sábado, 5 de enero de 2013

Constantinopla


Mieles de Constantinopla

77


A pesar de que la de hoy es noche de cabo de año, día de difuntos, cuando se cumplen setenta y siete años nigrománticos de la desaparición del genial manco de Vilanova, no me vestiré de luto ni lloraré su ausencia, antes bien, celebraré su paso por el mundo con la continuación del relato que inicié en el capítulo anterior de esta etiqueta,  La pipa de la Sultana.

Con la última chupada al chibuquí cerré los ojos y oí cómo Eusebio llenaba los vasos de vino, su música me recordó la del agua cantarina de un venero oculto en la espesura, pura, cristalina, corriendo alegre entre berros y anémonas.
No sabría decir cuánto tiempo duró esta ilusión, pero fue como la de aquel monje al que se le congeló el tiempo dos siglos escuchando el canto de un ruiseñor.

Abrí los ojos. Estaba en el asiento posterior de un coche, arrancado, las puertas delanteras abiertas y  las luces puestas, parado a la orilla de la carretera.  A mi lado, con el cogote apoyado en la bandeja posterior y la boca abierta, roncaba Sebito. A un metro del auto, iluminadas las espaldas por la luz que salía del interior, el Narizotas, su compinche y don Ramón echaban, en un trío de risotadas, una plácida meada. Fue inevitable asociar el sonido acompasado de los torrenciales chorros con mi bucólica ensoñación de fuentes secretas.

Bajé del coche y me uní al trío cuando ya sacudían las chorras en los últimos estertores. Don Ramón se demoró un poco más, orinando a golpes, y me dice mirándome por encima de las antiparras, ¡É a cona, a bichana, a morena! ¡La castaña hombruna me corta el pis!, teño un mijo intermitente, como cans vellos.
¡¿Qué?!...
¡Que tengo un mear semafórico, como perro viejo!
Será la próstata...
¡No diga palabrotas, pollo, eso lo será usted!

Yo estaba en pleno éxtasis mingitorio y alcé la vista al cielo cuajado de estrellas, sin contestar, ¡que placeeeeerrr, qué alegrííííaaaa! Era como descubrir el mundo, mear por vez primera en la vida y ser consciente de ello, las estrellas de la Vía Láctea sonreían camino de Santiago, la orilla de la carretera  brillaba con la arena nacarada de las conchas y la mica del granito gallego.
A mi lado Valle había terminado y trataba de introducir su morcillona entre los pliegues de la capa y el frac que llevaba aquella noche.
Pero no parecía fácil la operación y el viejo manco arrebuñaba el culo hacia atrás encogiendo el escuálido esqueleto, tratando de encajar el cacho pellejo en algún hueco de su holgada vestimenta. Metía la mano con todo, pero volvía a sacarla agarrando la tripa por la punta y negando con la cabeza, ¡No, por ahí tampoco!..., parecía decir.

Lo observaba divertido, cuando se gira y suelta, ¿¡Qué pasa, nunca pescó truchas a mano?!. ¡Pues esto es igual, carallo! Y volvió al braguetón, encorajinado.

Volvimos juntos al cachilo del Narizotas. Estaban esnifando polvos alineados en un espejo. Al entrar nos ofrecieron, pero ambos rehusamos.
Don Ramón se sentaba junto al legionario en el delantero, Sebito seguía roncando en el asiento central posterior y el compinche del malevo y yo, junto a las ventanillas, lo flanqueábamos. Era un Mercedes blanco de última generación, como el que habíamos visto en Lo de Segis, aquel puticlub de Cambados, donde terminamos otra noche loca.

Os Resentidos.  Himno dos Percebes Benz.
 

El Legía salió a la carretera derrapando y al poco, ya en ruta, Valle se volvió a nosotros y señalando a Eusebio, comenta, ¡Como un guaje, se bebió medio jarro vino y a soñar con la su Jaki!, y remarcó el sonido de la jota castellana, lo que provocó las risas del Narizotas y su colega.
¿Y usted, rábula!, añadió encarándome, ¡¿Cómo le sentó el tiento al chibuquí?!
¡Estupendo!, dije con un poco cara panoli.
¡Estupendo, estupendo!...¡A usted le parece ése un concepto capaz de describir toda una experiencia mística, un tú a tú del Mundo y el Hombre! ¡La palabra quiere fuste, amigo, entusiasmo y carácter! ¡Estupendo!...¡Parece escupirlo usted! ¿Está seguro que no se le quedó emboscado en las faringes algún gargajo sin emplumar? ¡Pues si lo expulsó, séame más expresivo y silabee, conejo!

