jueves, 14 de febrero de 2013

Para Valentín Cabañas


Oviedo,  2012

Buenos días, Valen, y buenos a todos los que leéis. Te echo en falta Valentín. No es la declaración de amor de un amante sino la añoranza de un amigo, por mucho que tu santo patrono sea el protector de los enamorados, y no me duelen prendas al repetir eso tan conocido de que la amistad es otra forma del amor.
Me faltan tus fotografías, tu melancolía manchega, tu tristeza crepuscular, y los campos solitarios, los cielos bíblicos y las encinas más negras que pardas..., nos falta la poesía de tus imágenes, Valentín, no sólo a mí.

Escribo esto unos días antes de su publicación, todavía tengo la oculta esperanza de que vuelvas al redil cual buena merina en este día señalado por el calendario, como si fuera un hito más, fincado antes de que nosotros hubiéramos nacido. Tú no elegiste este día ni este nombre, alguien lo hizo por ti, pero ya no podrás escapar a él, ¡nin falta que fai!, qué importa el día, ¡lo que quiero es que te enrolles y que empieces otra vez, carallo!, la efeméride sólo es una triquiñuela socorrida que me busqué, puro egoísmo.

Disculpa este último tono, es el que utilizaría todo el tiempo si tuviera la seguridad de no ofenderte y de que tu salud y estado de ánimo lo permiten, quizás me paso de confianzudo, así te veo. Y otra razón de escribirte es hacerte sonreír, que siempre ayuda, no todo es por el interés, Andrés, digooo Valentín, siempre me puede la rima fácil.

El año pasado te envié otro recuerdo desde este mismo espacio, con parecidas intenciones, quisiera acertar de nuevo:

Psilicosis. Martes, 14/2/2012.  Salud, Valentín.

http://wwwpsilicosisblogspotcom.blogspot.com.es/2012_02_14_archive.html

Que el día, y todos los que sigan, sean felices para ti y los tuyos.

John Lennon. Versión, Chris Cornell.   Imagine.


Un abrazo, amigo, y siempre ¡salud!.

Ramiro

P. D. Por si alguien no lo sabe, Valentín, fotógrafo entre otras cosas, es (carasur) en Schutterchace, y aquí figura su fotoblog entre los Amigos/Favorios de Psilicosis.

Y una noticia que nos sirve Juan, un amigo del grupo Céfiro (Asociación Asturiana de Profesores de Latín y Griego), de Gijón, la dirección de cuyo blog ya había apuntado en una entrada de Psilicosis.2 y que hoy incorporo también aquí en Amigos/F.
Copio la noticia de Céfiro:
Comienza en febrero 2013 nuestro II Ciclo de cine griego VOSE, con una película de Anguelópulos.
Esta es la primera película de nuestro II Ciclo de cine griego en VOSE. Os esperamos en Gijón, en el CCAI, el viernes 15 de febrero de 2013 a las 19:00h, para hacer este homenaje a Theo Anguelópulos, al año de su fallecimiento.

Ya la curruca versicolor nos había informado del evento y teníamos pensado ir con este pájaro, si fuera posible; el cine de Anguelópoulos es un lujo y siempre vale la pena, además no hemos visto la película subtitulada.
Besos

martes, 12 de febrero de 2013

Con la manriqueña lírika


La Alondra manriqueña al regreso de Marathonas
Oviedo, 2012

Buen día. Veréis, quería hablar hoy de las casualidades, por no seguir el orden habitual en esta etiqueta, que suele consistir en contar algún encuentro con mis queridas currucas pardas, encuentros que con frecuencia se producen en torno a una mesa, por lo que si se leen esos capítulos seguidos, da la sensación de que nos pasamos el día tripeando, porque gran parte de lo que se cuenta tiene que ver con el condumio.
Pero os juro que también es medio casualidad. El otro medio, vicio. Vale.
Por si os interesa repasar la primera entrada sobre esta kurruka, aquí la tenéis. Del 25/6/12:


Y bien, la casualidad y el propósito quisieron que esta curruca cogiera la piqueta geológica, como también hizo la morena de mi copla, y que la conociera siendo todavía un pájaro guayabín, él más que yo.

