jueves, 28 de febrero de 2013

Sigo soltero


Ciudad. 2001
Aguada sobre cartulina. Residuos. Espátula.
Ramiro Rodríguez Prada

Parado y solo en la vida
Allá por junio
(Salsa desesperada)


Más que la soledad me puede un año
y de un tiempo a esta parte pocos días
le ando buscando un minuto al segundero
y olvidé pedir al banco el calendario

(Coro)
Porque nunca me casé sigo soltero

Este curso recortaron varios meses
han tachado de un plumazo hasta febrero
y en su lugar colgaron longanizas
semanas antes de matar al cerdo

(Coro)
Porque nunca me casé sigo soltero

Yo en la cola de parados voy primero 
por toda la eternidad de tres a cuatro
desamparado y solo frente al viernes
porque nunca me casé sigo soltero 

(Coro)
Porque nunca me casé sigo soltero

Le ando buscando un minuto al segundero

(Coro)
Porque nunca me casé sigo soltero

Tacharon de un plumazo hasta febrero

(Coro)
Porque nunca me casé sigo soltero

En la cola de parados yo el primero

(Coro)
Porque nunca me casé sigo soltero
Porque nunca me casé sigo soltero

(Final)
¡Cuando llegue san Juan, allá por junio!

 
De  Interrogatorios y Otras partidas perdidas. 2013
Ramiro Rodríguez Prada


Toni Zenet.  Las causas perdidas

http://www.youtube.com/watch?v=uHQMU9Dij2I


P.D. Gracias a Marta Capote por la música.

Salud

miércoles, 27 de febrero de 2013

Camarón de la Isla -2


De raíz
Pintura en polvo al agua sobre cartulina
Ramiro Rodríguez Prada. 1999.

Camarón -2


Buenos días. Decía en el primer capítulo dedicado al Camarón, que sólo sus canciones valían la pena, aunque no añadiera nada. Lo que tenía que contar de más personal sobre él ya lo hice. Hoy escribiré una entrada más corta con algunos detalles biográficos y menor número de canciones. Os dejo, por si queréis repasarla, la dirección de la primera entrada.


Guitarras, Paco de Lucía y Tomatito. Cante, Camarón.   Na es eterno.

Fue su tío Jozé quien le puso el apodo, porque el guaje era rubio y escurrío, más fino y ruin que una gamba. Hizo el séptimo de una recua de ocho churumbeles. Nació en 1950, años de racionamiento postguerrero ¡todavía!, muy difíciles, de mucha jambre, y más para una familia numerosa gitana como la suya. Y el padre los dejó huérfanitos muy pronto.

El oficio de su padre es de los clásicos del cante. En la fragua se escuchan las tonás, las carceleras, los martinetes, a pelo o con el martillo golpeando el yunque, y la debla, tan austera y exigente como el palo más grande. Los cantes del zurraque.
La necesidad hizo que el Camarón dejara temprano la escuela y empezara desde chico a trabajar con Juan Monge, su padre, fragüero, cantaor y amigo de grandes del género que escuchaba en directo en su casa, como Macandé o Aurelio Sellés.

Hay una versión con guitarra de la siguiente canción, que publicaron en un disco póstumo de directos, arreglos y recopilaciones, Reencuentros, que no está mal, pero yo sigo prefiriendo la versión original con acompañamiento exclusivo de las palmas, porque resulta más descarnada y poética, y desde luego reproduce mejor la atmósfera dura, y con frecuencia solitaria y silenciosa, de la herrería.
.
José Monge Cruz, Camarón.  Bulerías.  Soy fragüero.

http://www.youtube.com/watch?v=1zxeCpjL0mo

...mi niñez era la fragua
yunque, clavo y alcayata...

Me he referido con frecuencia a la precocidad de los músicos cretenses, que empezaban a tocar a los 8 ó 10 años, pero aquí tenemos a otro Mozart de la genialidad, tan precoz como el austriaco. Se cuenta que a los cuatro años conocía y reproducía ya algunos cantes de los cantaores que escuchaba en la fragua, además de los que le cantaba su padre, o al oído su madre Juana, tejiendo canastos. ¿No los hacía Juana?
Otro oficio típico del cante, el de canastera. Andando entre ríos, islas, esteros y marismas, creció el mimbre del Camarón.