Yo lo miraba perplejo. ¡Pero don Ramón, si me dormí, sólo puedo decirle que soñé con una fuente!
Los tres se echaron a reír como si hubiera contado un chiste. De pronto el manco, poniéndose serio, me dice, ¡No me haga perder el tiempo, mulato!, ¿qué hay de las huríes?
¡No había ni huríes ni eunucos!, contesté ya mosqueado.
¡No se me abrave, compadrito, que la luna aún luce alta y se me erizan las pistañas!.

Los dos perdularios, sin entender casi nada, jaleaban al viejo con sus risotadas y si era dificil seguir una conversación normal, mucho menos aquellos salterios del chivo de Arousa.
Creo que estoy desperdiciando mis energías nigrománticas en aleccionar a un párvulo sin mayor mérito..., dijo el manco girando otra vez al frente como si hablara para si.
Sebito cambió en ese momento la postura de la cabeza sobre la bandeja y acompañó el movimiento con un ronquido monumental que volvió a llenar el automóvil de risas estentóreas.

¡Esta noche cae Constantinopla!, gritó don Ramón de golpe alzando el brazo bueno y el muñón.
El Mercedes atronaba de carcajadas y Sebio, como un trombón con paperas, daba el tono de contraste con los ronquidos.

Íbamos bordeando el mar por una zona que me recordaba la Costa da Morte, no nos habíamos cruzado con ningún otro vehículo y en cierto momento nos metimos por un camino de tierra entre el bosque, donde alternaban pinos y eucaliptos.
Otro ramal del camino, con señal de dirección prohibida y placa con la leyenda de Camino Privado, nos condujo otra vez junto al mar, hasta una especie de pequeño golfo  al final de un vallecico.

En un zona llana y elevada a unos doscientos metros de lo que debía ser maravillosa playa de arena, con varias supermotoras amarradas en un muelle mínimo, había una construcción moderna, estrambótica hasta decir basta. Una especie de castillo medieval, rodeado por una muralla almenada con foso y puente levadizo.
Pero lo más chocante era la iluminación del conjunto en aquel lugar perdido, espectacular, un emporio de luz, un derroche estilo Walt Disney. Todo lleno de bombillas de feria, láseres, farolillos, llamas falsas y teas de catacumba, banderas, colores chillones, como en el interior de una discoteca hortera.

Deslumbraba, tanto que Sebito despertó asustado llamando a su enamorada, ¡Jaki, Jaki!...
¡Aquí sólo hay jacas, Usebio!, rió Valle con un estilo pésimo de viejo sátiro, buscando la anuencia del Narizotas y el compinche, que no perdían ocasión de darle coba.

En la entrada al recinto, letras gualda sobre fondo rojo de bandera española, siguiendo el dibujo circular del arco del  portalón, un gran letrero luminoso en letras mayúsculas, anunciaba, con multitud de parpadeos, estrellitas, intermitencias y luces persiguiéndose y aureolando el texto, el nombre de aquella Cosa:

CONSTANTINOPLA

¡Resopla!, chilló Valle-Inclán.

Os Resentidos.  Economía sumergida.

Tiburcio Cañizares, cuentista


Don Ramón


Caricaturas de  Valle-Inclán, por  Álvaro  Cebreiro.
Este pintor firmó con Manuel Antonio el manifiesto  Mais Alá,
y es uno de los más claros exponentes de la vanguardia gallega de preguerra.
Los retratos de Valle son una simplificación total de la figura,
centrando el interés expresivo en los rasgos más característicos del autor.
(Las caricaturas y este texto al pie,  proceden de la página de la
Asociación Cultural Amigos de Valle-Inclán)

P. D. No sale la foto de las caricaturas de Valle-Inclán en las ventanas que hay en Mi lista de blogs, en la columna derecha. Supongo que en el resto de ordenadores sucede lo mismo. Ya me pasó también con la nueva entrada de Ana Capsir en Navegando por Grecia, sigue apareciendo la anterior, la de hace una semana. No obstante, si se pincha se puede leer la nueva, sobre lunas.

Aquí no sé si es debido a un problema de google, de formato o a la influencia de las meigas valleinclanescas. Me molestaría más que no pudierais ver las caricaturas, porque son buenísimas.