Pero es que además es de la familia de las lírikas, con la que siempre he tenido comercio, desinteresado se entiende; quizá una palabra tan degradada no tenga cabida en un lugar donde se habla de poesía, de sentimientos por tanto. Pero intercambio tampoco me gusta. El comercio que prefiero en estas circunstancias de ruin monetarismo es el carnal, sin mediación pecuniaria. Me lío, pero me entendéis, espero.

Nos leímos en un tiempo en que tanteábamos la posibilidad de una publicación, junto con una bandada de escribidores e ilustradores de todas las razas y rarezas, cada uno de su pueblo, principiantes como nosotros.

Aquello no cuajó porque era un grupo muy heterogéneo, ¡una canora un mundo!, y de este modo cada mochuelo a su olivo. Todos publicaron sus libros de trinos en los años siguientes, incluida esta curruca allerensis, y con exquisita música en su mayor parte.
Y de ahí salió también la Psilicosis. La primera avecilla en publicar allí sus recién estrenados gorjeos poéticos, Iter Iacobi, fue la manriqueña. Con eso está dicho casi todo.

La casualidad quiso también que la madre de esta lírika fuera astorgana, su padre había emigrado a tierras maragatas y allí se conocieron. Yo había estudiado con una prima suya en aquel curil instituto maragato de don Abelardo y compañía. Era un cura trabucaire, con voz de cazalla y fumador empedernido, que marcó una época, cutre cómo no, en mi generación.

Lo que nosotros no supimos hasta bastante tiempo después de habernos conocido, es que nuestros respectivos progenitores también habían tenido cierta relación amistosa en el tiempo en que su familia tuvo un nido en Astorga.

Pero es que me pasó algo parecido con el mirlo rubio, el Aedensis. Sólo que su padre no vivía en Astorga sino en León, más lejos. También nos enteramos al año del comienzo de nuestra amistad, de que se habían conocido y habían bebido juntos más de una vez.

Astorga es una ciudad pequeña, León un poco más grande, Oviedo algo mayor y Gijón, donde nació la manriqueña, más. Entre las cuatro dibujan una franja con mucho territorio y mucha gente, ¿qué hace que dos generaciones se encuentren de manera casual y simpaticen hasta llegar incluso a la amistad, en ángulos y tiempos caprichosos de ese espacio? Los pájaros se mueven por instinto.

No le ando buscando el misterio al asunto, sólo que me hace gracia, se trata de una doble carambola, porque somos poco más que bolas de billar rodando a impulsos de..., ¿o no?.

La página de Jesús Aller:


Las huellas de la Anábasis
Oviedo, 2012

Y la tercera casualidad curruquil se dio con la Caesarensis versicolor. Los padres del estornino coincidieron con los míos en un lugar más triste: un hospital. Pero incluso allí, en medio de lo que todos vivimos alguna vez, encontraron muchos momentos para hablar y acompañarse. Lo supimos bastante después. Ellos no tenían ni idea de que sus hijos las habían corrido juntos, ni nosotros que habían compartido charlas y penas.

Nosotros nos conocimos en León, cantamos a coro tres años en más de una vaina, todas inocentes, e hicimos amistad entóncenes.
Después de treinta años, otra casualidad nos volvió a reunir a través de amigos comunes. Aunque la versicolor vive en Gijón, estaba con esos amigos en León, que le hablaron de una pardilla leonesa que vivía en Asturias, un lío. Era una servidora. Ni siquiera podemos presumir de que nos buscáramos. Valdría, para los pájaros que somos, eso de la respuesta está en el viento, él nos separa o nos empuja otra vez con la bandada, y nos reúne. Es un dicir.

