domingo, 7 de julio de 2013

San Fermín -2


San Fermín en el nido del Cascanueces.
Albons, Girona, julio 2012.

Dos años

Cántico a San Fermín antes del encierro.

por ser nuestro patrón
nos guíe en el encierro
dándonos su bendición

Buenos días, amantísimos cofrades. Hoy cumple dos años, dos, la Psilicosis digital. Nos felicitamos por ello y os agradezco el apoyo, sin él no hubiera mantenido la tensión necesaria para salir casi a diario.

Salvo algunos guiones en un programa de Gloria Berrocal en Radio-3 en los 80, con bastante audiencia, en general había escrito para pocos, incluso la revista impresa tuvo un alcance minoritario, pero no por vocación elitista, sino por imposibilidad de llegar a más personas, o tal vez por falta de ganas para pelear por una cuota de lectores en el mercado editorial. No me atrae mucho, además, todo ese pulular de rencillas y vanidades del mundillo artístico, lo que no significa que uno no tenga también su narciso. Como quiera que sea, el gusto de publicar lleva siempre emparejada su cuota de autocomplacencia.

Quiero agradecer en primer lugar el aliento de los que se sumaron como seguidores, la mayoría amigos, Alberto, Γιάννης, Ana, Mabel, José Luis, Vega, Valentín, Balbi, Toño, Teresa, El Pájaro, Lucas, Fidel, Txell, Tomás, Juan Carlos, Andrés, Sendo, Marta, Julia, César, Armibq, y el oculto Señor/a? X, que me tiene intrigado.

También a César Viriato, que en estos últimos meses me ha venido acompañando con sus comentarios casi diarios. Con Ana Capsir, ha sido mi interlocutor más asiduo y cordial este curso. Del mismo modo agradezco a todos los que se molestaron en hacer algún comentario, leyeron, o simplemente echaron un vistazo a mis locuras. 
No me hago ilusiones, sé que esas tantas mil visitas que refleja el contador no corresponden al número de lectores, pero aunque sólo fuera una décima parte creo que ya valía la pena. Hay quien dice que un sólo lector ya es mucho, supongo que exagera...

Y por último un recuerdo para las Currucas pardas, algunas de las cuales figuran también entre los amigos y seguidores, o comentan algunas veces, como la Blasensis, que ha colaborado aquí, o la Tomillera. Sé que puedo seguir contando con vosotros.    

En los aniversarios, cumpleaños, fines de curso y año, tendemos a hacer balances y yo no escapo a esa costumbre. Pero no os aburriré con muchos números, se pueden ver en la columna derecha, y más que la cantidad me gusta la cifra y la casualidad: ayer alcancé otro capicúa, 717 entradas en esos dos años, exactamente. Como conté el San Fermín de 2011, el de este año no entraría ya en la cuenta, así que cifra redonda. Pero mejor hablar un poco de los planes.

Ya he venido anunciando -soy muy anunciador, se perdió un buen ambulante-, que a partir de enero tendré que replantear el asunto porque necesito dedicar tiempo a otras cosas. Mis colegas dudan que lo vaya a dejar, y yo también, porque ya lo anuncié el año pasado y seguí parecido, pero en serio que necesito descansar un poco, no por falta de ganas o de materia, sino precisamente porque me come todo el tiempo libre y he abandonado casi por completo otros menesteres.

La solución sería reducir el número de entradas, como ya dije, ¡a ver si me centro y no me encebollo!

Pablo Sarasate. Ara Malikian.  Jota navarra.


Os mantendré al corriente y lo iréis viendo.

Muchos besos, salud y otra vez gracias a todos!

Ramiro Rodríguez Prada

P. D. Para seguir con esta costumbre de las posdatas, aquí os dejo el enlace del primer aniversario:
Sábado, 7 de julio de 2012.  San Fermín.

Y ahí va la despedida, Compré una mula en Tafalla...

Jota navarra.  Y se me murió en Olite.

http://www.youtube.com/watch?v=Hv-_2HnF80I

Y con este popurrí sanferminero de los hermanos Anoz, ya me matáis!

http://www.youtube.com/watch?v=5kzbfq4jZE8

¡Riau  riau!...

¡Gora San Fermín, Viva San Fermín!