Como ya sé que las caricaturas sí se ven, pongo otra foto en la cabecera para que aparezca una ilustración en la ventana informativa correspondiente. Vale. 

Salud 

ra

viernes, 4 de enero de 2013

Nikos Dimou


Ilustración de  Heidi Sorg & Christof  Leistl,  Múnich.


La desgracia de ser griego


Buenos días. En respuesta a un comentario de César, Viriato, sobre libros que traten de Grecia, le recomendaba en primer lugar, entre los nacionales, a Enmanuil Roídis. Pues bien, esta colección de escritos breves de Nikos Dimou, está encabezada por una dedicatoria a la memoria de ese autor, lo que ya es un indicio de lo que nos encontraremos.

Roidis describía en sus artículos la Grecia finisecular o en los albores del XX. Y decía en uno de los capítulos que le dediqué, que parecía mentira que hubiera pasado ya un siglo, porque en muchas ocasiones Roïdis parecía estar describiendo la Atenas actual. Precisamente la Grecia en la que se escribe este libro de Dimou.
Nikos no ha escogido, como hiciera su maestro, la forma periodística, el relato en prosa o la crónica costumbrista, mundana, etc., y ha preferido formular, como dice en la cubierta, "estos pensamientos", que me parece palabra más ajustada que aforismos, para describir sus cortos textos. Ciento noventa y tres en total.

Son casi una selección decantada y actualizada de la amargura que destilaban las historias del siriota,  y con la misma temática, en esencia, Grecia y los griegos.

Escrito al final de la dictadura de los cogoneles y editado en el 75, es un libro oportuno para la coyuntura actual, griega y europeda.

Toreado por uno de nuestros primeros espadas del coso griego, Vicente Fernández -premio nacional de traducción por partida doble-, para Anagrama, se editó en octubre.
Ya leímos una reseña en el blog  La pasión griega, y la mi morena no tardó en buscarlo. Como es un libro con poca letra, se lee rápido. Pero se trata de un ejemplar de cabecera, para pensar y repasar, como un breviario de faltas, que podemos tener sobre la mesita de noche o junto al ordenador, para que nos recuerde de cuando en cuando, quiénes somos, de dónde venimos y adónde vamos por este camino, y ahora no me refiero sólo a Grecia.

Para elaborar sus reflexiones, Nikos parte en ocasiones de citas de escritores griegos: muy abundantes las de Seferis y Homero, pero también Roidis, Macriyanis, Solomos, Calvos, Sikelianós... . Como comentario a ellas, explicación, contraste o ejemplo.
Los textos vienen ensartados a veces por la temática, incluso encabezados por un pequeño título genérico, Familia y parentela, Sexo, Medio, etc. y se van desenvolviendo en un corto y didáctico ovillo argumental. Por eso, muchos tampoco tienen la característica de una sentencia única y acabada propia del aforismo, de ahí la objeción del principio.

Y hablando de pedagogía, él mismo dice en un post scriptum del 2012, "que se preocupa profundamente por su país, y trata de ayudar a su conciudadanos a cumplir la máxima délfica: Conócete a tí mismo." Y termina: "Los griegos, más emocionales que racionales, deben repensarse a sí mismos si quieren sobrevivir en el mundo moderno. Este libro trata de ayudar en el camino".

Pero no son palabras cómodas para los griegos, sino dolorosas, como también señala Dimou. Hablan de sus pecados capitales. No obstante, "Es una declaración de amor a Grecia, a la Grecia profunda, verdadera, y no la tierra superficial de los mitos que los propios griegos han fabricado para escapar de la realidad".

Terminaré con tres citas de uno de esos títulos, Medio, donde se enlazan varios párrafos.
Espero dedicar un segundo capítulo a una selección de citas, pero siendo ya un libro donde la afirmación o el enunciado de una verdad se hace de un modo tan resumido, directo y valiente, se corre el peligro de banalizarlo con una elección que, por acertada que sea, siempre será caprichosa. El autor ya se atuvo a una depuración que está en el fondo y en la forma del texto, por eso es más duro recortarlo. En todo caso siempre remitiré a los originales, en ellos está todo.

150

     La verdad es que esta tierra es tan hermosa que por momentos su belleza abruma nuestra alma como la sombra de nuestros ancestros. Otro complejo griego.

151

     En nuestro fuero interno estamos convencidos de que no somos dignos de vivir en una tierra tan hermosa. E intentamos reducirla a nuestra medida. A nuestro nivel. Y acabamos cubriéndola de cemento y basura.

