sábado, 7 de septiembre de 2013

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El drama está servido


Salí a tirar la basura


El portal estaba a oscuras, no se veía nada, había quedado un poco deslumbrado por la luz del vestíbulo de casa y las sombras parecían más densas que de costumbre. Supongo que las pupilas tardaron varios segundos en adaptarse a tanta oscuridad, porque tardé en distinguir algo en el rincón donde están los buzones, la zona más oscura. Una sombra informe avanzó hacia mí. Antes de reaccionar sentí una descarga de adrenalina en todo el cuerpo, noté cómo se erizaba la raíz del cabello. El primer gesto instintivo fue de protección: puse las bolsas delante, de parapeto. Pero la sombra ya estaba a mi altura. Un poco espantado, dije, ¡Hola!, casi como una segunda barrera defensiva frente a lo desconocido, ésta sonora. Al ver que se me echaba encima di un paso atrás y oí la voz del bulto que me contestaba, ¡Se apagó la luz!. Era una vecina mayor que vive sola, usa dos bastones porque tiene problemas de columna, es bastante gruesa y camina muy encorvada, lo que da a su sombra un volumen desproporcionado, y aún más cuando no se pueden distinguir los contornos de la forma. El encuentro, hasta que la reconocí, no duraría ni cinco segundos, no tuve tiempo de pensar nada, casi todo fue acción instintiva, pero mi cuerpo parecía haberse preparado para recibir poco menos que el golpe de gracia... . Llevaba la basura, pero si llego a llevar la muleta o el martillo, ¡igual le atizo con él!. Estamos siempre en un tris de ser devorados por el drama, como peleles trágicos.


 San Juan de la Cruz. Silvio y Sacramento.   Las criaturas.




Salud y felices pesadillas


ra


viernes, 6 de septiembre de 2013

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Gijón, 2013.


Salía tirar la basura


dispuesto a no dejarme sorprender por nada, ni milagros, ni fenómenos, ni prodigios, un poco renqueante de una pierna, pero siempre escéptico. ¡No valen propósitos!: En medio de la calle aterrizó de golpe un platillo volante, uno de esos modelos circulares antiguos, de los años cuarenta, con una cupulita semiesférica transparente, que sería de cristal o del material que usen los extraterrestres para esos fines, y tres patas muy largas con unas ventosas en lugar de zapatos. A pesar de salir ya prevenido, casi blindado contra las contingencias callejeras, quedé un poco "impactado por el impacto", como dicen ahora los pijos. El objeto en cuestión hizo frenar a los coches que todavía subían y bajaban a esas horas. Tampoco se veía a los conductores muy descolocados por la repentina aparición del OVNI, ¡a saber si a ellos les impactó la cosa!, porque tocaban el claxon como condenados y con las cabezas fuera de las ventanillas insultaban a los supuestos marcianos, y eso que, al fin y al cabo, no habían llegado a impactar contra el platillo. Entóncenes se abrió la cúpula y apareció un sujeto con antenas en la cabeza y nariz y orejas de trompeta al que sólo se le veía de cintura para arriba, en el supuesto de que el menda tuviera cintura. Y dice el marciano haciendo un corte de mangas con aquellos bracines largos y estrechos que tenía, ¡Jodéivos, gilipollass! Con el gesto sentí como si me llegara una onda de calor. A continuación se guardó, el objeto volante no identificado soltó una especie de pedo, despegó y desapareció como había llegado. Me puse en marcha de nuevo porque me había parado a contemplar la escena, tiré las bolsas y al volver me di cuenta de que ya no renqueaba.




Salud y felices pesadillas


ra

jueves, 5 de septiembre de 2013

75


Gijón, 2013.


