miércoles, 21 de mayo de 2014

Η Κάλυμνος, Kálymnos


Kálymnos en la distancia, desde Ziá, Cos.
Grecia, agosto 2013.


Κάλυμνος


Buenos días. Estuvimos en Kálymnos en los 90, veníamos de Cos en un ferry que habíamos cogido al final de la tarde, un poco desalentados por no haberla podido conocer mejor. Pasando por Psérimos llegamos de noche a Πόθια, Pozia, que es la capital y puerto principal de la isla.

El desaliento pasó pronto. Enseguida hicimos parea en cubierta con un grupo de gente. Griegos, australianos e italianos. Los griegos, que seguían ruta hacia el norte, nos dijeron que en Pozia, siempre había gente esperando a los turistas para ofrecerles hospedaje. Porque ningún guiri, incluidos nosotros, llevaba pensión reservada. Éramos tres parejas.

 Αμαλία Χριστοδουλάκη-Παπαστεφάνου. Σκοπός.  Μαρούλι.

https://www.youtube.com/watch?v=o7Z9m3Axd-M

En el puerto dejamos que la italiana, muy simpática, y parlanchina como yo (que dudo de mi simpatía...), se entendiera con el taxista griego que se nos acercó. Nos llevó a los seis enlatados en su utilitario hasta Μυρτιές, Mirtiés, y menos mal que era tarde y estaba oscuro porque todavía podía haber recogido a algún griego remolón.

Es una costumbre que vimos por vez primera aquí, cada día menos frecuente, quien paga manda. Porque estos pasajeros, normalmente nacionales, viajaban por el morro, a menos que hubiera un acuerdo anterior, antes de coger el taxi. De todos modos no solía molestarnos que el taxista, que no preguntaba, parara para subir a un vecino, salvo cuando venía con la familia y las bolsas de la playa...

Parece que hubiéramos viajado por la isla en taxi todo el día, pero es que aquí nos salía más barato que alquilar un coche y los viajes no serían más de seis u ocho, alguno incluso pagado entre varios, como el que hicimos para ir hasta el embarcadero del kaike de Leros. Porque el último día en Mirtiés pasamos a esta isla.
En taxi fuimos también a ver Pozia más detenidamente, y de ahí en otro a Βαθύς, Bazí, para buscar pensión. Al día siguiente volvimos en autobús con las bolsas y en bus regresamos a Pozia el último día para coger el ferry a Patmos y Samos.

Elegimos Bazí, además de por lo que nos gustó cuando lo vimos, porque en Mirtiés, conocimos a Petros, un pescador de Kálymnos retirado, con cerca de 80 años, que nos lo aconsejó. Nos bañábamos juntos en la playa del pueblo, de arena y bastante grande, nadábamos despacín, paralelos a la orilla e íbamos charlando. Enfrente, al otro lado del canal, a menos de media milla, teníamos las preciosas vistas de la islita de Télendos, Τέλενδος, con medio centenar de habitantes, población que multiplica en verano.
El agua estaba caliente y fue de los lugares donde más disfruté del baño en  Grecia y más metros hice, siempre con calma, sin competir, todavía el hombro no había empezado a molestar.
Petros se portó con nosotros como un caballero griego. Era muy grueso y le costaba caminar. Nos entendíamos con él sobre todo en italiano y francés, y las cuatro frases y palabras griegas que conocíamos entonces. Estaba viudo y tenía una hija en la isla, era un abuelo dulce, risueño y de buen humor.

El segundo día nos propuso llevarnos en su pequeño utilitario a dar una vuelta por todo el noroeste de la isla hasta la última población al otro extremo de la bahía, Emboriós. Εμπορειός. Para un hombre de su corpulencia y edad eso era una aventura. Nos dijo que cuando informó a su hija, le contestó que estaba loco. Pasamos el día con él porque andaba a la velocidad de un triciclo. Y paraba cada dos por tres. A la hora de comer no hubo manera de invitarlo. Volvimos a la misma marcha por la tarde y llegamos a Mirtiés oscureciendo. La distancia total no creo que pasara de los cuarenta kilómetros. Hay que tener en cuenta, no obstante, que la costa es muy recortada, ¡y a qué tanta prisa!...

Nada más llegar a Mirtiés la primera noche, nos duchamos y salimos a cenar a una taberna próxima. Había media docena de mesas ocupadas, y tres músicos y un palikari que bailaba de vez en cuando algún zeibékiko. Pedimos la cena y misó kiló, medio litro de retsina fresca, a granel en una jarra. Hacía calor, en pocos sitios he pasado tanto por la noche como en esta isla. Comimos y bebimos generosamente, contentos después del chasco de Cos. Y fuimos quedando solos en la terraza con los músicos, que también bebían retsina. Los invitamos a una jarra, el dueño de la taberna trajo dos platos grandes de sandía, acercamos las mesas y seguimos bebiendo, y ellos tocando.
Pasó el tiempo y con la música cayeron varios misó kiló más. Cuando nos fuimos a casa, muy tarde, estábamos todos en paz con dios. Pero no nos dimos cuenta del tamaño de la Paz hasta que nos tumbamos en la cama. Yo puedo decir que llegué a la papelera...

Creo que fue la mayor borrachera de retsina en casi treinta años yendo a Grecia, ¡nos bebimos un pino entero cada uno aquella noche!

