sábado, 15 de octubre de 2011

Casas -3



Ayioi Apostoli
Eubea 2011


En los últimos años también se ha resentido la construcción en Grecia, sólo el último año hubo un descenso superior al 40%,  y vemos cómo muchas obras están paradas o avanzan muy muy lentamente. Y creemos haber encontrado más casas cerradas que nunca. Algunos tienen vivienda pero poco dinero para  vacaciones, o apenas para una semana.
A la casa de la fotografìa, muy aparente, deben faltarle sólo algunos remates y los dueños ya la usan, como de hecho hacen la mayoría de las familias que están en la misma circunstancia.

Conocimos en la playa, bajo la sabina donde nos refugiábamos del sol, que nos guardábamos unos a otros dependiendo  de quién llegara antes, a un matrimonio octogenario griego simpatiquísimo que procedía de Turquía. Hace 25 años que  regresaron, los mismos que hace que nosotros vinimos a Grecia por vez primera,  y viven en Faliro.
Un hijo está construyendo una casa en el pueblo, poco a poco, pero ocupan la parte de abajo, no han cerrado la planta superior y no les sobra el sitio porque en el verano pasa por ella toda la familia. Se van turnando.


Sigá, sigá, poco a poco...
Agioi Apostoli 2011


Hablamos de la crisis, por supuesto, pero en Grecia hay además una particularidad que explicaría porqué las obras avanzan a ritmo tan lento incluso sin crisis y es que, en las zonas rurales sobre todo, son las propias familias las que construyen, ayudándose entre ellos y contratando la mínima mano de obra profesional. Van levantando y cerrando la obra a medida que ahorran para ello, y ahora pocos ahorran.
Claro que para una casa de esta envergadura, y todavía más para la primera que vimos,  no basta con la buena voluntad de personas trabajadoras, es necesario un proyecto y, en cualquier caso, los materiales también cuestan.

En los próximos años veremos embargos por doquier. ¿No suena a conocido?. Y lo de  no declarar los metros reales de propiedad para pagar menos a hacienda también. Con ser una prática incorrecta no es el origen de la crisis griega y para eso está el Estado que debe fiscalizar cuando el ciudadano se escaquea y hacer cumplir la ley, empezando por los que más tienen.

Se da un caso gracioso que explican varios escritores griegos y que nosotros confirmamos según nos informaron también. Al parecer sacan una licencia de obra y no tienen que renovarla hasta que la acaban, por lo que nunca rematan. En el terrado, junto a los paneles solares con los depósitos de agua y los tendederos de la ropa, dejan los encofrados preparados con los hierros al aire para levantar un poco más en el futuro, cuando se pueda. Se veían en la fotografía de los adosados al corral.

En esta casa de apartamentos en pleno funcionamiento, la de Triandáfilo y Nikos, en Ayii Apostoli, se preocuparon de pintar de blanco esos hierros por conservación y estética, ¡pero ahí a la izquierda está, en definitiva, el encofrado a la vista!. E, incluso, alguna columna que tiene apariencia aquí de chimenea.

Xénonas  Triantafilia
Hostal  las rosas
Eubea 2011


Yo todavía me resisto a creer lo de la licencia, pero no sería tan extraño teniendo en cuenta lo reacios que son a pagar al Estado más de la cuenta, si pensamos lo que éste les ofrece a cambio.
Me parece más otra manifestación de su carácter. Son trabajadores y constantes. Su manera de ir progresando sin prisa,  muy práctica y sancionada por el tiempo, es lo que les hace preveer la posibilidad de ascender un pelín más, sea o no cierta la picardía de la licencia.
Por otras razones, defensivas y ofensivas, así se fueron alzando al cielo las torres del Mani, año a año, cuando ni siquiera había Estado y mucho menos permiso de obras. Es su modo de vida, lento  pero laborioso.

Dejo para el final los detalles de los muros de piedra. Me gustan. Un abuelo mineru, después de salir del tajo, hacía murias para los huertos en el pueblo del Bierzo donde vivía. Vi algunas de niño, debió ser ahí donde empecé a valorar ese trabajo del murador, duro y humilde, y casi siempre solitario. Era una piedra parecida a la que hay en esta parte de Eubea.
Mi abuelo, berciano pero vecino de orensanos, había aprendido el oficio de canteiro de los gallegos, que eran quienes lo ejercían entonces y los que siguen  manteniendo ahora la tradición de la cantería.
Con frecuencia esa labor es la única que todavía puede ser considerada tradicional aquí, tanto por el modo de abordarla, desde unos conocimientos mínimos pero con mimo, como por la utilización de materiales locales, obviando el cemento del asiento, naturalmente.