Salí a tirar la basura,


no obstante, antes preparé y até las bolsas. Todos los días, con más frecuencia por la noche, a la vuelta de los contenedores coloco las bolsas nuevas en el cubo correspondiente. En el de la basura orgánica pongo dos, por si alguna está rota o tiene poros por donde pueda escurrir esa agüilla podrida y asquerosa que van soltando los restos de comida, que ensucia el fondo del cubo y apesta. Incluso los restos muy húmedos, como los posos del café o las infusiones, los meto en bolsitas más pequeñas o los envuelvo en algún papel sucio que absorba la humedad. Trato de aislarlos interponiendo más barreras, impermeables a los líquidos si es posible. Estrategias para no lavar cada cuatro días el cubo. Diréis, ¡Muchas bolsas son ésas!. Cierto, y es que tengo la precaución de guardar todas las que me dan en la compra, porque son las que utilizaré después para la basura. Cuando salgo a la tienda llevo carro, precisamente para evitar en lo posible las dichosas bolsas, que son una peste, aún así en estos años he llegado a acumular miles de ellas. Sí, has leído bien, ¡miles de bolsas de plástico de todos los tamaños!, que he ido empaquetando en cajas, bien dobladinas para que ocupen lo mínimo. A lo que íbamos. Salí a tirar la basura, pero como me entretuve volviendo atrás para contaros esto, que es lo que no se ve, el trabajo subterráneo, sucio, los prolegómenos y epílogos de todos los cuentos y de todas mis salidas, como me entretuve, insisto, cuando llegué al contenedor ya había pasado el camión de la basura. No me apetecía ir hasta el que he venido llamando Puto Punto Limpio (PPL). Volví a casa, dejé las bolsas en el trastero y puse las nuevas tal como acabo de explicar.


Solera.   El discípulo de Merlín.



Salud y felices pesadillas


ra

martes, 3 de septiembre de 2013

H Μαρίκα Νίνου, Marika Ninou -2


H Μαρίκα Νίνου

H Μαρίκα Νίνου, Marika Ninou -2

Buenos días. Dejamos a Marika después de la pelea con Tsitsanis en Estambul y en un momento crítico de su carrera, pero sobre todo de su vida, puesto que había sido operada en Atenas de un cáncer (1953).

En lo artístico ya no necesitaba la ayuda de Vasilis para desenvolverse en la música, había conocido y actuado con todos los grandes y grabado con varios de ellos.
Además de los músicos ya citados, como Perpiniadis, Jiotis o Tsitsanis, hay que mencionar a Papaioannu, Mitsakis, Kaldaras o Kaplanis.

Τσιτσάνης. Μαρίκα Νίνου.  Τα βάσανα μες τη ζωή. Los sufrimientos en medio de la vida.

http://www.youtube.com/watch?v=h7jpBTleALc

Aún grabaría con Tsitsanis sin embargo algunos temas como este anterior, del mismo año en que descubrieron su enfermedad. Y, a propósito, el argumento de la canción es el tema capital del rebético, los sufrimientos de la vida junto a las alegrías alcohólicas...θα τα πιούμε τα ποτήρια, voy a beber unos vasos....

No sólo Perpiniadis o Tsitsanis hablaron y escribieron sobre las bondades artísticas de la Ninou, tiempo después de su muerte en ese disco que Hatsidakis dedicó al rebétiko en clave clásica, éntekno, del que os he hablado aquí, titulado Τα πέριξ, Ta périx, Los arrabales, agradece Manos a Marika el haber conservado a través de su voz ecos perdidos para el oído griego moderno de la música bizantina.

Cita también esa nota de Hatsidakis Dimitris Jaliotis, cuyo artículo sobre Marika Ninou me ha servido de guía en estos dos capítulos. 

Sτάυρος Pλεσσας. Μαρίκα Νίνου.  Tο Sαρακι. La carcoma?


Creo que no había puesto ningún zeibékiko de Marika, que es casi lo que más me gusta del rebético, o por lo menos lo que más me suele motivar a dar unos pasos de baile, yo solo en la cocina y un poco cocido, si no ni eso. Bueno, también puedo bailar uno de esos temas de Bambakaris, Deliás o Batis, por ejemplo, que son los bailes de los pasaos del hachís, como el que cierra la película  Rebétiko, de Kostas Ferris. Y aprovecho para recordar que este magnífico film se basa en la vida de Marika.

Algo de lo que me enteré cuando escribí el capítulo dedicado a Nikolas Ásimos, es que la actriz que interpreta el papel de Marika en Rebétiko es la cantante y amiga de Ásimos, Sofía Leonardou, que estaba grabando con él el que sería el disco póstumo del músico, Το Φανάρι του Διογένη,  La linterna de Diógenes, procedente de su cinta callejera nº 8.

  Aλέκος Γκούβερης. Βλάχος. Β. Τσιτσάνης. Μ. Νινου.  Συννεφιασμένη κυριακή.  Domingo nublado.


Esta es otra de esas canciones que no han pasado de moda. Me gusta más la versión de Sotiría Belou, especialmente algunas de las últimas grabaciones cuando su voz había alcanzado un poso viejuno, tristón, tan característico del genero, sobre todo entre paisanos.