Del Festival de Soustas del Dodecaneso, que se celebra en Rodas, este baile de Kálymnos.
Καλύμνικη Σούστα.

https://www.youtube.com/watch?v=rtafilROEXE

Kálymnos está muy habitada, es la tercera después de Rodas y Cos, y también en importancia, capital de la provincia norte del Dodecaneso, que incluye las islas de Λέρος, Πάτμος, Αστυπάλαια, Αγαθονήσι, Λειψοί, Αρκοί, Ψέριμος, Τέλενδος (Leros, Patmos, Astipalea, Agazonisi, Lipsí, Arkí, Psérimos y Télendos), y por la pujanza de su actividad económica. Aún así también ha ido perdiendo población, desde los 25.000 habitantes que llegó a tener en los años veinte, a los 18.000 actuales, más de la mitad, unos 10.000, concentrados en Pozia, al sur. Χωριό, Jorío, interior, encima de la capital, tiene 3000 y pico, y Πάνορμος, Pánormos, a continuación porque los tres están unidos, situado ya en la costa oeste, unos 1500.

Este año veíamos en primer término, desde Tigaki y Ziá en Cos, la pequeña y oscura sierra montañosa que es Psérimos emergiendo del mar, y detrás las altas montañas de Kálymnos, más pálida entre la bruma. La diferencia, con ser el doble, no es tanta sin embargo, porque sus alturas son de 300/750 metros. Pero otra vez la impresión visual hace el resto. Cualquiera diría que es tan montañosa como Cárpatos, la más alta y proporcionalmente la más estrecha del archipiélago.
La fama de Kálymnos como montañosa se acentúa en el interior de la isla. Las carreteras van encajadas en estrechos pasillos entre montañas o a la orilla del mar, asciende por los altos acantilados, y todo el caserío, y en consecuencia su población, se concentra en los pocos lugares llanos o habilitados. El resto es peña desnuda y agreste, ni se habita ni se cultiva. Tanto es así, que Kálymnos es un destino predilecto de aficionados de todo el mundo a la escalada libre en roca.

Παντέλης Γκινης. Letra y música, tradicionales.  Ντιρλαντά.

https://www.youtube.com/watch?v=0puPONEYmQc

Esponjas de Kálymnos en Rodas.
Grecia, verano 2013.

Y llegamos a las esponjas. El Dirladá que acabamos de escuchar es una de las canciones más populares del Egeo, de la Nisiótika y de Grecia. Pero además es uno de los temas griegos que ha traspasado fronteras. Hay versiones, hasta muy actuales, en todos los idiomas, e innumerables en Grecia. La última que había oído era una de Dionisis Savópoulos que ya tenía preparada, buena toma y voz rotunda. He preferido la primera versión que se grabó, porque me parece un sonido más genuino aunque el registro sea peor.

Kálymnos es para todo el Mediterráneo y para el mundo mundial, la isla de los pescadores de esponjas, y suya es la canción.
Y ya que seguimos a dos millas de Asia Menor, un Tsifteteli de Kálymnos traido de esas costas, un instrumental para mover el ombligo.

Παυλος Κουρουνης.   Τσιφτεντελι.

https://www.youtube.com/watch?v=BDNhapYSN-I

El Dirladá era la canción principal de despedida, cuando los barcos se reunían en Pozia, pasada la Pascua Ortodoxa, para poner rumbo a las costas norteafricanas y del sur de Italia, donde se encontraban los caladeros más ricos. No sé si fue Petros el que nos describió la emoción de ese momento. Mujeres y niños despidiéndose de sus esposos y padres entre lágrimas, de chicas diciendo adiós a sus enamorados..., todo ello dio lugar a un rico folclore.

Los barcos permanecían de seis a siete meses fuera de casa, hasta que llenaban las bodegas. Iban en grupos de cuatro, uno grande de nodriza y almacén donde vivía la tripulación, y tres pequeños dedicados a la pesca propiamente dicha.
Era una vida durísima, todos acababan con problemas de salud, algunos graves y con daños irreversibles, y muchos de los buzos morían, he leído que incluso por ataques de tiburones, los cazones mediterráneos.

Como Kálimnos no tiene apenas superficie cultivable, salvo un par de valles y el más importante el de Vazí precisamente, convirtió la pesca de esponjas en su monocultivo.
La prosperidad le duró, superando por los pelos la crisis que provocó la aparición de las esponjas sintéticas a principios del siglo XX, hasta los años 80, cuando una enfermedad diezmó las poblaciones de esponjas en el Mediterráneo. No obstante sigue contando con almacenes y factorías, y abasteciendo de ellas a todo el mundo, y su estatus de momento no parece menguar. Dicen que es una de las islas más ricas de Grecia.

El aumento del turismo ha supuesto una no pequeña ayuda. Y los naturales de la isla en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos y Australia, vuelven casi todos los veranos, fieles a su patria chica como la mayoría de los isleños.

La siguiente, recogida en un programa de TV de N. Sdregas, es una canción de boda, de las que ya he subido temas de varias islas. Pongo otra al final que creo que se grabó en una boda en Nísyros. Con la sousta y los syrtos, son de las composiciones más comunes. No figura el nombre del laudista.

