domingo, 9 de octubre de 2011

Cómo sangrar, Qué hacer



Cómo sangrar                                         Qué hacer

Oviedo 2005
Ramiro Rodríguez Prada
(Tela sobre tablas de 40,5 x 31)

Después de un montón de intentos por fin salió derecho. Debería haber ocupado en su día el lugar de ´Para gato el de Solana`  pero las máquinas se me resisten más quer kolo der Botinehi, obedesen a la competensia, er Vanko Virvao Biskalla, o ar Sentráh Uropedo. Son los mismos culares con distintos nombres.

sábado, 8 de octubre de 2011

Psarandonis

Los corazones valientes no lloran, Den klaine oi dynates kardies: La 1ª no sale, a ver la 2ª...

http://www.youtube.com/watch?v=7pOXscJK_No&feature=related
http://www.youtube.com/watch?NR=1&v=OLEVOnpiMh4

Niet! Veamos la 3ª...

http://www.youtube.com/watch?v=jhqC9q5yfuY&feature=related

No era la mejor versión pero ¡sí, sale! ¿Y las mantinades? Sí.

http://www.youtube.com/watch?v=tBZ-nljmjy4

La calidad y variedad de músicos cretenses es grande. Empezaré por hablar de mi favorito, de algún secreto modo, mi primo Andonis, epígono de una saga musical. Otro día os cuento de su hermano Nikos y de Loudivikos, el tercero en discordia de Anoyia, un pueblo del interior de la sierra del Psiloritis.

Andonis Xyloúris, con apellido, el siluro*, de pez -psari-, un antepasado pescador -psarás- de turcos y su nombre, dio en Psarandonis, Antonio el pescador. ¿Qué pesca? Musas y Musarañas, pesca ruido y furia, y también soledades, quejíos, silencios y una ternura agreste de paisano enamorado, de kalos ánthropos, de buen hombre.
La canción de amor, el canto aguerrido y el llanto fúnebre, como un desgarrón interior tan profundo que temiera exteriorizarse más allá de la rabia instantánea, apenas contenida, de la interpretación. Y sin embargo, con esa pinta de anarquista descontrolado, ejerce una vigilancia  musical férrea sobre quienes lo acompañan  en el escenario, atento a la mínima incidencia y a la posibilidad de ese latigazo de genialidad inesperado que es siempre la razón primera de la música en vivo, y viva. Más en la improvisación a la que es tan aficionado.
 
Aquí no hay locos  ni orejas, pero sí hay Canto y Van Gogh, pasión, arrebato y buevo zurdo de Colón, el siniestro. Es para mí un músico comparable, salvando las distancias evidentes, cada uno en su mundo, a Hendrix, Marley o Camarón, pero vive y colea como el pez que es. Un hombre tan ensimismado, tan entregado a su arte que asusta.

Todos vamos envejeciendo..., si leyera este principio me crucificaba y con un cretense no se juega. Lo intentaré de nuevo.
Si se quiere asistir en directo a un espectáculo de posesión musical de una intensidad acojonante y una rareza difícil de explicar, esta sí incomparable a la de los citados arriba, y  vive aquí al lado, -el día que descubran la tonada asturiana nos invaden-, si se quiere entender y sentir más profundamente a Creta y al hombre indómito y enajenado -qué fuete!-, Andonis Xyloúris será uno de sus mejores mediadores, hay que verlo.
¡Es una experiencia religiosa!, diría un colgao pijotero. Y sin la intervención de psicotrópicos, bueno, algunos, ante todo los legales de la tierra, el palio crassí, vino añejo y el tzikudiá, un orujo fino fino que no veas, y menos bebas si conduces.