Marika, además de por su timbre más agudo, no llegó a una edad en la que la voz hubiera remansado y decantado el sufrimiento y las experiencias de una vida, puesto que la suya fue corta, murió con 35 años si damos por buena la versión de su sobrina de que nació en 1922 en el barco que le daría el nombre, Ευαγγελία.

Por otra parte ese tema lo han grabado muchas voces femeninas y masculinas en Grecia hasta ayer mismo, ya comenté que me gusta también la versión de Kasantsidis que no es el mejor ejemplo de cantante de rebétika, sino de laiká.
V. Tsitsanis. M. Ninou. Imaste alania.


Otro punto donde no concuerdan las versiones es en porqué no acompañó Tsitsanis a Marika a Estados Unidos cuando ésta viajó para actuar en ese país en 1934, ya operada. Allí firmó un contrato y grabó un ramillete de canciones entre el total de las 170 que componen su obra registrada. 

Pero me parece plausible la idea de que la ruptura entre ellos era ya muy profunda. El hecho de que a la vuelta de Ninu, muy enferma después de haber sido hospitalizada en los USA por las metástasis y complicaciones de su enfermedad, Tsitsanis no la visitara en el hospital, ni siquiera fuera a su entierro en 1957, parecen indicar que la distancia era ya insalvable, y ello pese a que Marika todavía trabajara durante un tiempo, sobreponiéndose al dolor.

Τα χρόνια της Αμερικής 1954-1955, Los años de América, es el título de esas grabaciones, y este un tema extraído de ese disco. 
 Σπύρος Κορώνης. Νίκος Φατσέας.  Cantan, Κ. Καπλάνης y Μ. Νίνου.
 Είσαι η γυναίκα που μ' αρέσει. Es la mujer que me gusta.


Con su muerte tan temprana pasó pronto a la posteridad con la categoría de mito, pero se malogró una voz fundamental del estilo y ya no podemos saber cómo hubiera sonado a la edad en la que cantaron otras reinas del género, como Eskenasi, Belu o la gran Marió actual, cuando ya las cuerdas bocales pueden fallar pero ellas tienen en cambio toda la sabiduría y maestría que sólo dan los años de oficio. 

Y voy plegando porque, aunque me quedan todavía media docena de canciones reservadas, no tengo ya mucho más que añadir a lo que sé de su vida. Las dos últimas están entre las que más me gustan de Marika.

Esta es otra de las suyas que permanecen inalterables, pese a las muchas versiones que se han hecho también de ella, la voz de Marika tenía entonces todo el brillo de sus mejores tiempos. Y cuando al rebético le meten un acordeón es cuando más me suena a tango, aparte del ritmo de la canción, que también lo tiene porteño, pero no tanto bonaerense como pireótiko, del Pireo.

Μαρίκα Νίνου.  Τι σήμερα τι αύριο τι τώρα. Que hoy, que ayer, que ahora.

Del estilo de Τα βάσανα μες τη ζωή es la última canción, sin duda la preferida por mi, donde la voz de Marika alcanza un dramatismo que está entre lo mejor de toda la historia de la rebética. De las dos hay muchas versiones, hasta las intérpretes actuales, como por ejemplo las de Elefzería Arvanitaki.

De nuevo tα βάσανα, las penas del mundo que rodeaban y daban origen a la música junto a otras, las amorosas, como en este caso. Fue la elegida para el doble CD editado aquí por Resistencia, De Oriente y de Occidente, antología realizada con criterio y a la que he hecho referencia en varias ocasiones en este espacio.

El registro, otro zeibékiko, es del año que Ninou viajó a Estados Unidos, y la canción un texto de Kostas Virvos, uno de los letristas más importantes de la música griega, de laiká sobre todo pero también de rebética, mencionado así mismo aquí en distintos lugares.   

Κώστας Βίρβος. Βασίλης Τσιτσάνης. Μαρίκα Νίνου.  Γεννήθηκα για να πονώ. Nacida para sufrir.

http://www.youtube.com/watch?v=tI7RXMCWXP8

Salud y buena música

Ramiro Rodríguez Prada

lunes, 2 de septiembre de 2013

Se vacía la mar


Luanco.  Asturias  2013.


Inclinaciones


¿Cuánto me queda?, ¿dos años, dos meses,
dos días, dos horas tal vez?

Se inclina la tierra treinta grados
y se vacía la mar por un rincón del mapa.


De  Interrogatorios y Otras partidas perdidas. 2013.

Ramiro Rodríguez Prada.


Love Army.   Tu tiempo llegará.



Salud y poesía.