Kostas Kikilis, violín. Kyriakos Bairamis, voz.  Canción de boda.  Kálymnos.

https://www.youtube.com/watch?v=L3t2mvqtmtA

He dejado para el final Vazí porque fue el lugar donde estuvimos los últimos días, tengo la sensación de que pasamos allí una semana y sin embargo no debieron ser más de tres dìas. El taxista que nos llevó la primera vez, paraba también, como Petros, en los lugares altos e interesantes, para enseñarnos el contorno de la isla. No lo hacía a nuestra costa para que corriera un taxímetro que no tenía, el precio estaba acordado, lo hacía por pura galantería y elegancia griegas. Y se reía a mandíbula batiente cuando yo le comentaba la diferencia entre su taramosalata y la de Atenas. En mi griego skiládiko le decía, Stin Azina, oji tarama, taramosalata ¡mono patata!, (En Atenas no huevas, la taramosalata sólo patata) y se partía el hombre repitiendo la frase.
La taramosalata es una ensalada de huevas de pescado (tarama) que lleva también, aceite, cebolla muy picada, limón y puré de patata. Patata se dice lo mismo en griego que en español, por algo fuimos los primeros transportistas.

Vazí es un valle de unos tres kilómetros de largo por uno en su parte más ancha, que termina encajonado en un estrecho y profundo fiordo con un puerto. Βαθύ significa profundo y es un topónimo muy frecuente en todo el país, especialmente en muchas islas con una geografía semejante. Todo el valle está plantado de naranjos, en especial mandarinos, cuya cosecha compite en ventaja con otros países del entorno porque se adelanta un tiempo la maduración. El olor a mandarina es embriagador.

No tenía playa, los chavales del pueblo se bañaban un poco fuera del puerto tirándose desde los acantilados. El cañón marítimo tendrá unos 100 metros de ancho, por 500 de largo, y otro kilómetro más en el que va cogiendo anchura hasta salir a mar abierta. Discurre entre paredes verticales que andarán también por los 300 metros. Acojonante, y muy bello lugar.
Frente al puerto había un par de tabernas y un hotel pequeño. Cenamos en una de ellas y nos acostamos tarde porque hacía un calor inaudito. ¡No me extraña que se adelanten las mandarinas! En la terraza de una taberna tocaban un violín, un laúd y una tsabouna. Se pasaron la noche tocando, no creo que molestaran a nadie porque no creo que nadie pudiera dormir con aquella temperatura. No sé si era el hecho de que el cañón se curva al final para enfilar el puerto y éste, tan empozado además, queda tan protegido que no circula ni la más mínima brisa del mar.

Mi compañera pasó la noche en la terraza. Yo con las puertas abiertas, desnudo sobre las sábanas no era capaz de conciliar el sueño. Dormía unos minutos y despertaba al poco como flotando en una nube de humedad, no sabía si soñaba o era verdad la dulzura del violín y la estridencia de la gaita, que más parecía un lamento de condenados al infierno, al fuego de aquellas noches, aunque las dos siguientes fueron algo más leves, o ya nos habíamos acostumbrado. Debí tener una docena de sueños allí, todos vívidos y significativos, muy potentes, en los breves minutos en que me quedaba dormido.
Los otros compañeros inseparables de las noche fueron los cantos de los gallos. Hay cientos de corrales y supongo que miles de gallos a juzgar por el guirigay. Cuando cantaban los cercanos al puerto, los kikirikís iban ascendiendo valle arriba cada vez más numerosos y lejanos, y cuando empezaban a apagarse, vuelta a empezar. Así, al contrario que en otras partes, hasta el amanecer. ¡Qué competencia, Panayitsa mou!

De madrugada aflojó un poco el calor, se fue la tsabouna, y debimos de caer inconscientes. Despertamos tarde y cogimos de milagro la barkula que llevaba a los pocos turistas a una de las playas. El pueblo es pequeño, unos 600 habitante y el valle se recorre en tres horas, ¿qué hacíamos el día entero en la terraza de la tabernas? Beber. Nos apuntamos por primera vez a esa costumbre de ir en barkula hasta alguna playa más o menos cercana. Se cuentan con los dedos de una mano las veces que hemos hecho esto, entre otras cosas porque no vamos a Grecia sólo a bañarnos.

Antes de continuar, la siguiente grabación puede ser otro ejemplo de porqué nos gusta Grecia: dramático, angustioso, fuertecito el baile de los ingenieros...

Danza de los pescadores de esponjas de Kálymnos.  Μηχανικός. Ingeniero.

https://www.youtube.com/watch?v=SFYKjCMLT4Y

Urbanizaciones en la península de Bodrum, Turquía.
A la vista de Cos, Psérimos y Kálymnos.

Grecia, verano 2013.

El caso es que cogimos la bolsa de la playa y llegamos corriendo a la barkula, a medio desayunar y sin pensar más. Iban dos italianas y una parejita, también italiana. Quizá creíamos que en la playa habría un chiringuito...

Nos dejó en una pequeña bahía a un par de millas de Vazí donde no había nada para comer, como no nos diera por tragar las bayas de unos enebros raquíticos que no daban ni sombra. Esos enebros han crecido en estos veinte años, pero poco, aunque he visto en una foto en Google que también hay algún pequeño olivo, debieron plantarlos después.
No llevábamos en la bolsa comida, sólo un par de galletas de chocolate de esas pequeñas de té, que vienen envueltas en celofán. Pero sobre todo ¡no teníamos agua, agua!, ni siquiera retsina. Yo tuve la suerte de coger la mejor sombra que luego compartimos con la pareja de italianas a las que había tocado la peor. Ese gesto nos valió no morir de sed allí. El hombre no volvía hasta muy entrada la tarde y ¡no veas cómo caía el sol, meu amigo!

