viernes, 23 de agosto de 2013

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Cruce de caminos.


Salí a tirar la basura


y aún no estaban puestos los cubos en la acera. Salir antes o después de las tres horas que suelen permanecer allí, hasta que pasan los de la recogida y los vuelven a llevar, es algo frecuente. Como hacía muy buena tarde para dar un paseo, decidí llevar las bolsas al punto limpio permanente (PLP). Por el camino se me arrimó un pequeño perro vagabundo atraído por el olor que desprendía una de las bolsas. Intenté alejarlo, pero el chucho debía de estar realmente hambriento porque volvía una y otra vez, hasta que, en un descuido mío y por detrás, hincó los dientes en la bolsa y la desgarró. Se desparramó la basura por la acera. Con un papel traté de recoger lo mejor que pude la mayor parte, mientras era observado por el perro a una distancia prudencial. Cuando acabé, oigo que me dice el animal, ¿No hubiera sido mejor que me la hubieses dado al principio? Lo miré con más rabia que asombro y le contesté, ¡Habérmela pedido por las buenas, mamón!


Eric Clapton.  Crossroads.



Salud y felices pesadillas


ra


jueves, 22 de agosto de 2013

72


Ribadeo,  2013.


Salí a tirar la basura.


Cuando bajaba las escaleras exteriores que desembocan en la calle, me dio tal apretón de barriga que tuve que dar la vuelta rápidamente, entrar en casa de nuevo, posar las bolsas y meterme en el váter a escape. El desarreglo se repite, la realidad me descompone, pensaba en filósofo. Deposité mis desperdicios más íntimos, mientras reflexionaba sobre el hecho de salir todos los días a tirar la basura, descontando algún olvido y ciertas humanas flaquezas. Una vez terminada la obra escatológica, y mientras tiraba de la cadena y me subía los calzoncillos y el pantalón, discurría que en realidad hoy ya podía darme por satisfecho. Había cumplido sólo hasta cierto punto, es verdad, pero las cosas no siempre salen como uno planea o quisiera. Estaba, pues, metido en disquisiciones que podríamos llamar metabasura, esquivando la calle y la porquería real mediante un circunloquio o rodeo, sin entrar en materia palpable. Ésa la arrastró el agua del retrete, me contesté. Acallé mi conciencia pensando que tal vez ya habría pasado el camión de la basura; debo tener una conciencia muy laxa porque era media mañana, en aquel punto hay contenedores todo el día y el camión pasa sobre las 12 de la noche.


Albert Plá.   Diarrea mental.




Salud y felices pesadillas


ra

miércoles, 21 de agosto de 2013

71


Oviedo,  2012.



Salí a tirar la basura



y la tiré. ¿La tiré? ¿Salí?. Sí, imagino que la habré tirado, luego saldría. ¿Dónde la tiré? ¿Cuándo? Supongo que en los cubos o en los contenedores, por la noche, ¡qué importa! ¿Cómo? ¿Porqué? Levantando las tapas y dejando las bolsas. ¿Porqué?, porque estaban llenas y olían mal. ¿Estás seguro? ¡Joder, yo que sé! La memoria reclama datos precisos, respuestas concretas, se agarra a cualquier fecha u hora y la eleva a la categoría de trascendental, aunque después se demuestre que se equivocó en varios minutos: tal día, a tal hora, en tal lugar, murió Fulano..., o no pasó nada. Entonces se calma, ya tiene su versión, su verdad. A la mañana siguiente compruebas que, ¡oh, sorpresa!, te habías olvidado de tirar la basura y todo era un sueño pesado de última hora. Después, en el periódico del día, lees la esquela de un vecino.



Agazi Dimitruka. Zulfu Livaneli. María Faraduri.   Tora íne argá.  Ahora es tarde.






