viernes, 3 de mayo de 2013

Limosna


Ribadeo,  marzo 2013.

Día de suerte


En la panadería había cola y yo me quedé fuera con la bolsa de la compra mientras mi colega cogía el pan.

Al lado mismo está la iglesia del barrio, que tiene tres escalones de subida hasta la puerta. Me arrimé un poco a la escalera para no entorpecer la entrada a la panadería. Vi que salía una mujer del templo rebuscando en su cartera de mano. Al pasar junto a mí dijo buenos días y alargó la mano con una moneda. La cogí casi instintivamente y, mientras me hacía cargo de la situación un tanto asombrado, reaccioné contestando a su saludo y dándole las gracias.

De la iglesia salían ahora más personas y varias de ellas depositaron sus monedas en mi mano, que había dejado extendida mirando los cincuenta céntimos que me dio la mujer. Algunas caras me sonaban de verlas por la zona y tampoco la mía debía de resultarles extraña, como si llevaran mucho tiempo viéndome pedir a la puerta de aquella iglesia y me hubieran auxiliado ya en más de una ocasión.

Los últimos feligreses desaparecían cuando llegó mi amiga con el pan. No voy mal vestido ni sucio, aunque mi ropa es humilde y sin concesión alguna al lujo, tanto porque no me puedo permitir demasiados como por convicción.

- ¿Te parece que tengo pinta de pobre?, le pregunté a la compañera.

- ¡Sí!, me respondió al instante, rotunda.

Se diría que llevaba años aguardando a que le hiciera aquella pregunta. Pero siguió:

- Vas con unas barbas sin arreglar de un año que te llegan a la barriga, tampoco has cortado el pelo en ese tiempo, andas en unas alpargatas que parecen de un pastor del siglo diecinueve, la camisa es de tu padre y la cazadora del mío...

- Es buena ropa y está casi nueva, repliqué.

- ¡Ya, pero pesaban treinta kilos más, te queda muy grande!

- O sea, que según tú merezco que me traten como a un mendigo.

- Yo no he dicho eso, lo que digo es que pareces un pobre.

- Pues coincides con los parroquianos, ¡me dieron la limosna después de misa!.

- ¡¿Qué dices?!

- ¡Tal cual! ¡Cuatro cuarenta!, dije abriendo la mano y mostrando las monedas.

- Tienen un cepillo en la puerta, vete a devolverlo.

- ¡De eso nada, mi trabajo me costó!

- No te burles, que hay mucha gente pasando necesidades.

- Yo no soy rico.

- Pero tienes para comer y vestir, y aún te sobra.

- Ya lo sé, pero a ninguno de los que me dieron la limosna lo confunden con un mendigo. Y desde luego al cura no pienso devolvérselo.

Tengo un colega que ensaya con el contrabajo en un parque público del centro y malvive con las cuatro perras que le dejan en el plato algunas almas caritativas y amantes de la música. Yo soy de los segundos. Hay días en que no saca ni diez euros, veinte es un llenazo y cuando llueve o hace mucho frío se queda debajo de los soportales a verlas venir. En cinco minutos recaudé más que él en media mañana. Hasta para ser pobre hay que tener fortuna. Hoy nos iremos juntos a comer un plato caliente, invito yo, es mi día de suerte.

Ramiro Rodríguez Prada

Juan Luis Guerra.  El Niágara en bicicleta.


Salud

jueves, 2 de mayo de 2013

Beodos -2


¡Viva la Sidra!
Nava,  Asturias  2012..

Asturies

Voy a prolongar un poco este primero de mayo con algo del sabor de la tierrina. Si ayer dediqué la entrada a Grecia hoy toca Asturias, borracha, dinamitera y luchadora, ¿o non?.

