erguida estirando las patas y curvando el espinazo al máximo, daba un corto paseo hasta el tejado vecino, volvía pausada y majestuosamente y se echaba de nuevo en su rincón preferido.

Desde el patio interior, a la terraza superior y de ahí a los tejados de toda la manzana de casas con sus patios, corrales y jardines, sólo median dos o tres saltos. Nina visitaba regularmente esos territorios como otros gatos de la vecindad hacían lo propio con el nuestro.

Tenemos un vecino al que llamamos Quasimodo pero no tanto por su apariencia simiesca, que  también, sino por su condición moral: es un mal bicho, un amargao retorcido, un cenizo y cascarrabias insoportable, lo que se dice una mala persona, un cabrón, vamos.
Cuasi nos había avisado que la gata andaba rondándole las gallinas y que como la pillara le iba a dar un estacazo que no olvidaría.

Desde entonces empezamos a llamar a Nina cuando la veíamos desaparecer del tejadillo. Pero uno no puede estar vigilando al gato a todas horas y no era cuestión de atarla o encerrarla.

Un día se presentó en casa el fenómeno hecho un basilisco con dos pollitas muertas en la mano. Según él Nina había entrado en el gallinero. Mi madre se ofreció a pagárselas aunque no sabíamos si realmente había sido la gata la delincuente. Él no aceptó y se fue con su careto de mandril y su mirada torva y esquinada refunfuñando una amenaza,

¡Que tenga cuidao!... .



Roberto Carlos. 'El gato que está triste y azul'. (Instrumental).

Puerta de pajar con ventilación/gatera cerrada por alambrera.
San Justo, León 2011.

Así que cada dos por tres ya nos veías a nosotros salir al patio a llamar a Nina. Y se daba una circunstancia muy graciosa. Mi madre se llama Adonina, y la llamamos Nina, eso siempre dio lugar en la familia a todo tipo de bromas y equívocos mientras la gata vivió con nosotros. Tranquilos, murió de vieja.

Nina había tenido ya varios embarazos y sus consiguientes partos. Su nido y paritorio era la carcasa de madera de un viejo televisor de los años 60 que ella acondicionaba días antes del evento. No diré el destino de las crías, este es un tema cruel y para bien y para mal hubo de todo.
Se notaba ya que estaba preñada otra vez por la barriga gorda, pero también por su torpeza para subir al tejado. Porque ella no renunciaba a su solana ni a sus paseos en las alturas por nada del mundo.

Un mediodía, casi al final de su embarazo, Nina consiguió volver a casa y descender al patio sin la pata izquierda. Pensamos que el cabrón había puesto un cepo. Le enganchó el miembro por encima de la articulación de la rodilla, traía el fémur astillado y el muñón hecho girones, lo más probable es que la misma gata acabara de arrancar la pata para escapar.

Nina tuvo un parto prematuro pero consiguió sacar adelante a dos gatines mientras le curaba la herida y recibía los mimos de toda la familia, tumbada como una reina en su gran cesta de mimbre, dentro de casa. Vivió todavía varios años, sin embargo aquel fue su último embarazo. No renunció a su rincón favorito al sol, pero abandonó para siempre la aventura.


Ramiro Rodríguez Prada.

Vainica doble. 'El tigre del Guadarrama'.


Saluz y luz!

Ra.

martes, 19 de junio de 2012

Puertas de pajares


San Justo de la Vega. 2011.

Buenos días. Había puesto otra fotografía de este tipo de puertas en uno de los capítulos de las Tapias, que normalmente se sitúan en la parte posterior de las casas sirviendo de acceso a los pajares.
Este modelo en concreto es más escaso. Se trata de una puerta en la planta baja de la casa pero para un pajar, no para uso de animales que es lo más común. El pajar en el primer piso es lo frecuente, con un suelo de tablas más o menos trabadas, importa la buena ventilación, y un hueco de comunicación con las cuadras que están debajo.

Por ese motivo tengo muchísimas imágenes de ventanas, pero de ese otro modelo en el primer piso, más pequeñas y desde las que se llenaban los pajares arrimando el carro cargado de paja a la casa.
Hay otro modelo más aparente, parecido a este de hoy en el tamaño, es decir grande, más puerta que ventana, del que se conservan mejores ejemplos y que subiré en los siguientes capítulos, pero también situados en el primer piso, como las ventanas, que llegarán ¿en los posts sucesivos de esta etiqueta?. Veremos.

En la imagen superior podemos ver una puerta de entrada a un pajar que sitúan a medio metro del suelo para evitar las inundaciones. Si se moja la paja, fermenta y pudre y es inservible como alimento para el ganado. Por eso son recintos que necesitan una buena ventilación y estar saneados de humedades. Algunas de las casas donde ponían el pajar en la planta baja tenían bodega con lo que los pajares podían conservar el piso de madera y la aireación inferior. Otras asentaban el piso, siempre de tabla, unos centímetros por encima del suelo.