Con semejante escuela no es extraño que llegara tan lejos en su arte. Que es la misma enseñanza que reciben muchos gitanillos desde que están en las barrigas de sus madres, el mantra del grito y el gemido, o la alegría flamenca que se lleva en las entrañas.

A los cinco años actuó por vez primera en público.

Guitarra, Tomatito. Cante, Camarón.  Tiritando de frío.

Dicen que con apenas siete años empezó a cantar por las tardes en la Venta de Vargas, una de las catedrales del flamenco gaditano y nasionás, en otros locales de San Fernando y en la estación del tranvía, para ganarse unas perrillas. Pero también porque más tarde, algunos cabales, los más importantes del cante jondo de la época, que allí lo escucharon por primera vez si no fue en la herrería de su padre, reclamaban al chavorrillo de Juan el fragüero, que con su hilo de voz afilada ya era desde tan niño una realidad más que una promesa. El Tío Borrico, Terremoto, el Sordera...

A los doce gana en el festival flamenco de Montilla el primer premio. Esto supone el reconocimiento en el mundillo del cante y poco después el despegue inaugural en su carrera como cantaor, porque a partir de entonces empieza a recorrer el circuito de ferias andaluzas junto a su colega Rancapino y a respirar un poco, después de las estrecheces de su infancia. En la de Sevilla lo escuchó Antonio Mairena el año 63, cuando el Camarón tenía 13 años. Cuentan que Mairena quedó maravillado y hasta le bailó. Y poco después en La Venta de Vargas lo escucharía también Manolo Caracol.

Canta también para Dolores Vargas y otros grupos flamencos, hasta recalar en la compañía de Juanito Valderrama, al que acompaña en sus giras europea y americana.

Guitarra, Paco de Lucía. Cante, Camarón. Y me gustan las mujeres.
Y con 15 años consigue el segundo gran triunfo de su todavía corta carrera, pues gana el primer premio en el Festival del Cante Jondo de Mairena de Alcor.

Es el empujón que necesitaba para dar el salto a la capital. Al poco tiempo, con el acompañamiento a la guitarra de Paco Cepero, con el que lo vimos en el primer capítulo en la grabación en casa del Camarón, con su madre, ya es un artista respetado en una de las cavas importantes del flamenco madrileño, el tablao de Torres Bermejas.

Allí, el año 69, haría amistad con Paco de Lucía al que conoció unos años antes, guitarrista flamenco e hijo del también guitarrista Antonio Sánchez, quien a la sazón se convertiría en el director de orquesta de aquel dúo genial cuyos caminos se habían cruzado.
Una década, contando el segundo encuentro, y un matrimonio musical difícil de repetir por sus calidad e intensidad. Y por su frescura, ya que venía a renovar el panorama un tanto encorsetado del flamenco más formalista.
   Guitarra, Paco de Lucía. Cante, Camarón. Samara.
Como ya veo que voy por la quinta canción y ni siquiera lo casé, cumpliré la  promesa de no alargarme y lo dejo por hoy. Escribiré un tercer capítulo del Camarón, al hilo de su biografía, pero a mi modo y con mis palabras, tal como hice en éste.

En el último tema toca la guitarra, además de Tomatito, Moraito Chico, que no se prodigó tanto acompañando al Camarón como otros guitarristas. Aún así hay algunas grabaciones memorables.
Una de ellas, que ya subí aquí, en la que el Camarón cantaba y tocaba la guitarra, estaba también con la flamenca un Raimundillo jovencísimo, puro manojito de nervios, que no se lo podía creer, no le cabía la alegría en el cuerpo, pero que tocaba ya como los ángeles.

Festival de Montreux. 91. Guitarras, Tomatito y Moraito Chico. Camarón.  Soy gitano.