El sitio era precioso, las aguas cálidas, cristalinas y turquesas, una enorme piscina natural, la playa de cantos rodados y arena gruesa. Y al fondo un vallecico de unos cien metros con más enebros y vegetación típica, que se empinaba hasta hacerse inaccesible. Allí recogí unas brazadas de tomillo y orégano, ya un poco secos porque estábamos en verano, pero con un olor agreste y escandaloso, fue otro de mis presentes a las italianas.

En este tema parece haber error en la escritura del título, ¿será Τι έχεις κόρη κι αρρωσταινεις?
Βιολι, Παυλος Κουρουνης, Λαουτο Μαμας Πικραμενος, Σαντουρη, Γιοργος Κουλιανος. 
Παυλος Κουρουνης (1911-1969). Canción de boda.   Tι έχεις κορι κι αροστενις. 1959.

https://www.youtube.com/watch?v=TcthFx6TOX8

No fue la sombra y el tomillo lo que las hizo compartir su agua y su escaso condumio, eran buena gente. Pero quedamos los cuatro hambrientos y sedientos hasta que llegó el de la barkula, que traía agua y sardinas asadas en un cucurucho grande de papel de estraza. Las fuimos comiendo navegando a Vazí. Ya debía estar al tanto el paisano de los despistes de los turistas...

La parejita se pasó el día en arrumacos bajo la otra sombra aprovechable de la playa, bebiéndose los vientos sin ser conscientes de nuestras urgentes necesidades. Las dos noches siguientes cenamos los seis juntos e hicimos la tertulia en la terraza hasta muy tarde.

Siempre recordaré Kálymnos con cariño, al señor Petros, lo bien que nos trataron, la viva luz no muy distinta a la de Cos, la calidez del agua, la amabilidad de la noche antes del bochorno, la curda de retsina, la tsabouna y el canto de los gallos de Vazí.

Παραδοσιακό Καλύμνου.  Θαλασσάκι (με τσαμπούνα)

https://www.youtube.com/watch?v=qSl7bfd882k


Salud y buen rumbo.


Barabarómiros.

lunes, 19 de mayo de 2014

140


No hay color.



Salía tirar la basura



para aclarar las ideas, pero se enturbiaron aún más. Lógico, ¿¡a quién se le ocurre!?, en una noche sin luna, con el cielo encapotado y en la esquina más oscura de la calle... . No fue suficiente que las bolsas fueran blancas o que llevara los ojos encendidos como bombillas de 100 vatios. Regresé solo y oscuro, sin nada en las manos, fundido contra el negro negro mundo.



Omar Kayan. Kiko Veneno. Guitarras, Tomatito y Raimundo Amador.
Camarón de la Isla.  Viejo mundo.


http://www.youtube.com/watch?v=5KxEh-_plf4



Salud y felices pesadillas


ra

domingo, 18 de mayo de 2014

Η Άλκη Ζέη, Alki Zei -3. La novia de Aquiles -2


Η Άλκη Ζέη
Fotografía de la solapa de la novela. No figura autoría.

Alki Zei

La novia de Aquiles -2


Buenos días. Habíamos dejado a Eleni en Taskent, en el momento en que se reúne con Aquiles después de varios años muy duros de separación. Hay una colonia de refugiados comunistas griegos, que se hacinan en oficinas convertidas en viviendas con una letrina para todos y unas condiciones extremas. Es todo lo que les han podido ofrecer y están agradecidos. Sólo podrá ver a su marido los fines de semana.

- "Llegamos a la parte antigua de la ciudad con pequeñas casitas hechas de adobe, que, sin embargo, así rodeadas de pequeños jardines con flores y verduras, parecen más humanas que las nuevas; edificios desgarbados y sin gracia que parecen cuarteles. " (Pág. 177). Esta cita resume bien los errores cometidos por el realismo socialista en la arquitectura urbana.

Andreas, un amigo de Lisa, su madre, pintor también exiliado en Taskent.
- "En París volvió a respirar. Visitaba los museos, tomaba su café en Les Deux Magots en Saint Germain recordando una y otra vez los versos de Palamás: 'Me avergüenzo de mi vida cómoda y de mi humanidad.' "
- " 'Sin embargo, en el fondo, quizá no me avergonzase nada. Me gustaba París y pintaba con ganas.' " (P. 185)
- "No llores, ya te lo he dicho, aquí las lágrimas no valen de nada." (P. 192)
- " '¿Es que no crees en el Che?', la pequeña estaba a punto de enfadarse mientras tragaba grandes bocados de pan untados con Nutella." (P. 203)

Μουσικές απο την Σχολική Παράσταση του ΣΤ1. Δάσκαλος: Δημήτρης Κόκκινος. Μουσική ο υπεύθυνος μουσικός της τάξης: Λεωνίδας Σακελλαρίδης. Τραγουδούν τα παιδιά της τάξης
'Αλκη Ζέη.  Ματίας ο πρώτος. 

https://www.youtube.com/watch?v=0ydNrYBwo1A

- "Ürum quiere invitarles a Andreas y a usted a comer mañana, preparará 'plof', un arroz típico de Uzbekistán." (P. 207)

