martes, 26 de julio de 2011

La Pappanatta partheni


Grecia 2011

Dicen de la Partheni que es mejor ponedora que la Nemorossa y más fogosa en la coyunda aunque, yo que las he visto en el acto, no sólo instantáneamente, que la cosa dura unos segundos es verdad, sino en el acto mismo, vamos, porque, además de fraile y cocineru, antes fui pato, -asuntos de reencarnaciones que no vienen al caso ahora-,  yo no noté gran diferencia.
Y he podido observarlas también desde fuera, no porque me vaya el porno gallinil, sino porque frecuento el corral municipal y lo veo.

Bueno, centrémonos. Es que ya puse "he visto", "observarlas", "lo veo", y ¿qué ví?, ¡no vi nada!. A mí me pareció que se quedaban como bobas mientras el patipolla las gallaba, pero tampoco apáticas, que llevaban al puto pato encima, sólo salían del alelamiento un instante después del asalto, echando una corta carrerina y sacudiendo un poco las alas como si soñaran con un tiempo mítico en que volaron... .

No sé, es la impresión que me dio. Como todas las gallinas que conozco, que tampoco son tantas, cuando echan un casquete quedan amodorrás, y si es con un oco,  patidifusas.
Quizás un ojo experto pueda ver otros síntomas que se me escaparon o no supe apreciar, un rubor característico en la cresta, una midriasis acusada, las plumas de la rabadilla tiesas como flechas motilonas..., ¡nada!,  yo no vi nada.

Y como pato, buueeeeeeno, los caballeros no cuentan esas cosas.

Volviendo al tema de la fogosidad de las Pappanattas, y para dejar las cosas claras ante tanto Machito Follador. Lo pongo con mayúsculas no por admiración sino porque suena a nombre de púgil mejicano de peso gallo. Es que me parece más interesante terminar con los partenaires de las partheni  que con lo mucho o poco que disfrutan ellas.

A quién puede extrañar que las gallinas siracusanas sueñen con el tiempo mítico, antes del polla io y del gallina io, en que fueron aves felices y bien follás y no este remedo de ahora, soportando sobre el llombu, la esparda parda, a un ganso mocoso que, para más inri, es eyaculador precoz.

Aaagg,  paliokotopulás!, puto gallinero...

Korvus Korax, "O Mavros".

lunes, 25 de julio de 2011

Para gato el de Solana



Para gato el de Solana
Oviedo 1993

Ramiro Rodríguez Prada


No quería poner este cuadro, sino uno más reciente, pero no consigo que el elegido me salga derecho y no encuentro en el escaso archivo otro más apropiado para el final de la serie "La falacia de curso legal".
El gato al que se refiere el título es el de José Gutiérrez Solana del cuadro ´Los caídos`(1915). Es una escena interior con seis personajes y  un gato, junto a una cama,  iluminados por una luz ictérica y gris. Tipos enfermizos, andróginos, deformes, apaleados, y entre ellos su cara de perfil, miradas desconfiadas, alucinadas, con la apariencia  y el hieratismo de la madera, aunque no tanto como el de sus cuadros sobre la semana santa...
Menos el gato: el gato es uno de los mejores, sino el mejor de la pintura española realista, está en la parte inferior izquierda  en una atmósfera tenebrista. Su mirada atraviesa la parte inferior del cuadro, con las orejas tiesas, en alerta relajada diríamos, tiene tal vida que parece posar para el momento, pero con esa indiferencia distanciada de los gatos que les hará salir corriendo de un momento a otro por algo más interesante, pasando del posado.
Especialmente su cara es un poema, el resto del cuerpo  que se adivina en lo oscuro, las patas empastadas, están tratados de modo más informal.

Después de pintar el  gato pánfilo, sobrealimentao, que yo pinté, confirmando mis dificultades con el dibujo, tuve que repetirlo un centímetro más a la izda., hasta su emplazamiento actual, por cuestiones de composición, geometría o como queráis. El caso es que ¡repetí el mismo gato obeso, apijotao, incapaz de cazar a un gurrionín caído del nido e indiferente a loh ratoneh, aburrío y, posiblemente, miope!