152

     ¡Grecia nunca muere! (No desesperen; si nos empeñamos un poco más...)


Λουκιανός Κηλαηδόνης.  (Η Ελλάδα ποτέ δεν πεθαίνει, Grecia nunca muere).
 Το βαλς ποτέ δεν πεθαίνει.  El vals nunca muere.  
 
http://www.youtube.com/watch?v=SpdweG4plIk

He mencionado y puesto ya más de una vez este tema de Lukianós Kilaidonis, fue incluso la  primera canción griega que cité en aquella historia inaugural del 2010 en el blog del Capi, Desde la popa, cuando perdimos la hélice navegando de Skiros a Alónisos.
Es una marcha militar e himno patriótico,  Η Ελλάδα ποτέ δεν πεθαίνει, I Eláda poté den pezeni, Grecia nunca muere, al que el ateniense saca punta irónica convirtiéndolo en un vals y retitulándolo,  El vals nunca muere. 
 
 
Υγεία, Salud!

Ramiro Rodríguez Prada
 

P. D. Como escribo esta reseña a primeros de diciembre, y sigo sin resolver el problema de almacenamiento de imágenes, a menos que pague a Google-Picasa, hoy he subido la portada del libro sacándola de Internet. ¡Puedo usar libremente una imagen ajena y no puedo colgar mis propias fotografías!, algo no funciona bien.
Como habéis podido leer en entradas anteriores algunos problemas están resueltos de momento. Amén!
 

jueves, 3 de enero de 2013

Con la toña tomillera


La  Tomillera  sobre un pie.
León, abril  2012.

El Clásico


Muy buenas. Meses hacía que no veía a la Toña, desde la primavera. Hablé de ella en la entrada del 25 de abril, presentándola en la acostumbrada semblanza bioavícola inicial. Volví a citarla brevemente el 12 de julio, en un capítulo comunitario, Reunión de currucas -2, y le dedicaré el de hoy para celebrar esta nueva cita y enviarle un abrazo pajarero.    

La Sylvia conspicillata o Kurruka tomillera, la Toña tomillera, brañuelina, kulensis, o  Acuña matata, según las denominaciones por las que se la conoce en distintas zonas de la penénsula Sibérica, como dice Lucas de Geotropía, pasó unos días por el norte, acompañada por las tres pajarinas del nido y la Luna, su anciana perrina de lanas blancas. Está rodeado de señoras esta canora.

Hice algún retrato de los pinreles balompédicos de la curruca, sola, con una servidora y con la Luna, pero los sacaré otro día porque aún no los tengo en el archivo, por eso y los problemas conocidos, utilizo una foto del anterior encuentro. Y ya serán tres los canes que aparezcan junto a los andadores de sus dueños: la Popa, Paris y la Luna.

Curruca tomillera,  Sylvia conspicillata.


Es una gondringante gorreosa, ya dije, porqué está acostumbrada a pelear en el terreno de juego con futboleros veteranos más astutos y baqueteados que el Mono Burgos, y se las sabe todas, las marrullerías quiero decir, de sus pupilos y del adversario, ¡látigo con los rebalbos, kulensis!

Ahora bien, esta misma característica desarrollada en años de batallas campales, hablo en sentido figurado pero no tanto, junto a la impronta del lugar de origen de sus ancestros, Miño arriba Miño abaixo, hacen de él un pájaro dialéctico al que es también muy difícil doblegar en el campo semántico.

No hay ocasión en que nos veamos, que no nos enzarcemos en alguna controversia, la mayoría de las veces vizantina con v, que es lo más bizantino que se puede dar. Cuando nos damos cuenta, casi que cada uno defiende la opinión que sostenía el contrario al principio de la disputa,  o sea, la portería contraria, con lo que la cosa acaba generalmente bien, en un empate técnico. Pero jugamos el partido a tope hasta el último segundo.

Le agradezco mucho los apuros en los que me puso hablando de temas como las fronteras entre lo que se puede, se sabe, se debe, conviene..., decir cuando se tocan temas delicados, del riesgo real que es la escritura, de los límites entre lo privado y lo público, o entre biografía y cuento.

Curruca tomillera. Orihuela.