Skylorómiros Mavropradakos.

sábado, 6 de julio de 2013

Aeropuerto -4


Aeropuerto de Barajas.
Madrid, 2011.

Paraísos lejanos


Un aeropuerto moderno se parece más a unas grandes galerías comerciales que a una estación convencional y cada día las terminales de autobuses y las estaciones de ferrocarril se aproximan más a ese modelo.
Allí donde hay altas concentraciones de gente, florecen los negociosos, y si muchas de esas personas que se reúnen están disfrutando de un viaje, unos días de descanso o unas vacaciones en toda regla, entonces se convierten también en potenciales consumidores, teniendo en cuenta además la largueza y despreocupación  con que nos aliviamos del dinero en momentos de euforia y ligereza, sensaciones que procuran como nadie un viaje de placer y unas lindas vacaciones.

Eso fue lo que les pasó a Mingo y Teresa. Habían reunido unos mínimos ahorrillos después de varios años sin poder pillar más que dos o tres días seguidos de asueto, y cogieron una semana a media pensión en la Riviera Maya. Era la primera vez que cruzaban el charco y estaban un poco nerviosos, sólo habían dejado la Península en una ocasión, la semana del viaje de novios a Tenerife.

Ya en el pequeño aeropuerto provinciano de origen, hicieron algunas compras innecesarias en las dos horas que tenían por delante. No les supuso mucho desembolso, pero fue una primera aproximación al descalabro.

En el aeropuerto de la capital tenían que esperar cuatro horas, que al final, con los retrasos de aquellas fechas de mucho tráfico aéreo, se convirtieron en seis.
Pasearon, comieron pinchos, bebieron cerveza y chuparon helados, pitos y flautas, visitaron los urinarios, miraron escaparates, escogieron un restaurante para comer y hacia la una, a tres horas todavía para el despegue de su avión, ya no sabían qué hacer.

Mientras Mingo reposaba la comida junto a los equipajes de mano, Teresa dijo que iba a preguntar por unos zapatos que había visto antes en un escaparate.

Tardó en volver y venía cargando con varios paquetes. Había comprado aquellos zapatos, muy monos aunque un poco caros, con el bolso del mismo color, y aprovechó para hacerse con un vestido de verano y una blusa que casi iban a juego, porque llevaba poca ropa moderna en la maleta, y también con un bikini muy majo y unos pendientes de bisutería fantasiosos. En la perfumería escogió un vaporizador de viaje de su perfume favorito que le vendría estupendamente. Total poca cosa.

Le tocaba el turno a Mingo, que se levantó más que nada con la intención de dar un paseo y estirar las piernas. No era muy amigo de las tiendas de ropa o calzado, lo suyo era la electrónica, pero no tenía en mente compra alguna.

Sin embargo su deambular sin destino fijo pronto lo puso a merced de los brillantes escaparates de las galerías de luz y sonido. Se internó en una zona con profusión de equipos electrónicos de todo tipo, pero lo primero que llamó su atención fue algo insignificante, un altavoz en miniatura para conectar a su MP4. Aprovechó para mercar también una tarjeta SD de repuesto para su cámara fotográfica y un pequeño ventilador a pilas flamante que parecía de platino, unos amigos les habían hablado del calor de Méjico y pensó que algo ayudaría. Y se encaprichó de una linterna/bilígrafo de bolsillo, pese a su precio excesivo; un día es un día, pensó. A la vuelta del paseo compró un ajedrez magnético para entretenerse en el viaje y una caja de bombones para endulzar las esperas. En total no gastó mucho.

En el avión echaron cuentas: entre la poca cosa de Teresa y el no mucho de Mingo, más los pitos y las flautas, se habían ventilado casi la mitad del dinero que tenían previsto gastar esas minivacaciones.


Desde una cafetería de Barajas.

Pasaron más hambre en la Riviera Maya que hienas vegetarianas. Bueno, quizá exagero. Iban tirando con el desayuno y la comida diaria que tenían pagada, y eso que, pasando muchísima vergüenza por temor a que alguien los viera, empezaron a llevar a la habitación restos del almuerzo o de la cena, los dos se aplican en la mesa.

Sólo comieron una vez fuera del hotel, pero con tanta ansiedad y ganas que les hicieron daño las enchiladas, aunque ellos le echan la culpa al chile. Tampoco salieron de aquella playa porque las excursiones eran caras. Algún batido de frutas fue el único lujo que se permitieron y, al marchar, cuatro recuerdos baratos para otras tantas personas. Y se acabó el numerario.

