viernes, 5 de diciembre de 2014

197


Furtivismo.


Salí a tirar la basura


una noche de primeros de diciembre. Aún faltaban muchas jornadas para las fiestas navideñas, pero los grandes almacenes, supermercados y tiendas más céntricas ya llevaban quince días dando la tabarra con sus luces, villancicos, turrones, promociones y campañas. Hasta el Ayuntamiento se había contagiado de aquella fiebre derrochona y, empezando por las calles más importantes, llenaba la ciudad de brillos, intermitencias, nacimientos y angelotes blancos. Al salir me llegó la famosa cantinela de la invitación a mirar cómo beben los peces en el río. No sé de dónde venía, y casi no quiero saberlo porque me pareció que salía del chaflán donde está el Bar de Húmedas Paredes de mi barrio, ¡todo dios queriendo vender, aunque sean cubalibres, todo desvirtuado! Será una versión rockera, pensé; esos peces, después de 2000 años bebiendo agua y venga a beber, tienen que tener ya hidrofobia, ¿rabia los peces?, pues acuafobia, ¡que prueben otra cosa! El caso es que los peces me condujeron a la pesca, quizá por imperativo del Atapuerco que cargo encima, la fijación del ancestral. Di la vuelta y entré en casa. Les puse a las bolsas unos lazos monísimos, con cintas colgantes como tirabuzones y adornos vegetales. Me quedaron muy artísticas. A continuación salí de nuevo y las coloqué con delicadeza al lado de los cubos. Todavía pasaba gente por la calle y esperaba que alguien picara. No era mi intención burlarme de nadie, sólo gastar una broma anónima, por eso volví a casa. Pero cada cinco minutos me asomaba a la ventana para comprobar si las bolsas seguían donde las había dejado, ¡me devoraba la curiosidad! No se veían bien y acabé saliendo. Me crucé en el portal con la locutora de Radio Escalera, que entraba cargada. Debieron llevárselas mientras llegué a la calle. 



José Dolores Quiñones. Antonio Machín.  Camarera de mi amor.



Salud y felices pesadillas.


ra

lunes, 1 de diciembre de 2014

196


¡Olvídame!


Salí a tirar la basura



pasito a paso, calculando las posibilidades tanto de un encuentro como de un desencuentro, y quizá sospechando lo más frecuente: la ausencia de toda experiencia que no fuera la de los pasos conocidos de la rutina. Pasos medidos e iguales. Y con estos sucedáneos de ideas, me vi de vuelta en la puerta de casa. ¿Y ahora qué? Ahora tenía que posar una de las bolsas para sacar la llave y abrir...



Johnny Pacheco, Héctor Casanova.  Me llevaron la cartera.




Salud y felices pesadillas


ra

viernes, 28 de noviembre de 2014

195


Pero tócame suavesito.



Salí a tirar la basura



en una de las noches más frías del año. Siempre que escribo esta frase me quedo un rato pensando si lo sería realmente, no me voy a poner a mirar estadísticas cada vez que hago una afirmación de ese tenor fiándolo todo a una impresión subjetiva. Pero debería de hacerlo, por acallar las dudas con las que tal vez peleo más tiempo del que emplearía en buscar los datos objetivos. ¡Al carajo!, escribir es como salir a tirar la basura, a veces una aventura a veces una rutina, y dos o tres grados arriba o abajo en el termómetro no hacen cocido, tendrán sólo la importancia que queramos darle, por lo general escasa. Lo cierto es que cruzando el portal ya tiritaba. Por la calle pasaba poca gente, muy abrigada. Me pareció que todos tiritaban. Los arces de la avenida tiritaban, las farolas, las luces de los semáforos, el neón del Oscuro Bar de Húmedas Paredes, las pálidas estrellas tiritaban. Cuando solté las bolsas en los cubos me quedé ya helado: tiritaban todos golpeándose entre sí y con los culos sobre el pavimento de la acera como un conjunto de bongos y congas. Si tuviera buena voz los hubiera acompañado con un tumbao montuno, por entrar en calor...



Gilberto Colon. Little Johnny Rivero. Erik Piza. Nelson Diaz. Rubén Rodriguez. José Davila.
Ensalada de pulpo.


http://www.youtube.com/watch?v=DP-ujYGsp4U


Salud y felices pesadillas


ra  

lunes, 24 de noviembre de 2014

194


Aquí la cagas, colega.



Salí a tirar la basura



temiendo alguna barrabasada, hacerla, sufrirla o ambas cosas. No sabría decir qué hice, el hecho es que lo sufrí.



Salud y felices pesadillas


ra

viernes, 21 de noviembre de 2014

193


Paritorio de la SS.


Salí a tirar la basura



muy embarazado. Junto a los cubos parí. Como no tenía con qué cortar el cordón umbilical y me daba asco utilizar los dientes, en incluso coger al bebé en brazos, todo lleno de sangre y babas, volví a casa arrastrándolo, con la placenta todavía a medio expulsar. Era una imagen tan horrible que ni yo mismo me atrevía a mirarla. Entrando en casa alumbré. Pincé y corté el cordón, y bañé a la criatura en el fregadero donde en cierta ocasión se me apareció el cardenal primado de las Españas acompañado por el Tercio de la Legión con cabra al frente. Le puse un pañal y lo intenté vestir, pero la ropa le quedaba pequeña. Era un crío enorme, con abundante pelo rubio aunque yo soy moreno, me sonreía y entre los labios gordezuelos se le veían ya las paletas de los incisivos. Cuando lo cogí en brazos casi no podía con él. Me senté y lo coloqué sobre mis piernas. Levantó la mano e hizo el gesto de bendecir, el que se ve en alguna imaginería cristiana antigua con el guaje en el regazo de la Virgen. ¡Coño, parí al Niño Jesús!, pensé. Parecía un rapaz de catorce años, el jodío, el embozo del bigote ya le sombreaba el labio. Demasiado cabezón, lucía prominencias frontales. Inevitablemente pensé en Pasifae sosteniendo en sus rodillas a un bebé Minotauro que parecía un Mihura de ochocientos kilos con dodotis. El monstruo abrió la boca y en lugar de decir mamá, mugió. Lo solté como si quemara y salió corriendo. No lo volví a ver.



Nina Hagen.  Smack Jack.


http://www.youtube.com/watch?v=nIDnN34ZZaE


Salud y felices pesadillas


ra