Salud.

Ramiro.

La falacia de curso legal -5


Leyendo los artículos precedentes pareciera que Grecia es el mejor de los mundos posibles conocidos...y así es. Pero nos engañaríamos si pensáramos que los griegos son angelicales, como el sonido del castellano para el oído de sus mujeres, que contaba Javier Reverte en Corazón de Ulises. Los griegos tienen muchos vicios y defectos, como nosotros, como tantos otros, pero sus virtudes no desmerecen ante las de cualquier pueblo con el que se las compare, y en algunas ya comentadas destacan con diferencia.

Hablé ayer de la Kalabría griega y de la Calábria italiana, colonizada por la primera y otros helenos, en la antigüedad y en sucesivas oleadas  hasta el S.XIX, escapando del avance del Imperio Otomano. El hecho de que en zonas muy limitadas de Grecia -Sfakiá, Mani- pervivieran, hasta no hace muchos años,  formas casi feudales de organización? y, más bien, costumbres como la vendetta italiana  y corsa -importada por maniátes-, el duelo de honor o la justicia de sangre, en terrotorios donde además, por su aislamiento y abandono, no alcanzaba todavía el brazo de la ley estatal o era lento e inoperante, no justifica conclusiones tan peregrinas como que la sociedad griega es corrupta. La bárbara deuda saldada no era ya más que un resto anacrónico condenado a desaparecer y una noticia pintoresca en el rincón de una página de sucesos, en Hiraclion o Atenas. Ni siquiera alteraba la tranquila vida de las aldeas más allá del duelo familiar.


Panayía Elonas.  Leonidio. Los dientes del león...
Kalabria, Peloponeso. Grecia 2009.

El fenómeno de las familas mafiosas calabresas en Italia, la Ndrangheta, apareció con la unificación del país, en la 2ª mitad del XIX  y el resto del crimen organizado en zonas colonizadas por griegos, napolitana o siciliana, lo mismo. Por cierto, en las regiones de mayor implantación no sólo dominaron los griegos, durante varios siglos, con Roger de Flor y los catalanoaragoneses, Austrias o Borbones, lo hicimos los espaniolos, en el mismo nicho mafioso. Allí dejamos también nuestra impronta, pícara?, para lo bueno y lo malo, recuerdo que aún se conserva  fresco en la memoria napolitana o siciliana.

Es, pues, falaz, emparentar el trapicheo del paisano que sobrevive malamente con un tabernucho y lleva haciéndolo toda su vida sin crecer ni un milímetro, a la mafia italiana que se asentó en las grandes urbes americanas, y que tomó el mando, con el aliento y apoyo de todos los poderes, de los negocios sucios, de la trastienda, del pozu negro del capitalismo. Un buen bocao.

Aquí no pasó lo de siempre, que murieron cuatro romanos y cinco cartagineses, como ironizaba nuestro Ángel González, aquí todos los muertos son griegos, y de los más humildes. La economía sumergida, que la hay, de esa mayoría a la que estrangulan los bancos en connivencia con muchos políticos, no representa para la economía y deuda griegas, ni más ni menos que aquí o en países semejantes, no sólo entre nosotros los ´cerdos`. Lo que no la justifica, desde luego, pero la explica. Y la clase media griega, que también defrauda, como aquí, insisto, es débil, escasa y no cuenta con ninguna fuerza política que la represente. Las ambiciones pequeñoburguesas que caracterizan su ideario están muy limitadas por la escasa actividad económica y el imposible acceso al poder, cerrado a cal y canto por una burguesía con casi todos los recursos políticos y económicos en sus sucias manos.

