viernes, 17 de enero de 2014

105


Una limosnita por cariá


Salí a tirar la basura.



Junto a las escaleras, pero de pie en la acera, había un hombre. Dos segundos antes de pasar a su lado extendió la mano. No me lo esperaba y lo hizo tan de golpe que me asustó un poco, de hecho hice el ademán de protegerme con una bolsa. Le dije buenas noches tratando de aparentar el aplomo que un momento antes me había faltado, pero el paisano no contestó, aunque seguía con la mano extendida. Yo tenía las dos mías ocupadas y los cubos no estaban lejos, así que pensé dejar primero las bolsas y mirar después si guardaba alguna moneda en los bolsillos. Sólo llevaba una de veinte céntimos y otra de dos euros. Veinte céntimos me parecía algo poco y dos mucho, teniendo en cuenta que ni había respondido al saludo. Tal vez sea extranjero, pensé con cierto ánimo condescendiente y comprensivo, dispuesto a soltar la mosca. Al llegar a su altura, de vuelta, repitió el mismo gesto brusco. ¿No eres de aquí?, le pregunté depositando los dos euros en la palma de su mano. El tipo me miró, miró la moneda y con gesto preciso y rápido me la metió en el bolso de la chaqueta. No trabajo por menos de cinco, dijo con voz ronca y perfecto castellano. Marché dudando de que el encuentro fuera real y de si el tipo me había hecho proposiciones deshonestas. Eché un vistazo atrás y sólo vi cómo llevaba a rastras mi orgullo como una sábana vieja.



Los Delinqüentes.   Mis condiciones pajareras.




Salud y felices pesadillas


ra

miércoles, 15 de enero de 2014

Η Ρόδος, Rodas -5. Lindos.


Lindos.  Las bahías y la Acrópolis desde el pueblo viejo. 
 Abajo, derecha, desapareciendo, el teatro.  
Rodas. Grecia, verano 2013.

Λίνδος


Buenos días. Lindos, pese al crecimiento desmedido del número de turistas, por su historia, por la belleza de la costa y de la propia ciudad, o por el lugar privilegiado en que está emplazado, sigue conservando mucho del antiguo encanto del que hablan los viajeros.

Extiende su caserío en círculo alrededor de una bahía muy abrigada, por las faldas del otero rocoso en cuya cumbre, mirando al mar, se mantienen en pie los restos de la Acrópolis, muchos siglos después fortaleza de los Caballeros de Rodas, y por la ladera opuesta que cierra un valle empinado, donde se sitúa el pueblo viejo mirando al este. El conjunto es abigarrado y deslumbrante, la luz hace daño.

A sus espaldas, sobre las terrazas superiores del valle, agujereadas por cuevas con nidos de burros -las usan como corrales- y la carretera que lo va rodeando por el oeste y el norte, se alzan crestas rocosas que protegen aún más el lugar, con pequeños rebaños de cabras asomando.

El fondo del golfo es la playa central, una concha arenosa demasiado concurrida, y a un lado, arrimado en la esquina sur bajo la roca, el puerto.

Lindos tiene, además, otra bahía de parecidas dimensiones pegada a ésta, inmediatamente al norte, que comparte su misma apertura al mar, fondeo de algunos veleros, y otra al sur que es uno de los lugares más hermosos y coquetos de toda la costa este, una suerte de piscina marina natural bastante grande, con una estrecha salida al mar y una pequeña iglesia en su término sur, la del Apóstol San Pablo, que da nombre al pequeño golfo. Un lugar donde hoy se celebran eventos religiosos familiares y donde al llegar vimos una boda.

El telón de fondo son las islinas que salpican la costa y siempre ese azul marino o esmeralda que abruma. Y el cielo.

Σάββας Φλεβάρης, βιολί-τραγούδι.  Canción de boda y Susta.  Ρόδος. 


Bahía de Navarone,  al norte de la península de Kissós.
Lindos.  Rodas. Grecia, agosto 2013.

El santo de los gentiles recaló aquí rumbo a Jerusalén, por eso son frecuentes los topónimos y capillas a él consagradas. Griego culto y ciudadano romano, Pablo debió de ver las ventajas publicitarias futuras para el cristianismo si hacía escala en este rincón egeo de imperecedera belleza. Es broma, pero cuidadín.