Salud y buena música

Ramiro

martes, 26 de febrero de 2013

Ο Στέλιος Φουσταλιέρης, Stelios Fustalieris


Grecia,  verano 2012

Ο Στέλιος Φουσταλιέρης


Buen día. El cuarto disco de los Protomastores, Primeros Maestros de la música tradicional de Creta, lo componen doce canciones de Στέλιος Φουσταλιέρης, Stelios Fustaliéris, otro rezimniota. Un año más joven que el Baxe y Lagós y uno mayor que Rodinós, nació en 1911.

Es considerado el intérprete de Boulgarí, Μπουλγαρί, más importante de la historia musical cretense y griega. Porque fue en Creta donde el sonido de este curioso instrumento alcanzó su excelencia, y donde aprendió a tocarlo Stelios.

Στέλιος Φουσταλιέρης, Τραγ. Αφοί Παπαδάκη.  Σελιηνιώτικος συρτός. 

http://www.youtube.com/watch?v=U0KU2ppovMQ

Este tema tradicional, παραδοσιακό, paradosiakó, es el primer registro de Fustalieris, de 1937, el último año de su estancia en el Pireo, donde se había instalado cuatro años antes, como tantos otros músicos de su época, de siempre, habría que decir.

Hablé ya del bulgarí, tal vez incluso al referirme a la colaboración de Stelios con el Baxe, larga y fructífera, en el capítulo que dediqué a este último. 

El siguiente es otro tema tradicional muy conocido que he subido en la voz de otros cantantes, Manoliudis, Psarandonis, o el que me envió Martha, de este último con Pasjalidis, que puse el 6 de enero. Lo grabó Stelios en 1938.

Φουσταλιέρης Στέλιος. I. Μπερνιδάκης (Μπαξεβάνη) .  Όσο βαρούν τα σίδερα.

http://www.youtube.com/watch?v=1iMQq1DIwmY

El μπουλγαρί es un instrumento musical con una pequeña caja de madera curva y oblonga, un largo y fino mástil y tres cuerdas dobles. Pertenece a la estirpe de las tamburas, presentes en todo Asia Menor y por extensión en el Mediterráneo oriental.

En Creta arraigó al contacto con otros sonidos isleños, desde la ocupación de la isla por los turcos, hasta las sucesivas oleadas de refugiados en la historia contemporánea. Aunque no sería hasta la segunda mitad del siglo XIX cuando se impuso como instrumento fundamental de la música tradicional, junto a la mandolina y la lira.
Su cenit se sitúa en los años 20. Después de la 2ª Guarra Mundial, poco a poco, se vería relegado a su vez por el laúd, o el bouzuki, una especie de bulgari modernizado. 

El mismo Fustalieris contaba en una entrevista cómo, cuando él era un niño, no había taberna en Rézimno que no tuviera su trío, con un bulgarí siempre presente.
Se ha seguido usando y creo que los músicos jóvenes tienen interés en recuperar esos viejos sonidos, lo que es una buena noticia, porque parece que ciertos tonos graves son irreproducibles por otros instrumentos similares.

Στέλιος Φουσταλιέρης -  Το μερακλίδικο πουλί.


Es interesante incidir en ese caldo de cultivo humano y musical que representó la Atenas y el Pireo de entreguerras.
Fueron unos años en los que coincidieron en aquellos barrios y aquellas tabernas, músicos y sonidos de todas las procedencias, desde Armenia y el Caúcaso hasta las islas más apartadas de Grecia, pasando por Asia Menor. 
Con las oleadas de refugiados de los años veinte, confluyeron allí rebetes, músicos tradicionales isleños, pontios, sonidos orientales de la meseta de Anatolia, canciones del norte de los Balcanes o aromas arbaníticos.

Los cretenses ya habían tenido por su parte un contacto estrecho con los desplazados de Asia Menor y sus ritmos,  la smirniótika y otros, tras la descomposición del imperio otomano y el nacimiento del nuevo estado turco.
La fusión que se produjo en la isla entre los sonidos que llagaban del este con la música tradicional autóctona, dio lugar a un género que no es fácil distinguir de otras formas del rebétiko, llamado tambajaniótika (tzabaniótika?), ya mencionado otras veces, y que traduje por Músicas del tabaco, entendiendo que más que al tabaco se refiere al opio y al haschís. Es decir, los mismos temas del rebético. También las penas, el dolor y el desamor.