¿Quién sufre las consecuencias del desatino?, los de siempre, la capa basal, la mayoría, los que intentan sobrevivir echando mano de lo único que les queda: su solidaridad, su sabiduría de pueblo puteao pero duro y resistente como una piedra del Psiloritis. A esto es a lo que hay que poner remedio urgente, y ¡que se hundan los prostíbulos de la mafia bancaria y de la curia monetarista!, ¡arda la bolsa y el bolso! (Stin chepi, Al bolso, dicen los griegos haciendo el gesto de guardar la cartera en el bolsillo, el dinero negro, el producto de la rapiña al estado y a los individuos, la mordida).
Poco pueden morder quienes apenas tienen dientes. Pero que no nos toquen los tomates porque las balas sí lo hacen y, como decía el ti Florencio, un paisanín muy piqueñín de mi pueblo, con boina, que no medía más de un metro cincuenta y tuvo, hasta que se murió muy mayor, una vocecita pasmosamente infantil, en una ocasión en que otro vecino lo amenazó con la azada, le dijo Florencio, lento, pausao y muy remarcao como a él le gustaba, ¡y con aquella vocecilla!, dice: "Desde que se inventaron las armas de fuego ya no hay hombres valientes, tú dale gusto a la azada  quee  yaa  lee dareeé yo  gustoo  al  deeedoo".
Sin comentarios. Yasas!

Ramiro Rodríguez Prada.

La falacia de curso legal -4

No quiero evitar cuando se presta a ello y, a veces, preste o no preste, un pequeño comentario, una mínima cuña, que deje claro lo que pienso, si pienso algo, o por dónde van los tiros de la realidad a la que me refiero. No conviene torear a la política porque sería una mutilación, un afeitao de cuernos y una ingenuidad, o una ligereza imperdonable a esta edad.
Pero no es preciso hablar de política para hacerla. Por eso quiero tratar de otras cosas, aspectos de la vida griega que también son políticos, porque nada puede escapar a esa lectura, pero que no se agotan en la política.

Si hablo de música, literatura, de las relaciones entre amigos, de la hospitalidad, de sus costumbres, de sus insuperables ensaladas de tomate tan humildes y aristocráticas, de amigos que mueren jóvenes, o no tanto, después de currar años como si tuvieran vocación..., estoy  dando las pistas para entender Grecia que, gracias a su generosidad  para quien se acerca amigablemente, no es tan difícil de comprender, por otra parte como la mayoría de los pueblos.

Grecia 2011

Pero son desconfiados con los julais y no me extraña si recordamos los palos que recibieron, por eso calibran muy bien al extrajero y mantienen las distancias. Salvo en las zonas turísticas donde, incluso el reclamo es un joven y  frecuentemente una  joven  nórdica, rubia y turrá, los griegos no te andan detrás del colo a ver si entras en su taberna.

En algunos cafeníon de pueblo y no tan pueblo, se vuelve todo el mundo a ver quién entra, todo el mudo no, los paisanos, que no hay una sola mujer, como no sea una extranjera o una griega brava, que no les faltan, pero se giran inmediatamente con absoluta indiferencia.
Si los saludas en griego vuelven todos la cabeza otra vez y el que lleve gorra la levanta un poco de la frente para ver quién es el osado que no sólo pene-tra en su sancta santorum, sino que usa con tal largueza el idioma de Homero. Es muy posible que si no acertaste a la primera se nieguen a servirte un simple helenikó metrio (no muy dulce), poooorrrqueeeee...van a cerrar, son las dos menos cinco -el reloj señala las once y diez-, no hablan inglés, aunque el turista sea patagón de toda la vida y sólo chane gunfardo, tienen que salir urgentemente y deben cerrar, sin atender a que tú le señalas la mesa de los paisanos donde acaban de empezar otra partida de tavli, ¡kirie, kirie!... .

Para tipos como yo, por ejemplo, que hablo griego skiládiko -perruno-, no hay ningún poblema y el dueño del cafeníon se da cuenta enseguida de que tiene la batalla perdida porque, antes de que lo pueda remediar, ya me prendí en la mirada de alguno de los del corro, o un borracho, un colgao religioso, un drogata se engancha en la mía y ahí mihmo tomo asiento.
Es la manera para los recalcitrantes, yo lo soy desde niño por eso lo sé, y los dueños de los cafeníos con solera también. Es tan gracioso que a veces me escojono, ése paisano nos sirve los cafés, los mejores del pueblo  por cierto, no le queda otra,  mientras me mira y piensa, ¡qué cabrón, parece un griego de verdad!, no lo dice pero sé que lo piensa, y acaba saludándonos por la calle e invitándonos a pasar para servirnos un helenikó, galantería de la casa... . Así son, así Grecia.

