lunes, 27 de enero de 2014

108


Kakolímano,  Mal puerto.   Petriés.
Eubea. Grecia 2011.


Salí a tirar la basura


dispuesto a todo y con un sí pintado en la frente. En pocas ocasiones salgo con ánimo tan abierto, la mayoría de las veces lo hago sin entusiasmo y vuelvo a casa con la misma penosa sensación, una mezcla de obligación de subalterno, rutina y aburrimiento. Lo más cercano a la negación es lo habitual. Pero ¿qué ocurre cuando estando abierto a todo, no pasa nada?. Que se frustran las expectativas contenidas en el primer enunciado. No estoy en Grecia, la calle está silenciosa, oscura y muerta, no se me aparece San Juan Nepomuceno, patrón de los bohemios, y para más recochineo olvidé el cigarrillo que había liado antes de salir. ¿Para qué tanto derroche de energía positiva?


Frédéric Chopin. Piano, Aldona Dvarionaite.   Prelude en Mi-Menor (op. 28 no. 4).




Salud y felices pesadillas.


ra

sábado, 25 de enero de 2014

Η Νίσυρος, Nísyros -2. Μανδράκι


Desde los balcones, cañizo sobre la terraza de los Aptos. Tres hermanos (Τρία αδέλφια)  
Al fondo la islita deshabitada de  Stroggyli. 
Puerto de  Mandraki.  Nisyros.  Grecia, agosto 2013. 

Mandráki 


Buenos días. El origen mítico de Nísyros fue la lucha entre los dioses Olímpicos y los Gigantes.
Πολυβώτης, Polivotis, uno de éstos, resultó vencido por el hermano de Zeus, Poseidón, que lo sepultó en el Egeo con una roca arrancada de Kos. Ese peñón formó la isla. ¡Carne de mi carne! El destino de Nisyros ha estado íntima e históricamente unido al de Kos, no sólo en la mitología, la cercanía se impone. Y ambas a Rodas, algo más lejos, pero centro y capital del archipiélago. Con griegos, romanos, bizantinos, latinos o turcos.

El volcán de Nísyros, el corazón indiscutible de la isla en todos los sentidos, lleva el nombre del gigante Polivotis, ¡precioso colofón del mito!

Mandraki es blanco inmaculado, típico egeo, pero relumbra especialmente en contraste con la vegetación espesa que lo rodea y la negrura de los acantilados.
Un paseo junto al mar recorre la longitud del pueblo hasta un gran farallón donde se alza la iglesia de la Panayía Spilianí (Vírgen de las Cuevas), y detrás los restos de la fortaleza de los Caballeros de Rodas y aun los de la Acrópolis de la antigua Πορφυρις, Porfiris, nombre con el que era conocida Nísyros por la abundancia de estas rocas volcánicas.

Paralelas al paseo, una serie de estrechas callejuelas atraviesan varias plazas, alguna con grandes árboles cuyas copas cubren la totalidad del cielo, o emparradas, siempre sombreadas, y plazuelas encantadoras mínimas y solitarias, hasta confluir en la base de la escalera que sube a Spilianí.

El pueblo es acogedor, además de guapo, sus gentes muy amables en el trato, y tiene algunas tabernas que nos dejaron en el paladar recuerdos más que gratos.

Spilianí.  Canto ortodoxo.


Άγιος Νικίτας.   Μανδράκι.  Νίσυρος.
Grecia, verano 2013.

Por consejo de Dimitris, el hombre que nos alquiló el coche, comimos en un restaurante de esa plaza de los grandes árboles; pedimos entre otras cosas un par de recetas grecoturcas, arroz pilaf con cordero, guisado con salsa y asado, y lo que nos dejó ya de entrada deudores de la cocinera: unas Anguinares a la polita (al estilo de Constantinopla), alcochofas con salsa de limón y eneldo, uno de los platos clásicos de los fogones griegos, ¡de chuparse los dedos!!!
La mejor cocina del viaje, sólo comparable a los productos del kipos, del huerto de Nikos en Cárpatos.

El postre, un queso local, Dopio, es parecido a los del resto del Dodecaneso, pero a nosotros nos supo mejor, no sé si por la bondad de los platos previos o por el vino, que tampoco estaba mal. En todo caso se trata de otro queso tosco de cabra, muy blanco, primitivo, seco y salado pero sabroso, como los que he descrito en otras entradas, semejante al Manouli de Cárpatos y al Mizitra curado de Creta.

Y las pitas, muy ricas también. El hombre, de unos 45 tacos, había emigrado a Nueva York pero volvió para montar este pequeño pitádiko enfrente de la minúscula playina central del pueblo, negra como el resto. Es un amante de la música y le gusta también mucho la española e hispana, la salsa. Contaba que algunos de sus colegas en New York eran hispanos y conocía varias palabras y frases castellanas.
Escuchando una versión del Tsivaéri, Joya, esa canción tradicional que se repite por toda Grecia, y más aún en el Dodecaneso, nos empezamos a enrollar. Su tío es músico y la versión era la de su prima, muy cercana a la que más nos gusta de ese tema, la de Domna Samiou, y ahí comenzó el trato.