Algo de su historia. Como Kamiros, fue una fundación minoica y después doria, próspera hasta la construcción de la ciudad de Rodas, empresa que acometieron en el S.V a. C., la Triarquía de ciudades que entonces dominaba la isla, Iálisos, Kamiros y la propia Lindos. Pero esta última nunca perdió del todo su importancia, como sucedió con Kamiros que fue abandonada, ni desapareció bajo los colosales complejos turísticos modernos, como Iálisos.
Homero atestigua la presencia de las tres ciudades rodias en la guerra de Troya, que es como haber participado en el acontecimiento fundacional mítico de la cultura griega y europea.

Así pues, Lindos siguió siendo una plaza fuerte para romanos y bizantinos, que continuaron fortificándola y embelleciéndola. Los Hospitalarios, y los otomanos más adelante. Con la llegada y extensión del cristianismo, a principios de la Edad Media, los templos paganos fueron progresivamente abandonados junto al culto de sus divinidades.

En el libro de Durrel sobre La Venus marina rodia, Lindos ocupa algunas de las páginas más encendidas, a través también de su recuerdo de Cleóbulo, uno de los Siete Sabios de Grecia en tiempos clásicos, que nació en Lindos y dirigió la ciudad en una de sus etapas más prósperas, el siglo anterior a la fundación de Rodas capital.
El inglés llama Villa Cleóbulo a la casa que habitó en la ciudad cuando compuso su libro, terminada la 2ª gran guerra, aunque la estancia del sabio en ese lugar es recreación fantástica, ni siquiera está claro que la capital existiera entonces.

Dos curiosidades que me interesan. El famoso relieve del trirreme rodio, esculpido sobre la roca en la base de la Acrópolis, se atribuye a Pizócritos, autor de la Victoria de Samotracia que custodia el Louvre.

Y la segunda. En época clásica Lindos tenía dos templos célebres, el de Atenea, cuyos restos todavía pueden verse en la Acrópolis, y el de Heracles con una pintura del cabrón de Parrasio, el más rico y famoso en su oficio del siglo V griego.
Si recordáis, este menda era el que torturaba a los prisioneros que Atenas repartía como botín de guerra entre los ciudadanos de primera clase, los caballeros (entre otras cosas porque aportaban caballos a las campañas, y las financiaban); los martirizaba para conseguir en sus modelos la expresión de dolor, y hasta agonía porque morían en las sesiones, que buscaba pintar.

Lo recogía el cordobés Marco Anneo Séneca de testimonios antiguos en sus Controversiae (X, 5). Ni los esclavos encargados de las torturas podían soportar aquello. La hiena los castigaba por no aplicarse a fondo, y hasta se permitía la humorada salvaje de reñir al torturado acusándolo de falta de verismo.
El escueto diálogo del viejo Séneca, puesto en boca de Parrásio y un anciano de Ólinzos que es martirizado hasta la muerte por el pintor, es suficientemente expresivo, brutal:

Anciano:   Parrahási, morior!   (¡Parrásio, me muero!)

Parrásio:   Sic tene!   (¡Quieto así!)


Calle de Lindos.
Rodas. Grecia, verano 2013.

Siempre creí que Los cañones de Navarone, esa película  de nuestra infancia que tanto nos gustó, se había rodado en la bahía de Navarino, en Pilos, al oeste del Peloponeso, en el Jónico, pero parece que fue en Rodas capital y en Lindos, con una bahía al sur que lleva ese nombre, Navarone. Y la historia del film recrea la campaña aliada del Dodecaneso durante la 2ª Guerra Mundial, en el Egeo, por supuesto. De eso ya no recordaba nada.
Hasta tal punto impresionó la belleza del lugar a Anthony Quinn, una de las estrellas del film, que compró una propiedad aquí.