Las aberturas en forma de gateras o ventanucos en puertas y ventanas, con o sin telas metálicas, también para ventilar, son muy comunes. Tanto como los butrones y agujeros en la propia pared, de los que ya hablamos poniéndo algún ejemplo. También les llegará su monográfico.
La pared es de tapial y el apoyo de la puerta y probablemente el dintel que no vemos, tapado por un revoque de cemento y arena ya deteriorado, son de adobes.

Llama la atención el contraste del tamaño de los cantos rodados en la composición de la tapia con la imagen inferior, de grano grueso a todas luces, no raro en las casas, pero más frecuente en dependencias y murias de huertas. Más tosca sí, pero a priori no parece que el tamaño de las piedras afecte ni mucho ni poco a la consistencia de la tapia, es más una cuestión de disponibilidad del material y acabado.

San Justo. León, 2011.

La próxima entrada estará pues dedicada al segundo modelo del que hablé arriba. De esta imagen no hay gran cosa que comentar, la conjunción del tapial y el ladrillo, añadido aquí mucho después de que la tapia fuera construida, para sustituir un probable marco de adobes estragado, ya lo habíamos visto en los capítiulos correspondientes, incluso unidos en la obra original.

Espero poder volver a la fantasía, si tengo fuerzas, en los siguientes días porque estoy cansado de ocuparme de tanto chorizo cular, aunque comprenderéis que es dificil eludirlos, incluso ignorándolos nos joden vivos igual. Esa es una de las razones de la imposibilidad del apoliticismo y de la ingenuidad o malicia de sus seguidores los apolíticos. Pero hoy no tocaba eso.
En fin, hay quien disfruta con el jaleo, el ruido y el caos a la hora de inventar o fabricar sus historias, sus fotos, sus pinturas... . Yo prefiero tranquilidad y ahora no la tengo, la escasez de tiempo ya es crónica, continúan los problemas técnicos, y el futuro es impredecible, hermanos.

Si no soy capaz de sacar nada en limpio seguiré quejándome como una llorona y engordando el metablog, que es como llamo a estas divagaciones patafísicas. A mí también me gusta más el cuento, y ésta palabra más que la de moda  ficción.

Una música y me voy. En la entrada que titulé El largo brazo de Toribio, donde hablaba del Santo patrón de la diócesis astorgana y de la romería de San Justo de la Vega que se celebra el primer lunes después del primero de Pascua, ya dije que me había topado con una sorpresa. Dos CDs, grabaciones de dos jóvenes grupos de la zona entre cuyos componentes hay varios naturales del pueblo además de astorganos. Ya que volví a San Justo justo es que los recuerde.

Balacera se llamaba el grupo que ilustraba aquella entrada, y Cero Grados el de hoy que, además, tocaron este año la noche anterior al día grande de Santo Toribio. Este es el 6º corte de su CD Gracias por venir del que tienen un vídeo muy digno. Están empezando como quien dice, son unos críos.


Videoclip oficial  de  '0 grados'.  La chispa Merecida.  




Salud.


ramiro

lunes, 18 de junio de 2012

Fuera de juego


Trébol. Asturias, junio 2012.


Retornos


Cuando el dolor nos dice
dónde arrimar el hombro
y la sensibilidad es un sarcasmo
de aquellos niños ricos,
no tengo alma a quién citar
y me como el sentimiento
con patatas.

En el crepúsculo triste de la lluvia
salen los viejos sátrapas
al fresco.
En esta parte de la historia
la autoridad me pide
los papeles. No guardo nada
y voy desnudo.

De  'Interrogatorios y Otras partidas perdidas'
Ramiro Rodríguez Prada, 2012.


Antonio Vega. 'El sitio de mi recreo'.

http://www.youtube.com/watch?v=vy0M5x3z_ig&feature=related


Salud y felices sueños.

Ra 

domingo, 17 de junio de 2012

La ventana


Epifilo, Epiphyllum ackermannii y Rhipsalidopsis rosea.
Mi orgullo. Oviedo, mayo 2012. 

Un escándalo. No sólo la mejoría del tiempo y de la salud, también el regalo de las flores. Mis esfuerzos me cuesta pero, a cambio, cada vez que me asomo a la ventana para ver el sol y la calle me tiño entero de rojo pasión y es como si pintara, una ilusión más.

Están las vecinas enamoradas de mis ventanas que colorean como una isla la sosa fachada del edificio, del protobarroco franquista como diría la kurruka kardioilógika. Ya otros años repartí esquejes y este  tengo más peticiones, ¡que cunda el color!