El calor que hacía, el sabor de las yiros, la charleta y la buena música, invitaban a unas cervezas bien frías, y las servía heladas. Nos sacaba del congelador unos vasos altos de boca más ancha y... ¡aquello no tenía nombre! Todos sabéis a qué me refiero hablando de calor y de cerveza fría, que cada uno busque su ejemplo.

Hay varias pantopolíos, tiendas de todo, de recuerdos para los turistas y minisupermercados, alguna agencia de vehículos, y apartamentos y habitaciones para alquilar.

Yorgos Makriyiannis.  Susta Nisyrou.


Mandraki.  Tienda de fruta.
Nisyros.  Grecia, verano 2013.

En la frutería que vemos en la foto, donde comprábamos, nos fiaron porque no tenían cambio de diez euros. ¡Ése es el volumen del negocio!. Se arriesgaron a que no volviéramos, porque pocos turistas se quedan a dormir en la isla, la gran mayoría viene desde Cos por unas horas y a las cuatro de la tarde quedan sólo los del pueblo y los cuatro gatos foráneos del verano. Las tradicionales confianza y hospitalidad griegas.

Desperté muy pronto la primera mañana. Mientras me duchaba amaneció y al poco, como si de repente hubieran encendido una radio, comenzaron a cantar las cigarras, ¡la banda sonora de Grecia, y menuda intensidad! Enseguida empezó a calentar el sol.

Di la primera vuelta diurna por el puerto y el pueblo, a unos 500 metros de distancia y al regreso me topé con el panadero de Pali, la segunda localidad de la isla por tamaño e importancia.
Hay panadería en Mandraki y hacen buen pan, pero aproveché la oportunidad de pasar al lado del repartidor de Pali para comprar eliópsomo (pan con aceitunas negras), tirópita (hojaldre relleno de queso), spanakopita (de espinacas) y bugatsas (buñuelos grandes preñados de crema pastelera, tipo bomba), para el desayuno, todo calentín recién salido del horno, tierno y fragante. Del furgón abierto se escapaba un olor que mareaba de rico, eso fue lo que me atrajo hipnotizado. Algunas ventajas de madrugar.

¡Pensé que llevaba mucho pero se lo comieron todo!, y eso que los mayores desayunamos en la terraza del hotel frente al mar, con zumos, tostadas, mantequilla y mermelada de naranja hecha por ellos, riquísima. Desde las terracillas de los apartamentos se tiene la misma vista, de todos modos.

El espectáculo del mar con sus islas e islotes, y la actividad pequeña pero incesante del puerto, con veleros que entran y salen de continuo, el ferry que va o viene cada dos días, la llegada de los kaikes de turistas de Cos, el lío de autobuses que los esperan en el muelle para conducirlos a los tres destinos de la isla -el volcán y un par de pueblos típicos-, o la recepción de productos para el consumo de los habitantes, frutas y verduras, bebidas, carne, etc., hacen del esquinado Τρία αδέλφια, Tres hermanos, un lugar privilegiado para el entretenimiento y la observación tranquila.

Repito con el intérprete anterior, nacido en Constantinopla pero emigrado a Nisyros con su familia a finales del XVIII, apodado El nisirio, ahora con el instrumental de un zeibékiko de Aivalí (Asia Menor), grabado en Nueva York en 1918, antes de la Gran Catástrofe griega, cuando aún la Ciudad no se había perdido.
Ο Γιώργος Μακρυγιάνης  O Νισύριος.  Zeibékiko de Aivalí.


La publicidad artesanal del alquiler de coches.
Mandraki. Nísyros.  Grecia 2013.

El edificio de apartamentos, de dos plantas, está flanqueado por un alto cañaveral que sombrea y refresca el lugar, y detrás, pero pegado, sobresale el pórtico, la nave y la cúpula de Ayios (San) Nikitas, con ese colorido, esa blancura y esa limpieza que sólo en Grecia se da con tal deslumbrante intensidad. Santo nacido en Mandraki, por cierto, que al parecer fue martirizado por los turcos a principios del S. XVIII en Jíos, a la edad de 17 años. Es el patrón de la isla.

Y al otro lado de los hermanos hay una agencia familiar de alquiler de vehículos, coches y motos. El dueño acababa de llegar y estaba abriendo su oficina cuando me puse a fotografiar ese cartel publicitario artesanal. Es parlanchín como yo, le gusta nuestro país y no tardamos en ponernos de acuerdo en las condiciones, le alquilamos un pequeño utilitario.
Dimitris habla algunas palabras en castellano y una de sus hijas hizo el Erasmus en Santiago de Compostela. Admirador de Allende, nos saludaba siempre con el grito de guerra de los que no se rinden, ¡El pueblo unido/ jamás será vencido!