No suele ser la discreción una virtud cardinal de quien escribe, y supongo que uno no siempre sabe con exactitud dónde se sitúa la raya, por eso de tanto en tanto no viene mal mirar las cosas con otros ojos que no sean los propios.
Por ejemplo, hablando de indiscreciones, no estaría bien que yo descubriera las debilidades ocultas de esta curruca y las pusiera en conocimiento de sus aguerridos enemigos: ¡tiene una pata más corta que otra, y un huevo moreno y el otro rubio!. Mucho más si son falsos testimonios, que no es el caso, ¿dije algo que no debería?, la verdad por delante...

No obstante, esas lacras no afectan a la calidad de su juego, pero lo acobardarán si alguien se entera y le pide explicaciones o se mofa de tales rarezas. De este modo, hipocondríaco y rumiador, lamedor de sus heridas, en el próximo partido que disputemos estará a mi merced con el amor propio por los suelos. El juego sucio, siempre que lo permita el árbitro, también vale, ¡ea!. Como decía el bastardo Edmundo en Rey Lear,... El juego feo/ bueno será si sirve a mi deseo.
Menos mal que es bastante callado y canta en voz baja, como una buena parte de las kurrukas, porque de lo contrario, dada su insistencia crítica y su juego de pies, ya estaría yo atronao y más mareado que un merengue en el Nou Camp.

Y si el encuentro no acaba bien siempre es porque alguno de los dos golea al contrario, pero a costa de recibir tantos estacazos que la victoria deviene pírrica y al final no compensa.   
Es una pena que estemos tan lejos y nos veamos tan poco, porque entrenar bajo su pupilaje sería lo mejor que me podría pasar: quince minutos de juego con él equivalen a toda una temporada de partidos mediocres con otros entrenadores, una bicoca para un delantero como eu, rápido pero poco regateador. Su gran baza es que no sólo entrena, también juega, ¡y no veas cómo reparte estopa!, juego, quería dicir.

Y por hoy no va más. Casi he tenido que improvisar esta entrada, pues los pinreles de la tomillera eran de las pocas fotografías que había subido a los borradores del escritorio. Gracias a eso puedo seguir adelante. Porque, en el momento de escribir sobre este encuentro, aún no tengo plena seguridad de contar con imágenes para los días sucesivos, y vuelvo a programar las entradas sin tiempo por delante, que era una ventaja enorme para mí, de la que me venía aprovechando desde finales de primavera. Os contaré. Hasta mañá! 
Echo & The Bunnymen.  The Killing Moon 

La música la escogió la propia kulensis brañuelina. No estoy seguro de que se trate de este tema porque con los varios depósitos musicales que manejo me lío, pero sé que eran ellos y que le gustará.


¡Mucha salud, a currucas y demás pájaros pardos!


Cannavina Carduelis, pardilla común, rebétissa, psilicosa.

miércoles, 2 de enero de 2013

Lloriqueos y mandangas


Mercado de  El  Fontán
Oviedo, otoño 2012

Lloriqueos y mandangas

Buenos días. Hacía mucho tiempo que no volvía a esta etiqueta, pero llevo un par de meses con problemas de orden técnico, en el blog y en otros lugares y voy a llorar un poco. Ya lo hice en entradas anteriores, escritas casi un mes antes de ser publicadas aquí. Entretanto, no he podido poner remedio y por eso sigo con la queja.

En octubre me empezó a fallar la maquinina de fotos que me regaló la familia hace año y pico, con la que he hecho la mayoría de las fotografías que han aparecido en el blog. ¡Gran mandanga!
Eso me obligó a trastocar un poco las previsiones del mes siguiente, y a seguir echando mano del archivo, aunque necesitaba ir contando las pequeñas historias del verano en Girona y Grecia y, a la hora de la verdad, no me importó prescindir de algunas imágenes del otoño que tenía en perspectiva. Estoy pensando en las choperas, por ejemplo, en flores, o en las Amanitas Muscarias, que volvieron a poblar los bosques de encina y roble leoneses que frecuento en otoño. Alguna trataré de publicarla más adelante...

Pero en el mes de noviembre recibí la peor de las noticias: no podía seguir subiendo imágenes al blog porque había agotado mi espacio gratuito en Picasa, 1 GB. De todo eso no tenía ni idea y me dejó patidifuso la mala nueva. Si no apoquinaba no podía seguir usando mi propio archivo de fotos, sólo las ya almacenadas en el blog, ¡inaudito!
Afortunadamente había escrito y programado lo que quedaba de mes y gran parte de diciembre. Con alguna que había empezado a montar de enero, donde había colocado ya imágenes, conseguí llenar los huecos que me faltaban.