Ya mencioné antes a los burros y he puesto esa foto donde descansan a la sombra. Son otra atracción para turistas urbanitas y algunos vagonetas. Pero también uno de los pocos medios de locomoción que se puede uno permitir en calles tan estrechas y empinadas, usados todavía por los lugareños para trabajos no estrictamente turísticos. Se pueden hacer pequeñas excursiones y subir en burro a la Acrópolis como si se ascendiera al Teide o al Machu Pichu..., yo no los probé.
Mientras veía a los burros de Lindos subiendo escaleras, recordé a la Minifalda, la burra de una tía de la mi morena, que subía hasta el primer piso de casa y asomaba la cabeza por el balcón.

Y hablando de estrecheces, eso es algo frecuente en toda Grecia y en especial en las islas. Los pueblos se apiñan y retuercen en un laberinto de calles, escaleras, subidas, bajadas, pasajes... . Otro capítulo debería dedicarlo a los únicos vehículos a motor, aparte de las motos, capaces de pasar por esas callejuelas, las motocarros de juguete, tan estrechas como la panza de un burro. Tengo fotografias de unas cuantas, de Rodas, Kárpatos o Nisyros.

El pueblo viejo atrae él solo más visitas que el resto de las maravillas de Lindos, si exceptuamos quizá la playa, que nosotros tampoco estrenamos. Y eso que hay que dejar el coche un kilómetro antes y bajar al descubierto con un sol inclemente. Después las calles son frescas y están llenas de sombra, con pequeñas plazuelas cubiertas de emparrados y flores.

Σάββας Φλεβάρης.  Πάρε Μαριό την ρόκκα σου.


Escalón.  Lindos.
Rodas. Grecia, 2013.

La arquitectura popular se impone, inmaculadamente blanca, pero hay testigos arquitectónicos de las épocas y pueblos que la ocuparon, sobresaliendo por su belleza y buena conservación las casas medievales, más un conjunto de iglesias y capillas bizantinas. La ruinosa de San Juan, del S. XIII, en la Acrópolis, fue construida sobre los restos de una nave del VI, que sería la más antigua datada tras el abandono de los santuarios paganos.

Los suelos empedrados y decorados con pequeños cantos rodados blancos y negros, en menos ocasiones marrón claro o rosados, formando grecas, motivos florales, faunísticos y mitológicos, se repiten por todo el Archipiélago, Kos, Nisyros..., pero la ciudad vieja de Rodas se lleva la palma, no tanto por su belleza como por su abundancia.
Por lo demás, Lindos es como cualquier pueblo muy turístico, lleno de gente, de mercancías en las calles, tabernas y tiendas de recuerdos por todas partes. Es el otro peaje que se paga si antes se alquiló un burro.
Lo ideal sería visitarlo en primavera o finales de otoño, pero...

Con vídeos como el siguiente para qué necesitamos ya fotografías y, aunque quizá no tan interesantes, hay cientos de ellos. Lindos, el sueño, la perla del Egeo, dice el autor. Sin duda, si no la única, una de ellas.

Lindos.  Il sogno.



Salud y felices sueños.

Barbarómiros.

lunes, 13 de enero de 2014

104


Yo no fui


Salí a tirar la basura



de dos días, poca cosa. Hoy tocaba plástico pero, por razones desconocidas, sólo estaban en la acera los cubos de la orgánica. No sabía qué hacer con la bolsa y no tenía ganas de caminar, tampoco quería volver a casa con ella. La idea de echarla con la orgánica no me gustaba, ya me había molestado yo en separarla. Junto a la parada del bus cercana hay una papelera y colgué la bolsa en ella, pensando que tal vez los barrenderos la recogieran esa misma noche, como he visto que hacen en ocasiones. Iba a entrar ya en el portal, cuando oí que llegaba el camión de la basura y esperé. Vaciaron los cubos de la orgánica y el último operario silbó al conductor para que arrancara, al tiempo que descolgaba la bolsa de la papelera. Se subió a la carrera en el montante trasero del vehículo y echó mi bolsa con el resto de la basura. Me encogí de hombros, ¡la conciencia al hoyo!.



Heredeiros da Crus.   Frenazu nel calzonciellu.


http://www.youtube.com/watch?v=-8mlsFz0FnY


Salud y felices pesadillas


ra

domingo, 12 de enero de 2014

Blanca Esteve -3


Ilustración de  Blanca Esteve  (2006),  para el  Éxitus  de  Psilicosis. 

