Pajares, Asturias, febrero 2012 |
Pues sí, decidí dedicar ya unos capítulos a las sombras sobre la nieve, estimulado también por esas dos fotografías tan potentes en blanco y negro parecidas a grabados, aguafuertes, que subió Txell a su fotoblog los dos últimos días y que tituló Trames.
Estas sombras y estas tramas son mucho más tenues y además azules, pero me gustó tanto ese nombre que me dió Txell "El buscador d´ombres", bastante ajustado a lo que hago últimamente, que ¡venga y dale!, sigo en ello.
Veré a ver qué planto entre col y col, más sombras, flores que pongan un color rabioso entre el azulete níveo...
Tengo también una serie sobre tejidos y puesto que hablamos de tramas y yo ayer le prometí a Txell una canción griega que habla de esas tramas textiles, quizá vineran bien y de paso abrigaban del frío de la nieve. Y tienen color, pero no son nada buenas técnicamente, lo miraré.
Lo que dudo más esta vez es que tenga tema para ir rellenando estos huecos de palabras, porque me exprimieron tanto las tapias que me dejaron sin jugo, ya sabemos que la arcilla es hidrofílica, por el contrario la nieve sólo es agua.
Quisiera volver a la ficción pero casi siempre me puede el impulso momentáneo, o el intercambio, el diálogo y la amistad. Y la improvisación.
Me aburre un poco enfrascarme en una historia inventada, y tengo la sensación de que aprendo menos, en varios sentidos. Cuando las escribo pongo en juego cosas que siento que domino, más o menos, como quien coge una herramienta a la que está acostumbrado, sin demasiados descubrimientos en su oficio. Hay que alicatar una cocina, pues dale que libras.
Por otra parte no hay toma y daca, nadie me mira, ni me cuestiona y pocas veces necesito el concurso ajeno o pensar en historias de otros. Estoy solo en la cocina todo el día y así ¡no salgo de micabezademimihhmoconmigoenmí! Me pongo mística y devota de San Juan. Y me doy a la bebida.
En la interior bodega
de mi Amado bebí
y cuando salía
por toda aquesta vega
ya cosa no sabía
y el ganado perdí
que antes seguía
Pajares, Asturias, febrero 2012 |
Por el contrario, cuando decido improvisar suelo pensar en alguien concreto, en uno o en varios a la vez, en un diálogo imaginario que es continuación del real que hemos mantenido de otra manera.
La cosa está más clara que la nieve, veo todos los días, con fervor y detenimiento, una serie de fotografías que nos proponen los que de aquí en adelante llamaré colegas u otros sinónimos, y no favoritos, que parezco el presidente del club de fans.
Las comento con la intención de agradecer con esas pocas palabras lo que ellos me han dado y, al tiempo, intentando comprender lo que veo sabiendo que puedo errar. Me voy a la cama con esas imágenes y esas ideas.
Encima ellos me contestan, buena parte del día tengo la cabeza ocupada en distintas variaciones de lo que intercambiamos. Me enseñan historias fuera de mi mihhmo, dispongo de otros puntos de vista que enriquecen el mío, y tengo la sensación de que avanzo, y de que algunas veces hasta acierto y soy útil. Esto del utilitarismo debería explicarlo mejor, pero no me apetece ahora. Soy enfermera, de formación cristiana ¡Verge Moreneta!, y monja atea, no lo olvido.
Además me obligo a estar a su altura y eso es un estímulo para mejorar. No es que no me esfuerce con las historias ficticias, pero la presión de hacerse entender es menor en mi caso, aquí me dirijo a personas concretas con ojos y sentimientos determinados, no es un auditorio anónimo, por más que éste también esté compuesto de personas. Entiendo que hay una distancia que empieza con lo primero que mencioné, el intercambio.
Para terminar con esto diré que tampoco se oponen ficción e improvisación, es sólo el nombre que le he dado a lo que suelo hacer en esas dos formas genéricas.
Puse el ejemplo de los fotógrafos, pero puedo decir otro tanto de los blogs que sigo y en los que, por sistema, participio, en los comentarios o en colaboraciones, como en Geotropía. ¿Para qué los tengo aquí si no, no son mis amigos, no los considero ejemplares cada uno a su modo? Siempre aprendo.
Y lo mismo digo de las currucas, como la Blasensis o de los colegas, como Lucas. Continúo aquí un diálogo con pocas interrupciones, ¡y me entretengo como dices, Cascanueces, y me siento acompañado en la celda!
La sombra del interfecto Asturias, 2012 |
Sin embargo esto que llamo improvisación no es más fácil que lo otro. Me atranco mucho más, no sé por dónde tirar, me pierdo, no llego a donde quiero... . La ficción es mucho más fácil, casi siempre sabes el principio y el final, sólo es rellenar el desarrollo de la acción intermedia, como colorear un dibujo. Como tener el proyecto antes de levantar la casa.
Puede ser apasionante construir personajes, imaginar escenas y ponerlas en pie, pero la hora justa de la escritura no es raro que resulte un coñazo. Pocas veces se dan las sorpresas.
Incluso el cuento improvisado es más sencillo porque te permite hasta la escritura automática, donde si quieres cave todo.