Esta es la Mantinada que Alberto, el Capi, me apuntó en su comentario, con Psarandónis en directo. La del pandero es su hija Niki Xylouris, no parece...

http://www.youtube.com/watch?v=tBZ-nljmjy4

Lo que tiene de enfático Psarandonis, sus ululaciones, sus oscuros vibratos, los lamentos fracturados, las descargas, los trallazos eléctricos del siluro, son parte inseparable de una puesta en escena y un estilo musical deudor de un teatro muy antiguo, visceral, casi olvidado. No es casual que el teatro griego conserve como pocos la solemnidad escénica, acompañada por una sonoridad majestuosa. Un tributo al idioma, a la oralidad poética y a sus clásicos.

Pero, aparte de su extensa obra original, es un intérprete que se atiene al canon tradicional de la isla, donde es considerado un maestro -mantinades, syrtos, kontiliés, ritzítica-, e incluso al cancionero cretense antiguo, con versiones del Erotócritos, el poema amoroso de Kornaros,  precioso lugar común de los músicos cretenses.

Escuchar a Psarandonis es asomarse al Idéon Andrón, el Antro del Ida, cerca de su pueblo, la gruta donde nació FEUS, como dicía el mi guajín, pero no a la cueva real del Psiloritis, sino a la caverna antigua, a la oscuridad interior, al fondo del vaso, al pozu negro del Teach, a la deuda griega, a la fría desolación, ¡al infierno morrocotudo!, queridos niños. ¡Uuuuuyyy, cuidadíiiiin!.

¡Y que no me hablen de rascarasca, a ver quién las raska mejor, con ese genio y energía, una humilde lira y una voz de ultratumba!.

Yasu, Andoni, bre kopeli mou, kritiké! ¡Abrazos, primo!

* La atribución del siluro al apellido Xyloúris no es etimológica. La voz griega más cercana es Xylo, madera, y Xylourgós, carpintero, que no es peor oficio que el de psaraturkos y es más bíblico y cristiano, aunque yo me quedo con el pez Andonis, el pescador, el pez que se muerde la cola.

Tal vez más adelante añada algún comentario sobre los temas o los discos que más nos gustan. De todos modos no es un intérprete de canciones al uso, lo suyo es el cultivo de un estilo dentro de una tradición, por lo que tiene menos importancia el tema concreto y más el conjunto. Y, como he dicho, en la red se encuentra su discografía y su música, así como los detalles biográficos y artísticos de interés. Nuestra intención es informar sin intermediaciones, cosa más rara de encontrar,  e incitar a conocerlo. Lo demás es cosa vuestra

Salud.

Ramiro Rodríguez Prada (Barbabarómiros).

(Comentario publicado el 26-06-2011 en Desde la popa, para la crónica  del 13-06-2011. Recalar en Corfú).

P.D. Andonis Xyloúris, Psarandonis, Palio krasí ein´i eskepsi mou, Mi pensamiento es vino añejo:

http://www.youtube.com/watch?v=wGMsBCzrFbY

viernes, 7 de octubre de 2011

Oscar Niemeyer -4

Crucé algún correo con Alberto, el Capi del Teach, que me tomaba el pelo, cuando puse aquí las fotos del Niemeyer de Avilés y de una casa de vecinos muy modelna, de colorinos, lo conté en esta etiqueta, en Gallineros y pollineros. Le decía que yo no podría hacer de moska kojonera con él en asuntos arquitectónicos porque no es mi fuerte y él es arquitecto, sólo cuento con mi buen o mal gusto y el interés del curioso al que pocas cosas le son ajenas.

El Niemeyer desde la terraza de la cafetería
Avilés 2011

Recuerdo esto ahora porque estamos en plena polémica en Asturias por la gestión y el rumbo que tomará el Centro Niemeyer.

Comparto algunas críticas sobre el poco peso cultural de muchas de sus actividades, pero lo mismo podríamos decir de Laboral Gijón. ¡Y del Bienlaclava, kala trava en griego, de Oviedo pa qué hablar!.