No tengo buenas fotos para explicar ese detalle de la base de piedra que mencioné en otro artículo, de las antiguas construcciones sobre las que se levantaron, ya de cemento y ladrillo,  muchas de las actuales casas del pueblo, ni de los muros de roca del lugar que en su mayoría fueron revocados. Pero algo hay, creo que servirá.

Arriba a la derecha  Hostal las rosas, a la izquierda  Malpuerto.
¡Esto es ya Limani Petrión!,  nos dice el tachador.
Agioi Apostoli 2011


Y añadiré también alguna más de otros tipos de casa actual, un poco diferentes a los presentados hasta ahora pero con el hormigón como ligazón de todos ellos.

Pese a que hemos repasado sólo una parte de la costa este de Eubea y los estilos arquitectónicos varían dependiendo de las regiones, yo creo que el esquema general que presento es bastante común a la mayoría.

Hasta luego.
Salud, yiasas!

Barbarómiros.

viernes, 14 de octubre de 2011

Sonreír



Grecia 2011


Veo que ha pasado un mes desde que escribí la última vez en esta etiqueta y es posible que ésa sea la pauta temporal de mis desconciertos un poco más profundos. Los normales son cosa de cada día. Y empieza el frío, las viejas heridas se abren.
A esto se unió un trancazo de no te menees, pero yo no puedo estar quieto mucho tiempo salvo en los ejercicios de meditación trascendental y cual, o en la bodega del Teach, mareado. Y también en presencia de mi lider espiritual el Inmortal Dimitrios, todavía en Karoúlia.

Estoy fatigado antes de haber dado con el modo de organizar tiempo e intereses. Limpio, hago la compra, cocino..., escribo y prou. Esto del ordenata me roba demasiado tiempo y sólo se puede sostener mientras dure el autoexilio cocinil o deje de fumar, o ambas cosas, que sería lo juicioso. He ahí la duda, ¿me queda algo de juicio? La psilicosis cada vez clausura más espacios en mi cabeza y no hay tos que lo remedie. ¡San Fermín me guíe dándome su bendición!

Miro las fotos de Andrés Edo, y las de los fotoblogs de shutterchance en los descansos y me imagino metido en pintura con alguna de esas maravillosas fotos que son cuadros, y con la luz de esos paisajes.
Pero no cojo una espátula ni un mísero pincelín.  Sólo tengo suficiente claridad en el salón, con dos buenas ventanas.
Poco a poco empieza a desaparecer el olor a tabaco de la casa y eso no lo perturbará este menda.
Casi no leo, ¡y eso que no me gusta el ordenador y no sé ni papa de su lenguaje! En la soledad de la cocina es una ventana imaginaria a la calle, la que tengo da a un patio interior, iba a decir de luces. No es cierto, siempre tengo que tener la luz encendida, ¡no se ve ni a cantar!, como decía mi tío Pirolo.

Pero no quiero ser un quejicoso.


El mundo está muy mal
hay mucha hambre
y a nosotros nos sobra
pa tabaco.

Rodando así las cosas
más nos vale
toser sin rechistar
por si las moscas,

morir de un catarrazo
y que nos den
pol saco.


Trato de sonreír.

Salud y besos.

Ramiro.


jueves, 13 de octubre de 2011

Casas -2


Grecia 2011

La construcción tradicional de piedra ya desapareció hace años y sólo quedan restos. Cuadras, corrales, trasteros, ruinas. En varios casos hubiera sido posible una recuperación total sin dar lugar a soluciones de muy poco gusto, al kitsch, o a  penosos descalabros, como se ven a veces.
Este corral de piedra de la zona, muy bien conservado, acabará por desaparecer. La idea de los pequeños adosados no es la de un esteta, y la de colocar en cada uno un tipo de piedra diferente revistiendo las fachadas, qué quieres que te diga, se me ocurrió que igual la pusieron queriendo imitar la de la cuadra.
Como no los tirarán vale más que los pinten de blanco, que contrasten con la piedra oscura del corral, se fijaría uno en él y los adosados pasarían desapercibidos, e incluso cuando falte éste lucirán mejor de otro color: si son capaces de copiar el azul de ese cielo, los pueden pintar de escaqueo, quedaría sólo el corral y el poste de madera de la luz. Lo malo entonces será cuando esté nublado. El que sepa que pruebe el efecto borrando los adosados, pero basta con imaginarlo. Y tampoco estamos abogando por una vuelta a las cavernas, aunque todo se andará.