Margarita se va con Jorge
(Cruce de cables)


¡Eres un estúpido si pensabas que te ibas a ir de rositas, Federico! Espié cada uno de tus pasos, conozco a esa rubia falsa, esa Virginia blanquita que escondes en el hotelucho de tus amigos. Hubiera perdonado la traición, el engaño, la vergüenza, pero no te llevarás la pasta, ese golpe fue mío, yo lo planeé, yo puse los medios y encandilé a esa mala bestia hasta conseguir la combinación, yo lo retuve a mi lado mientras tú y tus colegas vaciabais su caja fuerte. ¡No disfrutarás de mi dinero en brazos de esa zorra con cara de mosquita muerta!


Fusión en negro,  de  Raúl Castañón  e ilustración de  Blanca Esteve.
Páginas 16-17 del Éxitus. Psilicosis 2008.

Dejaré de trabajar en el cabaret de Samuel, ese macarra de altos vuelos y baja estofa al que desplumamos, he conocido a un hombre grande de verdad, como un oso, no un chiflaybaila como tú, que ni chicha ni limoná, más escurrío que el rabo un calamar. Nos iremos juntos de esta ciudad de mierda, a Brasil, a cualquier lugar exótico. Él sabe coger mi cintura y estrecharme en su pecho, él me protegerá, y no me importa que no sepa bailar, ya le enseñaré. Además, ¿sabes lo que te digo?, que ya estoy harta de bailes, que si pasín paquí que si pasín pallá, y tiki-tiki, tikitiki..., ¡eres un cansino, Federico, y te voy a matar como me llamo Margarita!

Ramiro Cansino

Elvis Presley.  Bossa Nova Baby.  Rita Hayworth y Fred Astaire.



Detalle del revólver de Rita.
 Blanca Esteve.  2006.


Blanca Esteve -3


Buenos días. El dibujo de Blanca Esteve, a quien aprovecho para enviar otro abrazo, acompañaba un relato negro de Raúl Castañón del Río. Estuve a punto de ponerlo porque no era tan largo como pensaba, pero veo que se puede leer ampliando la foto y había prometido escribir algo nuevo.

Fue pensada como ilustración de la historia de Raúl, Fusión en negro. Ahora invertí el proceso y es el texto el que ilustra el dibujo. No estoy muy contento de ese viraje al humor, ni tengo práctica en el género, pero como intento ya me vale.

El trabajo, como también le decía a Blanca en una misiva, tal vez sea más contundente que los otros dos que ilustraban textos en Psilicosis, 
El faro:  http://wwwpsilicosisblogspotcom.blogspot.com.es/2013/10/blanca-esteve.html

y El suicida:  http://wwwpsilicosisblogspotcom.blogspot.com.es/2013/10/blanca-esteve-2.html

Sobre todo visualmente, por su plasticidad, por ese negro masivo que seduce al ojo resaltando la figura en blanco. También por la calidad del dibujo, por supuesto, desde la línea a la sombra o el plano. Y no podemos obviar a la figura, el personaje, seductor y dramático, elegante, lo identifiquemos o no con Marga-Rita-Gilda.

Rita, como el sombrero de Buster Keaton en El suicida, es un icono cinematográfico que Blanca recrea con maestría, no obstante ya señalé, en el 2º capítulo dedicado a ella, las razones por las que el dibujo del suicida era y sigue siendo el que más me emociona.


Billie Holiday.  Gloomy Sunday.



Salut y molts petons!

Ramiro Rodríguez Prada

sábado, 11 de enero de 2014

Η Ρόδος, Rodas -4. Una vuelta a la isla.


Makri detrás  Alimia  y al fondo  Halki,  desde el castillo de  Kritinía.
Skala Kamirou.  Rodas, verano  2013.

Periplo rodio


Buenos días. Para un recorrido más completo por Rodas, que es la isla más grande del Dodecaneso, se necesitarían dos o tres días de alquiler de coche, pero nosotros sólo íbamos a estar unos tres días a la ida y otros tantos al regreso, y los alquileres son caros. Por otra parte nos interesaba más vivir un poco la ciudad sin las prisas de una visita rápida, así que alquilamos un pequeño utilitario para una jornada. La verdad es que aprovechamos bien ese día.