La conserjería de cultura socialista tomó decisiones  tan arbitrarias como la destitución del Ferreiro, creador y otrora director del Museo Etnogáfico de Grandas de Salime, o la persecución de buenos profesionales arqueólogos y el premio a los incompetentes del pesebre. Su deriva fue penosa. ¡Que no basta un pañolito al cuello para ingresar en la modernidá, conserjerina!
Y con la derecha asturiana más cutre en el gobierno los modos tan primitivos de plantear este debate son también comprensibles.

Si el Principado pone el dinero parece lógico que dirija el Niemeyer, pero debe intervenir con cautela sin dañar su imagen, por el interés de todos, y poner en práctica los criterios de calidad que pide a sus actuales directores o programadores, donde prime la independencia de la dirección artística sobre la política, antes que nada. Cosa bastante improbable gobierne quien gobierne, y más si los amos son los carpetovetónicos.
Menos plantes y más acción constructiva. Se puede ser elegante llevando madreñes, zuequiños de madeira o tacón de aguja, pero el elefante calzó cascos para entrar en la cacharrería.

Avilés tiene el equipamiento y el lugar de esparcimiento que necesitaba y ahora lo que interesa es aprovecharlo y darle marcha, con gente de aquí por supuesto, pero también de cualquier parte si tiene cosas buenas que contar.

Hay detrás de la bronca el más feo revanchismo y mucha cizaña. El Centro es una obra de los socialistos, contestada desde más de un frente, sobre todo por su alto precio o su apuesta por el hormigón y una arquitectura espectacular, aunque a nosotros los edificios nos parecieron más pequeños que en las fotos. Es grande el conjunto con la explanada. Pero está hecho y renunciar a ello sería como negar la Capilla Sixtina porque Sixto IV Areces fuera un sátrapa o un mataturcos mientras el pueblo sufría, y no estoy comparando la belleza de ambas obras, hablo del sinsentido de la tabla rasa.

El precio de estas operaciones fantasiosas que pagamos todos, frente a las necesidades reales cotidianas de la mayoría de la población, que trabaja media vida para tener un pequeño piso de 60 metros perdido entre otros miles idénticos, y el abandono total o parcial de  otras propuestas culturales, consolidadas o no, hacen que resulte más sangrante el grandonismo de este tipo de arquitectura. Sangre sobre el blanco impoluto de muchas de esas obras. Y lo que nos hace estar en contra.

Hay aspectos positivos, estaría bueno. El fundamental la recuperación para el asueto de la ciudad de terrenos de la Ría muy contaminados cuyo saneamiento debía abordarse, o la belleza de algunas perspectivas ganadas a un espacio abandonado que parecía  existir a espaldas de Avilés, como su inútil, sucia y húmeda trastienda.
La funcionalidad y utilidad del complejo lo dirá el tiempo y dependerá también de la calidad de la oferta cultural que mencionamos al principio.

Y, para terminar, es la ciudad de Avilés quien  tiene la última palabra, los ciudadanos concretos que son los primeros que disfrutarán del Niemeyer o le darán la espalda, de su participación debería depender su futuro y no de unos u otros políticos, siempre oportunistas.
Hasta hoy la más activa parece la cafetería y no demasiado. Ya veremos.

Era sobre la construción en Grecia sobre lo que quería hablar colgando algunas fotos alusivas pero la actualidad local se impuso hoy.

Salud.

Tinín del Res Ortín.

