jueves, 21 de julio de 2011

Pluma de santa Teresa



Pluma de santa Teresa
Oviedo 2011


Lo que se comió el tiempo porque no queda ni una en la ventana.
Los cactos, este es epifito, bueno para Asturias que es húmeda y templadina, tienen flores muy guapas pero efímeras y esta es de las más duraderas, con un gran capullo que tarda días en reventar y ya embellece el panorama, hay una variedad rosácea al fondo, ta jrómata, los colores, pero la mayoría son flores de un día, como la vida misma...

Salud, geia sas!

Ramiro.

Paseriformes y Canoras


Nido de golondrina en la casa del Maquis y familia
Agioi Apostoli 2011

Traigo hoy a colación, no para comerlas, a cuatro especies de aves conocidas, pero difíciles de observar, bien sea por su rareza, apartamiento, actividad febril o sus derroteros transiberianos y subidas al Galibier en invierno, en triciclo.

- La Curruca mirlona, Sylvia hortensis, subespecie Centenalis, pájaro cantaor y fontaneru en Cá Cuca, la vaina, tiene el tamaño de un pardal, con un antifaz negro, el capirote, lo que no lo hace ni tonto ni curruca capirotada, otra especie, pero sí le da cierto aire de apandador.
Le chiflan los árboles -la sylvia-, los frutales y vive junto al huerto del Arcediano, de ahí hortensis, a la vera de los morales y del nido del verderón, en un Edén.

Es ave humorista capaz de hacer reír a un cuervo muerto. Los buitres ya no la atacan porque se afuegan con el collarín del cuellaco, de la risa, en cuanto el Centenalis abre el pico.
Su cante, un gorjeo melódico y sonoro, parecido al del zorzal pero más jondo, es muy apreciado pa la parte de maragatos, donde se halla el borde de distribución de la especie en la penénsula Ibérica. Incuban macho y hembra y amboos cuidan a los polloos.

- El Verderón común, Carduélis chloris, subs. Blasensis, es ave saxofonista y musiquera, piragüera y gran deportista, pariente de una servidora por parte de padre.
Lo mismo va de Creta a Finlandía a tocar rizítika progresiva en un volido de cuatro días sin escalas, que asciende a los lagos de Covadonga en trainera ella sola. Con su vecina la Curruca hortensis forma el duo ´Los del huerto", en memoria del Arcediano.

Sopla el saxo pero es frugal en lo demás, lo digo porque bebe poco, aunque se pasa con lo de las maratones a la pata coja, cada pájaro con su pájara particular. Y es una canora que conoce, letra y música, todo el cancionero rockero avícola de las últimas generaciones de verderones.
Como primo mío que es, él fue quien me introdujo en el Clero Pardo Maragato, el Cepeme, un coro de canoras.

- El Ampelis europeo, Bombycilla Garrulus, subs. Karouliensis, es un pájaro ascético pero muy bello  emigrado de Ampelos, Creta, región de grandes vinos que abandonó con todo el dolor de su bien entrenado paladar, al salvaje norte de Agios Oros, Áthos. Como griego dio nombre a Europa y a su especie.

Gran viajero, posee el don de lenguas, por lo que puede confundirse con el Carricero políglota, pero éste tiene más pelo, pluma, bueno lo que sea, y hablaremos de él después. Y a propósito de pelo, el garrulus no gasta tampoco ni uno de tonto, como la mirlona de antes, y si es gárrulo es porque le gusta cantar rebétika, beber caldos añejos, un pelín de tzikudiá y comer muérdago, cuando vuelve por Ampelos.

Es manso y rechoncho, no gordo, y corto de cola, ¡ojo!, hablamos de la de atrás, no de...ésa. Y lo de Bombycilla  tampoco es por la escasez de pluma, es guiño por la iluminación ´a vela` de Karoúlia, ni por la obesidad, que allí el pobre anacoreta pasa más hambre que el burro del avaro, que no le daba de comer para ahorrar y cuando ya lo tenía acostumbrao va y se muere...de hambre (Philógelos). Lo que les puede pasar a los banqueros, ahora, si no espabilan, (¡¿más?!)...