Lo peor empezó ya cuando volví de Eubea en septiembre, con un mes de inactividad en el blog, puesto que las entradas de agosto estaban también programadas, inmerso en la Filokalia de los Ejercicios Hesikástikos Heteróxidos, me lo encontré invadido por publicidad indeseada y pirata. Anuncios que aparecían de buenas a primeras en los márgenes, palabras clave subrayadas y en tinta de color en gran parte de los textos, que eran otros tantos reclamos publicitarios, etc.
 
Ross Daly, Djamshid Chemirani.   Al Tair.
 

Todo aquello conseguí eliminarlo, pero ha seguido apareciendo de cuando en cuando y últimamente, hablo de los dos últimos meses, de manera diaria y reiterada, de modo que es dificil no toparse varias veces con el consabido juegue, le ha tocado un coche, dispare a los patos o, es un decir, haga desaparecer la lorza de grasa de su barriga.
¡Acojonante!, y odioso si te lo imponen, como es el caso. Tengo la impresión de que han entrado con los vídeos de youtube porque ahí aparecen los mismos anuncios, pero no lo sé seguro. ¡Nueva mandanga!

Otro capítulo de quejas es el de las salidas a otros blogs amigos para verlos y comentar, porque suelo hacer ambas cosas.
Con el que más problemas sigo teniendo es con los Contradiarios, de José Luis Moreno-Ruiz. Los mismos que al principio: nunca consigo entrar a la primera, lo normal es que me lo impida, me eche de la página y el buscador pierda también la conexión a internet. No es raro que me haga reiniciar el sistema. En alguna ocasión me  permite entrar al segundo o tercer intento. ¡Mucho molesta a alguien!, pienso, y no me extraña porque José Luis no se anda con paños calientes.

Y mis dificultades para comentar en Shutterchance han ido aumentando a medida que avanzaba el año. De ello me he venido quejando hasta aburrir, pero es que la fotografía me ocupa bastante tiempo, y espacio en la cabeza, y es uno de mis estímulos diarios.
He dicho repetidas veces que veo las imágenes, las disfruto, las estudio y comento, por otra parte sin mayor esfuerzo, como un ejercicio bastante alegre de camaradería y gratitud, y me sirve como práctica literaria o crítica, aunque mi intención es más cercana, hablo del trabajo de los que considero amigos. Por eso dificilmente hago un reproche en mis comentarios, busco lo que considero bueno y rescatable, según mis entendederas. Y con cariño.

Si no me importara el asunto, bastaría con dejar los comentarios. Pero los problemas que tengo sólo son por entrar, no por comentar: cuando vuelvo a Psilicosis tardo tres minutos en recuperar la operatividad, todo bloquedo, y cada vez con más frecuencia pierdo finalmente la conexión también.
Esto empezó pasando por las noches, cuando salía del blog a otras páginas y regresaba. Ahora empieza ya por la tarde, en el de Yiannis a todas horas, y se bloquea también aquí en cambios como el de la Vista previa, operación que se puede repetir muchas veces para montar la página antes de publicarla, como ya os he explicado.

Si digo que todo esto es una cabronada digo poco, ¡aburre a Job!, y yo de ese santu no tengo ni jota.

Larry Harlow e Ismael Miranda.  Abran paso.
 


El  Fontán
Oviedo, septiembre 2012 
 
Eludiendo esos problemas, desde el verano para acá, he cambiado un poco los hábitos y los horarios, y acostumbro a comentar las fotos y a montar las páginas por las mañanas. Pero a esas horas es cuando menos tiempo tengo, me las veo y me las deseo para cumplir con mis obligaciones hogareñas, ésas sí, ineludibles y ¡ando con la pischa fuera, quiyo!
Para eso habilité también el recurso de las programaciones, que me permitían amortiguar un tanto la presión de los horarios: ha sido una descarga muy importante, vas escribiendo, buscando las imágenes y las músicas, sin ninguna prisa, con tiempo y, cuando te das cuenta, lo tienes y sólo falta establecer la fecha y hora de publicación y dar al botón correspondiente.