El género prosperó en la isla, pero también en otras ciudades como Patras, quizá importado por emigrantes cretenses o a la inversa, llevado por los del Jónico a Creta. No obstante, en el Pireo de los años 30 se grabaron temas y se hicieron muchas jam sessions en las que participaban por igual rebetes, ya vimos el caso de Tountas , y músicos cretenses de la tsambajaniótika y de la tradicional, como es el caso de su colega Baxevanis o el suyo propio.

Στέλιος Φουσταλιέρης.  Στιχ.Τραγ. Γ. Τζιμάκης.  Σαν δεις αγάπης δάκρυα.


Pero además frecuentó en la taberna de Batis a todas las glorias del rebético, de Vambakaris a Tsitsanis, pasando por Papaioannou o Bagianteras. O haciendo pareja con Payiumtzis. El rebétiko comparte con la tambajaniótika el verso político, πολιτικὸς στίχος, el popular decapentasílabo de la literatura griega moderna.
Regresó a Creta el 37 y residió allí hasta el final del su vida, el año 92.

Colaboró también con los grandes músicos cretenses del momento, empezando por su tío, el famoso liraki Andonis Kareclas, que fue quien lo introdujo en la música y a quien acompañó por bodas y panayías de toda Creta, siendo Stelios todavía un adolescente.
Tocó con Kostas Papadakis, uno de los pioneros de la tambajaniótika junto a otros músicos de Janiá, con Perpiniadis...

Pero su pareja musical cretense más duradera fue El Baxe con quien, sin embargo, grabó pocos discos. Tres de esas canciones que registraron juntos, Τα βάσανά μου χαίρομαιΠονεμένη καρδιά Όσο σιμώνει ο καιρός, ya las puse en la entrada que dediqué a Baxevanis en esta etiqueta. Son de las más conocidas, pero como tengo demasiadas no las repetiré.

Στέλιος Φουσταλιέρης.   Χανιώτικος Σταφιδιανός


Aunque Fustaliéris era un virtuoso del bulgarí, siempre se consideró un aficionado que, como sabréis, en Grecia es una categoría que añade, y no quita, mérito a quien la lleva.
Porque su auténtica profesión, con la que se ganó la vida, era la de relojero. ¡Que tocara el bulgarí y fuera relojero no deja de tener su gracia!, lo digo por esa firma de lujo, claro.

Dicen sus biógrafos que compró su instrumento con el primer sueldo que cobró de relojero a los trece años, poco ganaba el hombre. Y eso que se lo dejaron barato, porque alguien lo había abandonado sobre la mesa de una taberna y no lo reclamó.
Del segundo bulgarí, que creo que adquirió de tercera mano en 1930, ya no se separaría hasta su muerte. Sesenta y dos años tocándolo. Éso es amor.
Στέλιος Φουσταλιεράκης, Α. Παπαδάκης.   Σταφιδιανός.

http://www.youtube.com/watch?v=5TLJkYIi1uY (más vieja?...

Los años 40 de la Segunda G. M., de la ocupación alemana de la isla y de la posguerra, fueron de poca actividad en cuanto a registros sonoros. No obstante, en ese tiempo grabó algunas de sus canciones más conocidas, como las mencionadas Όσο σιμώνει ο καιρός, Πονεμένη καρδιά, Σαν δεις αγάπης δάκρυα, puesta arriba, o Συρτός πρώτος ..., la mayoría en compañía de Baxevanis.

Tampoco abandonó todos esos años su oficio de relojero, que al parecer le procuraba tantas alegrías como la música y un medio seguro de vida.

Me faltaban las kontyliés para rematar yo esta entrada y tardé en encontrarlas, pero ahí van, unas de Milopótamos. Ya sabéis que cada región, cada pueblo tiene su propia versión de los ritmos isleños, mantinadas, syrtos, ritzitika...

Στέλιος Φουσταλιέρης. Μπαξεβάνης.   Κοντυλιές μυλοποταμίτικες

Grecia,  agosto 2012

Ya de 1947 son esas kontyliés de arriba y la penúltima canción de hoy, el Syrto de la noche, las dos también con el Baxe.