- El Carricero políglota, Acrocéphalus palustris, subs. Pulgueña, es canora de múltiples registros, estrofas  y gorjeos, reclamos, chasquidos y parloteos, ruidos, trinos y rasgueos.
El canto del políglota, "¡gasolíiinaa/sucia asquerosa bencina/la cosa que más contamina/que me mate si quiere/mientras me haga viajaaar!", es el más variado de todo el repertorio avícola, ni siquiera algunas gallinas siracusanas, que cuentan con merecida fama en el mundo del bell canto, son comparables a la riqueza interpretativa del políglota pulgueño, que imita hasta 212 especies, incluídas las Palurdas nemorossas.

Pero aparece poco en la palestra, canta desde la espesura, aunque es también músico callejero, pero nocturno por lo general. Compositor y funambulista fue palustris en Madri, atlánticus en Cái, mediterráneus en Barcino y oceánicus en las Afortunadas.

Pese a que sólo la mirlona Sylvia hortensis es Curruca, las cuatro son pardas.

Salud y sonrisas.

Cannabina Carduélis, Pardilla común, subs. rebétissa, psilicosa.
 

Yiannis Markópoulos


Me despedía ayer de Creta lamentando dejarla y caer en el mar de Libia.

Pero he dado un paso atrás, no puedo acabar con Kriti mu, ómorfi nisi tu paradisu, Kreta mía, hermosa isla del paraiso, sin pensar en Nikos Xyloúris y en Markópoulos, al que mencioné  junto a Xarjákos cuando traté de Xyloúris en Desde la popa (17-06- 2011. Parga a Levkas).
Por eso reculo y le dedicaré este capítulo a Yiannis. Sería, además, muy injusto colocar a Thedorakis, Hatzidákis y Xydakis en la etiqueta  Música cretense, como máximos representantes del Éntejno, sin ser cretenses, y apartar a Markópoulos que nació en Hiraclion y se crió en Ierápetra, frente al mar libio precisamente, del que he disfrutado tanto como de los anteriores, del autor y del mar.

No podría olvidar y vuelvo a ella con frecuencia su Lengo, lengo...-I Helada, Grecia, 1975-, una tremenda canción de amor y desesperación a su país, interpretada in directo al piano, apasionada y triste, que podía servir de banda sonora de la actualidad griega.

http://www.youtube.com/watch?v=wPbEjedFw0I&feature=related

Ni las que popularizó Nikos: Bikan stin poli i ojtri, Entran los enemigos en la ciudad, 1975, de Skourtis, que me recuerda a Kavafis, Jília miria kímata..., Diez mil olas, de Míris, 1972, sobre Aivalí, de la que canté unas versos en Anogia acompañando a la hermana de Nikos, To kariofili mana mu, El kariofili -fusil- madre mía, Tin ikona su, "jrómata que arómata", colores y aromas que me estremecen, Grecia, bellísima.  Zalasinós Stratis..., El marinero Stratis, 1973, de Seféris. Zabarakatranemia. Pirasmos y Akra tu tafu siopi, Llueve sobre la tumba, 1977, de Solómos...

Compositor influenciado desde niño por la música litúrgica ortodoxa y bizantina, como muchos de sus contemporáneos, utilizó también la instrumentación renacentista para abordar su trabajo sobre el Greco, Música para Doménikos Theotocopoulos, 1988, repitiendo musicalmente el mismo recorrido que hiciera su paisano, pintor de iconos en Creta,  aprendiz en Italia y maestro en Toledo, cuatro siglos antes.

Escribiré una segunda parte porque me voy muy lejos ya y me queda una mención, aunque sea corta, a otras obras suyas, de paso aprovecharé para hablaros un poco de Stavros Xarjákos, ya que los he llevado de la mano desde el comienzo, por su confluencias espacio temporales, políticas, musicales..., entre las que las menores no son sus respectivos  trabajos con Ayios Nikos Xyloúris, y porque me gusta.

Saludos.