Otra cosa que me polculiza, como decía la curruca Blasensis en tiempos, es el uso y abuso de google de las imágenes de sus usuarios y autores, sin derechos, o sea, nosotros.
Hablo, por ejemplo, de las fotografías de las que se apropia cuando las almacenas en esos archivos Picasa, que son también los suyos y que cuelgan inmediatamente en internet, aunque sean imágenes previstas para ser publicadas un mes más tarde. Ése es el caso de las que se suben para dejarlas en Programadas. ¡Resulta que circulan por la red nada más subirlas! El desprecio es total, ¿quién les da permiso, qué beneficio obtengo yo si la primicia tuviera un precio, o sólo tiene valor su mercancía? Sí, pero además especulan por la cara con la tuya. ¡Remandanga!

¡Y no quiero volver al tema de los piratas que destrozan tu trabajo malcopiándolo, alterando su correcta composición u ocultando la autoría, y todos cobrando a cambio por la publicidad que aparece en sus falsas páginas, porque me encisco como un gochín!.

Confío en que algo se haya resuelto para cuando aparezca esta entrada, y que venga encabezada y acompañada -puesto que ha salío larga- por otras dos o tres imágenes, lo que indicaría que al menos de momento, di solución al problema del archivo fotográfico, lo que más me preocupa, y algunas de estos lloros serían inútiles. Pensad, entoncenes, que son lágrimas a toro pasado.

Por último y para rematar la faena, una avería en el ordenador, que no lee los Cds., me va dejar sin máquina una temporada. Eso significa que, al menos este mes de diciembre cuando escribo, se acabaron también las posibles programaciones sin imágenes, sólo con textos y música, que era otra alternativa para no tener que dejar el blog este mes (ésta iba a ser la primera entrada sin fotografías...).

Sé que adelanto acontecimientos, pero me estoy preparando yo también para lo peor, que sería pasar de todo. Me estaba entreteniendo y trabajaba bastante, creo que había reunido un ramillete de historietas variadas y aún me apetecía seguir un tiempo en el mismo tono.
 
Kim Fowley.  California Summertime.
 
Recuerdo que cuando empecé el blog, hace año y medio, decía que no temía la falta de motivos para escribir, la sequía de cuentos o la ausencia de imaginación. Eso era mucho decir, porque no somos dueños del futuro y el más mínimo desarreglo de salud, pongo por caso, nos puede bajar los humos a la altura del betún en un momento.

Mis dolencias son crónicas y no sufrieron este año un agravamiento sensible. Tampoco he notado una merma en la eficacia, poca o mucha, de mis herramientas de escribidor. No sé si tendría cuerda para rato, pero sé, sin falsa modestia, que tengo cuerda ahora. Por eso me duele más que sean problemas técnicos, los que más temía, los que me puedan sacar finalmente de este empeño, intenso, pero divertido para mí.

De momento, como véis, la cosa sigue. ¿Hasta mañana? Paciencia y barajar. 
 
Salud

Ramiro
 

martes, 1 de enero de 2013

Brindis del copón


Hasta los cardos se alzaron
gritando: ¡venganza y guerra!

León, septiembre 2012 
                                                                                   
                                                                                                                                                                                    .
Brind ï s
 
                                               º
                                                 º
                                        o  o º
AlfabetosssssotebaflA
Alafabetos -2- sotebaflA
ArchipiélagossogalèipihcrA
ArquitecturaaaaaarutcetiuqrA
Chorizos cularesseraluc sozirohC
Currucass pardasssadrap ssacurruC
(Entre paréntesisssssisetnèrap ertnE)
Escritores griegosssssogeirg serotircsE
Gallinas siracusanasanasucaris sanillaG
Lo que se comió ...... òimoc es euq oL
Música cretenseeeesneterc acisùM
Música españolaloñapse acisùM
Música griegageirg acisùM
OmbressserbmO
PerdíoìdreP
PindurarudniP
Prototipos griegosogeirg sopitotorP
Zombis genialessselaineg sibmoZ
Zsalí a tirar la basuraarusab al rarit a ìlasZ
psilicosispsilicosispsilicosispsilicosispsilicosispsilicosispsilicosispsilicosispsilicosispsiliscosispsilicosispsilicosispsilicosispsilicosispsilicosis
 
Brindis a tu salud 


Más vale que te tilden de borracho
a que te tilden con el vaso
 
ramiro rodríguez prada
(De  888RRADAS)
 
Mártires del Compas.  No vale la pena. 
 

Υγεία και χρόνια πολλά !,  Salud y que sea por muchos años!
 
Sonora 8.  ¡Cuál crisis!
 
 
ramiro