Aunque Alki no lo formula explícitamente, es una constante que se repite a lo largo de la novela y que ya va impresa en su título: Eleni, la mujer, no tiene entidad, sólo como la novia de Aquiles, incluso en la sociedad más progresista su papel es secundario, de sombra del héroe, la mujer queda relegada a su condición tradicional de compañera y madre. Aquí habla ella desde el París de los 70, su último exilio, en uno de esos saltos espacio-temporales.
- "Si Aquiles no estuviera en la cárcel le pediría la separación. Para quitarse de encima la etiqueta de 'la novia de Aquiles'. Hace unos días la paró alguien en el bulevar Saint Michel. '¿No eres...?', intentaba recordar su nombre... '¿la novia de Aquiles?' " (P. 231)

En el primer año en Taskent, Eleni queda embarazada y tiene a su hija Dafnula. La división interna del partido se agudiza y se concreta en una imagen, los puntos de reunión de ambos bandos: los de la buganvilia y los del emparrado.
El enfrentamiento llega hasta las agresiones físicas y varios heridos graves, y la ruptura se ha consumado.
- "Aquiles nunca podría tener una opinión diferente a la de la dirección del partido, cualquiera que esta fuera. Solo que tarda en darse cuenta de que los ídolos se derrumban. Y debe de costarle mucho asimilar que los PRIMEROS de los PRIMEROS también pueden equivocarse." (P. 238)

Hay que pensar también en las condiciones penosas en las que vivían "los refugiados políticos, como los llaman, como nos llaman." (P. 233)
Eran exiliados de Grecia y exiliados dentro de la propia URSS que los acogía. No estaban en un gulag pero les faltaba un paso. En Yalta, como dije en el capítulo anterior, los vencedores de la guerra ya se habían repartido el mundo y trazado las fronteras, y el Telón de Acero empezaba al norte del Ródope. El Bigotones, y los dirigentes comunistas griegos obedientes a Moscú, los habían traicionado y abandonado. ¿No es lógico que los enviaran lejos de su país, en el centro de Asia, en medio de la estepa, de la nada? ¿Por qué no a Bulgaria, a Rumanía, a Ucrania?...

Primero los engañaron con la idea de volver a Grecia y reanudar la lucha armada en las montañas, aunque ya pocos creían en ese regreso. Eran un estorbo en realidad. Cuanto más lejos mejor. Desarmados y sin posibilidad siquiera de entrar en su país clandestinamente, descartada la intención de tomar las armas. Sencillamente estaban detenidos, y nadie en la Unión Soviética podía salir del territorio o trasladarse de región o de ciudad sin permiso del partido.

- "'Lo ha dicho el secretario, lo ha dicho Stalin', y se acabó." (P. 246)

Μελίνα Μερκούρη.   Είμαι Ρωμιά.  Soy griega.

https://www.youtube.com/watch?v=fvS3Shs81Ow

Ilustración de la cubierta en Ediciones del Oriente y del Mediterráneo (2013)
Sofía Zarabouka.

Todo se precipita. La llegada de Jrushchov al poder y la crítica al stalinismo, "volverán mis amigos de los campos de concentración", le dice a una sorprendida Eleni su amigo y profesor de ruso. Todo parece romperse. Aquiles se entera por casualidad de su relación con Jean Paul en Roma y reacciona violentamente.
-" 'No me dejaste nunca contarte nada cuando llegué...' " (P. 259)
Y ella debe enfrentarse de nuevo a la realidad y a su impotencia.
- "No soy ninguna heroína. Ni siquiera soy capaz de coger a mi hija e irnos. La estepa no puede atravesarse a pie. No haré nada, no puedo hacer nada. Nada. Como a los amigos de Mijaíl Grigorevich, a mí me han encerrado en un campo de concentración. (P. 260)

Pero llega por fin la oportunidad de un traslado a Moscú donde ya la espera Aquiles, y abandona Taskent con su hija y Andreas, el pintor amigo de su madre. Y el problema sentimental sin resolver, acantonado.
- "Un trozo de mi vida quedó para siempre en el corazón de Asia." (P. 269)

Y pronto el golpe de los coroneles en Grecia y, en otro salto a París, junto al mayo del 68 vendrá la Primavera de Praga, y acto seguido los tanques del Pacto de Varsovia entrando en la ciudad, y los sueños rotos de nuevo.

En Moscú tiene a un puñado de sus mejores amigos que le harán el resto de la estancia más amable, pero la incomunicación con su marido sigue, los dos con intereses cada día más divergentes; él viviendo sólo para el partido, -Ten cuidado con eso... no digas lo otro...-, con un sentido del deber que está incluso por encima de su familia; ella atenta a la amistad y a las cosas pequeñas, y también a la nostalgia de su país que empieza a doler, ahora que ha podido hablar por teléfono con su madre y ver a algunos griegos que visitan la capital.
- "Y todos estos que vienen de Grecia tienen un aroma especial. ¡Date cuenta de que ayer estaban en Atenas! ¡Hay gente que ayer estaba en Atenas!" (P. 300)

En una escena corta pero muy emotiva, Sofi, la hija de un antiguo amigo ejecutado en Grecia, a la que no ve desde niña y que viene a visitarla, abraza un regalo cargado de simbología personal que le ha dado Dafnula, la hija de Eleni, y Sofi le dice a ésta al despedirse:
- " 'Me encargaré de que vengas (a Grecia), aunque sea con permiso, muy pronto -me susurra al oído-. Te lo prometo, se lo prometo a mi padre...' " (P. 315)
Aquiles es un tipo sin ningún sentido del humor que ni siquiera es capaz de reír el chiste más elemental, como la frase de un dirigente del partido ensalzando las virtudes del sistema: "¿Dónde has visto tú a un soviético borracho?" (P. 315)