Salud y felices pesadillas



ra


martes, 20 de agosto de 2013

70


Escenario callejero


Salí a tirar la basura



y al abrir la puerta del portal y asomar, se encendieron en la calle unos focos de luz potentísimos que parecían dirigidos directamente al edificio y que me dejaron deslumbrado. Al mismo tiempo oía aplausos casi a mi lado, una ovación cerrada en realidad. Cuando por fin pude ver algo, haciendo visera con una mano, quedé confundido: unas doscientas personas se habían reunido en el espacio delantero de la finca y, sentadas sonrientes en sillas plegables, miraban muy atentas. Me encogí de hombros y enfilé sin prisa hacia los cubos. Dos focos me seguían a través del pasillo que habían dejado libre hasta la escalera que baja a la calle. El silencio era absoluto. Estaba tan acobardado que no me atrevía ni a levantar la cabeza. Los focos me siguieron por la acera hasta los cubos. El silencio me pareció tan total que hasta me dio miedo y alcé la cabeza pensando que tal vez ya había desaparecido la ...¿alucinación? Pero la luz me seguía enfocando y vi docenas de caras expectantes en la sombra. Al depositar las bolsas en los cubos escuché otra salva de aplausos, muchos ¡bravo! y algunos alegres silbidos. Con la cabeza gacha y sin saber qué pensar volví sobre mis pasos. Regresó el silencio inquietante que me enervaba más que las ovaciones, o que aquella extraña reunión de público como para una velada veraniega de teatro al aire libre. Al llegar al portal, y justo al abrir la puerta, rompieron de nuevo los aplausos, más entusiastas se cave. Por curiosidad me giré antes de entrar y cerrar. Todas las caras miraban alegres y, casi instintivamente incliné la cabeza en señal de agradecimiento. Entonces el respetable se puso en pie redoblando la ovación y se escucharon nuevos ¡bravos! Cerré y llegué a casa preocupado, ¿tenía algún problema identitario, necesitaba el reconocimiento del público, era una alucinación? Fui rápidamente hasta la ventana del piso desde la que se ve la entrada del edificio. No había nadie.


De la película L'Africana, de Margerete von Trotta.  Eleni Karaindrou.  Finale.




Salud y felices pesadillas


ra

domingo, 18 de agosto de 2013

Radio Futura


Música Moderna.
Detalle del primer LP de  Radio Futura.

Radio Futura

De izquierda a derecha, aparecían en la carátula del LP,  Música Moderna (1980), la primera formación de Radio Futura: Enrique Sierra, guitarra, Herminio Molero, teclas, Luis Auserón, bajo, Javier Pérez, percusión electrónica y Santiago Auserón, voz.

Falta Carlos Velázquez Solrac, batería, que parece ser que fue excluido de la portada por Hipavox por cuestión de imagen, aunque figura en los créditos del disco. Pues ¡hombre!, Enrique por el atractivo de la dureza de sus rasgos, y Santiago por el hoyuelo en la barbilla y el aire alaindeloniano, sí dan el tono, pero lo que es el bueno de Herminio con esa cara de Netol o Michelín y ese frontal de teeenager..., claro que: era el cerebro del invento. Y Luis Auserón y Javier tampoco es que fueran beldades de concurso.

Aunque ya conocíamos a los Corazones Automáticos a través de algunas reseñas en Disco Express unos años antes, no fue hasta finales del 79 cuando oímos hablar por primera vez de Radio Futura en Radio 3, tal vez a Jesús Ordovás, de su inminente lanzamiento con un disco de larga duración, y ya hablaban de él como del grupo poco menos que definitivo de la recién nacida  Movidina Madrileña, que entonces se llamaba todavía Nueva Olina

R. F.  Enamorado de la moda juvenil.

http://www.youtube.com/watch?v=t0On9tbnKd8&feature=related

Sin embargo, el disco aún se hizo esperar unos meses y eso le añadió morbo, parecía todo muy bien calculado. Entretanto, no dejaron de recordarnos que los 80 serían de Radio Futura.

Contaron, pues, desde el principio, con un apoyo entusiasta y decidido de varios medios entre los que destacó Radio Nacional. Y enseguida TVE. Radio 3 no sólo era su mejor amplificador, también del resto de grupos que surgían como hongos, pero el caso de Radio Futura fue especial y meteórico. Tuvieron buenos contactos. Antes de grabar el disco ya habían teloneado a Elvis Costello en el 79, en Barcelona.

Cada vez que veo ahora ese primer vídeo de Enamorado... me descojono. Sobre todo viendo a Herminio saltando como si tuviera pulgas en el culo, ¿y este hombre es hipertenso?, ¡pa habernos matao!

No me gustó la presentación y puesta en escena. Los incluí entre los babosos, ¡pero si casi eran más duros los Pegamoides del momento, cuando todavía estaban Nacho, Ana y Eduardo!.., pero acabamos bailando el Divina, una versión, en plan reggae ligero, de Ballrooms of Mars de T. Rex.; y hasta bailamos el Enamorado de la moda...

No nos disgustaba  Ivonne, una bacilada sesentera, más que de Bowie, otra de las influencias que se barajan en su música, de los Beatles y el pop español de esa generación, que suena a La Mode del Zurdo. Una cosa, pienso, es la música que escuchaban y les gustaba, con la que querían identificarse, y otra las influencias que se pueden apreciar.

Hablé antes de Nueva Ola y es que el punk estaba dejando ya paso, en la escena internacional, a una música distinta, más festiva y sofisticada en el plano musical pero menos comprometida quizá en lo político, más intrascendente.

 El Maxisigle  Semilla negra.
 Dibujo  en la contraportada (alterado) de la Xilografía de Gouguin  Noa Noa. Detalle.