En su cuenta quedaba el dinero justito para acabar el mes sin ningún alarde, con estrecheces más bien, y la hipoteca no perdona.
Estuvieron casi toda la semana enfurruñados sin dirigirse apenas la palabra, cada uno culpaba al otro del despilfarro o de la falta de cálculo.

Lo único agradable que recuerdan fue la última noche: tanta necesidad les había abierto el apetito y, como no podían dormir porque debían madrugar mucho (¡y porque les rugían las tripas!), echaron un polvo antológico.

Fueron sus últimas vacaciones, ese año se empezó a oír hablar de burbuja inmobiliaria, de paro, de crisis..., hasta hoy.

Ramiro Rodríguez Prada


EPZ. El Pulgarzito.   El anuncio más caro.


Salud

viernes, 5 de julio de 2013

Aeropuerto -3


El techo de la  T-4.  Barajas.
 Madrid,  2011.

M u l a


Cuando despertó, a los veinte, ya estaba atrapada con tres hijos, cada uno de un padre distinto. Su última pareja se había fugado con su hermana pequeña, ¡la muy!.., mocosa, no tenía ni dieciséis años. Ella estaba de nueve meses, a punto de parir. No volvió a ver a ninguno de los donjuanes. Había criado también a sus propios hermanos, incluida a la traidora,  porque su madre, con una obesidad monstruosa, apenas dejaba el sillón donde pasaba día y noche.

Esta vez no tenía miedo, iba de lanzadera. Había hecho ya seis viajes transportando en su estómago ochenta o noventa pilas de cocaína, un kilo más o menos en cada ocasión. Hoy llevaba medio kilo en un doble fondo de su bolso. Ni siquiera tuvo que pasarlo por el control de policía del aeropuerto de su país, alguien le hizo el cambio en la sala de embarque.

Necesitaba el dinero y le dijeron que ya estaba quemada, por eso aceptó el trato. La pillarían con la cocaína en el aeropuerto de destino, sólo era el cebo de un pase más importante. Habría un chivatazo y la estarían esperando.

No sabía quién era, pero en su avión viajaba alguien con diez kilos en el equipaje de mano.

A pesar de haber considerado ya con detenimiento aquel paso que estaba dando, y comprendido que no tenía otra salida, el corazón le golpeaba en el pecho con una violencia inaudita cuando embocó el túnel del avión a la terminal. Se detuvo unos segundos pensativa y triste. Sólo serían dos años, no tenía antecedentes y la cantidad no era excesiva, pero pensaba en la cárcel, que la asustaba un poco, y en sus hijos. Con los 5000 dólares que le habían pagado, y poco más, su familia viviría sin aprietos ese tiempo. Entre su madre y su otra hermana esperaba que se arreglaran con los niños. Cogió el bolso con decisión, su pequeña maleta, y se puso a caminar entre la gente.

A la salida del pasaje había un policía frente a cada puerta. Agachó la cabeza y como atraída por un magnetismo fatal se dirigió directamente hacia el que tenía más cerca. Al llegar a su altura vio cómo el hombre se tenía que apartar para dejarle paso. Se paró, alzó la cabeza y miró al policía a los ojos, él le devolvió la mirada y le hizo un gesto de saludo llevando la mano hasta la gorra imaginaria. Ella sonrió.

Le zumbaban los oídos. Como en un sueño siguió caminando, esperaba que de un momento a otro le pusieran una mano en el hombro, ¡Acompáñenos, por favor!.


Aeropuerto  Madrid-Barajas, 2011.

A unos veinte metros ya del control se volvió. Habían parado a un hombre con una mochila a la espalda y una pequeña maleta con ruedas. Lo recordaba de la fila al embarcar, había estudiado uno a uno a todos los pasajeros, ella también hubiera sospechado de aquel pelao, no escogieron bien a la mula.

Salió del aeropuerto con la sensación de que no llegaría más allá. Pero se subió a un taxi que la llevó a un hotel. Allí hizo una llamada. No la habían detenido, ¿qué hacía con la coca?. Le dieron un teléfono y se citó con dos tipos en el hall de otro hotel. Recogieron la mercancía y desaparecieron.