- "Porque Aquiles no participa de nuestro juego. Sólo volverá con la cabeza alta cuando el partido sea legalizado. 'Si lo permiten, tú puedes ir con Dafnula los veranos', no respondo. ¡Los veranos! No me bastan los veranos. Quiero ir los otoños, las primaveras, los inviernos, quiero vivir allí para siempre, para no marcharme nunca. ¿Qué ocurrirá con nosotros dos? Lo decidirán los acontecimientos, como ha ocurrido durante toda nuestra vida." (P. 319)
Y, a pesar de todo, en el momento de la muerte de un amigo, "Qué tierno es Aquiles conmigo! Su mirada quiere encontrar mis ojos para infundirme valor." (P. 329)

Melina Merkouri.   Je suis Greque.  Versión en francés.

https://www.youtube.com/watch?v=rSz4heSSNYM

La novela está a punto de concluir, pero aún tenemos tiempo de asistir en París al funeral de un actor exiliado con la presencia de la mayoría de refugiados griegos en la ciudad, comunistas y hasta un ex-ministro que abandonó Grecia con el golpe de los coroneles. Se escenifica en los discursos toda la falacia y la demagogia de los políticos profesionales, a derecha e izquierda.

Y, en un nuevo salto, a pasear por el jardín del cementerio de Novodévichi.
- "Aquí entierran a personalidades, escritores y artistas. Paseamos entre las tumbas de Chéjov, de Levitán. 'No parece en absoluto un cementerio', dijo Andreas la primera vez que fuimos. 'Parece un jardín apacible' ". (P. 330)

- "Cada mañana, doctor, cada mañana con el alba, mi corazón es fusilado en Grecia...". (Nâzim
Hikmet) (P. 331)
- "No sé por qué, pero cuando veo la bandera griega no se me alegra el alma, decía Andreas. Recuerdo al rey, a Metaxás, los desfiles nacionales y los guardias que llamaban a los timbres cuando se nos había olvidado colgar la bandera, que era obligatorio en las 'festividades y conmemoraciones' " (P. 332)

Georges Brassens.   La mala reputación. Versión castellana.

https://www.youtube.com/watch?v=lM3IBOkkeCw&list=RDl4Q7urIVYAE

Juan Manuel Baños, de Céfiro, con Pedro Guil y Coralia Pose, traductores.
Gijón, 2013.

- "La mitad de mi corazón se ha quedado para siempre en Moscú." (P. 336)

- "¡Hidra! Tiene razón Costís, Grecia es un país mágico." ( P. 341)
El reencuentro con Grecia es emocionante. Pero "Atenas se ha convertido en una barriada uniforme. Por todas partes bloques de pisos que se amontonan. Han desaparecido los pequeños comercios, las lecherías y los cafés." (P. 346)
- "La entrada de pésimo gusto, con espejos que te reflejan delgada y alta y macetas con plantas trepadoras de plástico." (P. 347)

- "Todo el tiempo estáis recordando el pasado. Aburrimos a los demás. No hay manera de que lo olvidemos, es toda nuestra vida. ¡Cuántas veces nos propusimos rehacerla desde el principio! No fue valor lo que nos faltó."
Entretanto Eleni, vuelve una y otra jornada al compartimento del tren de París en el que ha pasado, junto a sus amigos y camaradas, Panos y Evyenios, el rodaje de la película -y la novela, su vida-. (P. 351-2)

- "He querido meter en estos noventa días todos los años que he estado ausente. Antes de salir de Grecia, mi viaje más largo en tren había sido Atenas-El Pireo." (P. 340)

"¡Corten!"

Alki mantiene el recurso al flashback de principio a fin, hasta convertir la novela en un relato circular que empieza en la estación que sirve de plató a El tren del horror en la ficción, y regresa y acaba de nuevo a París, en un viaje que atraviesa Italia, Francia, Centroeuropa, Rusia y la estepa asiática, en otro tren real, sin olvidar las trágicas paradas griegas...

Es una novela de memoria, de recuerdo y amor a los amigos que murieron en el empeño de la libertad y de un mundo mejor. Y de testimonio, porque gran parte está contada en primera persona y es una historia vivida. Y es también una historia de amor juvenil romántico, que las circunstancias se encargarán de torcer. Y de amargura y soledad, de muchas derrotas y de varios amores.

Sin ser literatura para mujeres, ¡menuda chorrada!, si que me parecía por momento una historia de mujeres, pero al mismo tiempo a veces creía estar leyendo a Dostoyewki en la estepa rusa. El dramatismo está presente en muchos momentos, y algunos de los personajes, tanto masculinos como femeninos, son maravillosos. Son moral y, algunos, también físicamente hermosos, pero lo son a la vez como caracteres de novela trazados por una gran escritora. Y por supuesto personajes -que aquí son personas- odiosos.