Es seguro que fueron ideas de la familia que los ha ido levantando poco a poco, como es típico en Grecia. Se pueden ver detrás, al aire, los hierros del encofrado que soportarán la nueva altura, asunto que volveremos a tocar  en otro capítulo.
Por tanto, esa uniformidad en las alturas que respetaría la de la cuadra no será tal.
Y esos balconcillos que parecen piezas del Lego encajadas en un cubo, un elemento muy reciente, de los 60, aunque en Grecia es más antiguo, propio del chalet moderno sin imaginación y del que se encuentran varios ejemplos aquí y en otros lugares del país, lo acaba de estropear. Ese añadido balconil que corona los adosados es una defensa y permite usar la parte superior como una terraza, al modo cicládico. Es la solución más simplona y fea que encontraron, seguramente también la más economica, obviamente.

No han tirado el corral todavía porque les traerá recuerdos, pero deberían haber reflexionado algo mais, antes de cometer el delito. Quizá ni es suyo porque se ve una tela metálica que tal vez separe las dos propiedades. Y, además, no es cuestión de cebarnos en esto, es sólo un ejemplo y los hay mucho peores. Como la construcción de grandes mansiones con el dinero robado a los estados, en la inopia cuando se trata de defender el cocido común, pero muchos de cuyos miembros meten al bolso, stin chepi, la tajada, cerrando ojos, boca, nariz y oídos.  
La clase trabajadora tiene muy poco tiempo para instruirse y no cuenta con asesores arquitectónicos baratos. Ya curraron lo suyo levantándolo. Y el Estado, como aquí, pasa de todo y sólo interviene si hay mordida, no para ayudar. Es una pena. ¡¿A quién coño le importa un puto corral de papanattas!?.

Agii Apostoli 2011


En los remoces que se han llevado a cabo a lo largo de los años en algunas viviendas antiguas del núcleo del pueblo, se incorporan ya detalles decorativos que no siempre contemplaría la tradición, pero que tampoco se apartan de ella del todo y  no dañan la vista como el hormigón puro y duro.

También las modernas tratan de recrear esa atmósfera rústica que no es lo peor del estilo. Los remates de los aleros y la cumbre del tejado es un detalle muy viejo en Grecia que sigue renovándose. La coincidencia de tipos de roca  aquí y en Galicia, por ejemplo, y ese gusto por decorar el tejado con alguna figura, pináculo, veleta o gárgola es curiosa. Y varios modelos de casa macedonia, la de referencia en el Egeo norte, también incorporan algunos de estos elementos, aunque más austeros que los actuales y parecidos a los nuestros.

En la esquina superior de ese hueco, la escalera abierta de una casa de apartamentos,
 anidaron las golondrinas.
Eubea 2011

La piedra que se usaba en la construcción antigua, del lugar, venía a ser del tamaño de un ladrillo delgado, de color pardo oscuro y gris verdoso desbastados por el Meltemi, en muchos casos colocada sin argamasa, sobre todo en las dependencias auxiliares.
La roca  de las paredes era metamórfica o pizarra muy alterada y dura, y la cubierta de ésta última, en planchas más  grandes y delgadas.
En algunas de las pocas viviendas que quedan usaron también calibres mayores y formas irregulares sin mayor trabajo de cantería, pero con piedra autóctona. Ciertos muros actuales repiten ese esquema.

Los chalets han preferido la piedra estandar con cortes grandes y regulares al gusto moderno, y en las paredes que rodean esas propiedades se repite el estilo. El revestimiento de las cercas exteriores no es lo más frecuente, salvo en algunas de ladrillo y no se ve el bloque de cemento prefabricado como entre nosotros, aunque sí el hormigón.

A mí me gustan algunos detalles decorativistas, que parece que intentan quitar seriedad a estos  muros, aunque algunos incurran en el más inocente  naïf. No siempre lo consiguen pero te hacen sonreír y eso ya es algo. Y aquí usaron ese tipo de roca del lugar, asentada con cemento, por supuesto.

Pétrinos ilios, sol de pidra
Agioi Apostoli, Eubea 2011

En próximas entregas colocaré alguna foto más de estos muretes que, en muchos  casos, construyen los propios dueños, sintiéndose por momentos un poco albañiles, algo arquitectos y un pelín artistas, sin que el elemento deje de cumplir su función, que al fin y al cabo es lo primero que se persigue.