Despido este capítulo con una canción tradicional de boda, picardiosa, versión del inolvidable Nikos Papásoglu. El Perioli es también el Periboli, el jardín: ¿qué jardín será ése que tanto atrae a los enamorados y a todos enloquece?...

¡Mucha suerte para todos, especialmente para ese hijo que estas Navidades alumbraría la compañera del benjamín de los tres hermanos, el primogénito de la pareja!

Tradicional de Nísyros. Νίκος Παπάζογλου. Κατερίνα Παπαδοπουλου.  Το περιόλι. 



Salud y buen rumbo.

Ramiro Rodríguez Prada

viernes, 24 de enero de 2014

107


Somos inocentes


Salí a tirar la basura



y la arrojé con tal desprecio e indiferencia que yo mismo quedé asustado. No me lo llevaba la conciencia, si es que no me había deshecho ya de lo que me quedara de ella en alguna de estas salidas. Cuando estaba en lo alto de la escalera retrocedí, saqué las bolsas de nuevo y las volví a depositar en los cubos con mimo y respeto. Regresé pensando que cada día estaba más majara, pero la conciencia ni mu.



 Animación.  Duerme duerme, negrito.




Salud y felices pesadillas


ra

jueves, 23 de enero de 2014

Cardenal hipertenso


Por donde muere el purpurado.


 Hipertensión   ral, etc.



¡Dilatación!

Es una manera deficiente de manifestar la sexualidad, porque ésta tiene una estructura y un fin, que es el de la procreación.

¡Déjate de hostias y relaja la boca, niño!

Se puede normalizar con tratamiento..., una deficiencia que tengo que corregir como pueda.

¡Tú chupa y calla, te lo dice un buen amigo!


Malevaje. Antonio Batrina.   No me quieras tanto (quiéreme mejor).

http://www.youtube.com/watch?v=ePfe_dmOoTo


Salud.

Mavropradakos

P. D. Última hora. Crónica rosa. Conexión chino-vaticana:

¡Ave María Purísima!

Según noticias oficiosas, el monseñor Nuncio del Banco Divino (BD) acusado de ratería en los cepillos, fraude, corrupción y lavado de dinero, negro y de todos los coloresblanqueaba también los capitales en fuga de los evasores chinos emparentados con la oligarquía del Partido en el poder. 

¡Amén!

Sor Pura Falsedad (Corresponsal en el Vaticano para la cadena  El Carmelo)

miércoles, 22 de enero de 2014

Η Νίσυρος, Nísyros


Mandraki  desde el puerto.  Detrás, en el ocaso, la isla de  Pergoussa.
Nisyros.  Grecia, agosto 2013.

Νίσυρος


Buenos días. Nísyros fue la gran sorpresa de este verano. No pudimos hacernos una idea de la isla cuando navegábamos hacia Rodas, el dos de agosto, porque salimos muy tarde de Kos y pasamos a las cuatro de la mañana.

En el puerto, un espigón de unos 60 metros de largo por 20 de ancho y un muelle de parecidas dimensiones formando con él ángulo recto, había sólo cuatro vehículos esperando al ferry y una docena de personas. Bajaron otros tantos. En el interior del espigón, durmiendo, el caique que hace excursiones alrededor de la isla y en el muelle tres veleros amarrados. Luces mortecinas.

Antes de que el Diágoras levantara por completo el pontón de carga, ya en marcha alejándose del atraque en la punta de la barra, virando para enfilar hacia Tilos, ¡no se veía un alma en el puertín!

Esa tranquilidad nos gustó, pero no sería hasta después de volver a Rodas desde Cárpatos cuando la mi morena cuadró por fin el resto del periplo y decidimos recalar un día y ver el volcán Polivotis, dado que contábamos además con la guía de una profesional, a quien interesaba la visita más que al resto.

La belleza de la isla hizo que nos quedáramos tres, tampoco nos atraía nada la idea de esperar el vuelo en Kos dos días. Puesto que el tráfago de kaikes entre Nísyros y Kos es abundante, dedicado al turismo masivo que invade la isla de diez a tres y media, no había ningún problema para regresar a Kos el mismo día que cogíamos el avión a Barcelona.

Pandelis Zalasinós.   Taxidi. Viaje.


Calleja de  Mandraki.
Nisyros.  Grecia, verano 2013.

He contado aquí que en este viaje sólo habíamos reservado desde Asturias la noche de llegada a Cos, y la primera de Cárpatos, que lo hicimos un día antes en Rodas. La de Cos no nos gustó, ¡no tenía ni la mitad de lo que publicitaba en Internet!, y la de Cárpatos fue un fiasco que nos tuvo en vilo hasta que la mujer que nos dejó tirados encontró acomodo en otro hotel.