A ver si otro día le dedico por fin unos párrafos a la cresta de esta Alauda allerensis, hoy volví a extraviarme y ando ya de banda a banda sin dar pie con bola.
Pero no me iré sin dejaros otra muestra de su precioso canto. Ésta abre su última colección de trinos líricos, Los dioses y los hombres, de la que ya os hablé en un par de ocasiones aquí, incluyendo otros registros canoros, el día 8 y el 26 de junio del 2012.

En el jardín
       
        La piedra cae y cumple
 un oscuro destino.
La nieve se recrea
 en su final sonoro.
  Hermosos epitafios
     yacen indescifrables.
   En el jardín sagrado
         vida y muerte fundidas.


     (Los dioses.  J. A.)


Áyios Oros, Átos.  To periboli tis Panayias.  El jardín de la Virgen.

http://www.youtube.com/watch?v=TDmWPjrC3Ag


Salud y que dure lo que tenga que durar.

Cannavina Carduélis, pardilla común, rebétissa, psilicosa.

lunes, 11 de febrero de 2013

Sobres


Bajo  palio  de  muscaria.
León,  otoño 2012.

888RRADAS


Pro posiciones castellanas

La lista de preposiciones del español en la dictadura era: a, ante, bajopalio, cabe, con, contra, de,

desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre, tras.

 Jorge Sepúlveda.   Mirando al mar  (pasmaos)


La lista actual esa, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta,

mediante, para, por, según, sin, so, $obr€, tras, versus, vía.  

 
$obrssobrssobrssobrssobrssobrssobrssobrssobre
                                                     
                                                     
                                                       La  li$ta  d€  lo li$sto$                                                                    
                                                           (Vía  Suiza)
                                          
                                                           a     manos llenas
                                                           ante     tus narices
                                                           bajo     cuerda
                                                           cabe     la mafia
                                                           con     recochineo                                                  
                                                           contra     la mayoría
                                                           de     rositas
                                                           desde     la impunidad                                                     
                                                           durante     años
                                                           en     cuchipanda
                                                           entre     ladrones
                                                           hacia     dios
                                                           hasta     los cojones
                                                           mediante     el robo
                                                           para     enriquecerse
                                                           por     todo el morro
                                                           según     se ve
                                                           sin     vergüenzas
                                                           so     mamones
                                                                       $obr€     sueldos
                                                           tras     la pasta   
                                                           versus     la ley                                       
                                                           vía     Suiza


Ramiro Rodríguez Prada


La romántica banda local.  Mientras el fútbol.
P. D. Os invito a participar y a que cada uno confeccione su propio listo de proposiciones, puesto que los caraduras machotes son mayoría. La cosa da para un rato y es un buen entrenamiento de masoquistas, cagon sus mue...las!
Salud

domingo, 10 de febrero de 2013

Clotilde


Clotilde,  pensionista.


Clotilde

Nada más ver a la gallina la reconocí. Los huevos de aquella ave me habían alimentado varios años en una larga enfermedad. Se puede decir que la vi nacer del huevo y que, en toda su vida de ponedora, puso casi en exclusiva para mí. Yo padecía una intolerancia alimentaria que sólo excluía a los huevos de aquella gallina. Fue mi salvación.

Esa gallina tenía un nombre, y lo recordaba muy bien, apenas había transcurrido un año desde mi marcha de aquella casa. Se llamaba Clotilde. En realidad por el gallinero pasaron varias generaciones de Clotildes. Yo mismo había conocido a su madre, a su abuela y a su bisabuela, y ahora correteaban y cacareaban por el corral las nuevas generaciones de Clotildes, sus hijas y nietas.

Ella me miró algo desconfiada, como suelen hacer todas las gallináceas en los primeros momentos, pero enseguida se dio cuenta y se puso muy contenta. Ya le falla también la vista. Intentó salvar la valla del gallinero en un corto vuelo, pero está muy vieja y no tiene fuerzas. ¡A ver si me hacen caldo de una vez, esta reúma no me deja vivir!, suspiraba compungida.
¡No te preocupes, Clotilde, al final todos calvos y desplumaos!, la consolaba yo. Pero la verdad es que ya no tenía aquel salero de joven.
El viterinario dice que si tengo alto el colosterol, los trinosequé y soldadas dos vértebras de la rabadilla, junto al culo.
¡Mientras no duela!, dije un poco volandero, pero saltó rápido:

¡Ay, hijo, carezco de almorranas desde que puse el primer huevo!. Siempre decía carezco por padezco, era muy pueblerina.
¡Me acuerdo!, casi grité yo entusiasmado. Y era verdad, a esa escena asistí en directo mientras la gallina me miraba a los ojos como atontada, ida. Debe de ser un esfuerzo enorme dilatar un ojete tan estrechuco para que pase un volumen como ése, por muy oval y deslizante que sea. El caso es que pocas veces he comido un huevo tan rico, debió infundirle amor en el último momento a través de aquella mirada febril y como en éxtasis del primer part..., de la primera puesta.

La conocía desde que era una pollita recién salida del cascarón, y simpatizamos muy pronto, nada más que ella empezó a controlarme por el olor de los zapatos, porque esta gallina tenía un poco de estrabismo ya desde pequeña y reconocía a la gente por el olfato.
Después, entrenándose a mirar de medio lao, acabó por desarrollar una vista espeluznante (¡No sé quién fue el tonto que me dijo que este adjetivo quedaría bien aquí!, pero bueno, dejémoslo, ¿por dónde íbamos?...) Sí, yo le llevaba granos de trigo tiernos y golosinas de todo tipo y ella acabó por cogerme afición. Tanta, que sólo ponía cuando yo la miraba fijamente a los ojos, bueno, a los ojos no, al ojo, pues ya dije que era bizca.

Clotilde andaba detrás de mí como una faldera y tenía la mala costumbre de cacarear en cuanto me oía tirar un pedo. Disculpad la franqueza, pero en la época de mi intolerancia sufría auténticos ataques aerofágicos. Eran ventosidades sin olor, porque apenas si me alimentaba con el huevo que ponía Clotilde a diario, esto en sus mejores momentos (¿los de Clotilde o los de las flatulencias?: ambos), pero eran muy sonoras, y para colmo los cacareos de la gallina alertaban a la casa y ya todo el mundo sabía que había vuelto a pedorrear a discreción. ¡Y coño, una enfermedad es algo íntimo, no tiene porqué andar uno publicándolo con trompetería, que de eso me sobraba!.

Sin embargo, de no ser por ella yo no estaría hoy aquí contándoos esta historia. Hace mucho tiempo que dejó de poner, pero sus huevos no tenían parangón y eso no lo podré olvidar mientras viva.
Así se lo hice saber a la buena de Clotilde, que se emocionó toda. Después me miró de través con su ojo revirado, muy seria, alzó una pata ¡y se tiró un pedo!

Era la primera vez en la vida que escuchaba el cuezco de una gallina, ¡y no sonó a  Valladoliidddd,  sino a   PamplOna!

Nos echamos a reír y nos despedimos con lágrimas en los ojos, fue la última vez que la vi.

Puturrú de Fuá.  Pirulí Pirulá.


Korvus Korax,  Ο Μάυρος
 

P. D. Con un recuerdo especial para la Kurruka tomillera brañuelina, que hoy echó un nuevo espolón anual. ¡Que sea por muchos años y con salud, curru! Besos mil.
 
ra 

sábado, 9 de febrero de 2013

El gocho astur


La gocha astur
Oviedo, 2012

Nuestros gochos

Cerdos los hay en todo el mundo conocido y hasta en los rincones selváticos más apartados donde no existe registro de huella humana porque no entró nadie, ni siquiera para realizar ese registro, en cuyo caso ya no sería pertinente este encabezamiento.

(Antes de seguir, he de hacer una advertencia al cándido lector: todo parecido del llamado gochu astur con políticos, banqueros y otros prendas de la misma catadura y de cualquier etnia, si no es casual es deliberado, sin disculpas)

¿Pero cómo puedo enrollarme de este modo sólo para decir que cada país se siente orgulloso de sus propios marranos y nosotros también criamos los de nuestra raza autóctona?
Es lo que tiene la escritura, como no controles empiezas hablando de la morcilla de Mariano y acabas con el chorizo de Rato o el salchichón real, de rancio abolengo ibérico. Son tres firmas muy conocidas dentro de la charcutería patria, pero cada cerdo se revuelca en su propia pocilga.