Tenía muy presente el periplo de Durrell y sus amigos, una primera parte cercana a la capital caminando y el resto en coche, por lo que en los años cuarenta, inmediatamente después del fin de la Segunda Guerra Mundial, eran caminos de tierra, pero casi con el mismo trazado que en la actualidad. Tuvimos que renunciar a varias de esas visitas o las hicimos rápido.
Ya no es aquella isla y Iálisos, por ejemplo, es un conglomerado de hoteles, apartamentos, restaurantes y el resto de infraestructuras turísticas, donde han desaparecido o se han ocultado totalmente los rastros que quedaban de la Rodas prebélica.

Sin embargo, como ocurre en todas las islas griegas, basta alejarse unos kilómetros de la línea costera, llana en su mayor parte y sobre todo la de poniente, para encontrarse con la Grecia rural, y eso que Rodas está bastante poblada, unos 50.000 habitantes, si bien es cierto que la gran mayoría concentrados en la capital y su entorno inmediato.

Es montañosa y arbolada,  sobre todo pinos y cipreses, desde Moní Filérimos y el monte Smith en el norte, de los que tanto habló Larry, mirando a los puertos sobre la misma ciudad o a la costa opuesta, de Iálisos, hasta la cumbre de la isla, el Ataviros, de 1.216 metros, encima del pueblo de Embona, hacia la mitad de la isla no lejos de la costa oeste. Más al sur el interior sigue siendo abrupto, aunque la altura máxima no llega a los 600 metros ya cerca de Kataviá, en el extremo meridional.

Πεταλούδες,  Mariposas.
Rodas, agosto  2013.

Un lugar que en tiempos de Durrell no estaba abierto al público era el Valle de las Mariposas (Petaludes), a los pies del monte Stavrós, en la actualidad una de las atracciones de la isla que ha desplazado en las preferencias del turista a la mayoría de los restos arqueológicos clásicos. Es un valle estrecho y profundo de unos 5-6 kilómetros de largo, fresco, con una vegetación muy densa e intrincada y un torrente que baja encajonado entre rocas, con saltos de agua, pequeñas ensenadas y pozos cristalinos, donde se reúnen por cientos de miles las mariposas de la especie Artia atigrada de Jersey, buscando al parecer la resina de un árbol que también se usa como incienso.

Lo recorrimos a primera hora de la mañana y fue muy agradable, aún había poca gente y sólo ya a media bajada nos cruzamos con la masa de turistas que descargan los autobuses en los varios amplios aparcamientos de la zona. Fueron dos horas y lo hicimos despacio porque las pendientes se las traen y eso que lo facilitan con un sendero a medias escalonado, puentines, bancos para descansar de tanto en tanto, y una baranda de madera donde ir ayudándose. Para afogaos como yo, perfecto.

Y en lo alto el monasterio de Kalopetra. Tomamos un zumo de naranja natural y bajamos. ¡Llevad agua!, eso no debe faltar en cualquier paseo por Grecia, especialmente si se viaja con niños, y esta excursión es sobre todo cosa de familias con chavales, aunque no es de las peores porque por lo menos no machaca el sol.

Pasamos después por Kalavarda y las ruinas de Kamiros, con restos de una ciudad doria del siglo V a. C., bien conservados, con un templo, una cisterna que al parecer proporcionaba agua a unas dos mil personas, lo que da idea de su tamaño para la época, baños públicos y un altar consagrado a Helios, la antigua deidad solar rodia.

Mystery Tour in the Middel Ages. 6º Festival Medieval de Rodas.
 Immediate.  Trailerhead.

http://www.youtube.com/watch?v=-4HdQ37C29Y

Skala Kamirou. La taberna de  Gideón. 
Rodas, verano  2013.

Y de ahí a Skala Kamirou, el único puerto, con el de Fanes, con entidad y solera de toda la costa oeste, llana como dije, de escaso calado y sin abrigos para los barcos. El puerto era conocido ya en épocas clásicas puesto que el primitivo era también dorio. Tampoco es gran cosa, pero está protegido por el farallón del cabo Kobiá, sobre uno de cuyos oteros se levanta el castillo de Kriniá, de las fortalezas más importantes de los Caballeros de Rodas en la isla.