A Nisyros llegamos, como a Kárpazos, sobre las dos de la mañana. Siguiendo nuestra costumbre, y fiados también en la información del responsable de la agencia de Rodas que nos vendió los pasajes, que dijo que siempre había gente esperando los ferris y ofreciendo hospedaje, no reservamos habitación. No obstante, la morena había visto por la red dos o tres hoteles en el mismo puerto que nos podían servir para una noche.

Lo cierto es que del Diágoras salimos, y embarcaron en él, aún menos viajeros que la primera vez que pasamos por la isla. Era a finales de mes, cuando ya empieza a descender el número de turistas, y en el muelle no había nadie buscando huéspedes. Un hombre con el que consultó la morena nos indicó el Tres hermanos, Tría adelfia, uno de los que ella había ojeado, a cien metros, en la esquina sur del muelle. Y allá nos fuimos mientras el Diágoras levaba anclas.

Casi no había luces, ni en el puerto de Mandraki, ni en el pueblo, ni en el hotel, en realidad apartamentos y estudios, aunque sí cuatro personas a oscuras en una terraza mirando al mar, bajo un cañizo. Ya no esperaban a nadie a esas horas, nos pareció un precio correcto y tuvieron que limpiar un estudio mientras echábamos un pito en la terraza. Nos quedamos dos noches más. Un rinconín afayaizu como decimos en Asturias, acogedor.

Violín, laúd y baile (No sé los nombres, lo siento).  Σούστα Νισύρου.  Susta de Nisyros.


Desde  Mandraki,  hacia el este:
A la izda. Gyali, en el centro  Kos,
 a la decha. el peñón de  Stroggyli.
Nisyros.  Grecia, 2013.

El perfil de la isla en la distancia es el de un cono volcánico surgiendo del mar, como alguno de los islotes que la rodean. Es la más pequeña de las que visitamos, circular, de unos ocho kilómetros de diámetro, poco más de 40 kilómetros cuadrados de superficie.

Su altura máxima es de 658 metros. No es demasiada, pero en una isla tan pequeña la impresión aérea es mucho mayor. Es más o menos la altura del sur de Rodas (pero ésta es más ancha), y unos doscientos metros más que la cumbre de Limnos, que nosotros consideramos de las islas llanas en comparación con otras. Pero esos doscientos metros de diferencia en una superficie tan escasa, aumentan extraordinariamente la sensación de altura.

Claro que para entonces ya veníamos de Cárpatos, que la dobla en altura y su anchura es parecida. Pero el recorrido que hicimos visitando los cuatro pueblos, es otro ejemplo de desniveles de vértigo, puesto que aquí no se queda uno en el plano de la carretera, elevado pero en la falda de los picos, como en Cárpatos, sino en lo más alto, donde cuelgan las casas sobre la gran caldera del volcán, origen geológico de la isla. Pero de eso hablaré en otro capítulo.

Mandraki, con el mismo nombre que el puerto viejo de Rodas, es la capital de Nísyros. Dicho así parecería que hablo de Constantinopla, capital del Imperio Bizantino. En realidad es un pueblín precioso que no llega a 680 habitantes, algo más de la mitad del total de la isla, mil y pocos.
Está repartido por una ladera pindia que termina en un agudo cabo y una franja angosta al borde de las rocas oscuras, la arena negra y los guijarros volcánicos ovalados y pulidos, también negros, que deben de haber empedrado con sus dibujos, a juego con los blancos, las calles de medio Dodecaneso, incluida la propia Nísyros, donde hay muchísimos para lo pequeña que es.

βιολι και τραγουδι ο Μιχαλις Χαζογλου και στο λαουτο ο Ευγενιος Καζαντης.
Tourna tourna. Tradicional.


Choklakia  en el paseo del puerto a  Mandraki.  Al fondo  Pergoussa  y  Gyali.
Grecia,  agosto  2013.

Choklakia es el nombre de esos cantos y el de una de las playas del pueblo, llena de ellos. Por extensión, se deben de llamar también así los mosaicos que componen. Me gusta mucho esa palabra, que me resuena con todo su poder onomatopéyico, como el sonido tan característico de las piedras cuando la ola entra en la playa y las mueve haciéndolas entrechocar...

He tenido que desdoblar este capítulo porque vuelvo a pasarme de extensión. Tenía previstos un par para Nísyros, pero no sé si no pasarán de cuatro.

Στο βιολί ο Χατζινικόλας και τραγουδάει η Πόπη Πάχου.  Γλυκό Χαράζει η Αυγή. 

http://www.youtube.com/watch?v=ljVJT-YogM8

Salud y buen rumbo

Barbarómiros