¿Que ángel de la guarda la protegió? ¿Se olvidaron de dar el soplo? ¿El cholo al que pillaron no era quien llevaba el mogollón y había un tercero?. Nunca lo sabría.

A la semana regresó a su país aprovechando el billete que, de otro modo, se hubiera perdido. La hermana había escapado con el novio, llevándose la hucha con los dólares. Su madre estaba agobiada y los críos hambrientos y medio abandonados. Le entraron ganas de llorar pero sonrió resignada, estaba en casa, sana y salva.

Ramiro Rodríguez Prada

Grupo Exterminador.  Las dos monjas.


Salud

miércoles, 3 de julio de 2013

Monigote


Circo de los horrores.
Gijón  2013.


888RRADAS



Draculín
(Monigote)


¡
Te he dado la
vuelta varias veces
sin encontrar
 la vena
de
 pie
y

 tumbada!

Es que tal vez no había más barba que afeitar ni dónde hincar el diente
no sé cómo cogerte firme mi amor que no te dañe.
Me puse a caminar junto a tu bolso
con mucha parsimonia 
 y me quedé sin voz

ante tu om bligo.

Era redondo sí
y tan hermoso era
como un te quiero mucho o
te queda muy bien ese vestido.

Al verlo se me     alegró la tarde
y hasta me dio       un calambre.

Más tarde                el sexo:   
una sonrisa                 un chiste
 limpiar los                   cristales 
  de la                         sala
acariciarte                          el culo
        como un                              vampiro        
    morderte                                       el cuello  



Ramiro Rodríguez Prada


The Muggs. Just another fool




Salud

martes, 2 de julio de 2013

Pata Negra -2


Los Amador  en la portada de  Rock gitano. Detalle.

Pata Negra -2


Buenos días. El 2º  disco grande de Pata Negra, Rock gitano (82), que empezó a comercializarse al año siguiente, se abría con Levante, otro tema que no me dejan ver, aunque me habían permitido copiar la dirección, así que no aseguro que pueda pasar lo mismo con algún otro de los que subí hoy.

La portada era una foto de la familia Amador -Raimundo, Juan José, Rafael y Ramón- con el fondo del campo andaluz, sin la fuerza plástica del primero. Tampoco aquí figura el autor de la imagen. Pero dentro venía la misma música imaginativa y brillante que en el primero.

Colaboración de Jorge Pardo y otros músicos, producción, cómo no, de Ricardo Pachón. 

Raimundo Amador. Pata Negra.  Las Vegas.

http://www.youtube.com/watch?v=Sw7JHSzRRno

En este tema instrumental anterior, de sonido brillante, que voy a calificar a mi aire de tecno-yazz-flamenco, pero sobre todo en el siguiente, creo que se pueden detectar algunos detalles eléctricos que se acercan al tecno sin salirse del jazz ni del flamenco, ¡es lo más próximos que los Amador podían estar de ese tipo de música!

No obstante, como el propio título anuncia, se trata de una pieza básicamente yasística de la costa oeste.
Donde más se aprecia ese toque tecno tan sui géneris es en la siguiente. 

Rafael Amador. Pata Negra.  Nasti de plasti.

http://www.youtube.com/watch?v=EM3APrp7ED8

Yo creo que se nota todavía la influencia de Kiko Veneno, que en el 82 lanzó Seré mecánico por ti, para mi su lectura personal del tecno que se hacía entonces, con influencias de Zappa en su caso y las mismas rockero-blusero-yasísticas de los Amador. Sin perder de vista a Sevilla.

El tema lo firma Rafa, que era el más experimental e imaginativo de los dos hermanos, por lo menos hasta que la mala vida lo apartó del ruedo. 
Un poco de eso, además der furbo, trata la siguiente canción, también de su cosecha. Los ojos como candiles..., canta Rafael.
Rafael Amador. Pata Negra.  El partido.

http://www.youtube.com/watch?v=SfJ8uAZbtVI

...qué caballo más bueno
qué planta más señorona
tomaba café con leche
ay, lo mismo que una persona...

¡Qué caballo sería ese y qué café con lesche!

Como habéis podido ver, la grabación se realizó en directo (1989) en la sala Zeleste barcelonesa, famoso concierto que mencioné en el capítulo precedente. No he podido subir el registro del disco original del 82-83.