Llegamos al medio día y aprovechamos para tomar unas cervezas y picar algo en el más apartado de los tres restaurantes del puertín pesquero. De aquí parten caiques a la cercana isla de Jalki, que se toca con los ojos a pocas millas, rodeada de islotes, y preguntamos al patrón por precios y horarios. Estaba incluso dispuesto a llevarnos a nosotros solos con coche y todo por no mucho dinero. El negocio no marcha bien, eran los primeros días de agosto y la actividad mínima, entre los tres tabernas no creo que hubiera más de cincuenta personas, y de paso, contando a los trabajadores naturales y a los pocos marineros del puerto.
Saltar a Jalki, aunque nos devolvieran a Rodas por la tarde, suponía perder la visita a lo que nos faltaba de la isla, que era mucho, en particular Lindos. La oferta fue tan tentadora que a punto estuvimos de aceptarla. Pero vale la pena el lugar, es un rincón pacífico donde descansar un rato a la sombra.

Y nos interesaba también el lugar porque aquí se produjo el encuentro entre Durrell, su amigo Gideón y el grecoamericano que se atrevió a insultar a  Grecia, su país de origen, esperando una connivencia de los extranjeros que no se produjo, puesto que Gideón lo humilló llamándole "estúpido hijo de perra", en una perfecta imitación del acento neoyorquino.
Por Jalki pasaríamos rumbo a Cárpatos y en el regreso a Rodas. Pero el espectáculo de esas islinas, Makri, Drosonisi, Atrakusa, Stróggilo, Alimia..., rodeadas por el azul, desde el castillo franco de Kriniá, es majestuoso.

Casi sin gasolina, porque no hay estación hasta Árniza, pasamos por el típico pueblín de Monólizos, otro punto interesante en la ruta, tanto para Durrell como para quienes nos informaron, que sin embargo nos defraudó por la parte gástrica: entramos a comer en dos restaurantes llenos de rubios, descaradamente para turistas con pasta, interiores, desangelados, caros y encima convencionales, ¡y las cartas en inglés, alemán y francés, el griego no aparecía por ninguna parte! Mos levantamos y mos fuimos.

La cruz de la moneda.
Rodas, verano  2013.

Bajamos hasta Árniza prácticamente en punto muerto para ahorrar combustible. Está situado en una amplia llanura costera y comimos allí como reyes del mambo, en un asador griego popular al aire libre en la misma plaza, tranquila y sombreada, bajo los emparrados y las buganvilias, ¡siempre Grecia!...

Por la tarde pasamos a la costa este, atravesando una zona calcinada como un paisaje de guerra, que había sido arrasada días antes por el fuego, extraño no tropezarse con desastres así cada verano.
Todo el golfo de Yenadi, en la parte oriental, es bastante llano, abierto y ventoso, lugar apropiado para los deportes de vela. El azul del mar va ganando luminosidad hacia el norte, hasta Lardos y las playas y calas previas a Lindos, donde el esmeralda es ya escandaloso.

Tenía previsto un solo capítulo para este periplo rodio, pero todavía me falta Lindos, que sólo por su belleza ya merece un capítulo en exclusiva. Y además tengo muchas imágenes del lugar, de modo que me quedo aquí. Por otra parte ya alcancé el tamaño habitual de las entradas de este tipo.

Tercer Festival Antinuclear de Rodas.
Carlos Puebla. Bossanova Band.  Hasta siempre comandante.

http://www.youtube.com/watch?v=aWqdhuHAOfU

Salud y buen rumbo.

Barbarómiros


P. D.  Para Cristinita de Bogbón:

Chavela Vargas.   Quisiera amarte menos.

http://www.youtube.com/watch?v=-0Ck3SXspWc

¡Chis-pón!!

Acojonante, esperpéntico, ¡hgjghdogniefhij45j67fjkklñvfgjil!!!!..., ¡A mí don Ramón!!!!

Aaaay!...