Hasta luego.
Yasas, salud!.

Barbarómiros.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Casas

Las fotos me ayudarán a hilvanar estas notas sobre la construcción en Grecia. No las tomé con la intención de que sirvieran de ejemplo y ahora echo de menos muchas que hubiera podido hacer, si no mejores, más ilustrativas.
Por otro lado sólo representan a una parte muy pequeña del país. Pero tampoco pretendo dar lecciones de nada, son las reflexiones a vuela tecla de un lego

Bocana del puerto de Kimi
Eubea 2010

En la fotografía se ve en primer término el tipo de apartamentos que prolifera en la costa este de Eubea, que es la zona  de la que hablaremos. Al fondo, en esa baguada a la derecha del monte, en un emplazamiento privilegiado donde brilla el sol desde que sale, protegido del Bóreas, el viento norte, está Órzonas, el pueblo donde nació Sotiría Belou, una de las figuras femeninas más duras del Rebétiko.

Los pueblos del este se conservan bastante bien, sin la abusiva invasión de apartamentos, adosados, ni grandes hoteles o complejos turísticos. Casi todos los veraneantes son nacionales y no hay demasiados. Muchos proceden de la zona y conservan la casa familiar, y los demás de Atenas, Tesalónika y Halkida.
El oeste está más saturado porque es una costa  amable y el agua algo más caliente. Pero parece inevitable también la invasión de los mejores lugares de esta costa.

Limani Petrión, Puerto de Petriés, al fondo apartamentos.
Grecia 2011

Lo que abunda es la casa de apartamentos, con y sin cocina, de piso y dos plantas, de precio medio o bajo, con terrazas abiertas y semicubiertas, de hormigón, ladrillo y teja, enlucidas y pintadas de blanco o colores claros, ocre, rosa, salmón, malva, muchas construidas por las familias que han podido ahorrar algo en los últimos años.
Y grandes casas familiares, esfuerzo de toda una vida, o chalets pequeñoburgueses, más aislados, de piedra, pero no local, y con muros acotando un terreno amplio y ajardinado o arbolado, en las laderas sobre la bahía, en el caso de Agii Apostoli, o en algún vallecico con salida al mar o loma con vistas.
Puesto que es inevitable este rumbo se agradece cierta unidad en los modelos y la dispersión, que no sé cuánto durará.

La evolución más importante a partir de la piedra tradicional, anterior a este paradigma moderno del que hablamos, que es ya la casa  revocada con cemento y/o yeso y encalada, debió coincidir en Grecia con su época de aumento de población y demanda, a partir del siglo XX, y la disponibilidad de materia prima, cemento y ladrillo, fundamentalmente.
Las poblaciones que más crecieron lo hicieron un poco caóticamente, en eso nos parecemos también los mediterráneos, y no hablo de pueblos tortuosos debido a la orografía, la defensa contra los piratas u otros factores, muchos de los cuales  sí coservan su tipismo sin agresiones mayores al buen gusto. Recuerdo ahora las fotos de los pueblos trogloditas del Mani, preciosos, que Alberto colgó este verano en Desde la popa, al paso del Teach por el Peloponeso.

Amanecer en Eubea
Grecia 2010


En los largos años de cambio desde la casa de piedra tradicional, que hemos podido ver también en otras islas como Jios, enfrente, en la orilla  turca del Egeo, en Samos, Mitilene -Lesbos-, o Limnos,  al chalet moderno, muchas casas revistieron la piedra original, como decíamos, encalando las paredes y alineándose con la vivienda egea más característica en la actualidad.

Por fortuna en todos esos lugares, aumentando  hacia el norte, perviven ciertas características que pertenecían a su tradición arquitectónica, el modelo de casa macedonia más resistente al frío, de piedra, sólida, cuadrangular y sin dependencias, con tejados de teja a dos o cuatro aguas, en lugar de la terraza plana superior de la casa cicládica.
En el modelo más antiguo, del que sólo queda algún chamizo, el tejado se cubría con lascas  grandes y más finas, de  pizarra muy alterada y de la misma roca metamórfica de las paredes, de modo semejante a muchas construcciones tradicionales de aquí, como por ejemplo del noroeste, Zamora, León, Asturias o Galicia.
Y en esta costa, territorio transicional entre el Egeo norte y las Cícladas, se ven también modelos mixtos.