jueves, 6 de octubre de 2011

Elinikó kafés, café griego



Café Basili Kekeri
Komotiní. Grecia 2010

Tiene fama el café de Komotiní, tal vez por el tueste cercano al turco. Nos lo trae el Inmortal Dimitrios de la tierra de sus ancestros, no lejos de Áthos.
Es el monje ortodoxo que conocimos en las Batuecas en un curso sobre meditación hesicástica y que ahora suda sangre en la infernal Karoúlia perfeccionándose en la Filokalia. El ombligo hace tiempo que no se lo ve entre tanto pliegue, todo piel y huesos del hambre que pasa el cuitado.
¡No abandones a los fieles íberos, Dimitri  mas!, que esta comunidad fue cosa tuya y privados de guía en una selva escura nos hallamos.
¡Vuelve y cántanos el Axion Esti de nuevo, y alguna de Locomondo y deja al gerontas sou comiendo altramuces!, que no sé si se dan en Ayios Oros, por cierto... . Aquí te engordaremos con jamón ibérico y cular extremeño, Megalo Monajó!.
¿A qué esperas para abordar una fundación definitiva en estas tierras?. Para emular a los americanos con lo de las News Religions podemos bautizarla como la Neo Iglesia Eterodoxa Hextremeña, tal cual, para que sea más heterodoxa, rito Psarandonis, al que podíamos invitar para la ceremonia de consagración. ¡Todos te seguiremos, maehtro!

Al cuento. El café.

Aunque se supone originario de África, Etiopía, Abisinia, su uso se extendió a través de Arabia por todo el ámbito musulmán antes de pasar a occidente a partir del S.XVII. En el siguiente se empezó a cultivar el americano que ahora consumimos la mayoría.

Actualmente los griegos, que lo heredaron de los otomanos, consumen más café per cápita que los turcos, más aficionados al té, Çhai, chai en griego.
La preparación es la misma en los dos casos, una infusión de café muy molido servido con los posos en decantación. No es nuestro café hervido y  filtrado con manga o colador, el café de pota. Cuando el agua hierve echan el café, con azúcar si es dulce, y lo retiran del fuego revolviéndolo para que se mezcle y el mínimo hervor no lo estropee. Es delicado y, después de muchos años, pocas veces he conseguido una taza que me satisfaga, como las que prepara el Inmortal tesalonikiós,...Agg, Dimitraki, dervichaki mu!, pote zarzis, pote zarzis apo tin mavri xenitiá, como lloraba Kasantzidis, cuándo regresarás de ese oscuro exilio de  Karulia...

Para leer los posos del café giran la taza  sobre un plato con los sedimentos que has despreciado y vuelven a ponerla derecha para estudiar el dibujo que los restos dejaron en las paredes y el fondo.

Tanto griegos como turcos tienen varias preparaciones, con sus respectivos nombres, dependiendo del sabor dulce o amargo que apetezca el parroquiano.

-. Sketo: Solo, sin azúcar. Sade, sin, en turco, y a veces Aci, amargo. Es el de los palikaris, los agrios y muchos hombres mayores y barbahelenos.
-. Glikó: Dulce. Con varios niveles de dulzor, Ligo, poco, Metrio, intermedio y Polí glikó, dulcísimo y hasta Parapolí glikó..., el muy es poco para el paladar goloso de griegos y turcos, en castellano no tenemos nada más allá del superlativo. Sus correspondientes turcos son Az, poco azúcar, Orta, medio, y Çok sekerli, muy azucarado. Al exprés occidental, casi inexistente, los turcos le llaman American al solo y Fransiz al con leche.

El Elinikó es el nombre por el que se pide el café en Grecia y el que se usa para referirse a él. Es más cosa de hombres,  que se lo toman para desayunar, a media mañana y por la tarde, en casa, o en los cafeníos, tabernas y terrazas de todo el país.
Lo sirven con un vaso de agua fresca que quita la sed y arrastra los posos que quedaron en la boca. Es casi un rito.
Lo incluyo en lo que se comió porque es otra forma de alimento que siempre está presente.

http://www.youtube.com/watch?v=gmHNEbt0D1o&feature=related

O kafés, El café. Canción de Stavros Karamaniolas, por Aryiris Bakirtzís con Imerini Kolimbites, Los nadadores invernales. Thesaloniki.

Yasas, salud

Barbarómiros.