Algunos de esos nuevos grupos, que se citan como influencias, como Talking Heads, habían empezado a tocar, como ellos mismos, y a grabar en pleno punk. A mí, aunque en R. F no hubiera chicas (Santiago por lo guapo y Javier por lo rubio ensortijado bien podían haberse travestido, darían el pego), tanto colorín y juguetería, me recordaban más a los  B' 52 que a los Ramones, por ejemplo. O a las grupos yeyés españoles de los '60, incluida su música.

Leí que por la influencia del líder Molero, en las teclas, querían acercarse al sonido de Roxy Music o a su "conceto", no lo sé, que tampoco era nuevaolero precisamente,  pero yo no veía a Eno o a Fripp por ninguna parte.

El primer disco hubiera pasado más o menos sin pena y poca gloria, como otros muchos de aquella movida, si el grupo no hubiera tenido continuidad después de la marcha, primero de Javier y pocos meses después, con pelea judicial incluida por la titularidad del nombre, de Herminio. Por otra parte aquella Radio Futura no era la maravilla que nos venían anunciando.

R. F.   La estatua del Jardín Botánico.


Los vimos por primera vez en el 81, cuando empezaban a viajar con la furgona por todo el país, acompañados por Paz Tejedor que ejercía de mánager. Volvían al redil de la música que se esperaba de ellos, o por lo menos algunos como yo, y en cuarteto típicamente rockero empezaron a sonar más duros.

En el 82 editaron el sencillo La estatua del Jardín Botánico/Rompeolas, y al año siguiente Dance usted/Tus pasos.

Tocaron en Brujas, una discoteca de Oviedo donde disfrutamos a muchos grupos de la época. Usamos el mismo truco que otras veces para entrar en los camerinos al final del concierto, una Pentax que cargábamos entonces para dar el pego. Después, ya dentro, casi nunca tirábamos fotos, por no molestar o que se creyeran muy importantes, entre el artisteo siempre se corre ese peligro.

R. F.   Dance usted.


Lo que queríamos, y hacíamos, era charlar, cambiar impresiones sobre mil y una cosas que parecían empezar a nacer, llevarles unos ejemplares de Psilicosis y echar unos pitos. Pero como ellos tenían la furgoneta aparcada a la puerta de las Brujas, nos metimos allí con un libanés del Líbano que nos acompañaba, para despistar a la patrona y no llenar el camerino de humos, ya teníamos conciencia interacial, ecológica y atmosférica?
Estuvimos un buen rato dándole al cigarro y al pico, ¡cuidado, nada de jeringuillas, me refiero a la sin hueso!, hasta que se despejó la calle y desapareció el público del concierto.

Y ahí, en la fragoneta, empezó una mínima amistad que, alimentada apenas por un encuentro rápido cada tres o cuatro años, se ha mantenido hasta hoy.

Lo dejo aquí. A medida que avanzo en la redacción me da la impresión de que a pesar de lo poco que nos hemos visto, una docena de veces como mucho, tendría materia personal para hablar del tema como de Creta, es decir para sobrar.
Les dedicaré más capítulos en el futuro y ya veremos como los desenvuelvo. Para nosotros la vida de Radio Futura comenzó en realidad en ese primer concierto y encuentro.

R. F. Directo. Alcudia 83.   Un africano por la Gran Vía. 


Santiago y Luis Auserón, y  Enrique Sierra
Fotografía de  Kathy François para  Veneno en la piel.

De su cuarto LP,  La canción de Juan Perro (1987) es el último tema, musicalmente contundente, uno de esos donde los afanes por unir el rock inglés y americano con el rollo latino cuajan de modo definitivo. Y la letra es una de las mejores de Santiago, en la buena tradición refranera castellana actualizada.

Pero no evitaré un comentario sobre algo que he visto escrito en un montón de páginas a propósito de este maridaje de estilos al que acabo de referirme. Se dice, grosso modo, que son los inventores del rock latino, ¿¡cómo ye?!.

Lo pongo en cursiva porque lo hacen pasar por una etiqueta, del tipo jazz latino, que se hubiera sacado de la manga algún enterao y que Radio Futura elevara a la categoría de nuevo sello. Estilo tenían, pero de ahí a convertirlos en los Protomastores de dos categorías musicales de tal envergadura unidas, como son el rock y  "lo latino", ¡échale un galgo a este conceto!, hay un trecho que no sé quién fue el listo que se saltó a la torera, dudo mucho que Santiago diera ese salto, lingüístico entre otros, tan falso y tan pobre a un tiempo. Supongo que a base de repetir las cosas, aunque sean pijadas, uno acaba por creérselas. Y hay que vender mito, así se llame Andana.

El rock latino, sin etiquetas, cursivas ni comillas, señores teóricos, se coció en el mismo caldo que el americano, claro que siempre con otras salsas, y con un poco o un mucho de chile, Radio Futura han sido grandes impulsores e innovadores del estilo a esta parte del charco. Y en ello sigue Santiago todavía, según creo.

R. F.   A cara o cruz.


Salud y buena música.

Ramiro Rodríguez Prada