Es cierto sin embargo, que todos ellos dan tocino neto por panceta magra, es dicir, gato por liebre, viejo truco de la picaresca hispana, de la escuela cutre del maestro Cervatana. Y hablando de cutres, sólo con pensar en esa palabra se me representa al instante el careto de Rouco, no lo puedo evitar.

El gocho astur es de la familia celta, como el recién mentado, y desde hace unos años se intenta recuperarlo pues estaba prácticamente extinguido. En eras primitivas, antes de Rouco, ¿habrá alguien más ancestral?, los guarros asturceltas llevaban cuernos en la cabeza como los vikingos pero, con el tiempo y muchos cruces, los fueron perdiendo.
Como no estamos en tierras del toro de lidia, cuando llegaban las matanzas aquí se lidiaban los marranos, se les daba a los animales la oportunidad de defenderse antes de morir y acabar colgados en los varales, convertidos en chorizos y morcielles.

Se conocen muchos casos de cerdos que revolcaron al matarife, que lo mordieron y hasta le comieron la nariz y las orejas, porque muchos de ellos se criaban sueltos en el monte -claro que, también los matarifes-, y aún se crían en lugares de la Asturias montañosa y profunda, y salían bravos como Mihuras. Ahora no me refiero a los políticos, que se pasan la corrida detrás del burladero.
Ahora me refería a los gochos, porque matarifes cada día quedan menos y son más flohos. También están en peligro de extinción, pero al paisano nadie se preocupa de recuperarlo. Primero le recortan la cuera y luego lo desloman.

La campaña del  gocheo, palabra local que da nombre a esta tradición ancestral, claramente derivada o emparentada con la más famosa  toreo, era pues invernal, entre diciembre y febrero, por lo que no había competencia entre la campaña gochina y la taurina. Y los aficionados de ambas eran casi los mismos: carnívoros empedernidos.


El gocho pinto
Asturias, 2012

¿Algo más? Quizá el color de los bichos, que resalta en las fotos. Los tenemos rosados, negros y pintos, como los gorrinos que vemos, padres de una nueva generación de celtas, cortos y sin trapío. Digan lo que digan, ¡ya no hay raza!

Dejamos por hoy el tema de las chistorras deportivas de Iñaki Urdangorrín, o las tripas culares de Milito er de lohu Botinehi, y demás ciudadanos ejemplares de la raza porcina, esos coleccionistas anales que acumulan millones como si fueran sus propios cagajones.

En fin, para cerdos cerdos, los de aquí. Hasta otro día.

Le cochon danser.  El cerdo bailarín. Francia, 1907.

http://www.youtube.com/watch?v=Y2tP9s8y2Ic

¡Salud y al gochu!

Pin de les Morcielles

P.D. Me envía la kurruka blasensis este correo. Como ya me referí al incendio de Castrocontrigo de este verano, en León, al hablar del que fuimos testigos por los mismos días en Eubea, quien lo desee puede ver este reportaje que analiza el problema detrás de las imágenes de la catástrofe leonesa.
Dice la curruca:
"El informe del devastador incendio del pasado verano, que nos apenó y acongojó durante 9 días y por el que he caminado y pedaleado en varias ocasiones. (Son 20 minutos pero por favor...míralo y escúchalo). Para eso sirve esta mierda de autonomía que nos han endilgado. Ponen dos canales de TV al sevicio de los dirigentes para que larguen su soflama por las 9 provincias más arruinadas de este país. ¡Para colgarlos boca abajo en uno de los pinos quemados!. Ver y escuchar a Silván (berciano para más INRI) y al patético Santiago Juárez es para vomitar..., pero encima de su careto!. Y no sigo porque me enveneno.

¡Acojonante!

Besos

ra