 

miércoles, 5 de octubre de 2011

Estilos musicales griegos


El corro nisiótiko.
Un joven cantante de la trupé de Eleni Legaki sube al escenario, casi al final del concierto, para salir un rato del nisiótiko y contentar a los más locos con Malamas y algo de zembékiko. Mientras, las hermanas mayores de la gitanilla Ioanna esperan con las bandejas de pétalos. Las venderán a los colegas de los mangas que se inspiren bailando solos a favor o contra el kosmos.
Agii Apostoli, Eubea, agosto 2011

Estilos musicales griegos


Antes de continuar haciendo más comentarios sobre música griega, creo necesario volver a mencionar los estilos más característicos, que ya había apuntado muy brevemente en Desde la popa al hablar de Loudovikos ton Anoyion, para que los que seguís este blog tengáis una mínima guía. Más adelante iremos ampliando la información estilo por estilo, así como la que nos vayan proporcionando los músicos de los que tratemos.

Al mismo tiempo añado el Nisiótico -plural, Nisiótica-, que sólo mencionamos de pasada como uno de los más importantes tras los reseñados allí, el Laikó, el Rebétiko y el Éntejno. Le dedicaré más espacio que al resto aquí  para conectar con los artículos precedentes en esta etiqueta sobre Eleni Legaki, una de las intérpretes fundamentales en la actualidad de ese estilo isleño.

He pensado incluir también en la etiqueta de Música cretense a mis tres músicos cretenses preferidos, aquellos que llamé "Ayia Tríada tis Anoyias", La Santa Trinidad de Anoyia, Psarandonis, Nikos Xyloúris y Loudovikos. Me limitaré a copiar los comentarios que hice de ellos en Desde la  popa, donde los podréis encontrar también. Cada vez que veo las diez entradas de Música cretense y pienso que faltan los tres más queridos por mí, siento como si los estuviera escondiendo. Aunque haga las entradas con fecha actual señalaré las originales en que fueron escritas para el Teach.

Veamos los estilos:

1.- El Laikó -Laiká-, es la música civil por oposición a la religiosa. Es el estilo más popular en Grecia, ya que actualiza la tradición, en la que se apoya, para llegar al gran público. Un equivalente muy mejorado de aquello que dimos en llamar en España Música ligera, la del día a día, que allí no se corresponde siempre con la comercial. Excluiríamos de esta, por tanto, al rock y otros estilos actuales de consumo efímero, pero tampoco del todo, porque hay gran cantidad de autores que hacen rock sin abandonar el tronco griego, o  se mueven en los dos campos, así que ojo al parche.
Al contar con una base tradicional muy rica, y admitir novedades, las variaciones del laikó son innumerables y el nivel de calidad diverso. Aquí se nos querría colar, pero no lo permitiremos, el Skyládiko, por ejemplo, que tradujimos por música Perruna, el chundachunda y la música más hortera, que sin ser propiamente un estilo, ni una nada, casi todo el mundo lo identifica inmediatamente.

2.- El Rebétiko -Rebétika-, la de origen más oriental, pero desarrollada a partir del siglo XX en la metrópolis griega. Es también variada en sus temáticas y estilos, que van desde la más oriental danza de los 7 velos del Café Amam, las Amanades, donde prima el asunto amoroso, que cultivaron las Rita Abatzi o la de origen judeo español Rosa Eskenasi, los lamentos de Grigoris Asikis o las de la alegre  Marió, la decana, y  todavía activa, reina del Rebétiko, a la Haschiklídika del Tekes turco, el tugurio de los fumadores de haschís, que se trasladó al Pireo y a los barrios periféricos de Atenas en los años veinte y posteriores, con temáticas más duras y actuales, no sólo sobre drogas, como Deliás, Batis, Bambakaris, Tzitzanis, Ninou, Sotiría o la citada Marió.