Pensaba acabar ya con este capítulo, pero no quiero cansaros, yo ya lo estoy, de la parte mecánica, no del tema. En este, voy a dicir,  párvulo esfuerzo por ayudar, alegre por mi parte, sin triunfalismos, estoy convencido de que, crisis más o menos, Grecia saldrá adelante porque es muy vieja y muy sabia, en ello confío y por ello trabajo.

Hasta luego. Salud, yasas!

Ramiro Rodríguez Prada.
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domingo, 24 de julio de 2011

Stavros Xarjákos y Markópoulos 2

Último capítulo sobre música cretense, aunque Xarjákos es ateniense. Después de hablar de él anotaré también alguna obra más de Markópoulos como prometí en su entrada.

Stavros ha compuesto gran cantidad de música para teatro y bandas sonoras cinematográficas, una de las cuales "Rebétiko", de Kostas Ferris, recreación del ambiente y la vida que rodeaba a los rebetes, a través de la figura de una de las diosas del género, Marika Ninou, le ha procurado gran popularidad. Con letras de Nikos Gatsos, poeta y letrista al que hemos mencionado en repetidas ocasiones, en concreto al tratar de Hatzidakis, es una cinta, que parece en ocasiones rodada en  blanco y negro, de un expresionismo que recuerda al ruso y al alemán, sus padres  declarados o putativos.
Canciones ya inolvidables que hasta el tatataranieto del héroe sfakiota Stratis Nikos Deliyiannákis, en Frangokástelo, un mes que pasamos en su "Aeolos",  me pedía por favor que le pusiera mientras me contaba, riendo, cómo la iglesia ortodoxa había excomulgado a Kazantzáki. Mana mou, Hellas, Madre mía, Grecia, Ta pediá tis aminas, Los chavales de la guerrilla, Stou zoma, Emena logia min mu les, No me cuentes cuentos?, Stin Anfiali, Stin Salamina, To praktoreio...

Su versión del Epitafios de Ritsos fue  muy alabado por Theodorakis con quien ha trabajado, además de con Markópoulos, Kaldaras, Loizos, Mercoúri, Fitusi, Bizikochis, Dimitriadi, Mosjoliou....
Sus grabaciones con Nikos Xyloúris son también antológicas. Ahí están canciones ya citadas, Itan mia forá de Feris, Palikari stá Sfakiá o Barbaianni Makriyianni, también de Gatsos, Fili que adelfia, Amigos y hermanos, de Kampanelli, Pulimeni, de Mátesis, Oreos pu se avyerine, de Jristodoulou...

Como Markopoulos y otros compositores e intérpretes, también Xarjákos cultivó la tradición, utilizando intrumentos de cuerda pulsada, de la que son maestros, para lograr el sonido griego básico. Miembro del  partido del Arcoiris, defensor de minorías y parlamentario europeo algún año, ha sido también director de la Orquesta Nacional.

De Yiannis Markópoulos citaré sus trabajos para cine y teatro, Mikrés Afrodites (63), Thesmoforias (89) y Lisístrata (93), de Aristófanes. Metanastes, Trabajadores emigrantes (74).  Para la BBC, ¿Quién paga al barquero?(78). Denekedoupoli, música para niños (80). Byron (93). La liturgia de Orfeo (94).
Multiinstrumentista, aunque lo suyo es el piano, lo ha mezclado con lira y percusiones varias, algunas originales suyas. Siempre atento al sonido oriental y  cretense, a sus raíces, se le asocia también a figuras de la vanguardia musical griega, Xristou y Xenakis.

Hemos cumplido el periplo por la música cretense, pero también, a través de los contactos que otros músicos no nacidos en Creta han tenido con la isla, con lo más florido del Éntejno griego, incluído el isleño.

Boas noites, Yásas, Chau!.

Ramiro Rodríguez Prada.