Mari Luz Cristobal Caunedo. Pablo Carrera, gaita.  Los mineros del Fondón.

http://www.youtube.com/watch?v=0GzuP8KnUs8

Los mineros del Fondón
todos gastamos boína
con un lletrerin que diz
todo sale de la mina

Voy comprar unes madreñes
con tacones de llevante
soy pequeñina y no algamo
a los brazos de mi amante

Recordé la huelga general del día 29 de marzo del año pasado. Ese día puse una canción que tiene la virtud, entre otras, de unir dos pueblos tan distantes y diferentes como el griego y el asturiano. Fue gracias a Ana Capsir, Navegando por Grecia, que me la regaló, había sido un envío de su amigo malagueño Rafael Postigo, otro amante de Grecia, que tuvo además la gentileza de hacer un comentario aquí.

Me estoy refiriendo a la canción del Perenta, de Γιώργος Σκουρτης (Skurtis), en la voz de  Δήμος Μούτσης (Mutsis),  que podéis revisitar si os apetece pinchando abajo:
http://wwwpsilicosisblogspotcom.blogspot.com.es/2012/03/huelga-tengo-mi-patria-en-asturias.html

Pero hoy lo que quería era volver a subir música tradicional asturiana. Con más canciones y menos palabras.

El Tordín.  En el huerto de mio casa.

http://www.youtube.com/watch?v=4uaYqJldi5U

Abrimos boca con algo que tenía que ver con la fiesta de los trabajadores. Era una minera cantada por una mujer del occidente, aunque no es típica de su zona. Mari Luz es toda una gran dama de la canción asturiana, e interpretaba un clásico. El Fondón es un pozo minero de HUNOSA.

Y junto a los mineros siempre ta el vigilante, o el capataz, según pinte, al servicio de la empresa, no siempre bien visto por  el resto de currantes, como es lógico. En la siguiente canción, el Tordín, uno de Los Cuatro Ases de Frieres, sigue con el tema de la mina, y en esas letrillas casi nos cuenta su vida. Fue minero desde guaje y acabó de vigilante; el peso de esa figura es tan importante y es tan poco querida, que el propio cantante se encarga al final de recordarnos:  Y aunque fuera vigilante/ fui muy buenu pal obrero...
Venga baile y venga sidra!...

Anabel Santiago. Santi Caleya, gaita.  Toca la gaita gaiteru.

http://www.youtube.com/watch?v=M5Xhetcao1A

Pero volvamos a la sidra, que no todo en la vida ye mina y trabayu. Recordé también la última entrada que dediqué a la tonada en Música española y que intitulé  Beodos, a secas, o sea a mojadas:  http://wwwpsilicosisblogspotcom.blogspot.com.es/2012/03/beo-dos.html.
Fue con la disculpa de unas cuantas sidras que nos tomamos en Nava en ese mismo mes de marzo de la huelga, en compañía de la Curruca versicolor, Cachito, Pacho..., cada día somos menos y más vieyos.

Sin embargo la continuidad de la canción tradicional asturiana sigue asegurada mientras haya jóvenes que la interpreten. Esta nueva generación, ya consagrada, de Anabel Santiago, Marisa Valle o Lorena Corripio, por citar tres mujeres en primera línea, está renovando el género sin perder de vista la tradición, como en su día pasó con el flamenco. Y damos la bienvenida a esos intentos.

La sidra, por su parte, aún parece tener un futuro más brillante, en tanto exista gente como nosotros que siga copulando, bebiendo en grupo, se entiende. Lo otro también.

Román Prieto Martínez.   Pe la mañana.

http://www.youtube.com/watch?v=KVz_zGkz3FI

La mina, el chigre, el puertu..., son tres de los motivos más frecuentes en la tradición musical asturiana. Tal vez los superen los amoríos y el tema de la propiedad, el tengo/tienes algo o nun tengo/tienes ná. El ejemplo más conocido de estas letras es quizá aquella de ¡Ay, Pachín cásate conmigo/ que mio padre va dame buen dote...

