martes, 19 de julio de 2011

Caputalismo ferox

(Había titulado la entrada, por error, Capualismo, de Capua, ferox, lo que dio origen a una rectificación).

En el último comentario largo que realicé en Desde la popa (09-07-2011. De Koroni a Kalamata), donde agradecíamos a Zanásis. P, de Halkida, Evia/Eubea, su generosidad, me hubiera gustado haber añadido otro apunte de Fermor sobre la importancia que la hospitalidad tiene en Grecia, casi religiosa, desde la antiguedad, donde extranjero y huésped eran sinónimos, hasta hoy.
Zanásis es nuestro mejor ejemplo de lo dicho, y de los grandes. Leontari stin kardiá, Corazón de león, Palikari stin kardiá, Corazón de valiente, dicen los griegos.

Zamora 2006

Inicio así la reseña sobre los zombis geniales, porque temí que las ´orivles heratas` del To maniatis  y el To kritikós por los correctos masculinos O maniatis y O kritikós,  me podían costar  muy caras y verme perseguido también por el héroe maniatis Skyloyannis y por el kritikós Delyannakis.

Pero no ha sido así, espero temeroso, no obstante, mi encuentro nocturno con Grecia donde, como también dice Fermor y yo puedo corroborar, uno "ve" el sueño. Con estos dos feroces helenos no sería sueño, sería pesadilla. La inocencia, a la que me acojo como a una sacristía, espero que me absuelva ante hombres salvajes, agrios y montaraces, pero con un sentido de la justicia infinitamente mayor que el del Cappotalismo contante y sonante, rampante y reinante. Nada temo, pues, ¡ea!.

Y, por otra parte, debo felicitarme también porque ´don/  Vicente Van/ y don/ Ramón/ el del bastón/ se van/ y cesan`.
No me lo creo. Supongo que al saber que no iremos a Turquía, donde sospecho que pensaban tenderme una celada, acorralarme con la ayuda de un fantasma disfrazado de lagarterana siracusana, un pariente lejano de Alcibíades el macedonio, tesalonicense renegado y vecino de Atatürk en la juventud, escritorako, en el que yo me cisqué en cierta ocasión en la bahía de Oludeniz, pero sobre él no en la arena turca... .
En fin, son cosas del onirismo que nada tienen que ver con mi respetado, admirado y trabajador pueblo turco,  ni con el infame perro Barbarroja o el perjuro Dalí Mamí que Feus despelleje.

¿Otra falsa paz, tregua para concentrar fuerzas y rematarme? Os mantendré al corriente.

Yásas, salud.

Barbarómiros.

El Púlgar. Venga fiesta.

Este será sólo un primer y pequeño apunte, aprovechando la oportunidad del collage,  para hablaros del  último CD siamés del Púlgar, porque mi intención es dedicarle más tiempo y espacio.
Se titula "No me morí y Venga fiesta". Este es un conjunto de 17 bandas sonoras cortas, sintonías, con percusiones, piano, voces orientales y africanas, ritmos, vientos, cuerdas... . Atmósferas urbanas, nocturnas, lunares, policíacas, fílmicas, de terror, de serie B..., demasiado para comentar en detalle.

Destacaré la última, con un piano maravilloso y un ritmo que termina en bossa nova. Es la versión instrumental de una de las mejores del  otro siamés, No me morí,  titulada "La caena", un mix cubano flamenco, ese ¡trailili  trailili...!, con unas teclas extraordinarias y los coros gitanos, hasta el ¡moon light, shine, shine, shine...! del soul negro, muy logrado, con despedida de marcheta nocturna incluída. Como la mía ahora. Hasta mañá. Otro día el resto de la fiesta.

Salud y mucha música.
  
Skylorómiros Mavropradakos

lunes, 18 de julio de 2011

In the ghetto

Collage para una caja rockera
Oviedo  2000
Como acompañamiento rockero para Siniestro Total, Ante todo mucha calma, y saludo a mi colega, Yásu, kopeli múuu!, er Púrga, que también aparece en la ilustreción. ¡Hay un temazo en su último disco, The Man shadow, El Manschaíto!
Salud.
Ramiro.

Sigá sigá, poco a poco



Prosoji, Pediá
Cuidado , Niños
Agioi Apostoloi 2011

Buenas.

Hoy, 18 de julio, fecha de infausto recuerdo para muchas personas de este país, cuando las crisis aprietan y ahogan aquí, en Grecia y en el medio mundo de siempre, seguiré siendo fiel a ambos, como a una esposa y a una querida.

No veo ni la decadencia griega ni el destino manifiesto español, pero sí quiero creer en la fuerza de los dos pueblos y diría, con Fermor, excluyendo el comienzo "cuando se alcance la armonía política" porque no creo en paraísos, "que el genio griego -el español, cualquier genio-, inquieto, disperso, imposible de embridar e indestructible, liberado al fin, producirá algo que deslumbrará y enriquecerá al mundo nuevamente, más allá de nuestra imaginación".