Esto es una tortura muchas veces y echo horas. Necesito quedar tranquilo pensando que por lo menos me aclaré yo, aunque no diera ni medio paso. No siempre lo consigo. ¿Si no me aclaro yo qué puedo contar a nadie? No me conformo, pocas veces quedo tranquilo. Y eso también es un acicate para mejorar. ¡A ver si la próxima doy en la diana! Divago.
Aprovecho, ahora que Txell acaba de contestar a mi comentario de su última foto, la 2ª de ésas que mencioné arriba, para responderle aquí. Me dice al final que estudió dibujo y que haciendo al carboncillo tramas sobre papel como las de su foto, a veces lo rompía de la fuerza con que aplicaba el lápiz.
A mí siempre me gustó la pintura gestual y bruta. Soy muy nervioso y mi deporte era la velocidad, he aplicado esas cualidades, o defectos naturales a la pintura, pero sobre todo al dibujo. La mejor herramienta para mí, por eso, es la espátula, la de cristalero del Raval, puedes hacer una profunda línea, fina y sola, como el rastro de un tanque por el barro.
He aparcado un poco esas técnicas por aprender otras, pero también para saber controlar los impulsos cuando me convenga. Digo un poco porque es bastante inútil oponerse a la naturaleza, pero yo lo intento ¡voto a Bríos!. Algo habrá también de esa raza de cardadores de la que vengo, carda en mano. No me gusta la espermatorrea continua, os podéis reír pero se parece.
Tengo una serie de cuchillos de distintas durezas, flexibilidades y tamaños y no sólo rompo el papel como tú Txell, o la tela, acuchillo el lienzo y hurgo en la herida del papel con saña sádica. Después me apiado y le echo mercromina (la enfermera...).
Y bien, el soneto escangallado se acabó. Vayamos con la música a otra parte. La canción que prometí a Txell.
Kristi Stassinopoulou, Ifantokosmos, Mundo de tejidos.
Salut, υγεία!
Barbarómiros
Μπαρμπαρόμηρος
Qué días tan ajetreados. Leí tu entrada de hoy esta mañana en el trabajo e incluso intenté subirte un enlace a una foto de sombras en la nieve que tengo en el blog, pero al final no lo conseguí. Me falta tiempo para muchas cosas. Mañana, más tranquilo comentaré, hoy... la cancela
ResponderEliminarHola, Valen. Acabo de ver tu foto de la verja, mucho más potente en blanco y negro, y la historia que hay detrás también. Yo todavía no probé cómo se verían esas mías en B/N, lo haré cualquier día. Espero que alguna de capítulos posteriores te pueda gustar más.
ResponderEliminarNo había visto fotografías tuyas de esa época y veo que los comentarios son largos e interesantes, ¿qué ha pasado?
Hoy tampoco yo tendré oportunidad de comentar las fotos hasta mañana, y eso que ya estará ahi, sòlo la veré. Ahí nos quedamos pues.
Salud y buen sueño.
No tengo muy claro que es lo que ha pasado con los comentarios. De todas formas, es una foto con in poquito de literatura y es mucho más entendible por ello. Si te enfrentas a la misma fotografía sin historia alguna detrás sólo puedes ponerse la tú y somos de natural perezoso. Pero llevas razón, creo que voy a describir lo que en parte significan para mi, a fin de amabilizarlas.
ResponderEliminarBon dia Ramiro,
ResponderEliminaraquí escoltant aquest món de teixits... gràcies, és suau, si, no entenc la lletra però la musica em sona a quelcom continu, que es va enllaçant.
Aquestes fotografies d'ombres, de trama i enllacen naturalment amb els teixits del teu ultim post.
La ombra tramada de la reixa es distorsiona sobre el relleu de la neu, i fa un efecte estrany, m'agrada molt, sobretot en la segona.
Ai, les eines Ramiro, m'ha fet impressió lo de l'espàtula, ha de ser un gust no? ara entenc perquè entenies tant de ganivets. (...per cert, lo d'estripar el paper no era una questió de força si no a còpia de insistir-hi en excés.)
Com jo també sóc nerviosa, alhora de fer coses els resultats em poden, això en la pintura i en el dibuix com tu dius personalitza i té interès... en la fotografia, en el meu cas, va segur del tot en contra. :)
Preciosa la cancela del valentín.
que tingueu bon cap de setmana
Buen día. Valen.
ResponderEliminarSupongo que algunas piden más un pie que otras, pero opino que la foto ya dice por si misma lo que tiene que decir, eso como principio.
Me parece, no obstante, que una explicación no perjudica lo que la imagen expone o lo que cada cual ve en ella.
Al contrario, creo que pocas veces estorba y más a menudo ayuda.
Bon día, Txell.
Disculpa la meva pèssim català de traductor.
D´acord amb teu imatge del continu a la músic (i a les trames).
Intentaré passar alguna estrofa de la cançó, les 2 últimes.
Si entres en el món de teixits
veuràs coses meravelloses
i com Alìcia
al País de las Meravelles
el recorrerás dolçament
...
difícilment trobaràs la sortìda
i sense el Fil d´Ariadna
quedaràs atrapar per sempre
en el Laberint.
A alguien le regalan una alfombra oriental en cuyas tramas se pierde...
Salut y petons a los dos.
Ramiro.
Buen fin de semana para tí Txell (me gusta más como suena en catalán).
ResponderEliminar