Barbarómiros Haztzipradakis.

Tarta de almendra

No podía soportar ahí ese pobre Lo que se comió, solitario como yo. Ésta la probó el ermitaño Dimitraki, tora sta Karoúlia...Aaag!!

Tarta de almendra  doña Lola
Oviedo 2011 
 -Ingredientes:
1/4kg. de almendra molida/ 200grs. de azúcar/ 5 huevos/ Levadura y azúcar en polvo/ Mantequilla.
-Preparación:
1. Separar yemas de claras.
2. Mezclar azúcar y almendra. Añadir las yemas y batir.
3. Montar claras, echarlas a la mezcla y batir.
4. Añadir 1/2 cucharadita, de moka, de levadura y mezclar.
5. Untar un molde con mantequilla, echar la mezcla y meter al horno, precalentado, a 180/190º C., durante 30 minutos.
6. Decorar con azúcar molida y la plantilla que desees.

Es muy fácil y un exitazo.
Salud, yasas!.

Barbarómiros.

miércoles, 20 de julio de 2011

Nikos Xydakis

Al hablar hoy, otra vez, de Olga y Spiros del restaurante Anatolikós de Alikés, recordé que todavía me faltaba Xydakis, que nos gustaba a todos,  para completar la terna del Éntejno -lo clásico-, que coloqué en la etiqueta "Música cretense", aunque ninguno de los tres es cretense. Lo son de espíritu y de apellido. Xydakis es del Cairo, de familia samiota y de Kassos, al lado de Creta, isla ocupada también por los turcos y donde impusieron sus prefijos y sufijos como en el resto. No creo que le importe figurar bajo la divisa  cretense.
Es incluso arriegado catalogarlo en el Éntejno con todo lo difusa que puede llegar a ser esta y cualquier categoría, podríamos hablar de moderno Laikó o de Nuevas músicas, de música bizantina,  como de mediterránea... .
La carrera discográfica del grecoegipcio comenzó con un bombazo, Ekdíkisi tis giftiás, La venganza de los gitanos (1978), con Nikos Papásoglou y letras de Manolis Rasoúlis, que murieron este enero en Tesalónica. En julio habíamos visto a Rasóúlis con Orfeas Peridis en un concierto en Halkida donde nos llevó O Megalos Thanásis P.  Mi señora habló con Rasoúlis, al que admiramos, y su muerte nos causó doble dolor. Aaggg, palio nduñá!  La venganza hizo historia en Grecia y es un disco imprecindible para conocer la evolución posterior de la música griega más interesante. En Españas se distribuyó a través del sello Resistencia que llevaba Ramón Trecet, con Ténedos (1991), sobre la isla ocupada por Turquía, con letras de Ghonis, e Imerologio, Calendario (1995), una colección de pequeñas maravillas.

Entre sus muchas obras, ha musicado también poemas de Solómos, Elytis, Kariotakis, Kapsalis o Safo y trabajado con voces y autores de mucho kilate, Arvanitaki, Kaná, Masclavanu, Savópoulos, Malamas o Ross Daly.

Terminaré con una mención que Xidakis hace al final de Imerologio a los músicos callejeros. El texto se titula El Cantante fiel, habla de un ciego desarrapado que tocaba el acordeón y cantaba por las calles de Atenas y "siempre aparecía poco antes de la Pascua".  Hay párrafos muy guapos, "...errantes, rompían a cantar sus penas en las calles de Atenas, aquí y allí, en plazas, en cafés, en el barrio de Theiseion. Valses, tangos, aires nostálgicos, melodías europeas y gitanas, todos tocaban con fervor balcánico".
Con una historia mínima semejante quisiera  iniciar otra etiqueta que necesitaré abrir ya y que se llamará,  Música griega. Porque me salgo de Creta y caigo en el mar de Libia. Y eso que allá, ómorfi nisi, isla hermosa, me quedaron los Mountakis, Garganourakis o Manolioudis...Con todo no se puede, para otro viaje. Salud. Yásas!.

Barbarómiros  Haztzipradakis.