viernes, 6 de abril de 2012

Ayios Stratios, Άγιος Ευστράτιος.


Grecia, agosto 2011.

Hola. Llevamos muchos años sin pasar por Ai Strati como llaman los griegos a la isla, una de las más pequeñas (43 km/2), entre las habitadas, del Nomo de Mithilini, Lesbos, capital administrativa y política de las islas del Egeo nororiental. Tiene 400 habitantes escasos, quizá en estos últimos años haya descendido un poco la población incluso, porque los ingresos del turismo son menguados y la pesca cada día menos rentable. Y son las dos actividades fundamentales de sus habitantes.

Paramos dos veces en la isla de paso hacia o desde Mýrina (Limnos), pero sólo conocemos el pueblo con el mismo nombre. Antes los ferries entraban en el puerto para embarcar y desembarcar pasajeros y mercancías porque, como la mayoría de las pequeñas, se abastece de la metrópoli, de los grandes puertos continentales y de la isla más cercana y con la que mantiene estrechos lazos de hermandad, en este caso Limnos, a unas 20 millas al NE.

Está comunicada semanalmente por barco con Samotracia, Lesbos, Eubea (Kimi), Tesalónica o Rafina, y hasta con Psará, y con más frecuencia con Kavala y Limnos.
La poca profundidad del puerto, al NO, o la ausencia del necesario dragado la van aislando aún más y parece ser que hoy ya no recalan allí los barcos de mayor calado. Pasa como en Psará, el ferry se detiene media milla antes y descarga la mercancía y los escasos viajeros en una barca. Esta operación tiene sus riesgos porque no siempre la mar está en calma y es de ver los apuros que pasan algunos pasajeros, en especial los mayores, para subir al bote.
Desde Limnos había un caique (kaíki) que permitía visitar la isla y volver en el día.

Recuerdo las cestas de pan que traían desde Mýrina, alineadas en el pantalán porque, también como en Psará, resultaba más barato que cocerlo allí. Y cuando se acaba el pan fresco los griegos, habituados al aislamiento más que otros pueblos, consumen pan tostado que se conserva mucho tiempo. Tienen hornos pero hay que traer la harina y la madera escasea, aunque es menos pelada que Psará y aún atesora alguna pequeña mancha de roble en el norte. Pero mi memoria ya falla y la desmiente la mi morena, en las dos islas había panadería. Y yo me fío de ella. No podrá negar, sin embargo, las cestas de Ai Strati que figuran en una fotografía.
(En Psará coincidimos con una boda y un panadero francés amigo de los novios que pasaba unos días en la isla con ellos, trabajó la noche anterior para que en el enlace de sus amigos hubiera pan fresco recién horneado en el único horno operativo del pueblo, en desuso casi todo el año).

El único pueblo y puerto, Ai Strati, tenía un par de tabernas y una playa larga de arena y piedras, nada espectacular, a las mejores se accede caminando un buen trecho y en muchos casos sólo por mar. No las conocemos.
Como el número de visitantes era escaso -algunos jipis a la búsqueda del paraíso perdido-, la oferta de habitaciones en viviendas particulares mínima y no hay camping, permitían la acampada libre. En Limnos estaba prohibida pero de hecho la toleraban también, por lo menos hasta los años 90. Como mucho imponían una pequeña multa simbólica a los campistas pero no les obligaban a levantar el campamento.
Ahora creo que en Ayios Stratios hay ya un establecimiento de hostelería con alquiler de habitaciones.

Un campamento, pero de presos políticos, más que nada comunistas, como en Limnos y otras, Leros, Macrónissos..., que vivían en tiendas de campaña, fue la isla desde los años 30 gobernando el dictador fascista Metaxás, hasta los sesenta con los cojoneles, pasando por la ocupación alemana y la guerra civil. Hasta 4000 llegaron a malvivir aquí en una condiciones horribles de miseria, frío y hambre cuando la tuberculosis asolaba Europa.
La isla está unida además simbólica y nominalmente a la exclusión, puesto que se consagró a su santo patrono Agios Stratios, un monje ortodoxo que murió aquí en el exilio y aquí fue enterrado, por oponerse a la política iconoclasta del emperador bizantino León V el Armenio (S.IX), un general golpista, fanático y santurrón a quien asesinaron en su propia capilla constantinopolitana (joé!) la noche de un 24 de diciembre...

La islina conserva todavía alguna viña pero desaparecieron los grandes viñedos que tuvo, según cuentan. Otro favor que le deben a los europedos, porque fueron los franceses quienes importaron aquí la filoxera y otras plagas de la moderna viticultura, desconocidas por las añejas cepas griegas. Una buena manera de deshacerse de la competencia más dura y antigua. ¡Cuidado, no afirmo que hubiera premeditación, pero así son las cosas!.