Tras  resurgir después de los cogoneles con jóvenes intérpretes, no ha logrado salir de la recreación histórica, con muy pocas aportaciones modernas que no dejan de ser también revisitaciones, como la colaboración de Savópulos con Sotiría Belou, el Café Amam de Lizeta Kalimeri con Marió o la más reciente versión skatalítika del tema clásico de Bambakaris, Frankosirianí por Locomondo. Todo esto dicho de manera abrupta y muy general, sólo para ir situándonos.

3.- El Éntejno engloba a las músicas clásicas y líricas, de instrumentación académica, una etiqueta muy general  también porque los límetes de cada estilo no están siempre definidos y hay incursiones e invasiones, en  y de campos vecinos. Muchos cantautores están en este caso y en no pocas ocasiones es la instrumentación y, sobre todo, los canales de distribución, los que determinan una u otra etiqueta, de acuerdo con su mercadotecnia. En las zonas limítrofes ni siquiera los instrumentos son capaces de definir con precisón cada modelo, porque, además, ya hace muchos años que los músicos griegos de formación clásica incorporaron instrumentación y ritmos tradicionales en sus composiciones.

El caso de las voces femeninas de la lírica es también ejemplar, porque en ningún otro país son tan conocidas y disfrutadas por el gran público como en Grecia, donde es también más frecuente que en otros lugares que las cantantes graben, tanto a poetas nacionales y extranjeros, como obras más asequibles para el gran público, pero cuidando los textos y la instrumentación, y que alcanzan gran difusión.
En la etiqueta de Música cretense incluí a los autores griegos más conocidos de este estilo, Theodorakis, Hatzidakis, Xidakis, Markopulos y Xarjakos, reunidos ahí más por sus apellidos,  confluencias y trabajos cretenses que por su lugar de nacimiento, ya que sólo Markópulos nació en Creta. Tomemos, pues, con pinzas esto de las clasificaciones.

4.- El Nisiótiko -Nisiótika-, música de las islas, que podría ser incluida en un apartado de la Tradicional, bien conservada y presente en todas las regiones, con un folclore variado y vivo.
Quizá por la abundancia  de islas y el cultivo y consumo que mantienen de su música, el Nisiótiko es de los estilos clásicos  populares que más ha evolucionado, alejándose  un poco del folclore propiamente dicho, porque ha renovado su repertorio, incorporando nuevas letras e instrumentos, sin renunciar a su base tradicional, a diferencia de otras herencias más rígidas y minoritarias que hoy ocupan el nicho de lo folclórico.

Por otra parte, tampoco el Nisiótiko es uniforme y son varios los estilos, unos más adaptables que otros al oído actual y al consumo masivo. O de difusión irregular. Cada isla es un mundo.
Mucha de la  música tradicional cretense puede ser considerada Nisiótiko, no sólo porque se hace en una isla, la más griega y grande de todas, sino porque sus estrofas e instrumentación son las mismas y su conexión con las danzas populares idéntica.
Los instrumentos más típicos son, además de la voz, la lira, de la que hay varios modelos, o el violín a los que suelen acompañar otras cuerdas, mandolina,  laúd, bousuki, guitarra, y percusiones, ahora la ya imprescindible batería y otros instrumentos incorporados, teclas, bajo, etc.

En muchas islas utilizan para determinados estilos una pequeña gaita artesanal, la tsabouna, confeccionada con piel de cabra, de la que  existen diversos tipos en Grecia y países limítrofes. La madera, de olivo u otras. En Macedonia y en algunas islas se llama Dankiyo,  hecha de cordero, como en el Ponto, donde también se la conoce por el nombre turco, Tulum. En otras zonas continentales griegas es la Gaida, también de cabra.
La primera vez que escuchamos una tsabouna fue en el Dodecaneso, en Vathí, Kálimnos, isla de los pescadores de esponjas donde uno de ellos se convertiría con los años en un clásico del instrumento, Nikitas Tsimouris.

De los cuatro apartados que hicimos, el Nisiótiko es el  más bailón, participativo y el preferido por las fiestas populares de las islas, lógicamente.

Yasas, salud!

Barbarómiros.