Y el amor, que no podía faltar. Lorena une aquí tres de esos motivos, el chigre, la sidrería desde donde canta, el puerto, la montaña y los amores con el que se va al monte. Y ahí nos quedamos.

Lorena Corripio en la sidrería.   A vivir a la montaña.

http://www.youtube.com/watch?v=nGMplvUFAiE

¡Puxa Asturies, la sidra y la música prestosa!

¡Salud y algunas risas!

Terapia de grupo. Doblaje asturiano.  300 y la Virgen. 

http://www.youtube.com/watch?v=gbRCPXxGd-4


Ramiro


miércoles, 1 de mayo de 2013

1º de mayo: hermandad heteróxida


Asturias

α

A


Atenas en llamas

Caía una noche de Mayo

sobre el Lykavitos,

cenábamos en tu terraza

con todos los Mitos...

Y arriba, la voz de Vasilis

desde la azotea,

hablaba, tras largos ronquidos,

con Zeus y Atenea.

Y abajo, saciando con ouzo

la sed de Dionisos,

llorábamos por las elipsis

de Historia en los frisos

con lágrimas de ira callada

frente a la impostura

de quienes hicieron del robo

su genio y figura...

Y Atenas en llamas, y Atenas en llamas...

contra un Occidente narciso e insolente,

rompiéndose a trizas...

Atenas ardiente

a veces sueña que va a renacer

de sus cenizas.
Y, hablando, nos dio como un rapto

por la antigua Europa

que ya no va a lomos del Toro

sino de la tropa

que marcha pisando las ruinas

de la inteligencia

del mármol que está a la intemperie

de la decadencia.

Y en sueños, al cielo nos fuimos

como Prometeo

en busca del Fuego Sagrado

del Caos y el cabreo...

Y así, una Pequeña Columna

de locos y artistas

se alzaron con fuego en tu Barrio

de los Anarquistas.

Y Atenas en llamas, y Atenas en llamas...

contra un Occidente narciso e insolente,

rompiéndose a trizas...

Atenas ardiente

a veces sueña que va a renacer

de sus cenizas.

Luis Eduardo Aute


Atenas en llamas.


http://www.youtube.com/watch?v=jdrb3jxXpjM


... porque yo lo valgo?

β

Β

Buenos días. Porque este blog está dedicado en buena parte a Grecia, porque es ella quien más ha sufrido los últimos años, en nuestra área, las consecuencias nefandas de la política capitalista, sistema criminal conforme a su naturaleza, y porque ha dado ejemplo al resto de resistencia, como pueblo, no la mayoría de sus políticos que siguen consignas de quienes han arruinado al país; porque después de tres milenios todavía es una desconocida para muchísimos europeos, no digo Atenas, el Partenón, sus ruinas, sus maravillosas islas y playas que podemos visitar alguna vez como turistas, sino lo más potente que nos legó de su cultura: su idioma, su filosofía, su literatura, su música, su historia, o sus gentes, que son los primeros herederos de eso que nos hizo más humanos a todos, mejores, que nos hace todavía...

Por todo eso, y porque si algo nos tiene que recordar esta fecha es la necesidad de superar las diferencias, para estar unidos y ofrecer la oposición decidida que este sistema asesino, inhumano e intolerable  merece, hemos querido dedicar la entrada de hoy a la patria del hombre íntegro, que no tiene fronteras y que empezó a extender su mensaje como una pequeña gota de aceite de oliva en la charca de la miseria y la ignorancia humanas, muy cerca de aquí, en Grecia. 

Νικόλας Άσιμος.   Venceremos. 

http://www.youtube.com/watch?v=XzZj_I2b4Sk

Υγεία, Salud!

Μπαρμπαρόμηρος, Barbarómiros.

martes, 30 de abril de 2013

Cuchillo, papel, tijera


Florero
Técnica mixta al agua sobre cartulina
Ramiro Rodríguez Prada, 1991.