En la red se pueden encontrar muchos más temas, he tenido que dejar varios en reserva porque ya me pasaba, ya me pasé: son nueve canciones. Yo, hasta hace un par de años sólo conocía esa docena que dije de los Protomastores y llevaba 25 años viajando a Grecia..., la disponibilidad gratuita de tanto material es un lujo impensable, ¡toy vieyín!.

Φουσταλιέρης, Μπαξεβάνης (Ιωάν. Μπερνιδάκης).  Συρτός της νύχτας.  

http://www.youtube.com/watch?v=qKQeW4Adukk

Tiene una treintena de registros personales oficiales en disco, más algunas grabaciones en las que no figura su nombre o existen dudas, colaboraciones, festivales, programas radiofónicos, etc.

Medio en broma, medio en serio vamos rellenando estos capítulos de Música cretense, que no pensaba que pudieran dar tanto de si. Hasta el próximo. Os dejo con una canción de 1950, la última que grabó.

Σ. Φουσταλιέρης. Γ. Τζιμάκης,  'Εξω τ' αχείλι μου γελά. 

http://www.youtube.com/watch?v=HRzuduPHsvI

Υγεία και καλά τραγούδια. Salud y buenas canciones.

Barbarómiros

lunes, 25 de febrero de 2013

Amadeo, Basilisa, Calixto


Grecia,  agosto 2012

Metaliteratura


Los tres relatos de las golondrinas de los días precedentes eran un experimento y un juego. No estoy demasiado contento con los resultados, pero lo intenté.

Se trataba de enlazar una historia en tres capítulos y que se pudiera leer encabezada por el primero o por el tercero indistintamente, sin perder cierto morbo. Puesto que el orden de publicación es el inverso al que encontraremos después, cuando abramos la página del blog, de ese modo se empezaría a leer primero el último que se publicó, encabezando el cuento ese capítulo.

Pero para mantener cierto suspense, además de retrasar el desenlace o alguna clave, sin descubrir toda la historia ya en la primera entrega, que en este nuevo orden sería la última y por tanto la destinada a contener la resolución del enigma, en caso de que hubiera tal, para no perder suspense, digo, necesitaba un grado de indefinición argumental que no estoy seguro de haber conseguido, además de que eso le resta verosimilitud y potencia al cuento, actúa en contra de lo puramente narrativo. Pero ése era el reto.

Para ello eché mano de un relato más bien abstracto, que no proporcionara demasiadas claves y en el que los papeles de los personajes fueran casi intercambiables, sin perder ellos del todo su identidad. Que apenas hay identidad, aunque sepamos el nombre y el sexo, o algún detalle expresivo.
No es la técnica del punto de vista, de Durrell por ejemplo, tanto como los personajes sin rostro y sin nombre de Beckett. De hecho empecé llamádoles  A, B y C.

Sólo quería tratar esto para explicar, a los que no tenéis el hábito de la escritura, los berenjenales en que nos podemos meter con la historia más chorra y sin sustancia, a poco que uno se proponga complicar las cosas, ¡y total, para que los resultados se queden en tentativa!, en fin...

J. S. Bach. Glenn Gould, piano.  Invención  Nº 13.


El recurso, con distintas variantes, no es nuevo. Yo recuerdo ciertos cuadernillos poéticos, incluso en prosa, con las hojas sueltas y sin numerar, y que se podían barajar para conseguir así lecturas y enlaces insospechados del sentido o del absurdo, dependiendo del azar y de la capacidad de sorpresa del lector.
Cortázar lo ensayó en  Rayuela y en su secuela o vástago, 62 modelo para armar, con los brillantes resultados conocidos.

En este caso, hay un intento de no salirse de un relato realista que no propone más lecturas que las presentes, sin asombros, pero en la frontera del suspense y lo indescifrable, como si el trágico secreto que tal vez se esconda detrás de la indefinición, no fuera en definitiva más que eso, suspense, humo, nada. O lo peor imaginable. Había que taparle la boca, etc. Ése es el motivo de no dar un re-mate claro a la historia.