No me gustan mucho estos vídeos medio promocionales, pero todas las fotos que tengo de Ai Strati son en papel y de hace bastante tiempo. No encontré nada mejor. Para hacerse una composición de lugar vale.on una descripción de la isla escrita en griego.

Esta es la mejor que ví, hasta ahora, porque hablan griego, tiene acción y salimos a la mar con un pescador (obviamos al político porque es un vídeo promocional turístico y chupa rueda...). La 1ª es la cara A y la 2ª la B.

http://www.youtube.com/watch?feature=endscreen&NR=1&v=MZCV747H3UU

En 1968 un terremoto -es volcánica, como todas las de su entorno- echó abajo la mayoría de las viejas viviendas.
Un desastre parecido en Zákinthos obligó a reconstruir la hermosa urbe de Solomos con fuerte oposición y polémica de sus habitantes. Pero se trata de una ciudad grande y de una isla próspera, de manera que el resultado final no desmerecía mucho la antigua belleza de la italiani zante Zante. Y al fin, se haga lo que se haga, no se puede contentar a todo el mundo.
Pero Ai Strati ye un pueblín y la reconstrucción emprendida por el ministerio de la vivienda no gustó a nadie. La falta de personalidad era un nuevo motivo de rechazo para el visitante. Siento decir esto porque, en cambio, sus habitantes son muy hospitalarios a pesar de la mayor seriedad de los isleños del norte. Y creo, por lo que veo, que el pueblo ha mejorado los últimos años. Ha conservado siempre los tejados de teja típicos de la vivienda macedonia y del norte del Egeo.

La isla estuvo habitada desde época micénica y creo recordar que la última vez que estuvimos había un equipo de arqueólogos trabajando en los restos que aún les quedan y que tampoco vimos.

Cuando me puse a escribir pensaba apuntar cuatro datos y contar un sueño que tuve en Limnos en el que aparecía la isla, después de la primera vez que recalamos en ella.
Os he dicho ya que para mi Grecia es el país de los sueños, pero no a la manera de los de los jipis que mencioné antes, del paraíso imaginado, sino realmente, porque duermo como un niño y tengo sueños allí espectaculares y muy vívidos.
Después me fui liando y aborté la intención. El sueño era además demasiado absurdo y disparatado, con elementos mitológicos que me llevaría mucho espacio explicar y no tengo intención ni de cansaros ni de aburriros. Si lo llegara a escribir, porque de la mayoría sólo apunto un pequeño guión o las cuatro imágenes más potentes, tal vez lo incluyera algún día.

Y para despediros un poco de Nisiótika, ya sabéis, la música que se escucha y se baila en las islas. A Eleni la vimos este verano en Eubea, la saludé y su cofianza en mí pudo costarnos cara a los dos, a causa del vino que yo había envasado esa noche. Como dice la curruca versicolor por cualquier pijada, "¡pa habernos matao!".

Η Ελένη Λεγάκη ερμηνεύει τραγούδια του Νίκου Οικονομίδη στο δίσκο " Όταν ακούω το βιολί " το 1985. Στο βιολί φυσικά ο Νίκος Οικονομίδης.
Eleni Legaki interpreta una canción de Nikos Iconomidis del disco "Cuando escucho el violín", de 1985. Al violín, por supuesto, Nikos Iconomidis.


Υγεία και καλή μουσική!, ¡Salud y buena música!.

Barbarómiros.

2 comentarios:

  1. Realmente el puerto de Agios Stratios es mas malo que un dolor, abierto totalmente al noroeste. Yo me quedé con ganas de conocerla cuando subíamos hacia Limnos y Estambul, pero era invierno y en invierno no te la puedes jugar con los puertos.
    Una pena; cada isla griega es un mundo y ese me lo he perdido.
    Felices sueños.

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  2. Todavía estáis a tiempo, no desesperes, porque la islina es guapa y con buen tiempo no creo que, con tu veteranía náutica, tuvieras problemas. Para nosotros también es una espina clavada y nos prestaría pasar allí 4 ó 5 días. Tal vez, si volviéramos a Limnos...
    En los 80 aún entraban los barcos más grandes. No conocemos las playas pero decían que eran de arena y muy recoletas, como tienen un acceso muy difícil y casi no hay turistas, al parecer están siempre desiertas.
    No hay coches y los caminos son de tierra. Para las obras llevan una pala y un camión volquete, desde Limnos creo, como en Psará desde Quíos. Con el chofer de Psará, que manejaba los dos vehículos, hicimos amistad y lo volvimos a encontrar en Quíos.
    Algunas personas de las islas pequeñas, como éstas, pasan el invierno en la más grande y próxima.
    Sí, un mundo, desde luego, y para cada isleño su isla el mejor de los posibles.
    Te deseo lo mismo, Ana. Para mí es sinónimo de salud y de Grecia.

    Φιλιά!

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