Άλκη Ζέη.   Ο μεγάλος περίπατος του Πέτρου.

https://www.youtube.com/watch?v=cNAGYryk0VE

Y ya sólo una pequeña mención final a la carrera literaria de Alki Zei. Es conocida sobre todo como autora de literatura infantil y juvenil, donde ha renovado el género junto a otros autores, apartándose de los estereotipos, e introduciendo nuevos temas y una forma diferente de abordar la relación de la literatura, y el mundo, con la infancia. Sin aquel tutelaje ñoño de considerar a los niños medio estúpidos.
Ha obtenido importantes premios: el estadounidense Mildred L. Batchelder de literatura infantil (1990), o el Nacional griego de literatura infantil (1993).  Y ha sido traducida a más de veinte idiomas.

Al final de la novela, incluyen un glosario (Nota editorial) de acontecimientos históricos, muy resumido pero completo, que ayuda a situar los hechos en su contexto, los personajes o los lugares.

Y para la traducción de Coralia y Pedro, sólo tengo buenas palabras, y no porque sean amigos, que también, sino por el buen uso que hacen de su propio idioma, el castellano. Porque los dos son grandes lectores y todo traductor que se precie debe conocer muy bien, en primer lugar, su propia lengua.
Sabéis que mis conocimientos limitados de griego no me permiten valorar la traducción desde este idioma, si así fuera lo leería en el original.
Por eso les agradezco también mucho, a ellos y a los editores, que nos hayan acercado, y dado a conocer, a una autora de peso que nos ha conmovido y emocionado y además, para gloria de las carambolas, sobrina de nuestra novelista griega preferida, Didó Sotiríu, a la que, por cierto, quisiera dedicar el siguiente capítulo en Escritores griegos, así estarían juntas tía y sobrina. De Alki conocemos también algún cuento que se publicó aquí, tal vez más adelante le dedique un cuarto capítulo.

Γιάννης Ρίτσος, Καπνισμένο τσουκάλι. Música: Χρήστος Λεοντής, Jristos Leontís, Canta, Νίκος Ξυλούρης. Nikos Xiluris.   Και να αδερφε μου.

http://www.youtube.com/watch?v=DJ3ro4D744g&feature=related


Salud y buena letra

Ramiro Rodríguez Prada


P. D.  La novia de Aquiles. Septiembre 2013. (Η αρραβωνιαστικιά του Αχιλλέα. 1987). Ediciones del Oriente y del Mediterráneo. Traducción de Coralia Pose y Pedro Guil.  Vale.

viernes, 16 de mayo de 2014

139


Aires de Tormaleo.
Asturies.


Salí a tirar la basura



algo perjudicado. Lo de algo es un decir. Había recibido por la tarde la visita de unos amigos mineros, y con los cafés le habíamos metido unos tientos muy serios a un aguardiente de Tormaleo que me trajeron, tesoro de virtudes, entre ellas la de dejar al personal en los umbrales de la estupefacción y el nirvana. Aproveché que se iban para acompañarlos hasta la calle, airear y tirar la basura. Pensaba que el más tocado era yo, que soy el flaco y el menos bebedor, pero uno de los colegas se empeñó en salir por la puerta que da a las carboneras y nos costó trabajo convencerlo para que desistiera. El otro había olvidado el lugar donde aparcaron el coche y cuando creyó recordarlo se iba en dirección contraria. Les indiqué la correcta porque no quisieron que los acompañara. ¡Yo estoy de puta madre!, decía el de la carbonera intentando sacar inútilmente un pañuelo del bolsillo del pantalón. ¿No se os ocurrirá montaros en el coche con el pedo que lleváis?, les dije muy serio yo y muy equilibrado. Podéis quedaros a dormir. Pero no estaban para consejos y allá se fueron. Días después me enteraría de que habían pasado la noche perdidos buscando el coche. Lo encontraron al amanecer, se metieron dentro y cayeron fritos, durmiendo lo que les quedaba de mona. Después de todo fue menos escandaloso que lo mío. Tiré las bolsas y al volver noté los efectos más potentes del orujo. ¡No era capaz de meter la llave en la cerradura de casa!, no atinaba y me dio un ataque de risa. Al fin decidí llamar al timbre. No sé si no lo oían o no me querían abrir, porque escuchaba como bisbiseos al otro lado. Dejé de reír y empecé a mosquearme un poco. Llamé también con los nudillos y acabé por gritar, ¡Soy yo, abrid ya, coño!, mientras comenzaba a aporrear la puerta. Oí una voz femenina dentro que no me sonó muy familiar, ¡Váyase o llamo a la policía!, dijo. Entonces me fijé en la puerta: era el domicilio de la bruja del portal. Esperaba una denuncia al día siguiente pero no hubo nada, creo que me tiene tanto miedo como yo a ella.



Lafra.   Abre tu puerta cerrada.




Salud y felices pesadillas.


ra

jueves, 15 de mayo de 2014

Η Ψέριμος, Psérimos


Psérimos. A la izquierda Kálimnos, desde Zia, Cos.
Grecia, julio  2013


Ψέριμος


Buenos días. Aunque fue la única isla del grupo en la que no recalamos en esta ocasión, voy a dedicarle un capítulo a Psérimos por no dejarla  abandonada y subir unas fotos, las tres desde Cos.

La primera vez que pasamos por Psérimos, hace unos veinte años, desde Cos rumbo a Kálimnos, era ya de noche, no recuerdo nada de ella, esa entrada angosta a la pequeña bahía del oeste, en cuyo fondo se sitúa la playa en forma de concha, con dos muelles en los extremos, que éso es el puerto de Psérimos, y detrás unas cuantas casas encaladas, la mayoría de planta baja y estilo cicládico. Esto lo puedo decir porque he visto más de 300 fotos del sitio y un montón de vídeos.