El kaíki de Jristos en el resguardo externo del puerto, frente a la playa
Agii Apostoli 2010

Algunas de estas viviendas  se alzaron sobre los basamentos de piedra más antiguos, que aun pueden apreciarse hasta un metro por encima del suelo, la mayoría revocados o encalados. Veremos otro día algún ejemplo que debo tener por ahí, creo.
Siento que a mi ignorancia se una cierto desorden. Trataré de ir enderezándolo porque escribo para hacerme entender, es importante. Cuento con vuestra indulgencia y la vigilancia del Capi que espero me corrija si meto mucho las patas.

Salud.

Barbarómiros.


martes, 11 de octubre de 2011

Nikos Xyloúris


Fruta madura. 2004.
Témpera, pintura en polvo, sedimentos. Espátula en cartulina.
Ramiro Rodríguez Prada.

Nikos Xyloúris ítane mia forá, había una vez...


Si Andonis es el intérprete de los dioses ctónicos, infernales, subterráneos, cavernícolas, anteriores al panteón olímpico de Feus & co., su hermano Nikos lo era de un dios solar y aéreo, de las alturas del Psiloritis.
Su voz tiene todo el temblor y la pasión del amor varonil, a veces apta para el canto guerrero o religioso, a capella, otras para la cercanía y el calor de un aedo, un juglar, pero siempre luminosa, apolínea, vibrante, emocionada, ´tomada`, sin falsos afeites teatrales, incluso interpretando a los grandes poetas griegos modernos, Solomos, Seferis, Ritzos, Gatsos..., donde es más fácil y peligroso el desliz.

Hablando de la sonoridad de los idiomas ya apunté una cita en Desde la popa del libro de Javier Reverte, Corazón de Ulises, en otro comentario, en la misma crónica donde hice el de Nikos, que tal vez incluya en este blog otro día dado su interés. Y decía también allí que más adelante tocaré el tema de la contención de los poetas griegos al recitar sus versos, tan alejada de la afectación oracular de algunos de nuestros bates. Pero lo haremos cuando lleguen los poetas.

Nikos, junto a Markopoulos y Xarjakos, fue una de las figuras del renacer de la música griega de autor en tiempos de los cogoneles y posteriores. Liraki desde niño, recorrió el camino de la tradición sin olvidarlo, antes de convertirse en uno de los cantantes más populares y queridos de la Grecia del siglo XX, y de morir joven, a los 43, y subir a los altares laikos como Ayios Nikos Xyloúris.

Si el catártico Psarandonis tiene duende, el brillante Psaranikos ángel. El uno se vale del trance y la posesión, el otro de la gracia y de la luz. Uno es el oficiante de un rito antiguo, secreto, el otro el rapsoda del cortejo dionisíaco. El hecho de que sean hermanos hace todavía más extraordinarias sus trayectorias, la de la moneda musical de cuño cretense y aliento universal, que nos propone dos maneras de sentir y ser, a un tiempo complementarias y antagónicas, como un reflejo único de la realidad, tozudamente maniquea, griega y no griega.

De momento no apuntaré aquí su discografía, que se puede buscar en la red, porque estoy limitando los comentarios a una presentación y opinión personal, ésta más difícil de encontrar. De todos modos en las entradas de Markópulos y Xarjakos hablo también de sus discos porque él es el interprete fundamental de esos registros. Hecho más en falta incorporar grabaciones que acompañen las citas de canciones concretas que sí menciono. Pero soy muy torpe. Algún día lo haré, estoy solo y empecé ayer. Espero que me disculpeis.

En una peregrinación iniciática a la tierra alta -Ano yia-, sentado con su hermana frente a un tzikudiá y unas olivas en la casina-oratorio de Nikos, entonamos en su memoria unas estrofas de una triste canción suya, con texto de Miris y música de Yiannis Markópulos, que habla de la perdida Ayvalí, la actual Aivalik turca, otro capítulo del desastre de Asia Menor, I Megali Katastrofi de 1922: Jília míria kímata makriá t´Aivalí, Diez millones de olas lejos de Ayvalí..., Agg, mavra psaria, nekrá, peces negros, muertos!

Si te dejas ganar por la melancolía griega te destroza, ¡cuidado!.

¡Bravo, Niko!
Nadie como tú
nadie más gallardo
palíkaré mou!


Ramiro Rodríguez Prada (Barbarómiros).

(Publicado el 30-6-2011 en Desde la popa para la crónica del día 17-06-2011. Parga a Lefkas).

P.D. Entran los enemigos en la ciudad, Mpikan stin poli oi oxthroi:

Geia sas, salud!.
 Ramiro.