Cuchillo, papel, tijera


Él quería hacer una obra sencilla, que dos versos dijeran todo lo que debía decir un poema, que una pincelada tuviera la fuerza expresiva suficiente para no llenar el lienzo de color y entorpecer su lectura. Pero siempre se le presentaba el mismo problema, sentía horror al vacío, no tenía la paz interior ni la paciencia de un chino para meditar y detener la mano a tiempo. Durante bastantes meses, con mucha disciplina, consiguió hacer el ejercicio de los dibujantes orientales, independizar la muñeca de la voluntad, lograr que cumpliera su función anatómica, sin pedirle nada más. Llenó de rasgos sueltos miles de pliegos blancos, con tinta china negra y un pincel, pero también con otros utensilios, brochas, espátulas, cuchillos, palos, tornillos... . Los resultados del entrenamiento, aun cuando no fueran más que pruebas, no eran del todo malos a su juicio, pero acabó cansándose también de aquel mantra repetido que lo aburría más que lo calmaba.

Poco a poco, desde el negro sobre blanco ya ensayado, pasó a los otros neutros, los grises. Ahí estuvo liado un montón de tiempo. Recordaba confusamente el cuento de un escritor japonés sobre un pintor que había enloquecido intentando encontrar los infinitos matices del gris. Hizo cientos de miles de cuadraditos donde ir diluyendo y rebajando el tono gota a gota... . Pero, repito, él no era tan sistemático ni le interesaba tanto el detalle preciso y sutil, aunque todo le decía que el ahorro de medios, la síntesis era el camino más seguro para expresar lo que se quisiera. En general seguía estando de acuerdo con este planteamiento, lo difícil era seguirlo. Porque pronto dio el paso a los colores fríos, azules y verdes, al principio solos y después acompañados. No sólo fue complicando la paleta, también el trazo. La muñeca tenía sus manías particulares, sus querencias, no obedecía, así que lejos de dejarla en libertad se propuso domarla.

Sin embargo este segundo empeño no fue menos arduo que el primero, de hecho no pasó de un año y no logró calmar su ansiedad ni mejorar mucho el trabajo. Sí, es cierto que consiguió dominar algunos tics, movimientos involuntarios de la mano, imperceptibles, que estropean habitualmente la línea del dibujo, cierto miedo o indecisión cuando el trazo ha de ser firme y rotundo. Y, mientras tanto, el número de colores de su paleta seguía ampliándose. Era incapaz de ver ya en blanco y negro, y la simplicidad expresiva había dejado paso a una verborrea barroca y colorista que se le escapaba con frecuencia de las manos. El poema se complicaba sin ofrecer a cambio mayor claridad, cada nuevo verso, cada palabra, cada color y cada rasgo, se incorporaba a un desorden cada día más abstracto, desapareciendo en el conjunto, sin aportar apenas nada, sólo oscuridad, como un nuevo añadido de incomprensión y desesperación.

No ha resuelto sus problemas, porque a pesar de todas las dificultades y el laberinto del que no parece poder salir, sigue pensando que hay algo rescatable en esos intentos fallidos, que tienen sentido, quizás sólo sean el relato de una herida que es incapaz de cerrar, la de no ser dueño de si mismo ni de sus creaciones sin terminar, en esbozo inseguro, o aplastadas por el peso de la acumulación. Y sigue intentándolo por eso. Para él es una pelea y no cejará en su empeño. Ha optado por la experimentación libre, casi como un juego de niños, pero de niños perversos y sin esperanza, desdeñando el preciosismo del oficio y las metáforas brillantes. Ahora, despreocupado por fin de su muñeca, de la línea y el color, del miedo al vacío, con una especie de rabia concentrada y de exquisita indiferencia, espera encontrar alguna interjección que cierre el poema con coraje, con colores calientes y con fríos, con blancos, negros y grises, con papel, cuchillo o tijera.


Gilberto Gil.  Expresso  2222.  (Solo, en directo, 1972)

lunes, 29 de abril de 2013

La máquina de picar


La picadora con el tubo de embutir, al fondo la báscula.