Sin embargo sí recordaba vagamente el perfil de la isla desde Kálimnos, situada al noroeste, porque pasamos unos días en el sur de ésta y teníamos en primer término, a quinientos metros, el islote de Sari, perteneciente a Kálimnos, y a Psérimos con el suyo, Plati, a dos millas, que es la distancia aproximada que separa ambas islas, la misma que a Psérimos de Cos. La costa turca está a unas cuatro millas al este.

En esta ocasión contemplamos repetida y ampliamente este otro perfil de la isla, desde Zia y Tigaki, en el noroeste de Cos, es decir la perspectiva opuesta. La panorámica más completa y hermosa es la que se puede contemplar desde la pintoresca aldea de Ziá, por encima de los 300 metros en la falda del Dikeos, la cumbre de Cos, y a unos tres kilómetros en línea recta de la costa.
No sé si fue impresión nuestra, pero desde Kálimnos nos parecía más luminosa que desde Cos y más cercana. Serían los ojos jóvenes de entonces...

Desde Cos veíamos esa cadena de montañas en línea, siempre mucho más oscura que Kálimnos, ésta quizá suavizada por la distancia y la bruma. Sin embargo el color de las rocas y de la propia isla, muy seca también como la mayoría de las pequeñas, no es muy diferente al resto. Esos picos dan la impresión de que se tratara de otra isla montañosa, pero, como sucede con Tilos o Nísyros por ejemplo, la realidad es que su máxima altura no alcanza los 270 metros. Es una impresión óptica que se repite: el pequeño tamaño de las islas, y el hecho de que al fin y al cabo sean el extremo emergente de elevaciones submarinas, y por tanto el terreno se empine ya desde la orilla del mar, las hace parecer más escarpadas de lo que son.

Μανόλη Φράγκο (βιολί), Γιάννης & Νικήτας Καμπουράκη (Λαούτο), τραγούδι Γιάννης Καμπουράκης. Καλύμνικα. Φράγκος- Καμπουράκης (Ψέριμος).

https://www.youtube.com/watch?v=r9x_neq9qmY

Psérimos desde Zia, en la bruma Plati y Kálimnos.
Cos. Grecia,  julio 2013.

Psérimos es quizá la isla habitada de un tamaño medio más olvidada de todo el archipiélago y eso a pesar de su situación en medio de los canales entre islas, surcados diariamente por cientos de barcos, mercantes, ferris y de recreo, y grandes centros turísticos en las inmediaciones, cuyos mejores ejemplos pueden ser Bodrum, en Turquía o Cos capital. 

Sus costas tienen cierta fama de peligrosas, en especial por una barrera rocosa a escasa profundidad en la costa suroriental del canal, cercana al cabo Ρούσσα, Rusa, que lleva un nombre nada tranquilizador: Ερινύες, Las Erinias, las Vengativas, las Furias romanas.
Pero no creo que sea esa la razón por la que los grandes ferris evitan la isla, su actividad es mínima y sus habitantes, dedicados a la agricultura, la pesca y ahora el escaso turismo, no llegan a los 130. En consecuencia tiene pocos servicios y su comunicación con sus vecinas es a través de kaikes y ferris de menor tamaño, aparte de las excursiones de turistas procedentes de Kálimnos, Cos o Turquía. 

Son los veleros los que aprovechan sus solitarias playas de arena, y sus bahías como fondeos tranquilos. Al norte, mirando a Kálimnos, otro cabo, el Βασιλική, Basilikí, da también nombre a la otra rada abrigada, ésta en el levante.  
Tiene algunas islitas próximas, la más importante Plati al noroeste, a milla y media de Kálimnos en el canal entre islas, y al sur el islote, redondo como un casquete chino, de Κρεββάτι, Cama, en el canal de Κάπαρη, Alcaparra, que la separa de Cos. Por ese nombre, Kapari, es conocida también Psérimos.

La isla pertenece al distrito de Kálimnos y su historia ha estado siempre unida al destino de ésta y al de su hermana mayor, Cos, y todas ellas al común de Rodas y el Dodecaneso. 

Ψέριμος αφιέρωμα στον Λευτέρης Καμπουράκης.

https://www.youtube.com/watch?v=ZbypJlG9U5M

Psérimos desde Tigaki. Cos.
Grecia, agosto 2013.

En fin, aparte de esta descripción visual, el resto de la información, que es muy poca, la encontré en la red. Tampoco hay música de la isla, cosa que aún me extraña más.

En Wiki apuntan que Plinio la llama Pserema y Homero la cita en compañía de otras islas del archipiélago. Y leí un texto sobre su origen mítico en el que aparecen un rey y una reina enfrentados, desconocidos por mí, cada uno con sus partidarios; ella, casquivana y traidora, maga, cabeza de unos ritos que incluirían los sacrificios humanos, acaba venciendo. En la isla, con escasos restos antiguos, estaría la tumba y el espíritu atormentado de la reina vagando por sus colinas y sus escondidas playas.

Hasta aquí lo que pude reunir. La última grabación, un tema presente en todo el Dodecaneso, pero con su versión particular de cada isla, acompaña imágenes subidas por un isleño emigrado a América. La xenitiá, el extranjero como única salida para tantos.

Psérimos, vídeo con música de la isla.

https://www.youtube.com/watch?v=m_QSw5wYW24

Salud y buen rumbo.


Barbarómiros