Hice un par de entradas el año pasado con fotos de estas flores. El primero de mayo, creo, por el rojo, desde luego. Imposible porque empecé el blog en julio, pero hablé de ello en alguna, no recuerdo cuando. Una de ellas la coloqué en la etiqueta  Lo que se comió... (el tiempo). Me refería con esto a lo efímero de las flores y, en concreto, a las de los cactos.

Pero estas flores, decía, son de las más persistentes dentro de las cactáceas, epifitas de bosque húmedo en su origen americano, que se adaptan muy bien al clima de Asturias, húmedo y templado. La ventana, en un entresuelo-primero, está orientada al oeste que no es mal emplazamiento aquí para esta familia de plantas.


Epifilo. Asturias 2012.

En las otras entradas donde hablé del Epifilo lo llamé Pluma de Santa Teresa porque así lo nombra quien me regaló el primer esqueje hace unos 15 años, pero ese nombre se lo aplicamos aquí a otro cacto también epifito y de capítulos, muy conocido, llamado Rhipsadopsis gaertneri. Espero que la buena mujer no lea esto y se enfade por enmendarle el nombre.

Esta variedad roja, muy prolífica y resistente, es un híbrido europeo resultado de cruces con un Heliocéreus speciosus. Después del tiempo se ha ido volviendo leñosa en los tallos pero no cede un ápice en su derroche de flores y viveza de colorido.

En Cuacos de Yuste el 2-VIII-09, Luis Pastor. 'Flor de Jara'.   

Los capullos empiezan a aparecer en abril, tienen un desarrollo lento que dura casi un mes hasta que revientan la flores. Como son bastante grandes adornan ya la ventana durante ese tiempo.
En el mes de mayo se abren y entre su segunda quincena y la primera de junio la planta está en plena floración.

La decadencia dura todavía otro mes largo. Es preciso ir retirando las flores muertas pero van abriendo las rezagadas hasta más allá de mediados de julio. Después del verano, si reciben mimos, pueden tener una segunda floración más escasa pero maravillosa en cualquier caso.


Rhipsalidopsis rosea.
El nido de la Pardilla común, 2012.

La Rosea, de origen brasileño, tiene flores más pequeñas que año a año van reduciendo el tamaño si no se poda y se renueva la planta. Aunque también es muy florífica es menos resistente. Protegida por el Epifilo aguanta todo el año a la intemperie sin taparla, incluso heladas de -5ºC y más.

En Asturias no son plantas raras en ventanas y balcones, pero tampoco frecuentes. Este clima es ideal para ellas, en regiones más secas y soleadas es preciso colocarlas a la sombra y rociarlas con agua en los meses más calurosos.

A las dos especies les viene bien descargarlas un poco todos los años, podándolas. Además, las areolas de las hojas que florecieron no lo volverán a hacer.
Habrá cola para recibir los esquejes, que son extraordinariamente agradecidos. Recuerdo haber plantado una de esas hojas largas y carnosas a finales de agosto, y a finales de septiembre ¡había salido una flor roja enorme casi en el extremo al que curvaba un poco y que duró más de un mes entre el capullo y la flor, espectacular!.

Sólo hay que dejar unos días que cicatrice el corte de la poda y meterla en tierra floja con algo de materia orgánica en la mezcla (las epifitas necesitan también nitrógeno) y mantener el sustrato un poco húmedo con el tiesto a la sombra hasta que la punta de la hoja se afila poniéndose de un verde más claro, señal de que prendió y crece.
Tres semanas de cuidados preliminares, un pequeño riego semanal/quincenal dependiendo de la estación, y al año siguiente tienes ya una floración que ¡plifas, hortelanu!.

¡Pinceladas de pintura escarlata para mis ujitos!

¡Aaaaaay!....

Son tan grandes que más que pinceladas a veces parecen brochazos.

Me apetecería poner más imágenes de flores porque no sólo me gustan mucho, cultivo las mías y según los allegados tengo buena mano para ellas, y perdón por la inmodestia, yo no diría tanto. Sólo es cuestión de cuidado. Las plantas son otra cosa de familia, por parte de madre las ornamentales y de padre las medicinales.
Me apetecería pero parece otro lujo más en medio de toda esta sangría a la que asistimos como paganos. Paganos de pagar, claro. Me he echado atrás por eso varias veces y no me prodigo en esos motivos, aparte de que necesitaría una maquinaria y un conocimiento de la técnica fotográfica que no tengo. Así que sólo de vez en cuando.

Ajjjjjj, koloduñá, mundocular, hasta las ganas de ser felices nos robas, pobre renta!

Μάλαμας Σωκράτης, Socratis Málamas - Στα μάτια τα ψιχαλιστά, Ojos llorosos (los velos de la niebla en los ojos...). 


Salud y color.


Ramiro.