Por otra parte, el título Golondrinas lo encabeza un numeral que tampoco se corresponde con los capítulos de la historia. Al igual que ésta, están invertidos y siguen el orden de arriba abajo que la página establece una vez publicados: 1. A (madeo). 2. B (asilisa). 3. C (alixto).
Del mismo modo, los tres capítulos llevan al final el  continuará..., porque la lectura doble que se propone -comenzar por el 1 ó por el 3- así lo exige. Εse continuará..., convertiría el texto de hecho en una lectura circular.

El cap.1. (A)madeo, que en realidad fue el último en publicarse aunque ahora en la página lo tengamos arriba, pues, comienza con la frase   Al fin;  El 2. (B)asilisa, empieza con   En mitad del camino, que como ya adivinaríais encabeza el Purgatorio del Dante, en el centro de La Divina Comedia;  El 3. (C)alixto, el último (o primero), por  Al principio.

Todo esto en esquema sobre el papel, otra cosa es conseguir el efecto deseado.

Y el nombre de los protagonistas. Se corresponde con el de tres personas, casi personajes, de mi infancia en el pueblo. A Basilisa, que en griego significa reina como también sabréis, la escogí sobre todo por la B inicial. El lugar lo deberían ocupar antes otros dos personajes femeninos más prototípicos, pero no coinciden las letras iniciales. No puedo evitar sin embargo apuntar los nombres, los apodos en realidad, de esas mujeres: La tí Musagra y la Tranca.

En un par de días cambiaré la ubicación de este texto poniéndolo debajo de Calixto, para que al leer de arriba abajo, esta explicación no estropee la poca intriga que pueda haber en el ¿cuento?

Por último, insistir en que se trataba ante todo de un juego sin mayores pretensiones, quizá os hubieran prestado más unos cuentines al uso, y puede que a mí también.

No sé si me expliqué; sigo intentándolo.

J. S. Bach. Glenn Gould, piano.  Invención  Nº 1, 2 y 3.

http://www.youtube.com/watch?v=PK6ZmUUWKzE


Salud

Ramiro

domingo, 24 de febrero de 2013

Golondrinas -3


Grecia,  verano 2012

1

  Amadeo

Al fin no fue necesario el concurso de más personas, decidieron que tres éramos suficientes. Pero cada uno tiró por su lado, Basilisa se fue hacia el sur, Calixto al este y yo al oeste. Me gustan los ocasos, la noche y las sorpresas de primera y última hora.
Casi todo lo fié a los días finales cuando, más o menos, teníamos previsto compartir las novedades que por separado hubiéramos encontrado. Y mientras tanto, a vivir.

A mí no me preocupaba mayormente qué dirección seguir dentro de mi terreno, nos dejaron claro que lo hiciéramos sin agobios, sin competir. Bastaba, pues, con ir tomando notas mentales aquí y allá, tener el ojo atento para lo extraordinario y cierto don de la oportunidad, llámale suerte si quieres. Lo demás llegaría por sí solo. Incluidas las puestas de sol. Maravillosas.

¡Enfoque, enfoque!, no somos fotógrafos aunque trabajemos con imágenes, y un buen desenfoque puede ser tanto y más expresivo. No se puede atar la creatividad como si fuera un mazo de ajetes tiernos. Y lo que está claro es que Calixto es un calzonazos, va con los de la feria y vuelve con los del mercao. Vale que Basilisa se pusiera pesada con la síntesis ecuménica de marras, pero darle también la razón con su tabarra sobre la forma de obtener los datos, ya es pasarse. Se empieza discrepando y se acaba mandando. Menos mal que finalmente el listo recapacitó e hicimos lo que teníamos que hacer. No nos dejó otra salida y había que taparle la boca de alguna manera. Nos curamos en salud. Todo sea por un final feliz.

No vale la pena darle más cancha al tema, las cosas son como son y no tienen vuelta atrás.

(continuará...) 

Ramiro Rodríguez Prada


J. S. Bach. Glenn Gould, piano.   Invención  Nº 15.