Aparte del tiempo que echo en escoger, ordenar y buscar las canciones, labor además muy  pesada, están estas putaíllas y filtros que no creo que ayuden nada a dar a conocer su música.
Comprendo el coraje que da ver cómo los piratas se aprovechan de tu trabajo gratis, mientras lo enseñan en sus páginas llenas de publicidad por la que sacan beneficios. Pero no es mi caso ni el de otros muchos, que subimos música para compartir la pasión por unos autores o unos estilos, sin otro beneficio que el de ser leídos y el aliento de cuatro amigos. 

Francisco Ortega Bermejo. Pata Negra.   El Tardón. 

http://www.youtube.com/watch?v=67jSRnde7eU

La pestañí me endiquela
¡Cómo está
la autoriá!...

Otro tema con ese ritmo sincopado que apoyan divinamente las palmas flamencas, y unas guitarras limpias, luminosas, como en Las Vegas, aunque la historia que nos cuentan sea costumbrismo sevillano del día, como el que les gusta a ellos, y a nosotros, y el compás más andaluz que de la costa oeste. 

Y en el disco incluían dos canciones con versos de poetas españoles. Compañero del alma (Con tres heridas), de Miguel Hernández, y la Baladilla de Lorca. De la primera no encontré la original.

F. G. Lorca. R. Pachón. Rafael Amador.   Baladilla de los tres ríos.

http://www.youtube.com/watch?v=1GRya70pZrM

Siguiendo la estela del Camarón y otra vez con la mediación de Ricardo Pachón, rescatando la poesía consagrada, enraizada en lo popular pero culta, hicieron aquí un tema más apegado a la tierra y a la tradición, y alejado de los afanes bluseros o yasísticos del resto del álbum.

En el siguiente vuelven a lo gitano, con las flautas de Jorge Pardo en la onda más ligera y yasera del Camarón, de La leyenda del tiempo, y otros trabajos donde prima la alegría de los ritmos sureños, como diría el gran Silvio.

Raimundo en la portada del disco Triana, de los Montoya.

Y con este instrumental de la famosa canción de los Allman Brothers se cerraba Rock gitano, los nueve temas ya mencionados. Aquí en versión acústica posterior de Raimundo.

Allman Brothers. Raimundo Amador.   Jessica. 


Guitarras callejeras (85) fue el tercero. Título también del primer instrumental y segundo tema del primer LP.

Disco de transición, hecho de versiones, Rock del Cayetano, Los managers, y algunos temas de Veneno ya grabados por Kiko, Pata Palo, Ratitas divinas, junto a ese soberbio Morao Melllizo instrumental que, junto a la siguiente versión del mariachi mejicano, era lo más sobresaliente del disco.
Víctor Cordero Aurrecoechea. Pata Negra.  Juan Charrasqueado.


Un corrido en clave de rumba flamenca que es apreciado también en Méjico, donde, por cierto, es el país donde Psilicosis tiene más lectores de todos los iberoamericanos.

Con ésta cierro la selección de canciones del registro, que para mí fue menos interesante que los dos anteriores trabajos, aunque con él empezaran a ser reconocidos y comenzaran sus éxitos. Pero para no ser avaros podemos conformarnos, aparte del Charrasqueado, sólo por este instrumental ya valía la pena.
Pata Negra.  Morao Mellizo

http://www.youtube.com/watch?v=WZlwbBBFrSY

Del  Blues de la frontera (87), el cuarto disco, es el último tema de hoy. Hay en él canciones memorables además de ésta, como Camarón, Pasa la vida o Lunático, pero ya lo dejo para el último capítulo prometido. Ahí hablaremos de ese LP y del siguiente, Inspiración y locura, (90). Su última grabación fue el directo en Zeleste (94).

Esta canción es una de mis preferidas de la segunda parte de su carrera. Aunque ya un poco alejada en el tiempo de aquella especie de proclama de la canción de Kiko Veneno, y si me persiguen me iré más al sur, ellos parecen responderle aquí, si tú te vas, yo me queo en Sevilla y hasta er final. 

Lo cierto es que todos pasan bastante tiempo en Cádiz, Zahara de los Atunes..., pero ninguno se sacudió de la chepa a su Sevilla.
Pata Negra.  Yo me quedo en Sevilla.


Salud y buena música

Ramiro Rodríguez Prada.