Que así sea; esto es amor no catecismo. Y ¿qué es amor?, preguntas, tu pupila azul clavaíita...con brillo de faca...tú pica tabaco trágico...que eres poesía nocturna y gris...en fin, aunque mezcle copla y lírica todo viene a ser uno, un to(n)tum revolu(n)tum bbrrrrrr!, ya me entendéis, que me da el telele, esto no se explica, carajo, que hay señoras delante. Me veo obligado a poner los paréntesis en la expresión latina porque ya vinieron dos clérigos a corregirme por mi latín peor que macarrónico, pero hasta ahí llegaba. Todo sea por no inducir a la confuçao al cuerpo de monaguillos.

De momento los griegos están respondiendo con las únicas armas que tienen y como paisanos, con el valor que nunca dejaron de tener, si algunos  infiltraos tiran cócteles, con el precio de la gasofa, en lugar de tomates es porque estos últimos valen más que el oro, no por precio, por calidad, y no vas a lanzárselos a la astinomía para que se pongan a recogerlos y nos dejen sin la ensalada  -mono domata-, coño, que ellos ya cobran incentivos por la hostias extras que reparten esta temporada, que siempre cobraron y que siempre repartieron,  mejor.

Qué diría de esto el buen Jaritos, de Márkaris, con su supermirafiori intentando atravesar la cola de la manifa. ¡Aaaayyy, Virgensita mía! ¡Agggg, Panayitza múuuu!

Si Frango, el pollo, decía que su misión era pasajera y duró cuarenta años, la pelea por un mundo un pelín más justo no va a durar menos.

Sigá sigá. Salud. Yasas.

(Para los que les interese, el libro de   Patrick Leigh Fermor de donde extraje las citas en Desde la popa, al hablar de su muerte, y la del presente texto, es el de Ed. Acantilado, traducido por Agustina Luengo, MANI. Viajes por el sur del Peloponeso, del 2010).


Barbarómiros Hatzipradakis.

Ziniéhtro Totáh. Vientos del pueblu me lleven...

Uno de estos fines de semana recordamos algunos viejos buenos tiempos, los del Ayatóla no me toques la pirola y Mario encima del armario, donde sigue. Le llevamos un par de revistas a Julián que nos saludó y agradeció atento el detalle. En un pueblo leonés de la ribera del Órbigo, Carrizo, ofrecieron un concierto a un millar largo, de incondicionales todo hay que decirlo, para todos los públicos. Estaba la familia al completo, con bebés  gugús y abuletes cebolleta incluídos, algunos de estos últimos con panzas olímpicas. No tengo nada contra los abuelos, entre quienes me podría contar por edad, ni contra los obesos porque yo esté algo escurrío. Es que me ví medio concierto emparedado entre dos panzas gansas de mi quinta que, por ende, intentaban grabar ¡todo! el evento en sus móviles -yo ni tengo-, qué manía,  no les basta con Me pica un huevo o, en su ausencia, Miña terra galega. El hecho es que los desequilibrios provocados por los jóvenes danzaris hacían que ambos apoyaran sus pesadas carnes rosadas en mis magras chichas morenas, por delante y por detrás. Como soy fajador, hasta ahí vaya y pase.
Lo peor vino cuando uno de ellos, o los dos, "soltaron vientu", que diría nuestro José Canellada. ¡Baaadree eeee deraaamoooor herrbooosssooooooooooooooo!!!!! Ta arómata lo envolvía todo, porarribayporabajo poralanteyporatrás, ¡qué intensidad, qué persistencia, "el aroma embalsamaba el aire", como repetía una y otra vez la traducción castellana del Kapitán Mijális de Kazantzáki.
Julián, por favor te lo pido, la próxima vez que vaya a verte házme un sitio ventiladito junto al escenario si quieres conservar un amigo leal o, al menos, un crítico sensible, que sólo tira los pedos justos que se le escapan sen querer, entre colegas o en la intimidad del hogar, a lo sumo en presencia de su abogado. Como exije la urbanidad punky, los tiro adrede en el despacho del jefe, en el ascensor pichel cuando va cargado de fantasmas o en el confesionario, que no frecuento, donde con harta insistencia huele a gallina siracusana, con perdón para tantas de nuestra mujeres que sólo se arrodillan y humillan en olor de santidad, para confesar cuatro ¡zapes!  que le endilgaron al gato. El aire era tan apestosu, tan espesu que se cortaba, y siento no poder dicir nada de la música, aunque estuvieron marchosos, divertidos, saltarines, vitamínicos y centolas. Buscaron afanosamente el Códex Calixtino entre incienso cannávico y res mes, porque, ya digo, hay vientos del pueblu que arrasen con too, ¡Feus meus!, hasta con la cuenca minera, borracha y dinamitera.  Salud.

Skylorómiros Mavropradakos.