La máquina de picar

No podría alcanzar a uno de los dueños del banco que me amenazaba con el desahucio por el impago de unas pocas cuotas, tampoco a los políticos responsables de unas leyes criminales, todos bien protegidos por sus escoltas y sus mansiones fortaleza. Pero sí al empresario ladrón que nos había dejado sin trabajo, millonario a costa de despojar a sus empleados, que paseaba por la ciudad con la impunidad y la chulería de un felino entre ratones. Era un típico cacique provinciano, ahora con maneras mafiosas, que había tocado todos los resortes del poder, sin olvidar el de la política regional, donde mangoneaba a su antojo, sin casarse con nadie pero siempre a beneficio propio. Había conseguido salir airoso de todos los chanchullos y corruptelas en los que había participado, no como actor secundario, sino como protagonista y malo de la película. Vivía en una casona espectacular, muy aparatosa, con cámaras en todas las esquinas, pero dos días a la semana llegaba de madrugada en taxi, solo. Volvía siempre muy cargado del piso de su amante y se apeaba doscientos metros antes de la entrada de su casa. En ese tramo lo abordé y le hice entrar en el asiento delantero de la furgoneta, encañonándolo con un revólver de plástico, de un disfraz del Zorro mejicano que había por casa. Con la oscuridad y el pedo que llevaba el amigo, ni se enteró. Desde el trasero le apliqué la eléctrica al cuello. Lo llevé a una nave abandonada que había pertenecido al capo y lo sangré como mejor supe, metiéndole el cuchillo entre las costillas. Para que evacuara lo más posible le corté también la yugular. Esta parte era la que más temía, el despiece. Las tripas olían horriblemente a podrido. Las metí con la cabeza y los huesos, después de haber rebañado bien la carne y reservado algunos trozos pequeños de costillas y vértebras, en un saco que enterré muy lejos de allí cuando terminó todo.

El interior ya sin restos

Me llevó un día entero el proceso, también tuve que picar la carne y preparar el picadillo. La puse en una artesa con el condimento requerido, sal, pimentón, orégano, ajo, pimienta, a tanto por kilo de carne, según las reglas que había aprendido de mi madre sobre la matanza. Con los pequeños trozos del carrastiello y las costillas, con restos de carne pegada al hueso, la lengua, las orejas y el morro preparé dos buenos botillos. Lo hice como dios manda, vamos, pesándolo todo en una báscula que me había agenciado. Dormí en la furgona aquella noche mientras el mondongo reposaba e iba tomando el condimento. A la mañana siguiente embutí con la misma máquina, metí los chorizos en la artesa y cargué todo en el vehículo, la máquina, la báscula, los chorizos y botillos, sin olvidar el saco con los restos óseos del interfecto. No he podido evitar el desahucio y ahora vivo de okupa en otra ciudad, aún no encontraron al empresario desaparecido. Yo conseguí curar los chorizos en apenas dos meses, antes de que me lanzaran a la calle, fue un invierno muy crudo y las heladas vienen bien para su curación. Se los he estado enviando de regalo a algunos banqueros y políticos inaccesibles para mí de otro modo, a quienes considero principales responsables de mi situación y la de tantos otros honrados trabajadores a quienes se ha engañado y estafado. Los hago pasar por ibéricos porque la verdad es que tienen un aspecto estupendo, tal vez demasiado magros incluso, con poca grasa, más parecidos en realidad al buen embutido leonés. No sé si los recibieron y los comieron, pero ninguno los devolvió. Ya me quedan muy pocos, y sólo un botillo, estoy pasando por momentos muy duros..., cuando el hambre aprieta la tentación es muy fuerte.

Ramiro Rodríguez Prada

Big Bad Daddy.  Mr. Prinstripe Suit.

http://www.youtube.com/watch?v=GtI_uaBPQFY

Salud y buen apetito